Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 27. Busca y escóndete


Todos nos quedamos estáticos en nuestros lugares, Mara quiso abrir la boca varias veces y se detenía en cada ocasión, solo se limitaba a alternar la mirada entre los dos. Pude observar atrás y, en el rostro de Lohan, se notaba lo roto que quedó al tener que ver eso, su ceño estaba fruncido, pero sus ojos destilaban el estar agrietado.

—Yo... —Mara, que traía su pelo despeinado en todas las direcciones, solo pudo emitir ese monosílabo.

—Otra vez —las palabras arrastradas de manera ronca desde Lohan me desconcertaron—. ¿De nuevo haces esto?

—Te juro que esto...

—Cuatro veces Mara, ¡Cuatro!

La respiración del castaño se hizo pesada. Se puso una mano en la cadera y la otra la pasó por su cara con fuerza para estrujarla con molestia, cuando pudo volver a mirar solo jugó su lengua dentro de la mejilla, como si decidiera hablar ahí o solo dejarlo estar. Luego de unos segundos de suspenso, se acercó a la chica rubia de ojos azules y la tomó del brazo para llevársela con él sin emitir otra palabra. Sus pasos se escucharon apresurados al bajar por la escalera y siendo terminados por la puerta principal del edificio cerrarse de golpe.

Yo me había quedado mirando las escaleras todo el rato desde que desaparecieron. Cuando el ambiente estuvo más relajado, giré hacia mi hermano, conocía su mirada, estaba temeroso de lo que le diría. Pero no quería pelear, no quería tener esa conversación esa noche. Y lo único que pude decir fue:

—Ya me disté tu respuesta, Karter.

Entré tranquila, él dio unos pasos hacia atrás para darme espacio y yo cerraba la puerta al encontrarme dentro. Me quité los zapatos y los puse en su lugar para caminar a la cama.

—Cooke, escucha. Sé que estuvo mal, pero te juro que iba a dejarla antes, iba a hacerlo.

Él se sentó en la cama cuando yo lo hice, se veía desesperado por explicar. Sin embargo, no me importaba el hacerlo.

—Tienes que alejarte de ella.

—¿Por qué? ¿Por qué me aleja de ti?

—No. Porque te está cambiando. Este no eres tú Karter. Al Karter que conozco no le molestaría estar sentado por horas tocando algún instrumento o viendo una película sin sentido hasta sentirse mejor en vez de estar haciendo estas estupideces.

—No creo que sea eso Cooke. Lo que supongo que te pasa es que no aceptas que ahora soy popular y cercano a los demás, mientras que tú te la pasas en la oscuridad solo merodeando lo que hace Mara. Admítelo. Hasta tú la envidias.

—¿Disculpa? ¿Desde cuándo envidiamos a personas plásticas y nos peleamos por eso?

—Desde que comenzaste a entrometerte en mi vida al segundo que supiste que de verdad me gusta Mara.

—Por favor Karter, aquí no engañas a nadie. Sabemos bien que no te gusta Mara.

—¿Y qué si es verdad?

—Karter, ¿qué mierda haces? ¿Acaso piensas en un momento en los demás como antes? ¿Has visto a Lohan?

—Con que eso es lo que pasa. —Me observó con desdén con una sonrisa algo arrogante—. Te gusta Lohan.

—¿Qué? ¿De dónde...? ¿Te estás escuchando? ¡En serio que eres un imbécil! ¿Cómo sacaste una lógica tan insensata en tan pocos segundos? ¡Le partieron el maldito corazón! Lo escuchaste allá afuera, fueron cuatro veces.

—Claro, Kylee. Ya no tienes que fingir, debí notarlo desde ese día en el que... No, no. Ya recuerdo. Fue en clases, cuando te defendió.

—No sé por qué discuto este tipo de cosas contigo, si es que eres un imbécil por completo. Este lugar te ha hecho un mal incomparable.

—Este lugar lo único que ha hecho es liberarme. España lo que reinaba era el caos, aquí está todo en orden.

—¿Orden? ¿Acostarse con una chica con su novio es tener orden? Aquí todo es falso. Es un orden inútil porque tanto tú como yo sabemos que todos fingen. ¡Fingen!

—¿Y tú no lo haces? —Fruncí el ceño y él se acercó hasta estar casi a centímetros—. Te medicas y lo único que haces es ocultármelo, ¿acaso yo soy el único que está mal?

—Esto es todo.

En un arrebato de rabia salí de la habitación y cerré la puerta detrás de mí de un portazo. Caminé hacia afuera para andar lo más rápido posible, poco a poco comenzaba a correr por todo el campus sin ningún rumbo alguno, solo quería escapar de todo lo que había pasado por un momento y tener algo de paz.

Un disparo.

Era el sonido de un disparo lo que se hizo eco por todo el silencio. Me detuve de golpe. ¿Qué estupidez había hecho? Salí justo en el Haro. Me quería mover y devolverme, pero al ver hacia atrás no reconocí nada de lo que había pasado, nunca había estado ahí. Por ser de noche me era bastante difícil tener una referencia que no sea dificultosa de descubrir.

Estaba en medio del temor y el desconocimiento, no quería caminar porque tenía miedo de lo que me encontrara, tampoco sabía si estaba seguro estar ahí sola. Recordé las palabras de Michael hacía unas horas:

«Las personas que andan fuera en el momento del Haro tienden a desaparecer y nunca volver, nadie sabe a dónde van o lo que les pasa, pero tampoco queremos averiguar. Eso es la como muerte, sabes que te puede suceder y aun así no quieres que te toque».

Y ahora a mí me había tocado.

Otro disparo se escuchó a la distancia e hizo que los pájaros volaran de los árboles mientras iban lanzando sus gritos de susto.

Mis pasos me llevaron hasta una calle iluminada por póster. Así que podía ver lo que sea que sucediera alrededor. El problema era que no podía quédame toda la noche allí.

Entonces otra facción de la conversación vino a mi mente.

«[...] Siempre se nos dijo que no saliéramos después de las diez, y de hacerlo, solo debemos encontrar un lugar donde escondernos hasta que amanezca». Eso lo había dicho Lohan».

De acuerdo, debía conseguir un sitio donde esconderme. Solo rezaba por poder conseguirlo antes de que me pasara cualquiera otra cosa.

Fui hacia la derecha que era donde se veía más iluminada la carretera, estaba atenta a cualquier movimiento extraño para escapar de ser necesario. ¿Qué lugar era ese de Efren? Seguía intentando encontrar una referencia entre lo que tocaba la luz.

Y como si de un momento divino se tratara, todo se iluminó de repente desde el cielo, miré a este y noté la luna menguante salir de detrás de una oscura nube. Eso me daba algo más de claridad para moverme.

Otra vez me moví de punto, todo estaba cerrado y cualquier posible escondite sellado para evitar que alguien los utilizara.

Un grito salió de alguna parte que no lograba descifrar y me tensó, no recordaba las noches en las que dormía tener que escuchar todo eso. Solamente lo hice cuando había visto a Maxwell desde la ventana asesinar a ese pobre chico.

Habían pasado varios minutos desde que escapé de mi habitación, aun aturdida y en busca de ayuda, solo caminaba hasta poder encontrar algo.

Pero me detuve cuando se encendió frente a mí dos focos de repente y me cegó por un instante, puse mi mano delante de mis ojos, intentando percibir lo que había más allá del umbral.

Un motor arrancó y me hizo tragar en seco. ¿Eso era un auto? ¿Estaba frente a un auto? No era posible que intentase...

No.

De nuevo el motor rugió, el sonido me dejó inmóvil en mi lugar. Las llantas hicieron un chillido casi infernal cuando avanzaron a toda velocidad hacia mí.

Meiban a atropellar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro