Nick y Judy salen rápidamente de la comisaría usando la salida del garaje junto con una patrulla igual a la que usaban ellos. Con las sirenas apagadas y al límite de velocidad conducían por las calles hasta llegar a plaza Sáhara. La luz de la luna iluminaba el cielo oscuro, y algunas pocas estrellas se lograban ver gracias a la gran iluminación que tiene la gran ciudad de Zootopia, pero es necesaria para la vida nocturna. Ya que era de noche, y una hora algo tarde, las calles estaban vacias, dejándoles ir con más rapidez a su destino.

Durante el viaje, Penny se mantuvo en llamada con ellos para avisarles que estaba pasando en las cámaras como también decir si había algo nuevo de información.

—Ese ciervo que vimos dorado es un antiguo modelo de hace casi quince años, el cual tiene dos funcionamientos, robot y traje —decía Penny leyendo lo que parecía ser una página web donde mostraban la imagen del ciervo animatronico, que simplemente llevaba puesto un pantalón cabe y un chaleco del mismo color. Parecía que iba disfrazado de vaquero o algo así—. Según leo, durante las funciones se usaba el modo animatronico y así hacer bien la rutina, pero también se usaba para dar algunos paseos por el restaurante en el que se usaba y tomarse fotos con los clientes en modo traje.

—¿Cómo hacían eso? —cuestionaba Judy realmente muy confundida. La tecnología estaba muy avanzada, o eso parecía. Ese tipo era un genio.

—Un mecanismos de resortes creados por... Henry... —Penny parece dudar un poco—. No tengo el apellido, parece que se borró de la página o se perdió la información. Pero parece que era un amigo de William con el que trabajaba. El problema con este método es que se necesitaba saber mover muy bien con el traje, ya que un mal movimientos y los resortes se iban a activar, ocasionando heridas y hasta la muerte en quien estaba dentro.

—Rayos... Creo que sé porque los cambiaron —dice Nick con obviedad y una mala sensación al imaginarse lo que podía pasar.

—Hay más ruidos, parece ser más fuertes y constantes cada vez. Y William se ve cada vez más afectado —dice algo nerviosa Penny viendo la pantalla de su computadora, notando que el ciervo tenía algunos movimientos erráticos, tomándose su cabeza y dando golpes a algunas cosas como si estuviera estresado, nervioso, y paranoico. Esa actitud tenía muy asustada a Penny—. Chicos, estoy segura que algo malo está pasando allí adentro.

La patrulla entonces acelera para llegar más rápidos. Después de unos minutos ambos oficiales bajan rápidamente y Nick haciendo el mismo procedimiento de la vez anterior abre el local de helados. Sabiendo que Willliam estaba dentro la alarma no iba a saltar, así que podrían pasar. Dentro todo estaba totalmente oscuro, no se lograba ver nada que la luz de afuera no alcanzará a iluminar, y colocando el hecho que ya era de noche, lo que hacía que la luz exterior fuera muy poca. A pesar de eso, los oficiales no se detienen y lentamente van entrando viendo que todo el lugar estaba como cuando ellos habían escapado un día antes.

—Oigan, se metió al traje — les avisa Penny desde la llamada—. Deben actuar rápido.

Ambos oficiales entonces corren hasta la sala secreta, donde al entrar ambos mostraban y apuntaban al ciervo que estaba dentro del traje con una sonrisa de oreja a oreja y sus ojos abiertos a más no poder, en ellos se podían ver su locura, su falta de humanidad, su actitud desarmada y psicópata.

—Señor Deerton, por favor quédase quieto —le pide Judy con algo de nervios.

—¡No! —responde de inmediato el ciervo manteniéndose con esa sonrisa psicópata—. ¡Ellos aquí no pueden tocarme, soy inmortal incluso para ustedes!

William se había vuelto loco. Ambos oficiales se miraban confundidos ante la situación tan extraña y hasta bizarra que tenían ahora. Judy saca su radio y le avisa a Garraza donde estaban para que mandaron a más oficiales, contando lo que estaba pasando ahora.

Nick seguía intentando calmar al ciervo dentro del traje, pero parecía que no estaba en este mundo. Tenía la sensación que se había drogado o algo parecido, ya que no paraba de «Ellos» cosa que no tenía ningún sentido estando solo él y la pareja de oficiales.

—Hay que esposarlo —sugiere Judy al verlo en ese estado tan errático.

Al parecer el ciervo alcanzó a escuchar eso, e intenta moverse rápidamente pero al dar un paso su cuerpo se queda completamente quieta. El sonido de huesos romperse, piel desgarrarse, y hasta los órganos internos del cuerpo de William explotar. El sistema de resortes se había activado, penetrando el cuerpo de William con ellos y haciendo que la sangre llenaba el traje, empezando a caer lentamente al suelo.

—¡Mierda! —grita Nick al escuchar eso, imaginando lo peor. Rápidamente corre con Judy y la abraza, tapando sus ojos y orejas para que no tuviera que ver ni escuchar la grotesca escena que ahora estaba pasando.

Era tanto, que hasta Penny se había asqueado, siendo ella quien veía desde una pantalla en muy baja calidad, pero aún así se sentía lo grave que era la escena, junto con los gritos de dolor que el ciervo daba, haciendo aún peor la situación.

Mientras Judy era abraza, siente como un leve aire frío pasaba por su espalda hasta su nuca, erizando su pelaje nerviosa y un tanto asustada. Pero esta sensación pesada se va al escuchar una frase cerca a su oreja.

—Gracias, oficial —le dijo una voz suave y tierna, como si fuera un pequeño niño muy agradecido con ella. No podía entender lo que había pasado, pero, tal vez era lo que debía pasar y no podían hacer nada al respecto.

Unos pocos segundos después se escucha como el cuerpo del ciervo cae al suelo muerto. Sus ojos que mostraban locura, ahora estaban oscuros, sin vida alguna. Su cuerpo estaba rojo carmesí, lleno completamente de sangre, como también el traje que no faltaría el cadáver con facilidad. Después de eso, todo el lugar es completamente silencio.

Nick se separa lentamente de Judy al escuchar que ya no pasaba nada, dándose la vuelta y al ver el cuerpo en un charco de sangre en el suelo siente como un escalofrío le recorre todo el cuerpo, y una leve arcada se hace presente teniendo que aguantar las ganas de vomitar. Judy había visto lo mismo, pero debido a lo que había escuchado se podía decir que se sentía un poco mejor. Aún así, el ambiente era demasiado pesado, para nada cómodo.

Varias sirenas se hacen presentes unos pocos segundos después, al haber llegado una patrulla de policía y una ambulancia, que lo único que hace es rectificar la muerte del ciervo.

El jefe Bogo rápidamente también llega al lugar al conocer la noticia, y después de recoger el cuerpo simplemente le dice a Nick y Judy que se vayan a descansar a casa, y que se tomaran el tiempo necesario para pasar está horrenda escena. Después iban a hablar sobre el caso.

Unas pocas horas después era noticia nacional la muerte de aquel ciervo, siendo la principal sospecha la sobre carga de trabajo que lo llevó a la desesperación y poco después a la locura. Por eso de había metido al traje y había ocurrido todo esto. Pero era una teoría, pues la verdadera razón sólo la sabía la policía.

Penny se había ido a su casa para seguir su vida como siempre, mientras que Nick y Judy empacaron para irse a descansar una o dos semanas al pueblo natal de Judy.

Obviamente el local se había cerrado, igual que el caso. Los robots fueron destruidos, y antes de hacerlo se encontró el cuerpo en descomposición de ambos cachorros en el interior de ellos. Estos fueron entregados a sus padres y recibieron los tributos que cada familia deseaba darles.

El caso estaba cerrado, el asesino de los cachorros había sido William Deerton. Pero, aún así, había muchos cabos sueltos en la historia. Pues según se había informado la empresa en la que trabaja William había tenido varios problemas legales iguales, pero nunca se había hecho una investigación a profundidad para dar a conocer que sucedía. Algunos planos que habían encontrado eran antiguos, y también tenían mecanismos de tortura integrados por lo que era obvio que William había hecho esto antes, y hasta se había registrado 5 cachorros desaparecidos hace casi 10 años en un local diferente al que estaban. La máquina extraña esa, la extractora de remanente no sabía cuál era su fin, y menos el significado de que era ese líquido al que le decían remanente. Pero ahora todo parecía importar menor. Todo se había acabado, pues el asesino había muerto brutalmente en lo que era su propia creación. Algo irónico, pero cierto. Había más información detrás que no tuvieron el tiempo de buscar, como el porqué William se comportaba de esa manera, ni el porqué usaba ese sistema de asesinato a inocentes teniendo él una familia, y mucho menos el porqué todas sus víctimas eran cachorros.

Pero todo se quedará en incógnita, al menos por ahora...

Continuará

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Muchas gracias a todos por leer, ha sido un gran placer escribir esta historia, que llega a su fin, por ahora.

Hay más historia que contar, pero está va a ser la primera parte de una saga que espero pronto continúe.

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Gracias, y hasta la próxima.