𝟬𝟴
Después de más de tres horas de discusión decidieron que Yeojin, Yujin y Yebun irían al Club Falúa. Seokjin devolvería la carpeta al guardia y vigilaría discretamente el edificio.
Por lo que en ese instante la muchacha de cabello rosa, la de flecos y la cabellos más cortos se dirigían a la entrada del departamento. Bae con una mochila con la ropa que utilizaría para ir al club y las chicas con sus portátiles en sus respectivos bolsos.
Kim las acompañó hasta la entrada y pidió a la mayor quedarse un momento mientras las chicas avanzaban hasta el ascensor.
Se acerco a ella y hablo en un susurro.
-Si pasa algo pidan refuerzos, o llámenme a mí y pido refuerzos yo mismo. -Antes de siquiera dejar hablar a Bae continua.-Se que son Agentes de campo y son capaces de hacerlo pero pueden haber imprevistos.
Bae asintió y no dijo palabra alguna simplemente al llegar al ascensor lo despidió con la mano.
Lo entendía parcialmente, son compañeros y puede preocuparse pero sintió algo más. Su pecho se infló y sintió una felicidad genuina.
-Seokjin es muy a amable.
Comenzó Yujin fingiendo hacer un simple comentario cuando vio claramente la manera de acercarse del agente Kim hacia la señorita Bae.
-Uhm, sí.
Añadió Yeojin tratando de no sonreír demasiado por si parecía exagerada o demasiado emocionada por una pequeña muestra de afecto entre Kim y Bae.
—Y muy atento además.
—Sí, es un compañero excelente.
—¿Solo compañero?—Cuestiono de nuevo Yujin.
—Sí, quiero decir no hablamos demasiado para ser amigos.
—Ah, entiendo.
En el departamento de las muchachas se acomodaron en el sillón hasta que fuera hora, almorzaron un rameyeon rápidamente y fueron de una en una al baño para seguidamente vestirse para ir al club.
Yeojin dejó su cabello medio recogido, medio suelto. Y llevaba una especie de vestido de lencería color rosa. Le quedaba solamente un palmo encima de la rodilla. Y era todo satinado excepto la abertura que era de encaje rosado. Y unos pequeños tacones blancos con detalle rosados de Dior que le prestó la agencia. Y en último momento decido agregarle un collar de perlas con un dije en el centro de plata. Se dirigió su cuarto y se aplicó sombra de brillos.
Mientras que Yujin seguía en la ducha Yebun ya se preparo. Un vestido corto de terciopelo rojo sin tirantes. Era más corto que el de su compañera más joven pero no demasiado. Unos tacones de aguja color negro de Cesari Paciotti, con suelas rojas y especialmente antideslizante, además de contar con una espada dorada como tacón. Y unos pequeños aretes de perla. Aunque no fuera con Seokjin al club seguía manteniendo el perfil de casada con plata por lo que era normal aparentarlo.
Trato de cambiar un poco su maquillaje para está más acuerdo a la ocasión. Oscureció ligeramente el eyeliner con sombra del mismo color para difuminar. Y se aplicó perfilador de labios para oscurecerlos y para finalizar brillo labial.
Unos minutos después Yujin también estaba lista con cabello suelto. Delineador oscuro y un labial nude que se le veía excelente.
Y un vestido negro al mismo largo que Yebun, con una abertura a cada lado de la cintura de forma circular. Unas botas negras de tacón a la altura de la rodilla.
Yujin silbo en cuanto vío los vestuarios de sus compañeras y esperaba, poder considerar amigas.
-Están increíbles.
-Mira quién lo dice.- Respondió juguetona Bae.
-Todas estamos increíbles.
Y así finalizó la conversación Yeojin aunque no mentira. Tal vez miro más a Yujin.
El Club Falúa estaba bastante vacío al inicio de la noche. Solo un par de viejos verdes con deudas bebiendo whisky. Y tan solo una bailarina exótica, la cual después de una canción bajo de donde se encontraba para acercarse a la barra.
En esa misma barra estaban las jóvenes todas sentadas una al costado de la otra. Tenían pensado dispersarse cuando llegue más gente, si es que llegan. Una en la barra. Otra cerca de los baños. Y por último una en la pista de baile, cerca de donde está ubica la barra de pole dance.
Le pidieron al barman agua con hielo y Yeojin pidió agua con gas y un limón para agregarle. Cosa con la que Bae mostró su desacuerdo.
-¿Por qué limón? ¿Y por qué agua con gas?-Replicó recalcando la palabra con.
-No se. Deberías probar no está mal.
-Algun día Minha.
Era extraño hacer uso de sus identidades falsas. Mentalmente usaba sus nombres reales. Pasaba lo mismo con Seokjin, o bueno Jaehyun.
Alrededor de unos cuarenta minutos después empezó a llegar más gente. Por lo que tomaron sus posiciones y sus respectivos bolsos con taser, laser, pistola por si acaso y un silbato de emergencia. Además de los tacones, eso sí que es un buen arma.
Yeojin se encontraba por el área de los baños, Yujin en la entrada, y Yebun en la pista de baile.
La gente entraba sin parar y sin ningún tipo de cuidado. Había gente con vasos y otras con botellas enteras de bebida alcohólicas. Algunos, los más jóvenes, llevaban una especie de aros que brillaban en la oscuridad.
Las bailarinas exóticas no eran la atracción principal, pero casi. Hombres trajeados bajaban por unas escaleras a una especie de sótano y detras una chica, incluso llegaron a bajar a dos del escenario.
Yebun todavía tenía el vaso de agua en la mano mientras que de su hombro colgaba un mini bolso cruzado, donde un taser esperaba a ser usada.
Yeojin tuvo que apartarse lo que llevaba de noche cinco veces de la puerta del baño. A cada rato entraba grupos de chicas vomitando o parejas de jóvenes.
Yebun estaba pensando seriamente en bajar hacia el sótano al no pasara nada allá arriba hasta que vio entrará a Hyungsik. ¡Bingo! El fornido hombre del karaoke a lo que enseguida le escribió un mensaje a Yujin para que lo vigilará. No quería acercarse demasiado por si la recordaba y como sus compañeras también fueron y tuvieron los mismos problemas se tuvo que conformar con mantenerlo en el punto de mira.
Miró hacia los baños y Yeojin la miraba a ella, asintió. Bien An ya le comunico el mensaje.
Hyungsik paso la mayor parte de la noche en el piso de abajo del club. Hasta que a media noche salió hacia la puerta. Solo. Lo que quería decir que deba de haber alguien afuera esperando por él.
Yujin salió detrás de el aunque a una distancia prudente. Al cabo de unos siete minutos salió Yebun junto a Yeojin fingiendo charlar.
Antes de salir tocó nerviosamente el anillo que compartía con Seokjin. No debía perderlo.
El frío de la noche les dio la bienvenida enseguida y calo sus huesos a la misma velocidad.
Yujin no parecía estar en ningún lado visible por lo que deberían dividirse y no le hacía mucha ilusión. Este es el barrio donde sospechan que pasada todo así que tal vez que Yujin fuera sin nadie más ni siquiera siguiéndola de lejos no fuera lo mejor.
El local estaba rodeado de gente en las esquinas fumando, vomitando en los callejones más oscuros y en esos mismo tratando de subir la natalidad de corea.
Pero además había unas escaleras de metal que suben a una azotea donde hay pisos. Hay deben de estar. Al subir a la azotea se encontraba una adolescente en una situación deplorable. El vestido hecho gironés, una maraña de pelo y parecía estar inconsciente. Mierda. Si hubiera muerto otra persona y ellas están presentes no podría soportarlo.
—Mierda.—Exclamo la de cabello corto y se acerco enseguida a la muchacha. Le tomo el pulso. Está viva.
—¿Está bien?— Cuestiono con cierta duda Im.
—Sí.
Suspiraron. Ahora deberán llamar a una ambulancia. Trato de despertar a la muchacha con pequeños golpes mientras Yeojin iba a la parte trasera de la azotea en busca de su otra compañera.
Después de unos minutos despertó aunque no del todo. Parpadeaba en demasía y no parecía saber siquiera si hablaba, se encontraba demasiado ida.
—¿Estás bien? ¿Que te pasó?
La joven claramente no respondió simplemente negaba de manera casi imperceptible.
—No, no, no.
—¿Te hizo alguien esto?
—No, no...
La pobre cayó en el mundo de la inconsciencia de nuevo.
—Im.
La de cabello corto enseguida se puso en pie cuando su compañera la llamó.
—No localizo a Yujin. Y Hyungsik está abajo. Puede que suba en cualquier momento.
Yebun la reprendió con una mirada severa al decir sus nombres reales en un entorno como ese pero respondio tranquila.—Vale. Ayúdame a cargarla.
Cada una pasó un brazo de la chica sobre su hombro y se dirigieron al final de la azotea pero no había escaleras por lo que volvieron a donde se encontraban. Hyungsik estaba al otro lado de la calle así que no se fijaría en quiénes fueran las que bajarán a la joven.
Yebun seguí preocupada, no aparece Yujin y fue raro encontrar a alguien sin absolutamente nadie alrededor para ayudar o atacar.
Al bajar el fortachón se encontraba en un lado de un edificio mientras que del otro salió Yujin del callejón. Gracias al cielo estaba bien.
Pero no se percataron de la sombra de la mujer tras el fornido hombre.
Al llegar abajo se acercó y colocaron a la muchacha contra la pared mientras debatían que hacer. Debían llamar una ambulancia para que revisen sus signos vitales y que no tenga nada más que cocaína o lo que sea que se haya metido, en la sangre o pulmones. Pero debían revisar el perímetro en busca de otras personas en el estado de la chica o sospechos.
—¿Estás bien?
Asintió aparentemente despreocupada.
—Revisare el perímetro.
Y con esa frase Yebun se alejó de las chicas hacia la parte trasera del edificio.
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