Wonyoung iba de camino al trabajo de Yujin, había salido temprano así que decidió ir de sorpresa, además de que llevaba algunos cupcakes que habían sobrado y justamente eran del sabor favorito de la alfa.

Saludó a varias personas que conocía y fue al ascensor, marcó el piso de la oficina de Yujin y esperó a que subiera.

Al llegar, fue directo hasta donde estaba Eunbi, encontrándose a esta y a una mujer que parecía reclamarle algunas cosas.

—No puedo dejarla pasar, señora Kim —dijo mientras intentaba evitar que la omega pasara.

—Deja de alcahuetear a mi hija, sé que no me dejas pasar para que no le jale las orejas.

—Cariño, Eunbi solo está haciendo su trabajo —trató de tranquilizarla el señor Kim.

Quiso pasar por desapercibida pero no pudo lograrlo porque la omega ya se había dado cuenta de su presencia.

—Wonyoung —susurró Eunbi, llamando la atención de la pelinegra.

—Así que tú eres la famosa Wonyoung —se acercó a la omega, haciendo sentir nerviosa a Wonyoung.

—Mamá, la estás asustando —la voz de Yujin impidió que la pelinegra pudiese contestar.

—¡Tú! —la omega se acercó a su hija y la jaló por una oreja.

—¡Ay, mamá, me estás lastimando!

—¡¿Cuándo pensabas presentarme a la chica?! ¡Llevo esperando esto desde que nos dijiste que empezaron una relación formal! —se quejó la mujer.

—Cielo, la vas a dejar sin oreja —el señor Kim separó a su mujer de Yujin, la castaña yendo hasta donde Wonyoung en busca de apoyo.

—Pensabamos ir este fin de semana —respondió mientras se acariciaba la zona afectada.

—¿Por qué mejor no nos tranquilizamos y nos presentamos todos? —inquirió Wonyoung intentado calmar el ambiente, aunque por dentro estuviese muriéndose de los nervios.

—Entonces, ¿Ya se van a casar? —concluyó la señora Ahn luego de escuchar la historia de su hija.

—Sunghee

—¿Qué? Yujin jamás me presentó una novia, es natural querer que mi hija de veinticinco…

—Veintiseis —corrigió el alfa.

—… De veintiseis años se case.

—No tenemos planeado casarnos, por ahora —contestó Yujin—. Queremos disfrutar nuestro noviazgo y nos casaremos en el momento que veamos justo.

—Ay —la omega se limpió una lágrima con dramatismo—. Jamás pensé ver este momento, estoy muy orgullosa de mi bebé.

—Mamá —se quejó Yujin haciendo reír a Wonyoung.

—¡Unniiiie! —la voz de Jiwon irrumpió en la habitación—. ¿Uh? ¿Por qué no avisaron que había reunión familiar?

—Mamá vino de sorpresa, quería sacarme una oreja porque no había ido a casa a presentarle a Wonyoung —explicó Yujin.

—Entonces si andamos presentando parejas, supongo que es buen momento para decir que yo también tengo novia —dijo con una sonrisa de orgullo la alfa más pequeña.

—¡¿QUÉ?! —exclamó la mujer.

—Mjum, así como escuchó.

La pobre omega se puso una mano en la frente e hizo como si se fuese de espalda asustando al señor Kim quien se apresuró a tomarla por la espalda.

—Mis retoños ya tienen pareja, Dios me ha escuchado.

—¡Mamá! —gritaron ambas alfas.

—Su madre y yo estamos muy felices por ustedes, hijas —habló el señor Kim—. Bienvenida a la familia, Wonyoung.

—Gracias por aceptarme en ella, señores Kim —respondió Wonyoung con una sonrisa.

—¡Esto se tiene que festejar! Liz, llama a tu omega, ¡Iremos a comer! —anunció la señora Kim.

—Uh, su turno aún no acaba —informó Jiwon.

—Pues iremos de compras mientras la esperamos —se levantó de la silla y fue hasta la puerta—. No se queden ahí, vamos.

Ambos Kim siguieron a la omega dejando solas a Wonyoung y Yujin.

—Tu madre es muy peculiar.

—Le falta un tornillo, pero ese es su brillo —admitió.

—Se ve que el señor Kim la ama.

—Sí, con todo y sus ocurrencias, Kim ama a mi mamá —sonrió.

—¡Ustedes dos! —la señora Kim apareció en escena—. ¡Apúrense, conseguí un buen restaurante!

La pareja rió y entrelazaron sus manos para seguir a los demás.