Ice coffee (8): Imprevisto
—Hija, ¿No has pensado en ya buscar alguna omega? —Preguntó la madre de Tzuyu de repente, la pregunta tomando por sorpresa a la alfa, quien tuvo que beber agua ya que se había atragantado.
—Eh, sobre eso…
—No me vengas a decir que aún no es tiempo, ¡Tienes veintiséis años y nunca me has presentado a nadie!—Empezó a quejarse la omega.—Tú y tu hermana me hacen pensar que jamás tendré nietos.
Momo, que sólo había estado concentrada en comer levantó la mirada cuando escuchó que la involucraban.
—Cariño, no creo que debas presionarlas con eso —Intervino el señor Hirai, padre de Momo y esposo de la madre de Tzuyu.—. Si las muchachas aún no han encontrado a nadie que llame su atención no creo que debemos presionarlas.
A Tzuyu siempre le había sorprendido como el señor Hirai podía mantener la calma y poner las aguas en paz con su madre, era como si fuera un calmante perfecto para la omega.
—Yo ya tengo a una omega que me gusta.—Confesó Momo mientras terminaba de tragar.
Tzuyu miró a Hirai y esta asintió, la alfa menor ya le había hablado sobre su interés por la amiga de Nayeon, por lo que Tzuyu le ayudó a conseguir su número y hace unos días le dio algunas ideas en para una cita.
—¿La conoces?—Le preguntó la mujer a su hija mayor.
—Sé su nombre —Dijo sin mucha importancia.—. Y respecto a conseguir pareja.—Tomó aire antes de soltar la bomba.—Estoy saliendo con una chica.
Todos en la mesa (excepto Momo que ya sabía) dejaron de comer.
—La conocí hace un mes.—Empezó a contar antes de que se lo preguntaran.—Trabaja en una cafetería cerca de la empresa y me interesé en ella cuando la vi por primera vez, hace poco empezamos a salir.
—Está loquita por ella.—Comentó Momo mientras se metía una cucharada de comida a la boca.—¿Pueden creer que ya no se la pasa encerrada en su oficina por ir a buscarla?
—Momo —Amenazó a su hermana con la mirada, esta se hizo la que no se daba cuenta.
—No puede ser, mis retoños ya encontraron a sus parejas —Se puso una mano en el corazón con dramatismo.—Ya escucho los llantos de los bebés.
—Okey, debo irme —Se limpio la boca con una servilleta.—. Tengo cosas que hacer.
—O una omega por ver.—Insinuó la alfa más pequeña, ganándose otra mirada asesina por parte de su hermana.
—¡La tratas bien! —Le gritó su madre antes de salir de la casa.
…
Jihyo se tiró en el suelo en cuanto el último cliente se fue del local y pudieron cerrar, hoy había sido un día agotador.
—Deja de hacerte la muerta y ayúdanos a recoger.—Pidió Sana mirando a la beta.
—Ya ni dejan descansar a uno.—Se quejó, aún así se levantó.
Con rapidez terminaron de arreglar las mesas y limpiar un poco el piso, al terminar salieron y cerraron el negocio.
—Gracias por su esfuerzo hoy.
La beta y la omega hicieron una reverencia algo exagerada para su jefa que solo rió.
—Hasta mañana.—Se despidió Nayeon.
—¡Ve con cuidado!—Gritó Sana, Nayeon solo le respondió con un pulgar arriba.
Tzuyu la esperaba en una calle cerca de la parada de autobuses, esto por petición de la omega para no levantar sospechas.
—¿Día agotador?—Preguntó con una sonrisa al ver la cara de la menor.
—Algo así, ¿Y tú?—Se puso el cinturón de seguridad mientras la alfa arrancó el auto.
—Estuvo normal, en la tarde fui a dónde mi madre…
Nayeon dejó de escuchar a Tzuyu, un calor repentino empezó a llegar a su cuerpo.
—¿Nayeon, te encuentras bien?—La voz de la alfa la sacó de sus pensamientos.
—¿Eh?
—Estas sudando mucho —Dijo con preocupación pasando una mano por la frente de la omega.
—C-creo que es mi celo —Revisó la fecha en su teléfono, notando que aún faltaban un par de días para que este llegara.—. Se adelantó.
La palabra celo hizo que Tzuyu se pusiera nerviosa, jamás había lidiado con una omega en celo pero según lo que había escuchado y leído alguna vez, estos eran muy sensibles, por lo que tendría que cuidar mucho lo que dijera.
—Te llevaré a casa, sólo, aguanta un poco —La omega asintió mientras intentaba no moverse por los dolores en su vientre.
…
Al llegar, Tzuyu se apresuró a bajar a Nayeon del auto, cargándola en forma nupcial y entrando con rapidez al edificio.
Marcó el ascensor y agradeció que no se haya tardado mucho en llegar, marcó el piso donde vivía la omega y el ascensor no tardo en subir.
—Tzu —La omega empezó a olfatear el cuello de la alfa, donde su olor se concentraba más.
Cuando el ascensor se abrió fue directo hasta el apartamento de la omega, esta le dio las llaves luego de habérselas pedido.
Entró y con la pierna cerró la puerta, yendo directo hasta la habitación de la omega.
La acostó en medio de la cama con mucho cuidado, aunque Nayeon en ningún momento la soltó.
—No te vayas —Pidió, haciendo mucho más difícil que la alfa se contuviera.
—Nayeon, no estás en todos tus sentidos, no quiero hacer algo de lo que después te arrepientas —Intentó explicar Tzuyu, ganándose un puchero por parte de la omega.
—No hagamos nada —Se abrazó más a Tzuyu.—. No me dejes sola, por favor.
Sin poder resistirse a aquellos ojos que la miraban suplicantemente, no pudo negarle esa petición.
—Me quedaré —La omega sonrió, abrazando más a la alfa.—¿Tienes hambre?
—Un poco.
—Iré a la cocina a preparar algo.—Avisó.—Puedes quedarte con mi chaqueta, he notado que te gusta mi aroma.
Nayeon por fin la soltó, la alfa le dejó su chaqueta y la omega no desaprovechó el tiempo y se la puso, haciéndole ver adorable.
Tzuyu salió de la habitación y antes de ponerse a cocinar, hizo una llamada.
—¿Momo? Necesito que vayas a mi casa y me busques un poco de ropa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro