Ice coffee (17): Aclaraciones
Chaeryeong se encontraba en la recepción haciendo su trabajo habitual hasta que la llamaron.
—La señora Chou pidió que fueras a su oficina —le habían dicho.
Mientras subía el asensor se arregló un poco el cabello, viendo por la cámara del celular si su maquillaje se veía bonito.
Las puertas se abrieron y fue directo a la oficina de Tzuyu mientras saludaba a otros compañeros en el pasillo.
Tocó la puerta tres veces y recibió el permiso para entrar, cuando estuvo dentro de la oficina cerró la puerta y se acercó al escritorio.
—Me dijeron que me llamaba, señora.
—Sí, toma asiento, por favor —pidió haciendo el ademán con las manos.
La omega acató la orden y se sentó.
—¿De qué quería hablarme, señora?
—Chaeryeong, ¿Cuánto tiempo llevas trabajando aquí? —la omega parpadeó confundida, le tomó por sorpresa la pregunta.
—El mes que viene cumplo tres años en la empresa, señora.
—¿Cómo te ha parecido el ambiente laboral aquí?
—Bueno, me llevo bien con mis compañeras y no he tenido ningún conflicto desde que estoy aquí.
La alfa asintió confundiendo más a la omega.
—Chaeryeong, ¿Puedo hacerte una pregunta más personal?
—Sí, no tengo ningún problema —respondió casi al instante.
—¿Alguna vez te has enamorado?
La omega se tensó al escuchar la pregunta, apretando su falda con las manos que reposaban en su regazo.
—Sí, varias veces cuando era más joven, pero fueron pocas las veces que pude establecer una relación formal.
—Supongo que sabrá el sentimiento que se siente cuando lastiman a tu pareja.
—Señora Chou, no entiendo a dónde quiere llegar con todas estas preguntas.
—Chaeryeong, ¿se puede saber en qué carajos estaba pensando cuando nos siguió a mí y a mi omega? —le preguntó esta vez con un tono más tosco, casi como un gruñido.
La omega se quedó en blanco unos segundos sin saber qué responder.
—Señora Chou, debe estar equivocada, yo no sé de qué está hablando.
—¿No? —Tzuyu le mostró la foto donde se veía el rostro de la omega —¿Me vas a decir que esta es tu hermana gemela?
—Señora Chou, todo esto tiene una explicación…
—¿Ah sí? ¿Cuál? —quizo saber aunque ya supiera la respuesta.
—Yo… yo he estado enamorada de usted desde que entré a esta empresa —comenzó a contar con la cabeza gacha—. Siempre me ha parecido alguien increíble, apuesta y amable, y aunque no era cercana a mí y son contadas la veces en la que hemos hablado, yo me enamoré de usted —pasó una mano por su cara quitando una lágrima que caía por su mejilla—. Siempre traté de llamar su atención, pero usted solo me veía como una empleada más —apretó los puños contra la tela—. Entonces, usted se empezó a ver más feliz y supuse que pasó lo que menos quería.
—¿Desde cuándo tú..?
—Desde que prácticamente habían empezado, no entiendo cómo se pudo enamorar de alguien que no hizo nada para ganar su atención, mientras yo siempre me estuve matando para que usted me viera.
—Chaeryeong, creo qué…
—¡Nada! —la mujer se paró mientras golpeaba el escritorio—. Usted se empezó a interesar en ella, empezó a ir a su casa, incluso la semana que faltó fue porque estaba con ella —miró a la alfa con ojos llorosos—. ¿Qué tiene ella que yo no pueda darle? Estoy segura que si me diera una oportunidad podría demostrarle que soy mejor omega que ella.
—Chaeryeong, detente.
—Entonces, un día que la estaba siguiendo y la tal Yuna se dio cuenta, me dijo que si le ayudaba en su plan contra esa omega usted se separaría de ella y yo tendría camino libre.
¿Será que la gente idiota piensa? Ah, cierto, por eso son idiotas.
—Chaeryeong, es enfermo todo lo que me acabas de contar, desde seguirme hasta ayudar a Yuna a dañar la reputación de mi novia.
—Lo hice porque la amo.
—No —la alfa se levantó de su asiento—. Eso que tú llamas amor es una obsesión muy enfermiza.
—Tzuyu, —la llamó por su nombre mientras rodeó el escritorio para tomarle las manos a la alfa— por favor, deja que te demuestre que soy mejor que esa omega —su mirada era de súplica, Tzuyu no podía creer como podía humillarse de esa manera.
—Chaeryeong —se apartó de la omega retrocediendo dos pasos — creo que, necesitas ayuda.
La puerta se abrió dejando ver a dos guardias entrando por la puerta, la omega los miró asustada.
—¿Q-qué es esto? ¿Por qué me llevan? —preguntó asustada.
—Lee Chaeryeong, está arrestada por acosar y publicar información privada sobre Im Nayeon y Chou Tzuyu —le dijo uno de los guardias mientras le ponía las esposas.
—Están equivocados, yo no fui —mintió.
—Escuchamos todo, y usted admitió haber participado —tomó a la omega de los hombros—. Tiene derecho a guardar silencio o todo lo que diga puede ser usado en su contra…
Los policías salieron mientras le decían sus derechos a la omega que hacía todo lo posible para soltarse de los alfas, siendo en vano.
—Es una psicópata —Dijo Jeongyeon al entrar a la oficina—. O sea que esto es desde hace rato.
—Sí, jamás me di cuenta —Dijo como un regaño a si misma por no estar tan pendiente de su alrededor.
—No es tu culpa, no trates de culparte —le recordó—. Uhm, la prensa está allá abajo, quieren ver qué dices ante todo esto.
—Pues le daremos lo que quieren.
…
Tzuyu salió del edificio y un montón de personas se le vinieron encima y las miles de preguntas no tardaron en venir.
—¡Señora Chou! ¿Es usted la de las fotos?
—¡Señora Chou! ¿Es cierto que está saliendo con una omega?
—¡Señora Chou!
—Voy a decirlo una sola vez —dijo en uno de los tantos micrófonos—. Es cierto, estoy en una relación con una omega, y es la chica más hermosa que he visto, me enamoré de ella desde la primera vez que la vi y me esforcé cada día para merecer ser su alfa, así que pido que por favor dejen de difundir información falsa sobre ella a menos de que quieran verme en una corte jurídica—terminó de decir mientras seguía caminando hasta el auto seguida del montón de gente.
Los reportes le siguieron haciendo preguntas pero ella ni se molestó en responderles, se subió al auto y se fue de allí.
—Jamás se me pasó por la cabeza verte haciendo eso —confesó Jeongyeon.
—A veces la vida tiene muchos giros inesperados —se alzó de hombros
—¿Te llevo a casa con tu amorcito? —preguntó para fastidiarla, Tzuyu rodó los ojos.
—Si eres tan amable…
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