Ice_Kookmin📍
Ice
A veces al describir a las personas utilizamos determinadas metáforas, son como un plus con el que nuestra mente asocia a esa persona, pueden ser comparaciones que realiza nuestra mente y ni siquiera nos damos cuentas, pequeños detalles.
Jeon Jungkook sería asociado como una ventisca gélida, o la temporada de invierno, Jungkook era un chico hermoso como una nevada pero tan frío y desestabilizante como esta. Era del tipo de chico que gustaba de estar solo, leyendo en libro en algún lugar o escuchando música en sus auriculares, no era una persona sociable, tal parecía que se lo ponían a elegir entre sus libros o música y las personas sin dudas su elección estaría en los libros y la música. Parecía ser partidario de la soledad y aunque te le acercaras él te respondería amablemente pero luego de eso daría la conversación por terminada y volvería a su libro, Jungkook simplemente era así todo el tiempo.
Pero toda regla tiene su excepción.
El hielo se derrite a temperaturas cálidas.
Nunca algo había tenido tanto sentido aparte de lo literal.
Jungkook era como iceberg pero perdía la dureza y se derretía orgulloso alrededor de Park Jimin. Se tiene entendido que ellos eran amigos de infancia y pareja desde hace un par de años, muchas de las personas que conocían a Jimin se preguntaban internamente en como podía estar con alguien como Jungkook por qué ellos eran literalmente como primavera e invierno, pero eso era por qué no sabía nada, no conocían lo suficientemente y sacaban conclusiones desde fuera.
Park Jimin era alguien que describirías como un picnic en un día soleado, en un campo de flores. Jimin era brillante, como un arcoíris, por eso era difícil de comprender el hecho que fueron el novio de Jeon Jungkook, alguien tan insípido.
Y tal como su novio Jimin camino a buscar a Jungkook, iba corriendo apresurado por el pasillo y saludando a alguno que otro de sus compañeros que se encontraba.
─¡Park, más despacio!─le regañó un profesor.
─¡Lo siento profesor Choi! ─dijo de vuelta pero en vez de hacer caso Jimin se apresuró y se perdió de vista entre los estudiantes antes de que el señor pudiera regañarlo de nuevo. El señor Choi negó rendido, ese chico era un torbellino de energía.
Jimin vió a Jungkook sentado en el césped bajo un árbol, con un libro de portada naranja media gastada, con letreros en blanco que decía Los viajes de Ulises y fue inevitable no sonreir, Jungkook leía cada tipo de cosas.
Corrió hacia él y le saltó encima, suerte que Jungkook reaccionó a tiempo y lo sostuvo, su rostro definitivamente lo agradecía porque iba directo al encuentro con el suelo.
─Jimin, podías hacerte daño─regañó y aunque era una reprimienda su tono de voz era tan melódico y cariñoso como siempre, como si intentar enfadarse con el fuera algo imposible─debes tener cuidado, te lo he dicho, te lastimas con mucha facilidad.
Ambos inconscientemente se acomodaron y Jungkook ayudó a Jimin a ponerse cómodo sobre él, aunque esté se aferró a él, aferrando sus brazos en su nuca y enrollando sus piernas en sus caderas.
─Lo siento mucho Kookie, la emoción me ha ganado otra vez, es que realmente quería verte─dijo y Jungkook podía jurara que lo abrazaba tan fuerte que le cortaba la respiración.
─Pareces un bebé chimpancé, vas a romperme un hueso─dijo, aunque tenía una gran sonrisa y eso Jimin lo sabía, que aprovechaba para apretarlo más y su novio eventualmente lo abrazó fuerte también, entonces Jimin suspiró contento, disfrutando del calor de Jungkook y de toda esa sensación burbujeante que sentía cuando estaba con este.
─Hueles tan bien─musitó pequeñito, escondiendo su rostro en el cuello de Jungkook, pudo sentir como el pecho ajeno se estremecía en una risa.
─Dices eso todo los días─recordó, soltando uno de sus brazos de alrededor de Jimin para llevarlo hasta la cabeza su cabeza y acunarla, acariciando suavemente su cuero cabelludo, sabía que lo relajaba.
─Es que lo pienso todos los días─se defendió infantilmente y ambos asintieron por eso─¿también te he dicho ya que te quiero mucho mucho mucho? ─preguntó en lo que dejaba pequeños besitos en el cuello de Jungkook, que revolvió su cabello con una risita.
─Lo dices a diario también Jiminie, eres adorable.
─Tú me dices adorable todos los días─reclamó, saliendo de su escondite para darle una mala mirada a su novio que tenía una sonrisa bobalicona en el rostro─eres molesto.
Había gruñido Jimin cruzándose de brazos y Jungkook podía jurara que sentía sus ojos brillar como un cazarecompensas ante una montaña de oro.
─Eres tan lindo que voy a morir, te demandaré Park Jimin─dramatizó y el nombrado se puso tan rojo como un tomate.
Jungkook besó sus mejillas calientes.
Las personas se preguntaban cómo esos dos podían estar juntos, pero las personas no habían tomado en cuenta que precisamente por ser Jimin primavera encajaba tan bien con Jungkook siendo invierno.
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