Estaba abarrotado de personas teniendo en cuenta que solo asistían los que habitaban los departamentos y que, posiblemente, ni la mitad esten ocupados.

Pero más allá de la considerable cantidad de gente, la pista era preciosa; el césped a una altura perfecta, todo nuevo y por lo visto hasta entrenadores.

La pareja enseguida se acerco a la multitud aunque con ciertas distancia, tratando de pasar desapercibidos para poder observar a la gente y decidir posibles candidatos para el caso.

Estaban cuchicheando en la esquina hasta que decidieron acercarse para no generar sospechas, ya que un hombre de unos treinta y cinco años se dio cuenta de su presencia y los observa más de lo que era considerado prudente.

Al estar frente al hombre hicieron una leve reverencia.

-Hola, bienvenidos, ¿Son los nuevos vecinos?

El agente de campo habló antes de que su compañera pudiera.-Si, encantados.Soy Park Jaehyun y esta es mi mujer; Park Yeongwon.

-Encantada.

El hombre antes de volver a hablar se dio un ligero golpe en la cabeza e hizo una mueca-Oh, que mal educado, no me he presentado.Soy Hong Suho.

Continuaron conversado por escasos minutos hasta que la mujer que vieron la pasada mañana apareció.

-Cierto, esta es mi mujer Hong Bokyung

-Encantada.

-Lo mismo digo.

Después de una breve presentación, se dirigieron junto con las demás personas. Se presentaron varias veces, conocieron a varios, todos felicitándolos por "su matrimonio", y también vieron a algunas celebridades: modelos y algún cantante. También se percataron de que había bastantes adolescentes, ya que vivían importantes empresarios (por lo que seguramente eran sus hijos), y algún que otro niño más pequeño, pero no demasiados.

Después de mil vueltas abrieron la pista.

Y decidieron jugar un partido amistoso entre algunos, Yebun y Seokjin decidieron no jugar, ya que no iban vestidos adecuadamente. Y Jin no va a mentir, no es que sea el mejor jugador de tenis.

Por eso estaban sentados junto al matrimonio Hong charlando de los negocios del mismo.

En la opinión de Yebun, para ser un empresario que está iniciando en los negocios es demasiado presumido.

El señor Hong dice haber empezado su negocio dos años atrás y empezó a ganar más hace unos seis meses.

-¿Quieren jugar?-Pregunto Suho ya que al solo hablar de negocios podría resultar aburrido si no estás en el mercado.

-No se, no trajimos ropa adecuada.-Se excusó el matrimonio Park casi al mismo tiempo.

-Oh, si hasta hablan igual, están destinados. Pero la ropa no es problema pueden ir a cambiarse si tienen ropa en su casa o agarrar ropa de el cambiador, que está por allá.-Habló con voz suave Bokyung y señaló donde se encontraban las duchas y lo que supuso, también los vestidores.

Sonrieron ligeramente, ya no hay excusa.-Claro, aunque para la próxima traernos nuestra ropa.-Bae se levantó y Seokjin la siguió.

-¿A caso sabes jugar?-Gritó susurrando el joven.

-Claro.-Respondio de igual manera Yebun.

-Espero.

Volvieron a la cancha ya cambiados.

Kim vestía unos pantalones de deporte azul marino y una camiseta a juego, se dejó los zapatos porque según él los zapatos que prestaban 'tienen hongos'.

Bae por el contrario llevaba una falda-pantalón blanca y una un polo blanco a juego. Y cuando se puso los zapatos alquilados se apuntó mentalmente ir a comprar ropa de deporte y zapatos, porque su maleta estaba repleta de tacones, cómodos eso sí.

-¿Preparados para perder?-Grito el señor Hong el segundo que los vio salir del vestuario.

-Creo que hoy pierde otro, señor Hong.-Grito de vuelta Jin.

Más de tres horas jugando partido tras partido y ganando (casi todos) contra el matrimonio Hong.

Al final el contador fue 4-6 por lo que los agentes de campo, el matrimonio Park, ganó.

-Buen partido.

Todos se felicitaron aunque Suho no estaba contento, tenía un mal perder, Bokyung lo sabía bien.

-Te pido la revancha señor Park.

-Por favor dime Jaehyun, prácticamente somos ya amigos.

-Claro, Jaehyun.

Al pasar por su lado como despedida le dio unos golpes en la espalda y se dirigió con su esposa al edificio.

-No me gusta el señor Hong-Dijo con suspicacia Bae.

-Mhm, es muy pronto para sacar conclusiones pero lo apuntaré.

Sonrió levemente. Que Seokjin la escuchara y tomará en cuanta sus decisiones le agradaba y se lo agradecía.

-Vamos a cambiarnos.

-Claro.

Así que se dirigieron a los edificios para bañarse y cambiarse, cuando fueran al karaoke ya dejarían la ropa en los vestuarios.

Al haber pasado toda la tarde jugando al tenis con sus vecinos los jóvenes estaban un tanto cansados, aunque ya se habían dado un baño.

Yebun estaba terminando de colocarse la ropa, un pantalón de mezclilla acampanado y para la parte de arriba una camiseta de seda de Versace de color azul con la espalda descubierta atada al cuello, y al salir se colocaría unas chanclas-tacón de Coach. La agencia les proporciona la ropa para este tipo de misiones y las que eran al extranjero.

Al terminar de colocarse la camiseta se acomodo el cabello corto tratando de hacerle una pequeña curvatura hacia dentro.

Se perfumó y miró su celular antes de salir, tenía un mensaje de Yujin:

Karaoke, 21:30, hoy.

Al que respondió con un:

Parece que me amenazas Yujin.
Es broma, ya estamos de camino.

Que su joven compañera respondío al segundo casi:

Perdón. Okey.

La joven salió de su cuarto y para su sorpresa Kim estaba saliendo del cuarto, sin sudor, peinado y cambiado. Vestía un pantalón azul marino que debía ser el juego de un traje probablemente, una camisa azul bebé con los tres primeros botones sin abrochar.

-Oh, ya estás listo.

-Claro, ¿Ya llegaron?

Preguntó a la vez que para completar la vestimenta se ataba un reloj a su muñeca izquierda.

-Casi, así que démonos prisa.

Y desde luego que se dieron prisa, agarraron la ropa que debían devolver y salieron disparados hacia las calles de Seocho-Gu. Calles amplias, todo perfectamente alineado: los árboles, farolas y edificios.

Unos edificios preciosos, algunos altos como rascacielos y otros un tanto más sencillos, todos con paredes lisas blancas, color crema o negras.

Pasaron cerca de varias tiendas pero al estar dirigiéndose al karaoke agarraron por callejones porque en la noche hay mucha gente en la calle y de camino al karaoke sino es que ya hay demasiada gente allí.