𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 07🎲
Dedicado a: DMinSky por todo el apoyo que le das a mis historias bonita, muchas gracias💗🌹
Los días siguientes, la pareja se encontró cada mañana, conversaban por horas y horas de todo y a la misma vez nada. Ensimismados en el otro, en sus aromas aumentando así la conexión entre sus lobos y su parte humana.
Para cuando habían sucedido cuatro semanas Jungkook estaba deshecho en amor por su príncipe, desde el primer día sentía que estaba enamorado. Ahora que lo conocía más, que estaba más tiempo a su lado sabía que lo amaba más que nada en el mundo y no quería perderlo.
Todo lo contrario, sólo sentía la inmensa necesidad de que su Omega fuera totalmente suyo, poder sentir su aroma en su cuerpo y que todo Alfa que se acercara lo supiera.
Park Jimin era el Omega de Jeon Jungkook.
En consecuencia, su lobo estaba reclamándole a cada rato inquieto en el fondo de su pecho que marcara a su pareja. Pero Jungkook no podía hacer eso sin consentimiento del Omega.
¿Era muy apresurado que quisiera hacerlo?. Ellos eran destinados, de todas maneras tendrían que estar juntos por el resto de sus vidas. Demasiado tiempo habían estado separados el uno del otro sufriendo por la necesidad de encontrarse.
¿Por qué deberían demorar más algo que a fin de cuentas iba a suceder?.
Jungkook estaba seguro de hacerlo, pero debía decirle a su Jimin y se proponía hacerlo ese mismo día.
Aquella mañana, Jimin había enviado a Taehyung a buscarlo para que le llevara al palacio. Su lobo no estaba cómodo alrededor de ese Alfa, lo veía como una amenaza, quizás porque le impidió acercarse a su Omega la primera vez que se vieron en el mercado.
Se mantuvo en total silencio durante todo el camino hasta que llegaron al lugar. Era enorme y deslumbrante. Jungkook jamás había visto algo tan lujoso.
Para alguien tan simple como él, los lujos no eran de gran importancia, a decir verdad amaba vivir en su pequeño hogar mitad casa, mitad cafetería. Pensó en que si se emparejaba con el Omega tal vez tendría que dejar su hogar.
Era muy importante para él, pero Jimin era su pareja y siempre iría primero que todo.
ㅡJungkookie. ㅡLa voz de su Omega llegó a sus oídos alegrándolo, inundando su cuerpo de felicidad y a su lobo de calma. Si se sentiría así para siempre, lo dejaría todo.
ㅡHola bonito. ㅡMusitó, alcanzando al hermoso Omega y depositando un casto beso en sus bonitos labios. El sonrojo en las mejillas de los dos fue adorable. Por mucho tiempo que pasaran juntos siempre se sentía maravilloso incluso rozarse.
ㅡBuenos días Alfa. ¿Cómo estás?. ㅡJimin entrelazó sus manos. ㅡGracias Taehyung. ㅡAgradeció al Alfa detrás de él quien hizo una reverencia y se retiró.
Jungkook suspiró de alivio al verlo marchar y Jimin sonrió sabiendo de primera mano que el Alfa aborrecía la presencia del otro.
ㅡBuenos días Omega bonito. Estoy bien ahora. ㅡEl nombrado sonrió complacido.
Lo guió por grandes pasillos, amando los gestos del contrario mientras observaba todo a su alrededor. Sus ojos abiertos con asombro y fascinación, totalmente adorable. Parecía un niño pequeño viendo un enorme dulce.
ㅡEs precioso. ㅡEl Alfa murmuró cuando llegaron a su destino. Jimin asintió, dejó un beso en la mejilla del Alfa poniéndose de puntillas. Sentía la necesidad de estar junto a él cada segundo del día. Necesitaba estar impregnado en su aroma todo el tiempo para sentirse seguro.
Jungkook se había convertido en su todo en apenas un mes y no, no era algo del otro mundo porque ellos eran destinados y de primera mano sabía que sus vidas pertenecían al otro. Lo amaba, adoraba cada pequeño gesto de ese Alfa que rebosaba en ternura y torpeza.
Tanto él como su lobo deseaban completar su vínculo para siempre, de una vez por todas. Así nadie lo separaría de su Alfa.
ㅡEste es el jardín. Es mi lugar favorito de todo el palacio, puedo pasar el día entero aquí. ㅡJungkook se adentró en el lugar después de su Omega, observando con fascinación las hermosas flores que llenaban aquel espacio.
Ni siquiera él que sabía muchas cosas sobre plantas sería capaz de poder nombrar todas las flores que habían en ese jardín. Era un paraíso. Como Jimin.
ㅡEs increíble.
El príncipe asintió, feliz de que a su Alfa le gustase todo lo que le mostraba. Se sentaron sobre una manta colocada en el suelo, inmediatamente Jungkook apresó a su Omega entre sus brazos dejándolo acostado sobre su pecho.
Coló su nariz en su cuello, justo en su fuente de aroma y aspiró tan hondo que sus feromonas lo abrumaron. Quedó atolondrado, el olor a canela era tan delicioso y junto a la suave vainilla y ese otro aroma apenas notable en él como a caramelo lo dejaron mareado.
Su lobo se regocijó cuando Jungkook presionó sus labios contra la piel, Jimin se estremeció ante el contacto pero no se apartó. Nunca, le encantaba que Jungkook lo oliera y llenara de mimos.
Estaba convirtiéndose en un Omega consentido y todo era culpa de su Alfa por hacer cosas como esas.
Aún si no dejaba su timidez de lado, Jungkook lo abrazaba muy seguido y lo besaba ya fuese en la frente, en su naricita o en sus labios suave y dulce, como lo era todo él.
Jimin amaba eso, ese contraste en el Alfa que se avergonzaba por todo pero aún así no dejaba de darle muestras de cariño. Aunque sus mejillas estuvieran rojas como tomates y sus manos temblaran de nerviosismo.
Lo amaba, era maravilloso todo lo que había descubierto estando al lado de su Alfa en tan sólo un mes. Quería saber como se sentiría estarlo por toda su vida.
Un suspiro tembloroso emergió de sus abultados labios al sentir una presión en su cuello. Su lobo saltó en su pecho anhelante cuando la sensación de los caninos del Alfa acarició su piel.
ㅡQueremos marcarte, Omega. ㅡEsa voz, tan gruesa y viril sólo podría pertenecer al Alfa posesivo que vivía dentro de Jungkook. Había tenido la dicha de que éste estuviera presente en varias de sus citas.
Era tan irónico, que contrario a la actitud tierna que poseía el chico, el ende de lobo dentro de él fuese tan fuerte y dominante.
Tenía sentido en sí porque era un Alfa de linaje puro, y según sus conocimientos estos se caracterizaban por ser territoriales y posesivos. Dominantes y por querer llevar el mando siempre.
A su Omega le encantaba, así que dejando a su cuerpo relajarse por la sensación de paz y felicidad que sentía en aquel momento, dejó que su pequeño Omega saliera a la luz.
Sus ojitos azules observaron curiosos al Alfa a medida que se daba la vuelta y quedaba de frente a él. Ladeó la cabeza tal cual haría un niño pequeño y acercó su mano a la mejilla del otro.
No sentía miedo con Jungkook, confiaba en que el Alfa nunca lo dañaría ni le haría nada malo. En el pasado, el Omega había sido demasiado inocente para saber de las maldades que podían tener las personas.
Ahora, en su futuro le quedaban las marcas de lo que puede causar confiar en la persona equivocada. Había aprendido la lección de la manera más dolorosa posible, su Omega se había cerrado a cualquier contacto con toda persona durante años.
Hasta que él llegó y le devolvió las ganas de vivir y ser feliz.
ㅡTe amo Alfa. ㅡMusitó entonces abrazándolo con las lágrimas intentando escapar. Jungkook lo recibió entre sus brazos, acunandolo y consolándolo.
El lazo que los unía era tan intenso que el Alfa sabía el dolor por el que su Omega había pasado antes. Los lobos no eran tan complicados como los humanos, así que lo comprendió y aceptó desde el momento en que su Omega se lo confesó.
Claro estaba que mientras ellos estuvieran en control del cuerpo humano hablaban de cosas que sólo era consciente para ellos dos.
Sus partes animales se amaban, se adoraban más que nada en el mundo, pero necesitaban del consentimiento de su parte humana para poder avanzar.
Tanto Alfa como Omega querían pertenecerse por completo.
ㅡConfía en nosotros, no te dejaremos. Puedes contarle a Jungkook todo. Él es un poco tonto, pero no tanto para decirles algo malo.
ㅡ¿Y qué pasa si no le gusta que nosotros...?
El Alfa lo silenció poniendo su pulgar contra sus labios.
ㅡEso no va a suceder, si no confías en mi lado humano, haslo creyendo en mí, mi bebé Omega. Te amo y no me voy a alejar de tu lado nunca.
ㅡQuiero que me marques. ㅡSe acurrucó sumiso entre los grandes brazos del Alfa con las mejillas sonrosadas, al contrario de Jimin que era más descarado con el Alfa, su Omega era más tierno y cohibido.
ㅡYa quiero marcarte también, por eso debes hacer que Jimin le cuente a Jungkook lo que pasó en el pasado bebé. Todo saldrá bien. Lo sé.
Asintiendo con lentitud, movió su nariz contra la del Alfa dejando su aroma en él y viceversa. Unieron sus labios con cariño y dejaron a sus partes humanas volver a tener el control.
Cuando la consciencia regresó a estos, mantenían él contacto entre sus belfos, las piernas de Jimin alrededor de las caderas del Alfa y sus manos alrededor de su cuello.
Ambos se sonrojaron a más no poder y se alejaron abochornados.
ㅡ¿Q-qué cosas hacen esos dos cuando les dejamos el control?. ㅡJimin preguntó con una sonrisita nerviosa.
Jungkook rascó su nuca de igual manera.
ㅡEso quisiera saber yo. ㅡMurmuró tímido. Jimin sonrió aún más. ㅡNo te burles.
ㅡNo lo hago bonito. Es que eres tan tierno. Tan lindo.
ㅡO-oye, deja de... Agh, te encanta avergonzarme. Ven aquí. ㅡPalmeó sus muslos y Jimin se acercó obediente hasta quedar sentado sobre ellos otra vez. En una posición menos comprometedora.
ㅡEres demasiado lindo abochornado como para no hacerlo. Perdón, pero no puedo evitarlo.
ㅡSí, ya veo que te encanta.
Jimin recostó su cabeza en el amplio pecho del contario. Sentía que flotaba allí, aspirando las feromonas de chocolate agrio que el Alfa emanaba. Era un sentimiento tan cálido como si lo arrullaran con una hermosa canción de cuna, lo adormilaba.
Cerró los ojos por un extenso momento, dejándose hacer en su lugar seguro. Jungkook era la persona más hermosa que había conocido en su vida, desbordaba un intenso amor y le daba una sensación de seguridad que jamás, ni siquiera cuando sus padres estaban vivos había obtenido.
No era como nada que hubiera sentido antes y eso lo hacía más especial. Quizás nunca lograra comprender del todo como era posible amar tanto a alguien o el por qué lo hacía tan intensamente, pero eran respuestas que no existían.
El amor entre dos personas destinadas, dos almas gemelas unidas por el hilo rojo del destino era tan confuso e intrigante como hermoso.
Era posible que muriera sin saber hasta donde podría llegar su amor por su pareja.
En ese momento, con aquella emoción en su piel y por la manera en que Jungkook lo miraba como la joya más preciosa de todo el universo, Jimin estaba totalmente seguro de que el Alfa lo amaba tanto como él lo hacía.
Estaban en la misma página, ambos con el mismo deseo de querer permanecer con el otro. El amor que sentían tanto ellos como sus lobos era tan puro que estaba seguro podría superar cualquier cosa.
Entonces supo que era el momento de cerrar esa etapa dolorosa de su vida. Contarle lo que había pasado años atrás era ponerle el punto final a la parte más lastimada de él y abrir un nuevo camino a la felicidad con su pareja.
Jungkook tenía que saberlo porque de otra manera jamás se perdonaría a sí mismo ocultarle algo tan importante como aquello. No existiría nada oculto entre ellos dos.
ㅡJungkookie, recuerdas... En nuestra primera cita, me preguntaste por qué había rechazado a todos los Alfas que intentaron cortejarme. Creo que estoy listo para contarte la razón.
Amores míos, vamos a finalizar esta tierna historia muy pronto por lo que veo. Como prometí no habrá drama de por medio, así que no se me asusten, yo cumplo mis promesas.
No tengo idea de donde salen estas cosas cursis que escribo en esta historia 🤭 no soy buena en esto del romance, ¿que creen ustedes?. ¿Les gustaría que escribiera algo más como esto en un futuro?.
Por cierto, he iniciado una nueva historia, para quienes gustan de cosas más "movidas"👀😂 está en mi perfil. Se llama (Prohibido) agradecería que le den una oportunidad.
Espero que estén teniendo un hermoso día. Muchos besos y mucho amor para ustedes. Los amo 💗🌹
Lele♡
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