Yoongi había decidido, desde que supo que lo que Jimin tenía era un esguince, que usaría uno de sus deseos para curarlo. Fue algo que estuvo rondando su mente durante las siguientes horas de turno que le quedaban, porque si bien tenía un buen propósito no lo sentía del todo correcto.

Si curaba a Jimin, le evitaría la pesadez de cargar con la férula y el usar muletas para movilizarse. Desde luego eso calificaba como buena acción, pero si pensaba más a fondo en el asunto llegaba a la siguiente pregunta: ¿Por qué curar a Jimin y no a los demás pacientes? Entonces, cuando llegaba a ese punto de su dilema existencial, se decía que podía curar a todos sin excepción; solo que no era tan sencillo como sonaba.

Había demasiado por pensar y él ya se estaba armando un lío en su cabeza por esa pequeña decisión ¿Estaría bien sanar a todos? ¿Y si había alguien que no quería ser sanado? ¿Sería lo mejor evitarle el sufrimiento a todos, aunque él haya pensado desde hace algún tiempo que el dolor era lo que nos convertía a todos en humanos?

"El problema es que piensas demasiado." Yoongi casi había dejado caer la jeringa, que había utilizado para una inyección, al suelo debido a la impresión.

"Demonios, Taehyung, deja de asustarme." Dijo, con una mano en el pecho y apresurándose en desechar la jeringa usada.

El rubio se encogió de hombros, acercándose a mayor y pasando un brazo por sus hombros.

"Tú te asustas con todo." Declaró sereno. "¿En qué piensas tanto? Se supone que te vería en la sala de urgencias hace cinco minutos; vine porque creí que algo te había ocurrido y te encontré en un estado de trance absoluto."

Yoongi trató de ignorar la calidez de los brazos ajenos y se separó lentamente.

"Lo siento, me distraje." Se excusó, sin hacer contacto visual. Taehyung bufó.

"Lo sé, por eso pregunté en qué piensas tanto."

"No es la gran cosa." Elevó la mirada lo suficiente como para observar los curiosos ojos saltones de su amigo y suspiró rendido. "Quizá me encuentre en una crisis existencial, no lo sé." Taehyung se mantuvo en silencio, pero atento. "¿Puedo preguntarte algo?"

"Lo que sea, Yoongi. Sabes que sí."

"Si pudieras salvar a alguien en este hospital, ¿lo harías?"

"¿Qué? Por supuesto." Yoongi chasqueó la lengua.

"Y si pudieras salvar a todo el planeta de cualquier mal, ¿lo harías también?"

Taehyung parpadeó, confundido por la repentina pregunta.

"Sería como el héroe de todos, ¿no es así? Creo que lo haría, aunque no aceptaría fama ni reconocimiento; no es mi estilo." Hizo una mueca negando, Yoongi sonrió.

"Entonces, imagina que lo haces. No más enfermedades crónicas ni virales." Sonrió ante el pensamiento. "Todo bien, pero ¿qué hay de nosotros? ¿cuál sería nuestra función? O, en otro caso hipotético, ¿Qué sucede si alguien no quiere nuestra ayuda?"

Taehyung frunció el ceño y se cruzó de brazos antes de sonreír nuevamente.

"Ya veo por dónde vas." Fue lo primero que dijo. "Pero te estás olvidando de algo importante aquí." Al ver la expresión confundida del pelirrojo, decidió continuar. "Todos, sin excepción, tenemos algo por lo que seguimos luchando." Explicó con simpleza, Yoongi ladeó la cabeza con algo de confusión. "¿Has ido a la sección de oncología, en pediatría?" El más bajo asintió. "¿Has visto el semblante o la sonrisa de los niños cuando ven a sus padres llegar antes de una quimioterapia?" Yoongi tardó en asentir, mirando a Taehyung suspirar. "Cada niño sabe por lo que está pasando, conoce de su situación y lo que conlleva; pero cuando ven a sus padres... ellos simplemente se sienten reconfortados y felices de tenerlos ahí; incluso me atrevería a decir que es algo recíproco. Los padres salen del hospital cada día con la inquietante duda de si su hijo o hija seguirá con vida al día siguiente. Lo más probable es que no puedan dormir por las noches con tranquilidad, pero aun así se presentan aquí con una sonrisa para hacerle saber a su hijo(a) que serán fuertes por él o ella."

"Yo..."

"Y sé lo que vas a decir. El dolor nos hace humanos, lo sé y no voy a darte la contraria porque concuerdo con ello; sin embargo, no cambiaré de opinión. Incluso si alguien diga que no quiere ser salvado, hay otra persona allá afuera esperando su recuperación." Tomó una bocanada de aire antes de volver a hablar. "Creo que si pudiera desear algo, sería que encontremos una cura para cualquier enfermedad. Ya sabes, el dolor está bien; pero no debes dejar de lado la felicidad que tendrá la familia del paciente al enterarse de que el mal que atormenta a su ser querido tiene solución. No hay comparación, Yoongi, así de simple."

En ese preciso momento, Yoongi quería decir tanto. Quería decirle a Taehyung que era un maldito genio y que su corazón era tan noble que simplemente hacía que el suyo anhelara lo imposible con mayor fuerza; podría haberle dicho todo eso, pero prefirió demostrarle lo que sentía dándole un abrazo... porque no podía hacer más que eso.

"Yoongi, Yoongi, en eso eres igual a tu hermano." Taehyung sonrió, dándole una palmadita suave. "Siempre quieres hacer feliz a todo el mundo."

El pelirrojo se escabulló de abrazo, con repentina confusión.

"¿Qué?"

"Sí, creo que no te das cuenta, pero así es." Se encogió de hombros. "El problema, querido, es que no puedes hacer feliz a todo el mundo con tus decisiones. Siempre vas a decepcionar a alguien, quieras o no."

"Oh, cállate ya." Yoongi intentó golpearlo. "Mejor vamos a hacer nuestro trabajo. Me das un poco de miedo cuando te pones así de filósofo." Bromeó.

"Lo que digas, Yoon." Taehyung le guiñó el ojo derecho, juguetón, y ambos se dirigieron a urgencias; todavía había trabajo por hacer.

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Durante las siguientes horas su mente se enfocó en lo que realmente importaba: hacer un buen trabajo con los pacientes que atendía. Suturó un par de heridas, recogió y revisó algunos exámenes pendientes sobre casos anteriores y ayudó en cuánto estaba a su disposición a los doctores de turno. No siempre era así de fluido su día, debía admitirlo, pero cuando los astros parecían estar de su lado; el cansancio era disipado por su vocación.

Cuando Taehyung se despidió de él en el cambio de turno y le dijo que debía comer algo o se desmayaría en cualquier momento, no le prestó mucha atención. Viéndolo en retrospectiva, ese fue su primer error.

No tardó demasiado en seguir el ejemplo de Taehyung y, a paso lento, se dirigió a la habitación del genio, solo para encontrarlo viendo entusiasmado una caricatura en la televisión.

"¿La pequeña Lulú?" Preguntó, cerrando la puerta detrás de él. Jimin volteó para mostrarle una de las mejores sonrisas y ojitos de arrepentimiento que tenía.

"Es divertida." Explicó, encogiéndose de hombros. Se estiró un poco para tomar el control de la televisión y apagarla. "Tardaste mucho en venir, estaba muy aburrido." Hizo un puchero. "Por cierto, ¡mira esto!" El rubio exclamó, señalando la férula en su tobillo y parte de su pierna. "Siento que tengo ocho medias puestas." Rio.

"No la tendrías si no hubieras salido del almacén." Recordó, alzando una ceja e intimidando a Jimin, quien se coloreó al instante.

"Perdón, manzanita, pero Taehyung vino y yo no sabía qué ha-..."

"Espera" Yoongi cortó. "¿Taehyung?"

"Sí, él mismo." Asintió. "Él fue bueno, pero hablaba mucho y..."

"¿Qué le dijiste?" Yoongi parpadeó y pasó una mano por su cabello. "Estabas con la ropa de limpieza cuando te encontré." Hizo memoria. "¿Le dijiste eso a Tae, que eras del personal de limpieza?" Jimin volvió a asentir, con algo de miedo. Yoongi, en cambio, sonrió. "Ese es mi chico." Soltó en son de broma, acercándose lo suficiente al menor como para ponerlo nervioso.

"¿N-no estás molesto?" Yoongi frunció el ceño, negando.

"Lo estaba; sin embargo, debo reconocer que no podía mentir con algo así. Sabía del riesgo que conllevaba traerte aquí, pero tampoco quería dejarte solo en el apartamento así que fue mi culpa también." El tono tranquilizante que usó el enfermero hizo que las dudas de Jimin se esclarecieran; se sentía bien cuando le hablaba así... como si realmente le importara.

"Ahora" Continuó. "estoy un poco cansado y debemos volver a casa." Jimin asintió e hizo el intento de bajarse de la cama. "Hey, hey, no puedes hacer eso." Yoongi lo detuvo. "Tengo algo que pedirte antes."

Jimin sonrió, juguetón.

"¡Fantástico!" Exclamó, acomodándose sobre la cama. "Soy todo oídos."

"Tú... puedes, ya sabes, ¿curarte a ti mismo?" Yoongi quería que la tierra lo tragase en ese momento, cuando Jimin no respondió. "L-lo pensé mucho y no tiene caso que no puedas caminar mientras aquí, te pierdes de la diversión, entonces... ¿puedes?"

Al menor le costó trabajo, pero terminó asintiendo, perplejo.

"¿Quieres usar tu deseo en mí, de nuevo?" Cuestionó. "¿Por qué?"

"¿Por qué no?" Fue la respuesta inmediata, algo que sorprendió a ambos. Yoongi se dijo que debía pensar antes de hablar y se mordió la lengua. "Digo... bueno, es mi deseo después de todo, no cuestiones." Cuando Jimin iba a hablar, Yoongi prosiguió. "Además, quiero pedirte que hagas que exista una cura para cualquier enfermedad; no importa si el tratamiento es largo... solo que pueda ser curada, ¿podrías?"

"Si es lo que quieres, lo haré." Yoongi asintió, indeciso. "Quedan 11, Yoon, úsalos sabiamente."

El mayor no tuvo oportunidad de responder, porque en un chasquido Jimin dejó de usar la férula y lo miraba con los ojos abiertos.

Yoongi estaba por explicarle al otro cuál era el plan que había ideado para sacarlo de allí sin levantar sospechas; hasta que se le ocurrió algo mejor.

"Jimin." Llamó, captando la atención de chico que ahora se encontraba jugueteando con las sábanas.

"¿Si, Yoongi?" Dejo de jugar y observó la peculiar sonrisa que portaba el mayor.

"Tengo otro deseo." Jimin se permitió sorprenderse, quizá se había tomado muy en serio esto.

"¿Cuál es?"

"Teletransportación, justo ahora." El tono de Yoongi era el de una persona que había tenido la mejor idea en siglos, Jimin soltó una carcajada. "Estoy muy cansado como para fingir que te llevo afuera como un paciente normal, ¿vale? Extraño mi cama."

"Si es lo que quieres..." Yoongi, con emoción, dio una respuesta afirmativa. "¡Recuerda que son irrevertibles!"

El pelirrojo se acercó al genio, sentándose al lado en un reducido espacio, y murmuró.

"Mis deseos, no los tuyos." Jimin puso los ojos en blanco.

"Bueno, si quieres desperdiciarlos así no es mi problema." Burlonamente, le mostró la lengua como si fuera un niño de 2 años. "Yo solo estoy aquí para complacerte."

Yoongi sacudió a cabeza y asintió. Otro milisegundo, apenas un parpadeo, y se encontraba en la calidez de su hogar. Nuevamente, recordando todo esto, podría decir que ese había sido su segundo error.

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Yo sé que esto parece relleno, pero la verdad es que me tomó bastante pensar en todo y no, no lo es lol.
Tengan linda tarde😸