Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14

Yoongi juraba estar siendo alimentado más de lo que lo había estado durante todos sus años de vida. Jimin se había tomado en serio las indicaciones del doctor y no hacía más que estar a su lado, viendo por él y mimándolo. Esa es una de las razones por las que las horas casi ni las sentía.

El lunes Taehyung, Seokjin y Namjoon tuvieron que volver a sus trabajos. Jungkook no tuvo más remedio que irse con su hermano, ya que este lo había castigado sin llaves y la única copia la tenía el mayor así que era quedarse afuera o irse temprano.

"No tuve elección" le dijo al pelirrojo cuando se despidió.

Entonces solo fueron los hermanos Min y Jimin, aunque no por mucho ya que Hoseok alegó estar cansado por el trajín del viaje y aprovechó en dormir temprano. Yoongi, por otro lado, había estado descansando y comiendo tanto tiempo que invirtió el tiempo restante en hablar con Jimin, este último con las energías al límite. Ambos estaban sentados sobre el piso, recostados en el sofá donde anteriormente había estado el mayor. El espacio era el suficiente como para mantener distancia, pese a ello el codo de Jimin chocaba con el del mayor y sus piernas, estiradas, estaban cerca una de la otra. De esta manera, compartieron anécdotas y algunos datos que no habían mencionado antes. Jimin le contó de los países que había visitado y le dijo que daría lo que fuera por visitar de nuevo todos esos lugares, pero con la opción de quedarse como turista y disfrutar de cada uno de los escenarios que el país pueda brindarle.

Yoongi le habló de los pequeños trabajos que tuvo antes de empezar a ser enfermero. Le explicó que había sido difícil al no contar con el apoyo de su padre, pero que igualmente pudo salir adelante con su propio esfuerzo, algo de dinero que su mamá había dejado para él y alguna ayuda que no pudo negarse a recibir de Seokjin. Aquello último lo había dicho con las cejas fruncidas y un gruñido al final, lo que ocasionó una risa en Jimin.

"Él luce como un buen amigo, muy bueno de hecho" Comentó. Yoongi asintió.

"Es como un hermano también. Igual que Jungkook y Hoseok, los considero mi familia" Jimin, al escuchar eso, frunció ligeramente las cejas.

"¿Y Taehyung?" Preguntó. Yoongi se tensó visiblemente. Sus hombros cayeron al igual que su expresión. Se tomó un segundo en responder la misma pregunta en su cabeza. Las esquinas de sus labios apenas se estiraron.

"Estoy seguro que Hoseok no quisiera que lo llame familia a menos no hasta que se casen en un futuro, ¿no crees?"

Jimin asintió, no muy convencido.

"Ellos son muy lindos, ¿sabes cómo se conocieron?" Volvió a cuestionar, esta vez para cambiar un poco de tema.

"En realidad, fui yo quien conoció primero a Taehyung. Luego, el destino hizo lo suyo, supongo" Se encogió de hombros, recordando la historia. Llevaba tiempo sin pensar en ello, se sorprendió cuando lo notó.

Con añoranza, recordó su primer día en Busan. El cuarto que consiguió con lo poco que tenía, la dificultad al tratar de conseguir alimentos y la Luna siendo su compañera fiel. Lo recuerda todo, no había manera de que pudiera olvidarlo.

Había terminado el curso de Enfermería en su hogar natal, Daegu, y tras conseguir la vacante al puesto que había aplicado en un hospital de Busan, no dudó mucho en mudarse. Dejó a su padre y hermano, este último sin ánimos de dejarlo ir, para ir en busca de su propio camino.

Tenía 23 cuando pisó por primera vez el hospital donde sería interno. Recuerda los nervios y la emoción a flor de piel. Uno de los doctores le había pedido su asistencia en la sala de urgencias y fue allí donde todo inició. Yoongi no era de piedra, él era en realidad bastante sensible y amistoso, pero cuando se trataba del trabajo, dejaba todo eso de lado.

Algunas personas decían que el hospital era un lugar terrible y aunque Yoongi tuviera sus emociones controladas y amara su trabajo, debía aceptar que, al menos, no era el mejor lugar de todos. Era época navideña cuando llegó y sabía que los accidentes no se detenían por las festividades, así que no tuvo que esperar mucho para ver a pacientes con lesiones graves o cortes profundos. Las primeras horas fueron todo un reto pese a la excelente preparación, él consideraba, había tenido en el instituto. Estar en emergencias y recibir pacientes con sangre en sus cuerpos, algunos histéricos, otros en estado de shock y unos cuantos resignándose a esperar un diagnóstico que les permita tener una muerte no muy dolorosa; era tanto extenuante como doloroso.

Nunca había experimentado lo rápida que podía llegar a ser la muerte, en cuestión de minutos e incluso segundos. Recuerda cuando vio su primera muerte ese día, luego de sus prácticas sabía que nada sería sencillo, pero ver a ese pobre e inocente hombre perder la vida frente a sus ojos fue demasiado y lo derrumbó por completo.

Cuando fue interno y estuvo a prueba, pasó por situaciones que ni siquiera había pensado que existían. Algunos casos eran difíciles de creer y otros eran difíciles de soportar; sin embargo, no había otro lugar en la Tierra donde Yoongi quisiera estar.

Durante su primer mes, llegaron nuevos internos y uno de ellos fue Taehyung. La primera vez que lo vio Yoongi creyó estar soñando. El chico era un poco más alto que él. Él tenía los pómulos perfilados, nariz algo ancha y el cabello igual de negro que sus ojos. Hijo de la noche, ese fue el primer pensamiento que tuvo. Tenía el porte de un tipo duro, hombros anchos y torso definido. Sin duda, el tipo de Yoongi.

No hablaron desde un primer momento, aun si Taehyung fuese parte de la sección de emergencias al igual que el mayor. El tiempo nunca estaba de su lado. Eso hasta que llegó un niño de aproximadamente unos 9 años. Al parecer, se había cortado con un cuchillo que sus padres habían dejado al alcance del infante cuando ellos preparaban la cena. Cuando Yoongi lo vio, supo que hacer de inmediato. El corte no era el más profundo, pero parecía ser realmente doloroso por cómo lloraba el muchachito. Su llanto desgarraba su corazón, era una escena que hubiera preferido no ver. Los niños era su debilidad.

Había decidido hacerse cargo del niño cuando otro llanto más leve y calmo lo sorprendió. Buscó de dónde provenía aquel sonido y lo descubrió. Taehyung tenía sus manos cubriendo su boca y los ojos llorosos. El pelinegro notó la mirada de Yoongi sobre él y rápidamente dejó de llorar. Se limpió las lágrimas y se acercó a Min, palmeando su hombro como si nada hubiera pasado.

"Yo me encargo" Fue lo que dijo. Su tono grave erizando la piel del contrario. Esa vez lo dejó pasar porque sabía que era algo que no iba a suceder nuevamente. Él se aseguró de ello.

Cuando tuvieron un descanso para almorzar aprovechó en interceptar a Taehyung para invitarlo a comer algo por ahí. El chico de ojos oscuros asintió sonriente. Yoongi hizo lo mismo.

Comieron a gusto en un restaurante cercano, intercambiando breves historias y los motivos que los llevaron a estar donde estaban en ese momento. Cuando Yoongi creyó que era adecuado sacar el tema del llanto a colación, lo hizo.

"¿Sabes? Cuando apenas llegué aquí, fue todo muy rápido y sorprendente. Ese mismo día, un paciente murió frente a mí. El doctor a cargo dijo que era algo que debía esperarse por la condición en la que había llegado, pero eso no me tranquilizó en lo absoluto. Le pedí un momento a solas luego de ello y, cuando me lo dio, fui al baño y vomité" Taehyung abrió sus ojos, sorprendido. Yoongi soltó una risa. "Sí, ahora me resulta algo que pueda comentar con libertad, pero en ese momento estaba aterrado. El punto es que dudé un poco de mí mismo ese día, pero solo tuve que pensar en los demás pacientes que aún podía ayudar y, aunque difícil, pude seguir adelante."

Taehyung estuvo a punto de hablar, pero solo terminó boqueando como pez.

"No voy a juzgarte por lo que vi antes, de verdad. Creo que si estás aquí es por algo así que solo tienes que demostrárselo a nuestros superiores".

Ese día, Yoongi inició una de las amistades que más iba a valorar.

Los meses pasaron y su relación se consolidó conforme iban hablando más. Yoongi sentía que el gusto que tenía por Taehyung iba más que un amigo. Lo quería, pero era diferente. De no ser así, no hubiera pasado minutos de su tiempo libre pensando en el sedoso cabello del menor o en el lunar que tenía bajo la nariz y que parecía avergonzar a Kim. Mucho menos se hubiera sentido bien en pensar cómo sería besarlo si quiera una vez.

Había pasado un año y meses desde que se habían conocido cuando Yoongi recibió una visita inesperada. Estaba saliendo de su turno de la tarde con Taehyung cuando vio a su hermano con una maleta esperando bajo un poste.

"¡Hoseok!" había gritado, sorprendiendo tanto a Taehyung como a sí mismo.

Su pequeño hermano no se veía igual de brillante como lo había dejado en Daegu, contrario a ello parecía más triste, como si estuviera cansado.

Hoseok escuchó el llamado de su hermano y fue directo a abrazarlo. Ninguno de los Min vio la reacción de Taehyung en ese momento, pero si lo hubieran hecho hubieran notado la mirada fija que este tenía sobre Hoseok. Sus ojos lo escrutaban con temor y curiosidad al mismo tiempo. El tipo de mirada del cual Yoongi no había sido objeto antes.

"Luego de ello, llevé a mi Hoseok al cuarto que había rentado y se quedó conmigo por un tiempo" Explicó Yoongi, sacudiendo su cabeza y bostezando. La historia no había sido tan sencilla de contar.

"¿Hoseok vino? ¿Sin tu padre?" Preguntó Jimin, totalmente inmerso en la historia.

"Vine para estudiar danza. Mi padre me apoyó al inicio o al menos lo intentó, pero echaba de menos a mi hermano y sabía que tenía más oportunidades de triunfar aquí" La voz de Hoseok se unió a las dos anteriores. El castaño lucía como si hubiera despertado recién. Sus labios formaban un adorable puchero y Jimin no se resistió a soltar un "aww" cuando tuvo oportunidad. Yoongi rio un poco, antes de volver a bostezar.

"Son casi las 4, hyung. Descansa un poco" El menor de los Min sugirió.

"Creo que tienes razón. Lo siento si te despertamos" Yoongi se puso en pie con algo de ayuda de Jimin.

"Sí, lo que dijo mi calabacín" Jimin concordó a su manera, logrando que las mejillas del pelirrojo se tiñeran de un rosa suave. Hoseok tuvo que aguantarse la risa para no avergonzar más a su hermano.

"Si sabes que eso ni siquiera es rojo, ¿no? No se acerca en nada a mi color de cabello" La vergüenza no le impidió defenderse. Pensó que había sido muy directo, por lo que pasó su brazo por la cintura del genio y lo atrajo hacia él en un abrazo.

Jimin perdió por completo la capacidad de respirar, devolviendo el abrazo como mejor podía. Sus manos se aferraron a la espalda baja del mayor y se permitió escuchar algo de los latidos del otro.

"Y-yo, no lo sé. Sonaba bien para mí" Respondió a duras penas. Pudo ser capaz de sentir a la perfección el inicio de la burbujeante risa que soltó Yoongi y pensó que no sería capaz de sobrevivir a algo así por segunda vez. Se sentía seguro siendo sostenido de esa manera por el mayor, ni siquiera iba a negarse a pensarlo.

"Bien, puedes hacerlo. No me molesta realmente" Yoongi le dijo al oído, evitando la mirada curiosa y divertida de su hermano. Se separó del más bajo para preguntarle si dormiría ya solo para recibir por respuesta un simple "Aún tengo energías, hyung. Iré luego a dormir" al cual Yoongi no puso resistencia.

Se fue a dormir, sin cerrar la puerta de su habitación y Hoseok aprovechó eso para sacar algo de la mochila que había dejado sobre la mesa de la sala de estar antes de sentarse en uno de los sillones y palmear el espacio vacío para invitar a Jimin a tomar asiento.

"Bueno, entonces, te gusta mi hermano, ¿no?" Preguntó como si lo que quisiera saber era le fecha de ese día o algo más sencillo como el clima. Jimin tardó en responder, mirando al suelo con dedicación.

"No lo sé. Sí, creo. Aunque no debería. Qué, no. Bueno, tal vez, ¿cómo puedo saberlo?" Hoseok le dio unas suaves palmaditas en su hombro.

"Yo creo que le atraes. No es algo difícil de ver, Jimin" El genio dejó de ver el piso para centrarse en el rostro del castaño, asustado.

"¿Cómo sabes mi nombre?"

"Yoongi me lo dijo y eso no es lo importante, te estaba diciendo que creo que le gustas. Y siento que es algo mutuo" Hizo una pausa para observar la reacción de Jimin, este lo miró con ojos de Bambi. Hoseok sonrió abiertamente. "Suponiendo que estoy en lo correcto, y lo estoy, como buen celoso hermano menor, debo decirte un par de cosas antes".

Jimin asintió aun si no entendiera del todo la situación.

"Esto que ves aquí lo hice yo" Mencionó, señalando la libreta de mediano grosor en sus manos. "Lo tengo desde muy niño, Yoongi me lo regaló en uno de mis tantos cumpleaños. Él trabajaba mucho, ¿sabes? Se esforzaba por ser bueno siempre y yo no entendía por qué lo hacía con tanto ahínco. Yo lo seguía y trataba de ayudarlo, incluso quise trabajar, pero cuando Yoongi se enteró me amenazó con dejarme estéril" Rio al recordar aquello. Jimin lo acompañó, imaginándose a un Yoongi joven preocupado por su hermano menor.

"Mamá nos amaba demasiado. Muchas de las cosas que dijo las anoté aquí hasta que llegó el tiempo que no tuvo fuerzas suficientes para dirigirnos un par de palabras si quiera. Desde entonces, esta libreta se convirtió en mi mejor manera de recordar lo que Yoongi ha hecho por mí" El castaño abrió una de las primeras páginas y se la mostró al rubio.

Había una foto de Hoseok de pequeño en algo que parecía ser una premiación. La versión pequeña del chico sonreía mientras alzaba la medalla que colgaba de su cuello.

"Esta imagen la tomó Yoongi. Fue un concurso de danza al que él logró inscribirme con lo que había ganado en sus múltiples trabajos. Él ayudaba a pagar mi escuela también y como trabajaba en una biblioteca cercana a nuestro hogar, traía algunos libros para mí" Los ojos de Hoseok estaban llorosos por el recuerdo. "Él no tenía que hacer todo eso, ¿sabes? Papá tenía dinero, no era demasiado, pero lo suficiente como para comprarme juguetes para mi cumpleaños o cualquier cosa que él creyera que yo necesitaba" El tono de su voz descendió en dos.

"Papá era un caso especial. Cuando mamá murió, se volvió peor. No conmigo, sino con Yoongi. Yo lo ayudaba en la oficina, pero no me dejaba hacer ni la cuarta parte de lo que mi hermano hacía para pagar los gastos de la casa. Y era malo con él, a veces lo regañaba por cosas que ni siquiera tenían sentido".

Jimin frunció sus labios, sintiendo la historia un poco familiar.

"Traté de hablar con él pero fue en vano, así que solo me quedó ayudar a mi hermano a escondidas y darle todo el apoyo y cariño que papá parecía negarle por alguna razón que desconocía" Hoseok hizo una pausa para tomar un respiro y observar a Jimin. "Cuando Yoongi se fue de casa, lloré mucho. A nuestro padre no le chocó como a mí, pero eso no me impidió estar atento a mi hermano. Le envié cartas para saber cómo estaba y Yoongi las respondía luego de un tiempo. Todas sus respuestas están en esta libreta" El castaño habló orgulloso.

"Seguro ya te lo imaginas, pero él un día encontró las cartas y me regañó por seguir hablando con Yoongi. Ahí me enteré por qué había tratado de esa manera a mi hermano. Yoongi no lo sabe porque papá nunca le dijo, pero él decía haber visto a Yoongi un día saliendo de su colegio muy cerca a un compañero suyo. Dijo que el otro chico incluso había besado la mejilla de mi hermano a modo de despedida y que Yoongi no lo había apartado, sino que se había vuelto todo rojo" Volvió a reír, contagiando un poco a Jimin, solo para hacerlo sonreír medianamente.

"¿Q-qué le dijiste?" Preguntó el genio incapaz de contenerse.

"Le dije que estaba sorprendido de que no me haya visto saliendo con el vecino" Hoseok se encogió de hombros, una sonrisa cómplice decoraba sus labios. "Le dije que lo había besado y no me arrepentía de ello. Luego, me abofeteó y dijo que estaba decepcionado de mí, pero no me importó demasiado. Había estado tomando clases de danza para ese entonces, pero sabía que las dejaría de pagar eventualmente así que tomé mis cosas, dinero que había ahorrado y vine a Busan".

Jimin parpadeó tratando de procesar toda la información.

"Yoongi me ha inspirado a ser lo que soy ahora. Él cuidó tan bien de mí y lo único que espero es que reciba el mismo cuidado y cariño que me dio porque es como él merece ser tratado" Hoseok ya había derramado un par de lágrimas cuando decidió abrazar por el hombro al rubio. "Es lo que te pido ahora. Si lo quieres, asegúrate de quererle bien. Yo siempre trato de ayudarlo con sus gastos. Incluso si él me ha estado evitando últimamente, no lo dejaré ir fácilmente. Espero hagas eso si en algún momento te aleja, Jimin. Créeme que vale la pena perseguirlo, te lo digo yo que ya tengo experiencia en eso" Bromeó y Jimin asintió. Hoseok le devolvió el gesto y se puso en pie.

"Creo que fue suficiente por ahora. Ya cumplí con mi deber aquí. Espero descanses, Jimin. Buena madrugada".

"Igualmente, Hobi ¡Ten buenos sueños!" Jimin se despidió hasta que dejó de ver por completo al chico.

Decidió ir a ver a Yoongi antes de echarse a dormir y supo que era lo que necesitaba. El pelirrojo estaba cubierto con unas sábanas y tenía el cabello pegado a su frente, dándole un aspecto gracioso. Jimin lo observó un rato más, no demasiado para no sentirse como un acosador, pero lo suficiente como para que el mismo pelirrojo apareciera en sus sueños esa madrugada. Al día siguiente, Jimin supo de lo que Yoongi hablaba sobre los placeres de dormir, sobre todo de los buenos sueños que estos traían.














No es relleno, lo prometo. Jajaja, ¡hola! Quería actualizar antes de que termine el 2019 así que aquí me tienen. Gracias por estar aquí, espero que el 2020 les traiga muchas bendiciones y creen nuevas y buenas memorias<3. Saludos desde Perú(;

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro