Ice coffee (16): Escándalo
Habían pasado unas cuantas semanas desde que Nayeon ha estado viviendo con Tzuyu, y no tiene nada por quejarse.
Estas semanas le habían hecho aprender otras cosas sobre Tzuyu; como que ama dormir, que se ha vuelto adicta al café helado de Nayeon porque según ella a Nayeon le queda mejor que a cualquier otro, que duerme sin camisa y que a pesar de que no se note, debajo de toda esa ropa se esconden unos abdominales marcados, ah, y ama despertar a Nayeon por las mañanas con un “buenos días”.
Sí, no tenía nada de qué quejarse.
Volviendo en la actualidad donde llegaba a la cafetería notó que había llegado tarde, aunque en su reloj marcara la hora en la que normalmente llega.
Entró y vio como Jihyo y Sana miraban con el rostro preocupada el teléfono de la última.
—¿Qué pasó? ¿Pusieron una mala crítica en Instagram?
—Nayeon, esto es sobre ti y Tzuyu —explicó la omega mientras le mostraba su teléfono.
Nayeon tomó el teléfono y lo supo todo al ver la foto y lo que decía debajo de esta.
«Se han revelado múltiples fotos de la famosa empresaria Chou Tzuyu con una desconocida omega, ¿Será esta la pareja de nuestra apuesta alfa o una simple aventura?»
Mostraban fotos de ella entrando en el auto de Tzuyu cuando la iba a buscar a su trabajo, también fotos de ella saliendo de la casa de la alfa, incluso fotos de cuando la alfa iba para su casa.
—Nay, eso no es todo —Jihyo le pasó su teléfono, viendo el Instagram de Yuna.
Había subido una foto de una chica semidesnuda dónde decía que era ella, además de decir que era una ofrecida y poner información suya.
Nayeon cayó sobre sus rodillas mientras las lágrimas caían sobre sus mejillas, las chicas no tardaron en acercarse a ella y abrazarla.
—Le arruiné la carrera a Tzuyu —murmuró en voz baja, la beta y la omega negaron.
—Nayeon, tú no tienes la culpa —dijo Sana.
—Sana tiene razón —apoyó Jihyo—, la culpa la tiene esa imbécil hija de puta plasta de mier-
—Sí Hyo, ya entendimos lo que quieras decir —dijo Sana haciendo reír a Nayeon—. Pero sí, esa idiota cruzó la línea.
—¿Crees que Tzuyu lo sepa? —cuando Nayeon le iba a contestar a la beta, la alfa entró—. Sí, ya se enteró.
Las chicas se apartaron para que Tzuyu pudiera abrazar a la omega quién se abrazó a ella cómo si su vida dependiera de ello.
—Lo siento, no revisé mi teléfono esta mañana y me enteré cuando Jeongyeon me lo dijo en la empresa.
—No es tu culpa, yo tampoco revisé el mío —sorbió su nariz—¿Te han dicho algo?
—Peor de lo que te dicen a ti no puede ser.
—Esa foto no es mía, jamás le envié una foto así —aclaró.
—Te creo —miró a ambas chicas que las veían alejadas—¿Saben de alguien más que quisiera lastimar a Nayeon? No creo que la tipa haya actuado sola.
Sana se puso a pensar, Jihyo por su parte miraba la foto de ellas en la casa de Nayeon.
—Oigan, ¿es idea mía o aquí se ve el rostro de alguien? —Preguntó mientras le hacía zoom a la imagen.
Todos se acercaron hasta la beta para ver mejor, Tzuyu al ver a la aparente chica frunció el ceño.
—Se parece a Chaeryeong.
—¿La recepcionista mala vibra? —Preguntó Nayeon en voz alta.
—¿Mala vibra? —Repitió Tzuyu extrañada.
—Bueno, es que el día que fuimos a buscarte porque teníamos miedo de que Yuna hiciera algo, esa chica nos trató un poco brusco, si no fuera por Momo no hubiese podido verte —explicó —Dahyun dijo que ella gusta de ti, pero sería algo enfermo que ella hiciera esto.
Todos miraron a Nayeon, quien no entendía sus miradas.
—¿Qué?
—Nayeon, es la típica descripción de alguien que sí sería capaz de eso —le dijo Jihyo con obviedad.
—¿Por qué no me dijiste? —preguntó Tzuyu.
—Lo olvidé.
—Esas cosas no se olvidan, Nayeon —habló Sana.
—Es que tengo mala memoria —se excusó.
—A ver, estuvo mal que no le dijeras a Tzuyu —se entrometió Jihyo—lo importante aquí ahora es, ¿Qué haremos?
Todas se miraron entre sí hasta que a Tzuyu se lo ocurrió un plan.
—Creo que sé que podemos hacer.
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