Era lunes. Los lunes tocaban dos asignaturas sencillas: Orientación e historia.

Yo amaba la historia, era una asignatura bastante peculiar porque contaba los hechos impactantes de la historia y como estos había afectado el destino de la humanidad.

Pero hoy, el caso de estudio lo estaba observando al otro lado del salón, con una gran sonrisa. Espiaba a la causante de los hechos impactantes la noche del sábado bajo la escalera y como esto había afectado el destino de...

—Kylee. —La maestra me llamó y yo la observé casi al instante de manera atenta—. ¿Tú y tu tropa están listas para mostrar su punto?

—Sí señora. — Me levanté y los demás lo hicieron tras de mí.

—De acuerdo, comienzas con tu opinión.

Respiré profundo colocándome delante de todos aquellos que representaban mi tropa. Hoy en el salón no sería Kylee, sería Octavio. Y mi rival, considerada la más popular tanto en la historia como en la vida real, Cleopatra.

—¡Cleopatra! —grité y todo el salón, hasta el que no estaba atento por ser mi persona la parada en ese lugar miró por la potencia de mi voz—. Entrega el poder de Egipto a Roma, y te perdonaremos tu vida y la de Antonio.

Ella se levantó con una sonrisa confiada, era la primera vez que hacíamos el enfrentamiento luego de casi dos semanas de estudios y tras la maestra elegir esta guerra como una de las primeras más importantes registradas.

—Ni pienses que me retiraré Octavio —sus palabras seguras no me movieron ni un pelo—. El que debería dejar de invadir territorio ajeno a de ser tú. El dios Ra e Iris nos acompaña a Antonio y a mí. —La sonrisa se mostró con más orgullo—. Que Osiris se apiade de ti.

Fruncí el ceño con algo de molestia.

—Neptuno tampoco nos abandonará ni temerá contra tus dioses Cleopatra, porque me ha dado el poder de entrar por el Nilo e invadir tu hermosa ciudad.

Cabía destacar que todos habíamos leído lo que pasaría, de que Cleopatra perdería bajo Octavio, y por eso teníamos la libertad de cambiar la mentalidad y situaciones para intentar voltear la historia. El tema era saber qué fue lo que empujó a las personas de esa época a tomar las decisiones que tomaron.

—Retomo las tropas de Marco Antonio exiliadas por ti y evito el ataque —uno de los chicos se levantó a su lado—, y según lo decidido por Marco Antonio y yo...—esa mirada no me agradó en nada.

—Decidimos retomar parte de los exiliados y dirigirnos al este por el mar para atacar Roma. —Habló el pelinegro al lado de ella, seguro.

Mierda. No había considerado la cantidad de los exiliados de Antonio en Egipto, fue una buena jugada y me hizo tener que pensar por un segundo.

—Continuo la batalla en el Nilo. —Hice una mueca de disgusto, tenía que pensar rápido en ese ataque. Pero otra voz se levantó en los asientos de mi tropa y se colocó detrás de mí.

—Sugiero hacer llegar un comunicado por la vía más rápida en advertencia de las tropas enemigas. —Era Lohan, me tomó por sorpresa—. Y en todo caso, proponer el hecho de reforzar nuestras fronteras ante cualquier ataque posible de nuestros enemigos.

Bien hecho, eso me da un apalancamiento bastante bueno y continuar.

—Sugerencias aprobadas. Refuerzo mis fronteras y mando más tropas para también aumentar la fuerza de presión ante otras ciudades de Egipto.

Tanto Mara como el otro chico se tensaron ante nuestra decisión, ahora me tocaba a mí reír.

—Marco Antonio —Mara llamó al chico a su lado y este le observó de reojo—, enviaré a la guerra parte de mis guerreros para que apoyen a los tuyos, en una estimación de setenta mil hombres.

—Eso haría una ponderación de ciento cincuenta mil hombres, más de setecientos navíos, de ser necesario de colocarlos al mar —aportó el personaje de Antonio.

Mi sonrisa se amplió y eso pareció quebrar en algo a Mara.

—Coloca el setenta por ciento al mar para atacar las barreras, el otro treinta déjalos en la guerra cuidando la ciudad principal.

Ella alternaba la mirada entre Lohan y yo, al parecer el otro sonreía de la misma manera al ver la decisión tomada. Levanté la mano en señal de duda.

—¿Es tu decisión Cleopatra?

Ella pareció dudarlo con mi pregunta, pero lentamente asintió siendo seguida del pelinegro tras de ella.

—Vipsanio —el sonido de afirmación de Lohan se escuchó detrás—, ¿qué pasa en Peloponeso?

Los ojos de Mara y el chico se abrieron de golpe, sabía lo que habían hecho. Cayeron en la trampa antes de ser ejecutada.

—Las tropas se reforzaron y atacaron, tomando posesión. —Respondió el novio de Mara—. Orillamos nuestro enemigo hacia Alejandría. Hacia lo único que protegieron.

—¿Y en Roma? —otra pregunta salió sin dejar mi sonrisa.

—Conocemos nuestros mares como la palma de nuestra mano, a pesar de la dificultad de conocimiento de los egipcios, nunca esperaron las refuerzas y pocas tropas pudieron entrar a tierra por los cambios climáticos en su contra del año treinta antes de Cristo, lo que nos da una victoria rotunda en dicha guerra en Roma.

Bajé mi mano.

—¿Otra estrategia Cleopatra?

—Yo... —pareció enmudecer, pero luego sonrió un poco, intentando mantener la calma—, sigo batallando en Alejandría.

—¿Qué pasa Cleopatra? ¿Besándote con mi hermano bajo las escaleras del palacio? Que conveniente tu estrategia querida.

Sus ojos se ampliaron al entender mis palabras, dio un paso atrás a pesar de que los demás no entendieron mi referencia y supuse que la mayoría solo consideraron que era parte del drama. Pero entre ella y yo, era evidente lo que había sucedido.

—Les capturamos —informó Lohan—. El treinta por ciento de sus tropas, próximamente cuarenta y cinco mil hombres, no serían suficiente para batallar contra ochenta mil hombres, casi el doble.

Estaban atónitos, parecían no saber lo que había pasado. Sus caras parecieron convertirse en la tragedia que estaba pasando sus tropas en ese momento.

—¿Qué pasa Cleopatra? —susurré llamando su atención levemente—. ¿No encuentras otra mejor opción que el suicidio?

Su mirada se oscureció y por primera vez, lo que vi no fue una sonrisa, sino una mueca de odio. Mara Sayler, aparentemente, me juraba odio por hacerla perder por primera vez en algo en la que se hacía creer fuerte.

El abuso de la confianza nunca te llevaría más lejos de lo que ya estabas. Quizás te haría retroceder en tu perfección.

—Bien, bien —la exclamación de la maestra nos trajo a la realidad—. Ese fue una magnífica representación de la cuarta guerra civil de la República Romana. Y al parecer, notamos que sin importar cuáles fueran sus decisiones, Marco Antonio y Cleopatra —observó a los que representaron a estos dos—, perderían.

Nos íbamos a sentar en nuestros lugares, pero la profesora nos detuvo.

—Me encantó esta proyección de la guerra y estas decisiones bastante serias. —Su mirada llegó a Lohan y a mí para sonreírnos—. Lohan, me sorprendiste bastante tomando el poderío de Vipsanio. Se nota que te enfocaste bastante.

—No fue nada profesora, se lo agradezco bastante a Kylee. Ella me dio muy buenos puntos para enfocarme, los méritos se los puede llevar ella.

Todos parecieron enfocarse en mí otra vez y me sacaron un suspiro cargado de nervios.

—Hiciste buen trabajo Kylee. Tú y Lohan lo hicieron. —Levantó su mano derecha que, a su vista, era al lado que estábamos—. Octavio y Roma ganan en la historia y en este salón. Toda la tropa obtiene dos puntos por encima en el examen final del semestre.

Los gritos y la algarabía se dispararon desde nuestro lado de la clase, todos se levantaron, silbaron, vociferaron y aplaudieron por lo conseguido. Lohan y yo chocamos puños con una gran sonrisa, esa ayuda que le había entregado para aprender fue la misma que nos llevó a nosotros a triunfar. Y aunque el timbre sonó, la algarabía siguió entre preguntas de los demás sobre los puntos comentados por el chico y si les ayudaría de igual manera para avanzar en sus calificaciones.

Habíasido una victoria bastante gratificante.

No sé si la pelea era entre Roma y Egipto o entre Mara y Cooke. ¡Que intensa se puso la cosa! Y Kylee dando golpes bajos con la parte de la escalera. XD No puede ser jajajajajaja

No olviden dale me gusta si les gusta la historia, comentar y compartir para que crezca la comunidad. :D

¡Besitos suspensivos!