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Capítulo 01: La arquera y la chica de las gradas.

...

Elsa miraba desde las gradas las prácticas del club de arquería, ella no sabía mucho de arquería, y tampoco le interesaba aprender, sólo estaba ahí porque le gustaba observar a aquella chica que respondía al nombre de Mérida; de cabello fascinante, rojizo y ensortijado. Era demasiado hermosa y tenía un cuerpo atlético que se mostraba imperioso en cuanto cogía la flecha y tensaba el arco.

Tenía una mirada determinada y una sonrisa atractiva.

Las pelirrojas era la fascinación de Elsa, aunque era vergonzoso admitirlo cuando su hermana, también pelirroja, estaba cerca.

Pero Elsa a veces creía que su gusto por aquella chica iba más allá de su fascinación por las pelirrojas, aquella chica tenía algo que Elsa no identificaba, pero que hacía que estuviera ahí cada miércoles y cada viernes.

Al principio fue solo un pretexto,  se sentaba ahí para  matar el tiempo mientras esperaba por el autobús, sin embargo, Elsa salía antes que las actividades del club terminaran para no perder su transporte.

Aquel día no fue la excepción, salió a tiempo y esperó, no obstante, el autobús no pasó a la hora de siempre.

Preguntó al hombre que hacía de guardia en una boutique que estaba enfrente y éste le dijo que el autobús se había adelantado desde hacía media hora.

Molesta y confundida, regresó a la parada y esperó, el próximo saldría en una hora.

...

—Buen trabajo chicas —dijo la asistente del club de arquería al terminar las actividades del día.

Mérida asintió y mientras se colocaba la mochila miró hacia las gradas; como siempre aquella chica rubia ya no estaba.

Salió junto a sus compañeras y se despidió de ellas en la entrada de la escuela.

Se quedó parada un momento mientras  lamentaba no tener la camioneta a su disposición puesto que sabía lo horrible que era tomar el autobús, tardaba tanto y se llenaba a tope, sobre todo a esa hora cuándo todos, alumnos y trabajadores, iban a sus casas.

Suspiró con resignación ante su destino y se colocó una gorra para protegerse del sol.

Al llegar a la parada de autobús, su corazón se volcó de emoción, aquella chica estaba ahí...
Piel clara, ojos azules y cabello rubio...

«La chica de las gradas»

No sabía nada de ella, no sabía en qué grupo estaba ni su nombre. Tan solo sabía que siempre iba al club, pero ni siquiera estaba inscrita.

Infló las mejillas y exhaló prolongadamente. Se acomodó el uniforme de manera inconsciente y terminó de acercarse.

La chica había volteado al escuchar sus pasos, pero rápidamente desvió la mirada.

Mérida se dio cuenta de aquel gesto y sintió un cosquilleo recorrer todo su cuerpo. Aquella rubia era demasiado hermosa.

La miró de reojo y notó que tenía la cara roja. Se aclaró la garganta y le preguntó por el autobús que estaba esperando.

—El que va a Olsen —contestó cortante.

Apesar de eso la pelirroja sonrió y le dijo que iba al mismo sitio.

La chica solo asintió y sin más siguieron esperando hasta que llegó al autobús. Treinta minutos de retraso y como si eso fuera poco, estaba lleno, tenían que ir paradas o esperar otra media hora para que llegara el siguiente; y el hambre era canija.

Un señor muy amable les ofreció su asiento, la rubia estaba enfrente y volteó a verla con algo de pena e inseguridad.

—Anda, tómalo —dijo la pelirroja sin dudar.

Entonces el otro hombre que estaba al lado del primero, ofreció su asiento como si quisiera demostrar que él también podía ser caballeroso.

Entonces ningúna se pudo  negar y se sentaron.

Se quedó del lado del pasillo con la mochila entre sus piernas y un poco ansiosa.

No hablaron nada durante todo el camino y al bajar del autobús la chica huyó como si estuviera escapando de un pervertido. O al menos esa fue la percepción de la pelirroja.

De alguna manera se sentía decepcionada por no haber podido hablar más con ella, pero al menos sabía que vivían en la misma ciudad y estaba segura que tarde o temprano volverían a acercarse.

Y fue más temprano que tarde...

...

Fin del capítulo.

Nota de autor:
Una vez alguien me dijo que quería leer una historia de Mérida y Elsa donde no hubieran tantas broncas y sólo fueran ellas... Bueno aquí estamos.

Jajaja no se preocupen, ésta sí la termino, sólo debo adaptar...

Esperen la próxima actualización. ✨

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