La Última Cena

Chum fue a jalarse la churumba al sofá, esto lo hacía para alegrarse un rato mientras llegaban los invitados (debido a que se le había acabado la yerba y los talcos)...

Los fuertes vientos golpeaban las grandes puertas, a consecuencia que Chum se asustará de repente, temblando mientras hacía tal necesidad humana en el sofá, apuntando su pistola a todas partes, dejando todo su rastro alrededor.

Luego de 15 segundos, Chum quería ser el chistosito, cuando a éste se le ocurre una malévola obra, mientras apuñalada al gato, y finalmente, éste fue al sótano a buscar ratas, repentinamente encuentra una de muy mal aspecto, de la cual, se estaba comiendo a todas las ratas del alrededor violentamente y Chum sin darse cuenta de lo salvaje que era esa rata, desprevenidamente con un palo las aplasta a todas con un golpe seco en la cabeza.

A diferencia de las demás ratas, la portadora del virus Z estaba completa, sin ningún rasguño, en cambio las demás estaban descuartizadas.

Chum Fue super pendejo de no darse cuenta que prácticamente era una rata zombie, tomó a la rata salvaje muerta de la cola, y mientras va caminando en el pasillo de su casa, empieza a reírse por tal acto que haría, finalmente metió a la rata al horno, en un plato y la cocinó, hasta asarla, y luego de unos 20 minutos, sacó a la rata y comienza a prepararla, le pone unos tomates encima como ensalada, preparativos y su fórmula secreta para que la comida sepa cómo una divinidad al probarla, una comida tan exquisita, como probar la virginidad de una chica en nuestro mayor apogeo, era una rata muy gorda, negra, descompuesta y fea.

Chum ya estaba acostumbrado al mal olor gracias a su modo de vida, y no logró percibir el olor a carne muerta como algo desagradable, ya que él lo percibía como algo normal.

Mientras ocurría todo esto, Chum trató de limpiar toda la casa, colocando aromatizantes por todo el lugar, limpiando las ventanas con pañuelos, cambió las telas de los sillones, y con luz ultravioleta, logró percibir toda la evidencia, así que, toda la leche de burra, fue limpiada milagrosamente por él.

La rata tenía algo peculiar, echó un vómito negro en el plato sin que Chum se diera cuenta, y parecía que esa rata era una de laboratorio que misteriosamente había llegado a su sótano.

-Haré que estos majes piensen que la cena será está crujienta rata de alcantarilla -susurró Chum picarescamente, con una mirada perturbadora.

Escondió la carne que había preparado anteriormente en el microondas.

Chum colocó el platillo de la rata asada sobre la mesa, con un plato encima, olía a carne de res, incluso olía muy bien esa rata asada con los vegetales y los preparativos que le pusó, ya que era un genio en la cocina.

Tocan la puerta muy fuerte de pronto...

Chum se asusta por tal ruido, ya que pensó que era la policía, y le incautarían toda la droga que el pensaba que tenía por algún lado, ya que era muy desordenado, y perdió la mota en su desvergue, y se había cagado, no soportaría la idea de ir a prisión, así que fue a ver, con un palo en la mano, y mira que es su padre tras el vidrio.

-Que alivio, no es la policía -suspiró Chum muy alegre, mientras abre la puerta y suelta el palo.

-¡Que ondas mi gordo favorito! -gritó su padre con mucha euforia, mientras pasa por la puerta.

-¡Que ondas viejo feyo! -gorjeó Chum. Mientras abre la puerta completamente.

- Ya llegará tu hermano, comportarte como tal - intervinó su padre acostándose en el sofá viendo las porno a bajo volumen que tenía Chum en ese momento-. ¿Y la mota dónde está? Quiero fumarla y divertirme un rato.

-Toma asiento, claro papá -murmuró Chum mientras cierra la puerta-. Pinche viejo abusivo y malcriado sin educación - añade de nuevo Chum con voz baja-. No papá, ¡consigue tu propia mota!.

-No seas mamón, maldito gordo sin gracia -alegó su padre, empujando sus manos desanimado.- ¿Puedo ver que hay en ese plato? -preguntó levantando la mirada curiosamente, con el ceño fruncido-. Ese plato si que tiene un aroma muy delicioso.

- Lo siento, es una sorpresa -aclaró Chum levantando las manos y abostezando.

- Allí has de tener la ¡mota!, deja de mamadas y no seas maje - lloriqueó su padre, con una mirada seria.

Ambos toman asiento en los sillones de la sala...

-¿Porque no terminaste la secundaria maldito gordo? - preguntó su padre interviniendo sarcásticamente.

- No la termine, porque me afecto la muerte de mi madre, y que sentido tendría mi vida sin ella, y necesité tu apoyo en los estudios - respondió Chum con una mirada triste-. Pero cada vez que te pedía dinero para un cuaderno, o lo que necesitará en la escuela, tu me respondías: "No tengo para eso, solo tengo para los ¡condones! ¡La cerveza! y la ¡mota!" -alegó Chum, diciendo la última parte en tono de niña pequeña.

-Tenias que superarlo Chum - añade su padre tomando el tequila que estaba justo cerca del sofá-. Y ¡sí!, ¡era pobre!, en el ¡ejército jamás le pagaban bien a uno!.

-¿¡Y tú quien carajos eres para decirme esto!? -alegó Chum con la mirada de frente, mientras se acomoda aún más en el sillón-. Cuando murió mi madre, tu ibas solo donde las ¡putas!, a que te ¡pisarán!, ¡maldito viejo decrépito!, ¡no te afecto! la ¡muerte de mi madre para nada!, sé que la engañabas, y allí estaban los ¡malditos gastos de los condones, por el cual no termine la primaria!.

-¡Mira Gordo maje marica!, a mi me ¡respetas!, yo soy tu ¡padre!, anda rebaja esa bolsa de ¡mierda! que tienes como pansa, y sé porque no tienes novia, porque la ¡bola de grasa! que tienes como pansa esconde tu ¡pito diminuto!, y piensan que tienes vagina, incluso yo pienso que tienes vagina  - manifiesta su padre con cierta gracia, valga la redundancia.

Chum Baja la mirada, porque en cierto sentido su padre tiene razón, y se preguntaba en su interior «Tiene la ¡puta razón!, mi pansa esconde mi pito, incluso me cuesta ¡jalarme el ganso!, tengo que levantar mi pansa para hacerlo, tengo que rebajar está ¡mierda!, ¿mi papá será un puto psíquico?».

De repente tocan la puerta de nuevo...

La tocaron tan fuerte, que el padre de Chum, mientras mataba asfixiado al ganso de escondidas con sus manos, por los vídeos playboy que veía, se vino por toda la sala, como una ametralladora  sin rumbo.

Chum fue a ver quién era, y miró tras el vidrio que era su hermano Manuel Mason, que esperaba en la puerta.

Mientras todo esto pasaba, su padre, trató de limpiar toda la leche con camisas de Chum que estaban arrojadas por allí, y quitó todo el rastro, pero no al olor del todo.

Chum abrió la puerta con una expresión feliz...

-¡Que ondas Chum!, ¡wass up! ¿siempre rebajando esa grasa? -preguntó Manuel muy alegre en la entrada con la mirada a Chum.

-¡Que ondas Manuel!, ¡si!, ¡Wass up! ¿¡Y la mota!?, ¿¡Dónde está!? ¡rebajaré la pansa!, pero solo si me chupas la grasa a través de un pequeño interruptor que tengo abajo «se interrumpe a si mismo por las carcajadas que tenía...» - me extraerás la manteca, pero la grasa te vendrá ¡blanca! -gritó Chum muriéndose de la risa e interrumpiendóse de nuevo-. Me haría delgado gracias a ti, te hincharás de pura leche que te dará proteínas para crecer sano y fuerte - dijó entre carcajadas, agarrándose de la puerta, Mientras a puras penas está de pie, por tal risa, como un ataque epiléptico.

-¡Tu siempre de gracioso hermano!, ¡me gusta que seas gracioso!, ¡porque un obeso sin gracia no es de confianza! - gritó Manuel riéndose del momento. Mientras esta entrando por la puerta de la casa.

-¿Y papá? ¿Está en la sala? - Preguntó Manuel con la mirada indecisa buscándolo.

- Está viendo las Porno en la sala - respondió Chum señalando con su mano la ubicación de su padre.

- ¡Ese es mi viejo! Nunca se lo llevará la chingada ¡Próstata! ¡Yeah! - exclamó Manuel muy emocionado mientras camina hacia la sala y se dan un abrazo.

- Yeah, ¡tu si sabes! La próstata se muere o con la mano, o con alguna puta, jeje -aclamó su padre con mucha euforia-.¿Donde esta mi hijo favorito? -preguntó nuevamente su padre con las manos extendidas muy alegre, esperando abrazarlo, mientras estaba nervioso, por el poco olor a semen que había a su entorno.

- En la pansa de alguna puta - respondió Chum con las manos en la boca, en tono de burla.

-¡Cállate! gordo ¡maje! - alegó su padre mientras estaba en el sillón con el tequila, mientras pasaron 10 segundos incómodos, hasta que de pronto... -. Los amo a los dos, son lo mejor que me ha pasado en la vida - gritó su padre con lágrimas en los ojos, su padre es alguien muy sensible e hipócrita al mismo tiempo.

- También te amamos - manifestaron los dos hijos con caras de ¿Se pondrá a llorar mi padre de nuevo?.

Para ellos era costumbre insultarse y bromear pesadamente.

- ¿Y ese olor? ¿Es semen? -preguntó Manuel con el seño fruncido muy asombrado.

- Seguramente tu hermano fue el que apuñaló al gato -respondió su padre, con un poco de fobia a ser descubierto.

- Vete a la Verga viejo maje, yo limpié todo, seguramente fuiste tú, aunque lo dudo por tu impotencia -aclaró Chum un poco molesto, pero con un poco de risas.

- A mí no me dirás ¡impotente! Mi pistola aún sirve gordo, y no nos los niegues, como no tienes novia y nunca la has tenido, solo cumples tus deseos sexuales en una seción de solo tus manos y tú -respondió su padre enojado, pero con euforia.

Chum prefirió quedarse callado, estando un poco lógebro, mientras con una de sus camisas que estaban en el suelo, limpió el sudor de su frente.

- ¡Mierda! ¿Porque huele a semen esta camisa? -preguntó Chum confundido, y con asco, ya que había una gran porción de semen en su rostro.

- ¿No es tu semen pues? -preguntó su padre, picarescamente.

- ¡Esto no es mío putitos! -lloriqueó Chun con mucho asco, limpiando su frente con sus manos.

- Tú fuiste y no te acordas, como la vez que te cagaste en todo el pantalón, y negaste que era tú misma mierda - gritó su padre, muriéndose de la risa junto con Manuel.

- ¡Es cierto! esa vez te cagaste, y ni cuenta te diste que fuiste ¡tú! -replicó Manuel riéndose mucho.

-¡Yo estaba drogado putos! -respondió Chum, como que fuera una gran argumento.

- Tú te drogas todo el tiempo, no mames gordo, si la mota te hiciera engordar, ya estuvieras más hinchado que una ballena - respondió su padre, con un ataque de risas con Manuel, no aguantaban la euforia que tenían en sus rostros en ese momento.

Chum prefirió guardar silencio en ese momento...

-Quiero ver lo que hiciste como cena
-manifestó Manuel con hambre.

- ¡Uala!, ¡miren! y ¡sorprendánse putitos! -aulló Chum con las manos extendidas hacia arriba, como que si lo que cocinó fuese una divinidad.

Estos se dirigen a la cocina y toman sus asientos en la mesa del comedor.

Había un enorme plato con una tapadera encima sobre la mesa.

Éstos se entusiasman por esperar que habría en ese plato.

Chum levanta la tapadera en cámara lenta, todo parecía congelado en ese momento.

Cuando finalmente levantó la tapadera, éstos ven a la rata asada, que incluso sigue vomitando un fluido espeso de color negro.

«Se admiran y se enojan»

- ¡Tú! eres el ¡gordo más pendejo que he conocido en mi vida!, ¿¡que carajos es esto!? - preguntó su padre con desepción-. ¡Incluso se cagó en el maldito plato esa rata apestosa!, ¿eso negro que emana de ella es mierda?

-Es lo que tu decías que ¡olía! como una ¡delicia! ¡maldito viejo decrépito!, y lo negro no sé que putas es - aclaró Chum riéndose de los dos.

-¡Sí!, no te lo niego, huele muy bien, pero esta mierda no me la comeré - añadió su padre tomando una postura cómoda en la silla de la cocina.

-¿¡Que carajos es esto!? - preguntó Manuel con una mirada de WTF, y con las manos arriba en forma de ¿Que está pasando?.

- Es tu ¡cena!, ¡pendejo!, empiecen a comer -contestó Chum muy serio.

-Tu si que estas ¡enfermo de la cabeza! - reprochó Manuel con una mirada muy confundida.

Chum empieza a partir con un cuchillo las patas de la rata...

Su padre se puso aún más confundido, y no lo podía creer.

-Es una ¡broma!, Ustedes me conocen, no necesito un maldito hospital psiquiátrico aún, la verdadera comida está en el microondas, jajaja -Manifiesta Chum muriéndose de risa.

Manuel y su padre cruzan las miradas, y comienzan a reírse...

Y Chum Fue a lanzar a la rata que tenía como comida a la calle con su respectivo plato y ensalada...

De repente se escucho un estruendo en el basurero proveniente de afuera, como que si alguien fue a recoger la rata...

-¡Gracias por la rata asada! ¡Son la onda! - berreó un vagabundo que estaba por allí-. ¿No tienen mota para acompañar a esta sabrosa rata? Sería una buena combinación.

- ¡No hay de que!, todo es para la ¡caridad!, Y con respecto a tu petición, si ni siquiera tengo ¡mota para mí!, hermano - Le grita Chum a través de la ventana al vagabundo.

-¿!En serio no tienes mota!? -Gritaron en forma de coro Manuel y su padre muy preocupados.

- Callense, la mota no la compartiré con un vagabundo -susurró Chum con una mirada nerviosa.

Ellas le responden con una mirada, diciendo, es cierto, tienes razón.

El vagabundo finalmente se marchó, a comerse la rata en una esquina, de manera muy hartona, como que fuese la última comida en el planeta.

Finalmente, Chum saca la carne y todos se admiran de lo deliciosa que se veía está carne y estaban muy hambrientos como un zombie.

- ¡Que rica se ve la carne!, de hecho prefiero comer está deidad que ¡chuparle la vagina a una mujer en este momento! - gritó su padre con mucho ánimo.

-Mejor dicho que chuparle el pito a un negro, jajaja, al del WhatsApp -gritó Chum Mientras tenía otro ataque de risas en la mesa.

- ¡Pobre pendejo! -musitó su padre con la mirada abajo, con un tono de voz muy grave..

Posteriormente Chum sirve la carne a su hermano y a su padre en los platos correspondientes.

- Padre nuestro, gracias por esta comida que nos has puesto en la mesa amén «Chum durante la oración Susurra» - Que mi padre sea menos pendejo y puto.

Todos comienzan a comer...

-¡Que rica esta está comida putitos!, te ¡admiro hermano! - ovacionó Manuel con la boca Llena y saboreando la comida.

- ¡Yo mataría por esta comida! - exclama su padre mordiéndose los labios.

- ¡Me encanta que les guste!, lo hice especialmente para ustedes -aulló Chum Mientras tenía todo el hocico lleno de comida como un animal.

- Deberías de trabajar como crítico de la comida - añadió Manuel.

- No es mala idea - respondió Chum con cierto grado de Soberbia.

-No le digas eso a tu hermano, se pondrá más obeso de lo que está, jajaja - vociferó su padre entre carcajadas.

- Ah sí, que graciosito - contestó Chum señiendo su cara de estúpido.

Terminan de comer...

-¡Adiós!, me tengo que ir - Dijo su padre.

- ¡No!, pasa la noche ¡acá! papá - expusó Manuel confundido, con una mirada muy dudosa.

- No puedo, tengo cosas por hacer - respondió su padre con una mirada pícara y saliendo por la puerta

- ¡Deja a las putas tranquilas! - gritó Chum con una cerveza en la mano.

Se ríen y se despiden...

Luego que cierran las puertas, Chum toma un vaso de leche y se va a su habitación a encender la televisión a bajo volumen, y Manuel se fue con una mirada triste a su habitación.

Luego de una hora finalmente Chum apaga la televisión y se duerme, y Manuel ya estaba muy en proceso...