Su burla dirigida a Eros no fue más que el inicio de una tragedia.

Jungkook siendo hijo del Rey de los Dioses y de una venerada Titán, era un jóven arrogante y muy obstinado aunque también con grandes dotes artísticos, era conocido como Apolo el dios de la Luz, la música, la poesía, el arte, la profesora, la medicina y el tiro al arco.

Era el cuarto hijo de Zeus que destacaba en demasía debido a por sus grandes habilidades y sus preciados atributos.

Sin embargo, una tarde se encontró con Dongmin, el Dios del Amor y Deseo. Y en medio de su charla, se burló de su trabajo al unir parejas.

"¡Ja! ¡Si fuese yo quien llevará el arco y flechas que tú llevas, lo manejaría con más destreza y mejoraría el amor! ¡No hay nadie mejor que yo para ese trabajo!"

Sus burlas ocasionaron un amargo sentimiento en Dongmin, quien con dolor y furia lanzó una amenaza escondida en sus palabras.

"Ya lo veremos, mi querido Jungkook, ya lo veremos"

Fue entonces que días después el Dios Eros preparó dos de sus flechas; una bañada en oro con punta de diamante y otra de hierro con la punta cubierta de plomo. La flecha hecha de oro inspira al amor y el deseo, es decir que quien sea flechado con ella se enamorará y deseará a su pareja destinada. La flecha hecha de plomo tiene el efecto contrario, por lo que quien sea flechado con ésta rechazará y huirá del amor.

Justo por donde se encontraba Dongmin, ocurrió un encuentro entre el joven Jungkook y un precioso doncel dríade.

Dongmin apuntó la flecha de oro directo al corazón de Jungkook, en el momento en el que los ojos azules del joven Dios vieron al doncel la flecha atravesó su corazón en un destello veloz.

Los iris azules brillaron en amor y regocijo de deseo. Una enorme sonrisa se mostró en su rostro ante la belleza que veían sus ojos.

El Dios del Amor sonrió con burla y procedió a apuntar la flecha de plomo al corazón del bello doncel, de igual forma cuando los ojos del dríade se fijaron en Jungkook, la flecha atravesó su corazón en un neblina gris.

"¡Oh bello doncel!" Exclamó Jungkook corriendo hacía el joven.

"¡Ah! ¡Aléjate!" El muchacho emprendió huida alejándose del Dios.

Dongmin veía todo desde el cielo, observando el correteo de ambos jóvenes, esperaba que Jungkook aprendiera la lección de lo contrario no sabía que podía pasar.