Y AHÍ ESTABA ÉL: tan perfecto y guapo, como lo había sido siempre desde que lo conoció. Charles, aquel chico apuesto que hacía babear a más de una -por no decir la mayoría- de chicas, incluyendola a ella. Sí, ella, Victoria Lehnsherr, ella que tenía diez años menos que él.

Así que, hoy era el día, aquel día que había planeado desde que hace muchos años, cuando todavía era una chica torpe -bueno, aún seguía siendo torpe, pero ese no es el punto-. había imaginado. Y hoy por fin se atrevía a confesar todos aquellos sentimientos que había guardado, aquellos que en más de una ocasión no se había atrevido a decir, bien sea por miedo del rechazo o por más miedo, pero de muchas otras cosas. Pero hoy había logrado quitar cualquier miedo de su cabeza y se lo iba a decir todo.

Pero antes de que pudiera ir hacía él, lo vio buscar las llaves de una forma muy torpe, estaba borracho y era obvio que iba a salir, tal vez a ver prostitutas, tal vez a tomar alcohol o ambas. Oh no, eso no iba suceder si ella podía detenerlo

──¿Dónde vas, Charles? ──Pregunto, aún sabiendo a dónde irá y también, que, él no le respondería la verdad.

──¿Qué quieres?-Respondió cortante.

La femenina lo miro con una mezcla de decepción y enojo. Después de todo lo que ella había estado haciendo esos meses por él... él le respondía así. Aquello era simplemente increíble.

──¡¿Qué te importa?!──grito con irá recorriendo su ser──Al final solamente amas a Raven y ella ama a el idiota de mi padre, así que para olvidarla tiene que alcoholizarte y tener sexo con protistutas──Dicho esto ella se fue corriendo a su cuarto y cerró la puerta a su paso.

El telepata se sentía un completo idiota ¿cómo la había cagado tanto? Ella se había comportado bien con él estos últimos días y había sido muy atenta, pero el había arruinado todo, solamente por un estupidez suya. Era un completo idiota, lo era.

Dispuesto a arreglar las cosas se acercó a la puerta del cuarto de la chica, solamente para oírla llorar. Sabía que por su conversación no había sido, porque antes siempre tenían ese tipo de discusiones y eso a ella nunca le afecto en nada. Sin poder resistirse las ganas de saber que le pasaba a la chica, entró a la habitación.

──¿Qué te pasa? ¿No sabes tocar la puerta?──Dijo dando una vuelta para que Charles no viera sus lágrimas y se las secó con sus dedos, para luego voltearse de nuevo.

──¿Por qué lloras?-Ignoro por completo aquel comentario que la chica había dicho unos segundos antes.

Victoria miró al suelo, sin saber que responder o decir. Ella no estaba llorando por la discusión, era por sus sentimientos, ya los había reprimido bastante y ver como un montón de chicas todos las noches mientras a ella la dejaba de lado, simplemente le dolía.

──Porque me gusta un chico y el no me quiere, de hecho me odia──Dice en un pequeño susurro.

Charles alzó una ceja con duda. Aquello era nuevo, Victoria jamás hablaba de su vida personal con él y menos de parejas...ahora que lo pensaba ella nunca le presento a alguno de sus novios, ni recordaba que ella hubiera tenido uno.

──¿Qué? Le gustas a todos los chicos y el que no quiera estar contigo es un idiota──El telepata se acercó a ella, tocándole el hombro en forma de animo.

Victoria dio una pequeña sonrisa, porque amaba esos momentos en donde ambos se decían cosas profundas del otro, cosas que jamás se atreverían a contarle a alguien más. Porque siempre habían sido confidentes, por mucho más que discutieran o se dijeran que se odiaran, al final del día siempre se iban a tener uno al otro par apoyarse....siempre y para siempre.

──Sí. Eres un idiota-Soltó, como una bomba explosiva.

Los ojos de Charles se abrieron de par en par. Por fin lo entendía...todos aquellos momentos dónde ella le había dicho algo relacionado con eso, todos los instantes dónde Victoria se enojo o se puso celosa por alguna de sus novias....

Era por eso. Ella lo amaba.

──¿Qué...?──Logro decir.

Aún no se creía aquello, eso no podía ser, porque eso explicaba muchas cosas y todo, pero al mismo tiempo es incorrecto. Ella es su sobrina y casi doce años menor que él...no se podía.

──Te amo y lo hago desde hace tiempo y...

La chica fue callada por un beso, sí, un fuerte y apasionado beso que la hizo sentirse por las nubes.

Sus bocas parecían haber sido diseñadas para estar juntas, encojaban perfectamente una con la otra. Esto era acompañado por sus lenguas que se movían completamente afines, como si aquello fuera algo que hicieran todos los días.

──Detente. No podemos── Susurro, separandose de ella y mirándola, se veía tan hermosa y más con sus mejillas sonrojadas──. Esto está mal...

──Tú fuiste quien me besó──miro a los ojos de su tío adoptivo y aquel hombre a quién amaba como una loca──. No sabes cuánto tiempo he deseado esto, así que por favor, déjame estar contigo esta noche──Susurro, acercándose la oído del telepata──. Yo quiero esto y sé que tú también.

Acto seguido volvieron a unir sus labios, está vez en un beso con mucha más pasión y que indicaba que algo más iba a pasar. Victoria tiro a Charles de forma que quedó por encima de él.

Ambos se miraron por unos segundos. Él, Charles Xavier, jamás había visto los ojos de aquella chica de aquella manera, estos ojos eran unos llenos de adrenalina y lujuria. Y ella, Victoria Lehnsherr, deseaba verlo de esa forma desde hace mucho tiempo.

──No podemos....

──¿Por qué? Ambos queremos esto, ya deja esa excusa de que no podemos, sí podemos y debemos...

──Es que me siento mareado y...

──¿Qué tipo de excusa es esa? Es la peor que he oído en mi vida. Pero esta bien, si es lo que quieres está bien....pero mañana será otro día y no me creeré esa excusa, no otra vez──Sonrio con picardía.

Charles salió del cuarto de Victoria y corrió enseguida al suyo para inyectarse el suero que lo ayuda a mantenerse en pie. Le dolía la cabeza y la mayor parte del cuerpo....pero aún así una sonrisa boba salió de sus labios al recordar lo que había pasado hace unos minutos...

Victoria lo ama y él también la ama. De eso estaba seguro y esos eran unos sentimientos que había guardado hace tiempo, porque no creía que lo de ellos pudiera llegar a algún lugar y que ella lo amaría. Pero ahí está él, con un dolor que lo carcomía y sin importarle, solamente por lo que acaba de ocurrir....tal vez debió quedarse.

En serio les pido disculpas,,so se suponía que subiera el capítulo hace un par de semanas y nada que lo subí pq soy tremenda perezosa y tenía pereza de terminar de corregirlo todo.

En fin gente,, también quiero pedir disculpas porque el capítulo está muy corto con "1110" palabras y se suponía que está historia tuviera capítulos de 2000 a 4000 palabras. pero se entiende porque es una introducción (?