Extra (1)
18 AÑOS DESPUÉS
—Estoy en casa —avisó Tzuyu al llegar mientras dejaba sus zapatos y maletín en la entrada.
Se extrañó un poco al no ver a su esposa e hijos, supuso que por la hora, su hija se encontraba aún en el entrenamiento de voleibol, su esposa seguía en la cafetería y su hijo debió haberse quedado en casa de alguno de sus amigos.
Subió las escaleras para dirigirse a su habitación y poder cambiarse a algo más cómodo, pero se detuvo al escuchar unos sollozos provinientes de la habitación de su hijo.
Algo le pasa a nuestro cachorro. Dijo su lobo alertado.
Se acercó a la puerta y dio tres toques.
—Jimin, es mamá, ¿Estás bien? ¿Puedo pasar? —dijo con suavidad, no recibió respuesta—. Voy a pasar.
Abrió la puerta de la habitación y lo primero que vio fue a su pequeño enrollado en la sabana en medio de la cama, haciendo que su corazón se oprimiera.
Se acercó hasta la cama y se sentó a un lado del alfa, este colocando su cabeza en la pierna de su madre como cuando era pequeño.
—¿Quieres contarme qué sucedió? —le preguntó mientras acariciaba su cabello.
—E-es ridículo, no te lo tomarás en serio —dijo con la voz rota.
—Claro que sí, para que te sientas así debe ser algo serio.
El alfa se quedó en silencio un rato, para luego volver a hablar.
—¿Sabes quién es Yoongi?
—Mmm, es uno de tus amigos ¿no? —el alfa asintió.
—Sí, él también es alfa.
—¿Qué sucede con eso? —preguntó sin entender aún.
—Me enamoré de él —soltó por fin, sintiendo un gran alivio al por fin decirlo en voz alta.
—¿Y él no siente lo mismo?
—¿No te molesta? —preguntó con sorpresa el alfa mientras se sentaba—. Que me guste un alfa.
—¿Por qué me molestaría?
—Es que los padres no aceptan mucho ese tipo de relaciones — explicó—. Se supone que debería estar con un omega o beta.
—No veo nada de malo que te enamores de alguien de tu misma casta —dijo con tranquilidad—. Con tal de que sea una buena persona y te trate con respeto, tu mami y yo no tenemos ningún inconveniente.
El niño la miró con una sonrisa triste y se abalanzó a abrazarla, Chou rodeó a su hijo con sus brazos permitiéndole desahogarse.
—T-tenía miedo de decepcionarlas —confesó.
—Pequeño, nosotras siempre estaremos orgullosas de ti.
Sin poder contener las lágrimas, el alfa abrazó con más fuerza a su mamá, Tzuyu solo acariciaba su cabello en modo de consuelo.
Estuvieron así hasta que una pequeña omega los interrumpió.
—Hey, ¿Por qué me excluyen de un abrazo? —Roseanne, la hija menor de Tzuyu y Nayeon, apareció en la escena.
—¿Tal vez porque no estabas? —respondió con obviedad Jimin.
—¡Abrazo! —gritó para unirse al abrazo.
Nayeon miró la escena desde la puerta, sintieron una gran felicidad al ver la familia que habían formado.
—Ya pues, muchos abrazos —interrumpió Nayeon—. Traje una torta de la cafeteria, ¿Por qué no me ayudan a servirla?
—¡Yo quiero el plato de Hello Kitty! —pidió la pequeña omega mientras salía corriendo.
—No los vayas a romper —le siguió su hermano para evitar accidentes.
—¿Sucedió algo? —le preguntó la omega a su esposa cuando estuvieron solas.
—A Jimin le gusta un chico, es uno de sus amigos —explicó—. Es un alfa.
—¿Yoongi?
—¿Lo sospechabas?
—Sí, la vez que vino, Jimin lo miraba de una forma… Especial.
—Tenía miedo de que no lo apoyemos, pero le dije que nosotras jamás dejaríamos de apoyarlo y que estábamos muy orgullosas de él.
—Ay, suenas como una mamá —chilló Nayeon mientras se ponía una mano en el pecho.
—¿Será porque soy una? —la rubia rió mientras veía a su alfa.
—¡Mami, Rosé se quiere agarrar el pedazo más grande! — escucharon al alfa gritar.
—¡Ya vamos!—gritó—. Vamos —se levantó—, no queremos desastres.
Tzuyu se limitó a reír y seguir a su omega.
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