Chan siempre había sido un alfa algo posesivo y celoso con su omega. Y aquel "defecto" del australiano Hyunjin lo conocía perfectamente, pues su novio no era para nada disimulado cuando se irritaba debido a aquellos sentimientos negativos que tenía cuando veía alguna escena poco agradable de su novio con algún otro alfa.

Hyunjin lo entendía, la mayoría de los alfas eran algo celosos con sus parejas y más que nada cuando estos ya estaban marcados por ellos. Y de todas formas, los celos de Christopher eran bastante tranquilos sin llegar a lo enfermizo, haciendo que en la mayoría de las veces al omega le resultara tierno. Debido a que las escenas de celos del australiano se basaban en bufar repetidas veces, en algunas ocasiones cruzarse de brazo, pero lo que más le encantaba es que siempre ponía un puchero como un cachorro aunque no fuera tan visible.

Sin duda estaba casado con uno de los alfas más tiernos que podrían existir en aquel mundo. Amaba cómo se veía Chan en aquellas escenas, pero procuraba que no pasaran seguido. Hyunjin no le daba razones a su esposo para que estuviera celoso, aunque fuera difícil más que nada cuando algún idiota, que no veía su marca o lo ignoraba simplemente, se le acercaba a coquetearle. Pero bueno, Hyunjin era un omega hermoso, no era una sorpresa o algo raro que muchos se le acercaran.

Y como aquellas situaciones no pasaban seguido pues Chris no tenía escenas de celos tampoco. Más que nada porque Hyunjin había quedado en cinta, ocasionando que se tomara unas vacaciones de su trabajo durante el embarazo y los primeros meses de su cachorro para cuidarlo y descansar también después del parto, aprovechando que también el pelinegro trabajaba y no había problemas con los gastos.

Los 9 meses de gestación habían sido excelentes para la pareja, o bueno, también habían sus cosas malas como los dolores, el aumento del vientre, los mareos, los antojos en la noche y más cosas. Pero Christopher y Hyunjin disfrutaban que podían estar los dos juntos.

La mayoría de veces veían algunas películas en la noche acurrucados en su cama, salían de compras para las cosas del bebé en camino, cenaban juntos después de que el alfa saliera del trabajo y en los días de descanso se la pasaban el día entero en su habitación mientras hacían el coreano hacía su nido para pasar un cálido momento.

Solo eran ellos dos juntos, un cariño y amor mutuo, mimos, entretenimiento, probablemente acurrucados en su cómoda cama o en algún nido que hacía al omega, sin ninguna distracción, y principalmente sin celos del alfa. Hyunjin pensó que seguirían así hasta que entrara a trabajar, pero estaba equivocado, pues desde la perspectiva de Chan las cosas y el cariño del omega habían cambiado desde la llegada de su cachorro: Wonbin.

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Christopher no se consideraba un alfa demasiado celoso. Sabía que los celos podían ser algo normal si eran leves como los que él tenía, aparte de que no siempre los tenía. ¿Cuándo tenía celos? A lo mejor una vez cada dos o tres meses, hasta podía pasar más tiempo, no sabía con exactitud. Pero todo se podía considerar tranquila y normal, ¿Verdad?

Aunque después del nacimiento de su cachorro probablemente se había vuelto algo inmaduro, como un pequeño niño chiquito nuevamente. Al llegar de trabajo ya no tenía sus cenas compartidas con su omega, ya no recibía mimos ni elogios o apodos cariñosos, ya no le daba abrazos mil veces al día a su omega, ya no dormían acurrucados. Varias cosas habían cambiado.

Se sentía "celoso" de su cachorro y el trato que recibía de su omega. Otro alfa estaba teniendo la atención de su esposo y en esa circunstancia era todos los días, porque si, su pequeño bebé había sido un cachorro. Era como los niños cuando sus padres tenían un nuevo hermanito y toda la atención se iba para él, algo tonto considerando cómo era todo.

-Vamos, Chan. ¿Cómo le vas a tener celos a tu propio cachorro? ¿No crees que estás siendo un poco dramático? -le regañó el rubio mientras acurrucaba a su bebé después de haberle alimentado.

Hwang veía a su esposo en el otro lado de la cama cruzado de brazos con una mueca -algo adorable sinceramente desde la perspectiva del menor- mientras le aplicaba la ley del hielo. O eso hasta que escuchó la palabra "dramático". Él no era dramático, podía ser bobo, despistado, olvidadizo, irritante, infantil y todo los insultos o defectos que quieras inventarle pero dramático jamás.

-¡No estoy siendo dramático!

-¿Ah? ¿Si? Entonces cómo es una persona que siente celos de un bebé.

-Bueno, no son celos en sí, Jin. Solo es una observación de que tienes un poco de favoritismo y me enoja un poco. -Trató de excusarse aunque en realidad estaba describiendo perfectamente unos celos pero de forma más disimulada.

-No tengo favoritismo, alfa. Los quiero a los dos por igual, los adoro.

-Si, claro. Ajá, lo que digas, amor.

Hyunjin rió ante el obvio tono de sarcasmo de su esposo, viendo cómo se levantaba con una toalla en mano, aparentemente para ir al baño a ducharse. No le molestaban aquellas muestras de celos que Chris presentaba últimamente, pues pero él era algo entretenido si era sincero, su alfa era divertido incluso en esos momentos. Se acercó el australiano tapándole el paso a la entrada del baño para verlo un rato antes de dejar un beso rápido en la mejilla al más bajito.

Con tan sola esa acción, Bang no pudo evitar esbozar una sonrisa de las tantas que su esposo amaba ver. Olvidándose de el pequeño enojo que tenía, pues su omega tenía el gran talento de que con un pequeño gesto amoroso o una sonrisa hermosa podía hacerlo relajarse y olvidar todo lo malo que sentía a veces. Devolviéndole el acto cariñoso al dejarle igualmente un beso algo largo pero en la frente. Y así poder irse al baño de una vez por todas con una sonrisa tonta, pensando en que después de un buen tiempo había conseguido un beso de su omega por fin. ¿Podría ser que el cariño de Hyunjin vuelva a él?

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No fue tan así. Hyunjin seguía pasando cada minuto del día con el pequeño alfa, pero no sólo cuando la atendía. A veces cuando Hyunjin descansaba o hacía algunas cosas en su tiempo libre, Wonbin siempre tenía que estar. Parecía que ese pequeño conejito ya estaba pegado de por vida a Hwang como en ese momento exactamente. Chan abría la puerta de su departamento para entrar y estar por fin en su hogar después de un largo día de trabajo, estaba algo cansado debido a la larga jornada laboral que había tenido ese día, aparte de que había sido un poco más complicado que otros días.

Quería relajarse después de cenar algo junto a su omega y probablemente su bebé si no estaba dormida, pero se sorprendió al ver que no estaban en la sala como siempre. De seguro no habían salido y sólo estaban en la habitación, por lo que de inmediato se dirigió ahí a pasos lentos por el sueño. Abriendo la puerta despacio al llegar por si su hijo estaba dormido, pues ya eran casi las diez de la noche, pero lo que se encontró fue Wonbin despierto junto a su omega en la cama mientras en la tele se pasaba algún tipo de caricatura infantil para entretener al bebé. Frunció el ceño ligeramente mientras se dirigía a la cama para sentarse al lado de su esposo.

-Hey, quita a ese conejo de ahí. Yo debería de estar acurrucado contigo en su lugar, ¿No crees?

-Oh, vamos. No seas así, Chan, podemos estar las tres. La cama es grande y Binnie es pequeño. -dijo con una risa entre sus palabras al ver y sentir cómo su alfa se subía a la cama para quedar encima de él y rodearlo en un abrazo, llenándose por fin del aroma de Chris después de un día entero extrañándolo.

El único detalle era que Chris no fué recibido de la misma forma, por alguna razón no podía percibir las feromonas de su omega a pesar de estar encima de él y con el rostro escondido en el cuello del de mechas rubias. Con su nariz pasando por todo el cuello del coreano empezó a buscar algún indicio del olor de fresas y vainilla característico de su pareja. Solo recibiendo risas de Hyunjin, la cual sentía cosquillas al sentir la nariz en una zona sensible, le encantaba aquello aunque su contrario estuviera frustrándose al solamente encontrar y oler un aroma a leche con un mínimo toque a canela, el cual obviamente reconoció al instante pues a eso olía su bebé. Frunció el ceño al hablar con un tono claro a frustración y algo de irritación. No le enojaba tanto el hecho de que aquel olor era una clara muestra de que su omega había estado 24/7 con el bebé, el aroma de su cachorrito también le gustaba al ser su primogénito aunque nunca lo admitiría en frente de Hyunjin en voz alta. Lo que le molestaba era que lo que más quería después de estar lejos de su esposo por un día largo era olfatear durante minutos el olor que le encantaba y a lo mejor poder marcar al coreano con sus propias feromonas como antes.

-¡¿En serio solamente hueles a Wonbin?!

-Bueno, si. Pero no te pongas así, Channie, es sólo porque todo el día estoy junto a Wonbin. Sólo piénsalo, le tuve que cambiar el pañal, amamantarlo, bañarlo, entretenerlo y más. Así que es algo obvio, vamos.

-¿Se supone que eso me debe poner de un mejor ánimo?

-No seas celoso tan celoso, cariño. Sabes que hay veces en las que también huelo a ti.

-¡Ya te dije que no estoy siendo celoso!

-Vamos, tranquilo. No quiero que mi bebé grande se enoje -dijo sin poder contener una pequeña risita ante sus propias palabras, mientras abrazaba al alfa para que no quitara de encima de él en su mini - berrinchito.

-Es que yo quería olerte a ti después del trabajo, me relaja.

-Sólo es un día, alfa. Siempre que regresas hueles mis feromonas, no te preocupes.

-Es que te extrañé. -No pudo evitar poner un pequeño puchero al decir eso, pues se sentía un poco decaído y cansado. Cosa que hizo que el omega se enterneciera ante eso.

-Aww ¿Mi alfita me extrañó mucho?

-Demasiado, hasta más de lo que imaginas. ¿No merezco una recompensa por eso, Hyun?

-¿Recompensa? ¿Qué tipo de recompensa? -Hyunjin dudó un momento, pensando en si había posibilidad de que alfa estaba hablando en doble sentido.

-Déjame marcarte con mi aroma.

Apenas Chan terminó de hablar el omega suspiró y puso los ojos de blanco. No le molestaba en absoluto el olor del australiano, era simplemente exquisito para él, el mejor aroma del mundo, pero odiaba que la marcara con él. Le gustaba cuando tenía las feromonas de Bang encima por pasar mucho tiempo con él, pero no era así cuando la marcaba, pues en su perspectiva sólo los alfas inseguros y tontos hacían eso.

-Ya vas a empezar con tonterías, Bang.

-¡No! ¡No me llames por mi apellido! Vamos, sólo será un poquito.

-Sabes que nunca te he dejado hacer eso a propósito y seguirá siendo así.

-Sólo por esta vez, mi vida. Vamos, Jinnie.

-¡No! Y ni intentes chantajearme. No te voy a dejar. -Sabía que a pesar de eso el alfa iba a seguir insistiendo pero al menos pudo tener un escape cuando Wonbin acostado al lado de ellos en la cama se empezó a quejar y a remover con su ceñito fruncido.

Hyunjin rió con ternura al ver a su cachorro haciendo ese tipo de berrinche, probablemente porque no tenía la atención de ninguno de sus papis, o tal vez porque había heredado ser un alfa celoso gracias a Bang. No podía con un solo Chan y la vida le había mandado otro pero en mini, qué gracioso. Pero por otra parte, el alfa no vio muy tierno el berrinche de su hijo.

-¿A él no le reclamas por celoso?

-Es un bebé, no sabe que es ridículo. En cambio tú si.

-Oh, vamos. En esta casa se necesita democracia, yo valgo lo mismo que Wonbin. -Quiso decirlo en un tono serio de protesta pero nada más causó la risa de su pareja.

-¿Sabes qué? Mejor pasa un tiempo de calidad con tu hijo. De alfa a alfa mientras yo me doy una buena y relajante ducha para desestresarme de tener un Chan y un mini Channie en mi vida. Ya luego te hago tu cena.

El rubio se rió de sus propias palabras mientras se quitaba al pelinegro de encima con cuidado, para así poder pararse y agarrar todo lo que necesitaba para un buen momento de paz en la ducha sin preocupaciones y luego salir de la habitación en dirección a su hora de "Hyunjin y el silencio sin bebés o esposos berrinchudos" dejando solos a los dos Bang en la cama.

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Tanto el alfa mayor como el cachorro parecían estar enojados por convivir aquel raro solos sin el omega. A lo mejor Hwang tenía razón y Wonbin había heredado aquel aspecto de su padre alfa. Ninguno hacía o decía nada, pero bueno, tampoco es que el bebé pudiera hablar. Pero en la mente de Christopher, el pequeño alfa al menos podía balbucear pero solamente se dignaba a removerse con aquel pequeño puchero demostrando su inconformidad.

-¿Ahora resulta que tú eres el enojado, no? -habló el mayor mientras se acomodaba para quedar enfrente de su cachorro, apoyándose de sus codos para enfrentarlo. -Hyunjin te puede creer eso de que eres un algodoncito de azúcar pero yo no, Wonbin.

"No es mi culpa ser el favorito de papi."

Al parecer Chris no estaba tan mal, Wonbin a veces no solo pensaba en leche y animales de los que ni si quiera sabía sus nombres pues en el fondo tenía pensamientos malévolos en su cabecita de bebé. Su carita tierna que enamoraba a todos era de un pequeño ser que de grande iba a ser igual de celoso que su progenitor alfa.

-Tu reinado de maldad no va a durar mucho, pequeño conejo de peluche.

"¡Ja! Eso lo veremos, mi papi no volverá a hacerte mimitos solo a mí." 

-Tú no mereces esa atención, ni si quiera puedes hablar. Eres una máquina de popo y llanto, ¡De seguro ni si quiera sabes cómo se llama tu papá! -Chan "contestó" pues el balbuceo de Wonbin había sido para él una clara señal de que estaba hablando con él.

"Oh, vamos, ¡Claro que sí lo sé! Papá se llama... Bueno, se llama papi ¿No?" 

-¡Ves! Esa manita en tu bocota toda babosa es una señal de que no sabes. Yo lo conozco más tiempo que tú, me ha mimado más que a ti.

"Eso lo hizo en el pasado, ya no te va a dar cariños. Pero no es nada personal, papá. No es mi culpa ser adorable." 

-Esos ojitos todos tiernos, preciosos, lindísimos y adorables no me van a convencer, Wonbin. Te lo advierto de una vez.

"Ni si quiera estoy haciendo nada y ya te estás riendo, papá. No seas débil, vamos."

-Jin tiene razón. Eres una mini versión mía, ¿Cómo me puedo enojar con una cosita como tú? Al final vas a ser igual que yo, tu grandioso padre alfa -el mayor sonrió viendo con detalle el rostro de su bebito, el cual al escuchar a su progenitor abrió más sus ojitos.

"¡¿Qué?! ¿Me parezco a ti? ¿Voy a ser cómo tú, papá? ¡No! Me niego. Yo no puedo el cariño de mi papi, ni si quiera el tuyo."

Chris se alarmó al percatarse de cómo su cachorro se empezaba a remover mientras sus ojitos se cristalizaban y se quejaba más de lo normal, una clara señal de que Wonbin estaba a punto de llorar. Y se notaba que iba a ser un señor llanto con todo y apellido incluído. Por lo que decidió agarrar con cuidado a su cachorro para alzarlo y colocarlo cerca de su hombro para que se acurrucara de forma correcta y así poder darle confort y que se calme, susurrándole en el proceso pequeños "shhh" y cosas lindas. Todo el proceso logró calmar poco a poco a su hijo antes de que empezara a llorar y gritar. Suspirando de alivio para permitirse acostarse aún con Wonbin en sus brazos, acurrucándolo encima de su pecho mientras le acariciaba en su espaldita.

-¿Cómo me puedo enojar contigo? Eres una cosita tan hermosa y súper linda. El mejor regalo que me pidieron dar.

"Ahora que nos estamos rindiendo y dejando el orgullo atrás, tengo que decir que eres grandioso, papá. Aunque me caes mal cuando en la noche empiezas a roncar y pareces camión."

-Te amo, mi pequeño conejito. Y siempre te amaré ¿Entendido? No importa que a veces me mires de esa forma burlona cuando papi te consiente.

"Yo también te amo, pa. Mucho, mucho. Es como una especie de relación de odio y amor ¿No?" 

Rió un poco escuchando los soniditos que hacía su bebé. En el fondo quería creer que si le entendía y de alguna forma le contestaba y hablaba con él. Se relajó sin poder evitarlo debido a la comodidad de la cama en la que deseaba estar después de todo el trabajo de aquel día, acompañado de el aroma leve de su cachorro, pues era tierno pero nada más no le gustaba olerlo en su omega.

No pudo ganar la batalla contra el sueño y se quedó dormido junto a su bebé en un momento tierno de padre e hijo. Chan amaba con todo su corazón a su cachorro, era el amor de su vida junto a su omega. Hasta podría decir que era ya la personita que más amaba y más importante para él, aunque era un secreto para Hyunjin pues sabía que en el fondo el omega también era algo celoso, solamente que él si daba miedo cuando tenía celos.

Cada que podía lo mimaba, amaba dormir con él cuando llegaba cansado de su trabajo y podía abrazar su pequeño cuerpecito de bebé o tenerlo acurrucado en su pecho como en ese mismo instante, cuando podía ayudaba al coreano a vestirlo o bañarlo pues en las horas de ducha le gustaba escuchar una pequeña risita, adoraba cuando tenía la oportunidad de darle biberón y ver como a veces intentaba sostenerlo con sus manitas pequeñas y suaves. Pero eso no era suficiente para hacerle olvidar el pensamiento de que era malvado pues le había cosas como patearlo la cara cuando lo cargaba.

Era un bebé pero juraba que Wonbin pegaba duro. Si lo pensaba bien, no tendría por qué tener celos pues aparte de que era un pequeño ser que ni si quiera podía decir papá también hacía las cosas que Hyunjin hacía con su bebé. Al final él y su esposo estaban igual de encantados con su pedacito de cielo y le demostraban su amor de diferentes formas.

No pasó mucho rato después de que durmieron para que Hyunjin ingresara en la habitación con una toalla enrollada en su cuerpo sintiéndose fresco y liberado de toda la tensión que tenía acumulada. Las duchas siempre iban a ser el verdadero amor de su vida. Y para hacer aquel momento más agradable, feliz y encantador, se encontró con la escena más tierna que podía pedir en ese momento: Su alfa durmiendo junto a su bebé en una posición lindísima, tanto que si podía le tomaba foto. A lo mejor su esposo no era tan celoso, más que nada porque él y su primogénito compartían tantas similitudes a pesar de ser un adulto y un bebé, una cosa tan seria y madura junto a una cosa tan tierna y adorable, combinando tan perfectamente a la vez como un amargo café helado y una dulce leche de banana.

todos los créditos de esta adaptación pertenecen a © songkinney ♡