—¿Y si te doy algo a cambio? —pregunta el pelinaranja, mirando a su novio con cierta sonrisita coqueta.

JungKook se había dirigido a un restaurante de comida rápida junto al menor, la verdad es que sus estómagos se encontraban hambrientos por comer tanto dulce, por lo que decidió ir a alimentarse de algo sustentable, por el bien de los dos.

—TaeHyungnie, yo te amo —dice el castaño, a lo que el menor emite cierto brillito en sus ojos—. Pero es demasiado dulce para ti, cariño. No te hace bien.

—¡Sabes bien que, si fuera por mí, me compraría todos los helados que quisiera! Pero no tengo trabajo, así como tú lo tienes —dice aquello de forma berrinchuda, de verdad no entendía una razón "válida" para rechazar sus súplicas.

El pelinaranja amaba con todo su ser los helados, eran su postre favorito. Es más, si le dijesen que escogiera entre su novio y su helado de sabor favorito, era obvia la respuesta.

¡Obviamente su novio! ¿Qué más podría ser?

Si elegía a su novio, tendría todos los helados que él quisiera.

Aunque ahora lamentaba su elección, puesto que su novio ya no le hacía caso como antes.

Él tenía un objetivo, y si debía hacer cualquier cosa por obtenerlo, lo haría.

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