Wonyoung parpadeó lentamente sintiendo sus párpados pesados, estrujó sus ojos con pereza mientras estiraba un brazo para alcanzar su teléfono.

Notó que tenía unos mensajes de Chaewon, ayer antes de caer dormida le había dicho que no iba a poder presentarse para trabajar debido a asuntos que involucraban a cierta alfa, por lo que su amiga no le reprochó nada, aunque sabía que al día siguiente estaría siendo bombardeada con preguntas.

Cuando quiso levantarse para ir al baño sintió un brazo rodeando su cintura impidiendo que pudiera levantarse.

—No te vayas —pidió la alfa medio dormida haciendo reír a la omega.

—Me quedaría aquí más tiempo pero mi vejiga se va a reventar.

Gruñendo en desacuerdo la alfa soltó a la omega quien pudo levantarse, o bueno, ese era el plan hasta que se sentó y el dolor en su espalda baja llegó.

—¿Te duele mucho? —Preguntó preocupada la alfa.

Tal vez haber tenido una segunda ronda a mitad de la noche no había sido buena idea.

—Un poco, pero puedo soportarlo —Con dificultad se levantó y fue al baño, teniendo que apoyarse con la pared para no caer.

Luego de vaciar su vejiga y cepillarse los dientes, salió de la habitación viendo que la alfa se había vuelto a dormir.

Sonrió al ver lo tierna que se veía, aunque pronto la sonrisa se convirtió en una mueca cuando la punzada en su espalda baja se hizo presente.

Se sentó en la cama y fue tirada hacia atrás por el brazo de la alfa.

—No te voy a besar sin que te hayas cepillado —advirtió la omega al ver las intenciones de la alfa quien hizo un puchero—. Ah, ah, no me mires así, se llama higiene.

Rápidamente se levantó de la cama y fue al baño, entrando y saliendo cual flash.

—Listo, ¿Ahora sí hay besito? —la pregunta hizo reír a la omega quien cumplió su promesa y le dio un beso a la alfa.

—¿Contenta?

—Si me das otro puedo considerarlo.

Wonyoung no pudo evitar reírse, jamás pensó que la alfa sería ese tipo de novia.

—¿Te ríes de mi amor? —preguntó con falsa indignación.

—Amaneciste melosa, me gusta.

Wonyoung una vez había leído que algunos alfas se volvían algo cariñosos y exigían que les dieran cariños, justo como ella en ese momento.

—¿Tienes hambre? —preguntó la alfa.

—Un poco, ¿Quieres que haga el desayuno? —ofreció.

—No te preocupes, lo haré yo.

—Pero, soy yo la que debería cuidarte —la omega hizo un puchero.

—No puedes mantenerte de pie sin sostenerte de la pared, ¿Cómo podría dejarte cocinar?

La omega asintió con la cabeza mientras lo pensaba mejor, la alfa tenía un punto.

—Pero igual me gustaría cuidarte.

—¿Qué te parece si yo hago el desayuno y después de comer volvemos aquí y vemos una película mientras me haces cariñitos?

—Me parece que es el plan perfecto —la alfa sonrió y cargó con total facilidad a la omega al estilo princesa tomándola desprevenida—. ¡Hey!

Ahn ignoró las quejas de la omega y caminó hasta la cocina, se había levantado más temprano para mandarles un mensaje a sus empleados y decirles que se tomaran el día libre, además de avisarle a Eunbi de su inasistencia.

Sólo serían ella y Wonyoung.

Yujin terminó de cambiarse luego de darse una merecida ducha y vio cómo la omega fruncía el ceño mientras leía un libro.

—¿Qué lees? —preguntó mientras se acostaba a un lado de Wonyoung.

—Es la historia de las reinas Ahn.

—¿La reina que se enamoró de una sirvienta? —la pelinegra asintió.

—Mjum, escribió su historia porque quería que todos supieran la historia de ella y su esposa, el libro original se encuentra en el antiguo palacio como exhibición, a las personas les encantó tanto la historia que decidieron venderlo —explicó.

—Yo también lo haría.

—¿Qué cosa?

—Escribir un libro sobre nuestra relación —dijo como si fuese lo más normal—. Así todos sabrían lo mucho que te amo.

Wonyoung la miró con una sonrisa y se lanzó a abrazar a la alfa.

—¿Por qué eres tan linda conmigo?

—Porque es lo mínimo que alguien como tú se merece.

La omega miró con cariño a la alfa, aún no sabía qué había hecho para merecer a alguien como Yujin.

—Te amo.

—Yo te amo más —la omega sonrió.

—¿Empezaremos una discusión sobre quién ama más a la otra?

—Si eso es necesario para que entiendas que yo te amo más, sí.

La omega le dio una última sonrisa para acercarse y besar a la alfa.

Ahora todo estaría bien.