Ice coffee (7): Presentaciones
—Déjame recapitular.—Empezó a hablar la omega pelinegra.—No hablamos por un mes y resulta que encontraste a tu alfa destinada que al parecer es millonaria y dueña de muchos restaurantes, que un día fue a donde trabajas y se quedaron flechadas desde la primera vez que se vieron, luego en una noche que estabas borracha te salvó de un tipo viejo verde y por la ebriedad le dijiste que te gusta, fuiste correspondida y la tipa resulta que tiene responsabilidad afectiva y es el prototipo de alfa ideal que cualquier persona quiere.
—Sí, básicamente.—Nayeon asintió mientras bebía de su trago.
Se había reunido con su mejor amiga, Dahyun, a quien no veía desde hace tiempo debido a que esta se fue a pasar unas vacaciones en casa de sus padres.
—Y ahora mi pregunta aquí es: ¿por qué no me habías dicho nada?
—Bueno, tu sabes que cuando uno se enamora pierde la noción del tiempo.—Se excusó, Dahyun no le creía nadita.
—Ajá, hazte la loca.—Suspiró.—Pero bueno, me alegro mucho por ti, al fin tienes a una alfa que te trata como lo mereces, no como la imbécil esa de tu ex, aún no entiendo cómo esa ser pudo ser tu novia.—Hizo una mueca de disgusto con solo pensarlo.
En otro momento, Nayeon le hubiese defendido, pero ahora ni se molestaría en decir algo al respecto, esa alfa era cosa del pasado.
—¿Uh?—Nayeon miró como en la puerta del bar entraba una alfa conocida.
—¿Qué?—Dahyun miró hacía la misma dirección que Nayeon, viendo a la alfa.—No, tú ya no puedes mirar a otras alfas.—Le puso una mano que tapaba su vista.
—No seas estúpida.—Quitó la mano de un golpe.—Es la hermana de Tzuyu.
Dahyun volvió a ver a la alfa que se había sentado en la barra.
—Bueno, no está nada mal, no conozco a Tzuyu pero si así está la hermana no me la quiero imaginar a ella.—Dijo sin una pizca de vergüenza.
Nayeon la recriminó diciéndole que tuviera un poco más de pudor, su amiga siempre había sido igual de sinvergüenza.
—Es mejor que te calles, creo que me vio y viene para acá.—Le susurro a la pelinegra cuando Momo se acercaba.
—Hey, tú eres la omega de mi hermana, ¿No?—Nayeon asintió.—Soy Hirai Momo, aunque me imagino que Tzuyu ya te habrá hablado de mi.—Le estiró la mano como gesto de saludo.
—Sí, mi nombre es Im Nayeon.—Le aceptó la mano.
Momo quiso preguntar el nombre de la bonita omega que estaba con su cuñada, pero al parecer Nayeon le leyó el pensamiento.
—Ella es mi mejor amiga, Kim Dahyun.— Ambas chicas se dieron la mano, aunque en ellas había una mirada más amorosa.
—Me gustaría sentarme con ustedes, pero estoy esperando a una amiga, espero volver a verlas.—Se disculpó mientras veía a Kim, quien tampoco dejaba de verla.
—Nosotras también.—Dijo Nayeon y luego la alfa se fue.
—Creo que tú y yo también seremos familia.—Soltó Dahyun y Nayeon se limitó a asentir mientras bebía.
…
—Entonces mi hermana y tu amiga se gustan.
Tzuyu había ido al apartamento de la omega para desayunar, era domingo, así que ambas estaban libres.
—Por parte de Momo no puedo decir nada cien por ciento seguro, pero no paraba de ver a Dahyun, y por parte de ella, creo que también le interesa.—, Asintió para si misma recordando las miradas que habían entre ellas.
—Bueno, no es por hacer quedar mal a mi hermana, pero espero que si hay algo entre ellas dos sea algo para serio, no me gustaría que ella y tu amiga quedaran en malos términos por su actitud.— Confesó Tzuyu mientras bebía de su café.
—¿Por qué lo dices?
—Bueno, Momo siempre ha sido muy coqueta en ese sentido, cuando iba en la secundaria siempre la veía con una nueva persona entre sus brazos, cuando creció dejo de lado eso, pero de vez en cuando se va a echar un polvo.
—¿Y tú? ¿No la acompañas?—Se atrevió a preguntar.
—No, no considero el sexo algo importante en mi vida.—Confesó sin alguna pizca de vergüenza.—Creo que la última vez que me acosté con alguien fue en mi celo.
Nayeon a diferencia de Tzuyu, le ponía algo nerviosa el tema del sexo, no porque fuera virgen e inexperta, sino que siempre se le fue difícil hablar de ese tema, sintiendo que estaba haciendo algo prohibido e indebido, por eso se encontraba con las orejas rojas, cosa que no pasó desapercibida por la alfa, pero decidió no decir nada para no incomodar a la omega.
—¿Harás algo más tarde?—Preguntó tratando de aliviar el ambiente.
—Probablemente dormir o ver cualquier tontería en Netflix, ¿por?
—Estrenaron una nueva película y quería ver qué tal, ¿quieres acompañarme?
—Me parece bien.—Aceptó la propuesta.
—Debo ir a casa de mi mamá ahora.—Anunció levantándose de la mesa.—Pasaré por ti a las ocho, ¿Te parece?
La omega asintió con una sonrisa, la alfa fue rápido a la cocina con intenciones de fregar su plato.
—Yo lo hago, no hagas esperar a tu mamá.—Intervino Nayeon.
—Pero, no quiero ser maleducada.
—Yo te lo estoy pidiendo, no te preocupes, ahora ve ¿Sí?
—Está bien.—Se resignó, dejó un beso en la frente de la omega como de costumbre.—Nos vemos más tarde.
—Adiós.—La alfa salió de allí y segundos después escuchó como la puerta principal se cerraba.
Mientras fregaba los platos, Nayeon sonreía como una boba al recordar a la alfa.
—Tendremos una cita.—Dijo para si misma, aún sin poder creerlo.
Luego de terminar de fregar fue hasta su habitación para decidir qué ponerse, a lo mejor llamaría a Dahyun y le preguntaría cuál era mejor opción.
Tenía que verse bonita para su alfa.
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