Ya habían pasado unas semanas después de su encuentro con aquél lobo. Quien si bien no lo había visto, él seguía allí, observandole desde las sombras.

Era Sábado, día de trabajar sólo hasta la tarde, y su pastor tenía que ir a dejar un mandado.

—¿Se tiene que ir tan rápido?, si apenas son las nueve de la mañana...—

El corderito agachó sus orejitas triste, la casa no era la misma sin su cuidador. O al menos para él, le tenía mucho cariño a ese humano.

—¿Por qué?, ¿quieres acompañarme?. Porque iré a cierto lugar donde vive ya dabes quién—

—¿A quién?—

—Al que te gusta, tontito.—

Al tricolor se le abrieron los ojos como platos, sonrojandose al instante. ¡Sí, definitivamente sí quería visitar a México!.

—¡Sí, sí!, ¡me encantaría!...pero...¿Me dejará?... tendría que preguntarle también a Venezuela, pero no creo que esté de acuerdo...—

—No te preocupes por eso, tienes mi permiso y mí protección. Yo hablaré con él luego. Ahora, ayúdame a llevar ésto, ¿puedes?—

Le extendió la carreta que llevaba consigo, la cual tenía tres costales de café, otra de esmeraldas puras y muchas otras cosas; fácilmente el híbrido podría atarla para que la llevara en su lomo.

—¡De acuerdo!—

—¿Y cómo piensas declarartele?—

—N-no lo sé...uh...¡Pero encontraré la valentía necesaria para hacerlo!—

—Ajá—

—¡Hey!, ¡lo digo en serio!—

—Si tú lo dices—

Y dicho esto, partieron en rumbo a aquel conocido pueblito vecino donde tenía que entregar un mandado.

Antes de adentrarse al bosque, Colombia observó por última vez su hogar, sonriendo, por fin saldría, y aunque sentía miedo de salir de su zona de confort, estaba confiado de que con la compañía de su cuidador podría aprender cosas nuevas del exterior.

(Jaja... Venezuela me va a matar...)

Pensó. Pero bueno, se preocupará por eso después.

°°°°°

Pasaron caminando un día entero, por suerte tenían provisiones de comida y agua para poder seguir adelante, acompañado de descansar cierto tiempo y seguir alerta en las noches, pues los lobos (entre otras criaturas salvajes del bosque) podrían estar al acecho.

Así siguieron su transcurso hasta por fin llegar a su destino.

El hermoso lugar donde empezó todo.

En dónde se oían leyendas sobre mujeres mitad serpientes que buscaban a los hombres en la época de celo, y, lo más importante, donde nació y creció nuestro querido enamorado del protagonista, México.

Colombia estaba emocionado por caminar entre tantas personas amigables, casi se sentía como en cada, ya que las de su territorio parecían ser las más alegres que conocía (aunque casi nunca tuviera acceso directo a ellas, debido a que su especie debía permanecer en secreto), y la idea de conocer a nueva gente de un territorio diferente se le hacía súper emocionante.

Milagrosamente su pastor sí dejó que sucediera, puesto que en dicho lugar no se presentaban problemas cuando se trataba de que híbridos andaran el las calles como gente común y corriente (aunque seguía siendo muy excaso y extraño el que pasara, y mucho más si era en plena luz del día.

La gente lo veía extrañada, pero no al punto de ser desagradable, sino, que era un tipo de curiosidad por ver una criatura como él. Ver un apalcuate es muy diferente a ver una clase de sátiro, pero mucho más adorable e inofensivo; pues los sátiros eran considerados criaturas un tanto escalofriantes y del diablo...o al menos eso había oído que pensaban sobre los de su especie, que por cierto había varias clases de sátiros, su especie pertenecía a la familia de las ovejas obreras...los malos eran las cabras humanoides.

(Además los sátiros son de la mitología griega y es un tema complicado, pero es un ejemplo para la apariencia de Colombia. El nombre correcto de la criatura que les hablo se hace llamar "Faun". Aunque si lo buscan en Google saldrán cosas un poco turbias, ya que hay hasta leyendas sobre ovejas humanas y más cosas que nada que ver con la historia. Posdata: los sátiros eran criaturas lujuriosas mientras se dice que los faunos también llamados panes eran dioses poco reconocidos)

Pero eso es historia para después. Ahora volviendo al tema...

Recibió también saludos muy agradables de varios habitantes, tanto niños, como ancianos y como mujeres embarazadas también. Sin mencionar que la mayoría de las abuelitas querían estrujarle las mejillas, pues su ternura era extremadamente destacable, no podías simplemente quedarte mirandole con cara larga, en algún momento tu corazón tiene que encojerse al ver esos bellos rulos rubios, o esas orejitas que de movían solitas, o sus grandes y hermosos ojos color esmeralda brillantes, que reflejaban la pureza de su inocente alma.

Su acompañante solo se limitaba a sonreír orgulloso de su amiguito, siendo bien recibido por el pueblo vecino, haciéndole pensar si en realidad estaría listo para volver y presentarlo ante su pueblo nativo y coronarlo como el gobernador que estaba escrito que debía ser, tal y como le prometió a su madre cuando se lo entregó para criarlo.

Caminaron un poco más hasta llegar a una casa/finca muy bonita, donde se hospedaba España, a quien le traía su mercado.

—¡Pero eh!, ¡mirad quién ha llegado!, mi viejo amigo, ¿cómo has estado?—

Saludó el español animado a los dos que veía venir por el caminito de piedritas que guiaba a su hogar.

—También es un gusto verte de nuevo, España. Siempre luces tan joven, ¿cómo le haces?—

—Bah, ya sabes como es ésto de der un country—

Colombia se acercó curioso al español, saliendo detrás de su pastor, dejando la pena de lado y reconociendo al instante al sudosdicho.

—¿¡Usted es el Señor España?!, ¡e-es un gusto por fin conocerlo!, ¡mi pastor me ha contado mucho sobre usted!—

Saludó animado el cafetero, estrechamdo su mano y ajitandola de arriba abajo como en las caricaturas.

—¡Woah!, ¿y éste chaval de dónde ha salido?—

Se impresionó el de coleta, correspondiendo a los saludos animados del contrario un tanto desconcertado, pero aún así encantado de la maravilla que veían sus ojos...o bueno, su ojo.

—¡Soy Colombia el Faun!, o puede llamarme Sátiro...o híbrido...¡o como guste!—

—¿Recuerdas que te mencioné que parte de mi rebaño era especial?, bueno...¡tará!—

—Ah, bueno...eso explica muchas cosas.... pues nada pequeñín, un gusto también conocerte.—

(Me recuerda a México...ahora que lo pienso, ¿dónde estará metido ese crío?, me preocupa su época de celo...¿Será que debería buscarlo?...¿O debería dejar que se ocupe él solo de sus asuntos?...Nah..Austria no me ha contactado nada, seguramente están conviviendo juntos...pero ya pasó un día...)

—Colombia, ¿qué tal si vas y buscas a tú amiguito mientras España y yo hablamos?, yo te llamaré apenas anochesca, pasaremos la noche aquí antes de volver a casa, ¿de acuerdo?—

—¡Okay!, ¡adiós Sr España!—

El de parche salió de sus pensamientos.

—¡Ah, eh...hasta pronto chaval!, te eo al rato—

—Cuidate mucho—

El tricolor salió corriendo animado luego de soltarse de la carreta, despidiéndose también de ellos.

—¡Y NO SOY PEQUEÑO!—

Gritó ya cuando estaba bastante alejado, los mayores rieron ante eso. El europeo invitó a entrar al pastor y éste accedió, llevandose la carreta consigo.

°°°

Volviendo con nuestro protagonista, había llegado a aquel puente que unía parte sel bosque con la aldea, más específicamente la aldea con el territorio de las lamias, y, por supuesto...las sirenas.

—Hum.... No recuerdo que el puente se viera así... seguramente la pintura se desgastó con la humedad....ah...tanto tiempo. Ya quiero volver a verte Mexi—

Su colita se movió emocionada, que ternura.

Su sonrisita no podía ser mejor, el rubor es sus mejillas lo delataba por completo, se notaba a simple vista que estaba tragado por el norteamericano, estaba hablando solo en voz baja, pero lo suficiente como para que algo o alguien notara su presencia.

(Al bosque es justo el lugar donde pienso ir. Seguramente lo encuentre allí, aún recuerdo un par de árboles...creo)

Tragó en seco, la determinación se uba desvaneciendo al escuchar los gemidos de las lamias al interior del otro lado del puente.

(Uy...se pueden escuchar los ruidos de las lamias en celo desde aquí...uh... seguro ni me notarán...creo que no les interesará alguien que no sea de su especie...eso espero...)

Pensó, nervioso. Aunque su mente no podía evitar divagar otras cosas...tales como darse cuenta que México al ser mitad apalcuate también estaría en celo, y...¡Cielo santo!, ¿¡POR QUÉ CARAJOS ESTABA IMAGINANDOSE A ÉL Y A SU AMIGO DE ESA MANERA?!.

Oh por...esas imágenes obscenas de él debajo del mexicano, siendo penetrado por el mismo, uniéndose en coito...a esa hermosa cola enredandose y frotandose exquisito contra su cuerpo, "Ah, ah... México, tómame por favor, soy todo tuyo, mi amor~" ....¡NO!, ¡ESTÁ MAL, MAL, MAL!, ¡DE MUCHAS MANERAS LO ESTÁ!. Él era un doncel, si tuviera sexo con cualquier ser vivo en celo definitivamente quedaría embarazado!, ¡y no estaba listo para eso!, ¡tampoco le haría eso a México!, ¿O que querías que hiciera?; "¡Ah!, hola amigo, soy colombia, ¿me recuerdas?, hace mucho tiempo que no nos vemos y pues se me dió la gana de venir a visitarte confesarte que me gustas y que cojamos, ah!, y por cierto quiero aprovechar y tener sexo contigo, formaremos una hermosa familia!.

¡NO!, ¡NO PODÍA HACERLO!, ¡SOLO UN MANIÁTICO SE LO TOMARÍA A LA LIGERA!.

Uff...uff...ok Colombia, cálmate, cálmate. Respira profuuundo, inhala y exhala...inhala y exhala...eso es.

Después de todo, no podía irle tan mal, ¿verdad?.

Soltó un suspiro, dispuesto a cruzar aquel puente en frente suya, sin saber que, debajo de éste, en el lago, se asomaban unos ojos rubies que le miraban con hambre, pero con hambre de carne, de sangre... Se trataba de nada y nada menos de una sirena...

De....

Bolivia.

Heyaaaa. Volví con un nuevo cap, con el primero ª. Pero algo es algo.

Espero hayan disfrutado leyendo, recuerden votar y comentar, se les quiere 💖🌹.

Y gracias a Minako_Heiwajima por la paciencia y por absolutamente todo lo demás, te admiro mucho ❤️✨✨.

Me hace tan felíz que leas esto aaa 🤧🤧🤧💖💝💖

En fin. Buenas noches. Nos vemos hasta la próxima actualización, los dejo con la intriga. Byeee.

Pd: ayúdenme a elegir un nombre para el pastor de Colombia xd.