FIVE WEEKS AND ONE DAY

-¿Por qué no me levantaste si ya estabas despierto?-exclamó ofendido al ver al más joven ordenar las cosas que habían sacado para acampar.

-Quería que pudieran descansar un rato más, todavía nos queda un largo camino.

-No se preocupe joven, ya llegamos hasta aquí y eso es un logro-comentó el señor Corneliu.

-Si que lo es-susurró Caspian, dando un suspiro y levantándose para ayudar.

No tardaron mucho en ordenar todo y seguir su camino hacia el bosque.

Cada vez que avanzaban un paso más, Edmund podía sentir la presión aparecer en sus hombros.

Estaba nervioso.

-Joven Edmund, ¿de quién aprendiste todo lo que sabes?-preguntó el mayor para disipar la tensión que había podido notar en el menor.

-No tuve un profesor en particular, mi padre nos enseñaba a mi y a Peter y solíamos tener profesores pero duraban muy poco tiempo.

-¿Duraban poco tiempo?-repitió Caspian, dando a entender que busca saber la razón.

-Yo solía pelearme con los profesores, eran muy tontos y querían enseñarnos cosas inútiles-explicó sin una pizca de culpa-no duraban mucho, aprendí más participando en las juntas que con profesores.

-Eso es sorprendente, eras un genio desde niño.

Oh, Edmund nunca había recibido un cumplido así o capaz sí, pero aquellas personas lo degradaban mencionando sus errores.

-Gracias-susurró dando una leve sonrisa.

-¿Cómo es Lucy?-preguntó Caspian, él había notado la mala relación o confusa que parecía haber entre el contrario y su hermana, además de la relación distante con su hermano, la menor era la única que parecía mantener una linda relación con él.

-Es una enana-bromeó sabiendo que si la joven lo hubiese escuchado ahora lo estaría persiguiendo por todos lados hasta escuchar sus disculpas-y una gran persona, tal como notaste ella es la única que estaba tan unida a mí.

Edmund podía entender a Caspian al 100% y sabía que había entendido sus indirectas para evitar hablar de Susan y sus pocas palabras para definir su relación con Peter.

-Debe ser divertido tener hermanos.

-Lo es-afirmó, no importa cuán peleado podría estar con alguno de sus hermanos, ellos lo eran todo para él.

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Cuando Edmund llegó a aquel lugar empezó a dudar, ¿y si sus hermanos no estaban aquí?, era imposible, ellos no irían a otro lugar, principalmente porque no había otro lugar a donde escapar.

El bosque del Sur era la opción más inteligente y sus hermanos no eran tontos.

Bajo del caballo y sus dos acompañantes repitieron su acción.

-¿Edmund?-inquirió Caspian.

-Llegamos...-susurro como pudo-a partir de aquí debemos cruzar a pie, podríamos perdernos o caernos si vamos encima de un caballo.

-¿Hacia dónde se supone que debemos ir?-preguntó el mayor, mientras seguía los pasos de los dos jóvenes delante de él.

-Ya lo descubrirán, este lugar es sagrado para los de nuestro reino.

Avanzaron por bastante tiempo, hasta que el más joven se detuvo y dió un largo suspiró.

Edmund estaba intentando tomar fuerzas para seguir.

Estaba a solo unos pasos de volver a los brazos de sus hermanos.

-¿Es aquí, o no?-inquirió Caspian y el joven asintió-tú puedes, no llegamos aquí para irnos-comentó posando su mano en el hombro contrario-vamos Edmund.

Asintió y caminó lentamente, por fin habían llegado.

Caspian no veía nada, todo estaba igual que antes, pero confío en Edmund que conocía aquel bosque mejor que él.

El menor pareció acercarse a un árbol y de allí apareció un estilo de escalera que llevaba hacia abajo.

-Es un fuerte secreto, está es la puerta de escape.

Los tres avanzaron, habían soltado a los caballos mucho tiempo antes para que no pudieran localizarlos, por lo que tomaron sus cosas y bajaron lentamente, cuando llegaron al suelo la puerta se cerró, ya no había vuelta atrás.

Edmund hizo una seña para demostrarles que debían hacer silencio, por lo que hicieron caso y avanzaron lentamente entre los pasillos.

Cuando empezaron a escuchar unas voces, Edmund ignoró sus propias palabras y corrió lo más rápido que pudo, Caspian lo hubiese seguido si no tuviese a su lado a su profesor, por lo que intento memorizar el camino que Edmund había tomado y avanzaron tranquilamente.

Caspian estaba seguro de que Edmund había escuchado alguna voz conocida y por esa razón había acelerado su caminata.

Confiaba en que estaría bien.

En cambio Edmund, corrió, corrió como nunca antes, corrió incluso más rápido que cuando habían escapado, corrió hacia la voz que traía esperanzas a su roto corazón.

"𝐄𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐢𝐧𝐜𝐞𝐫𝐭𝐢𝐝𝐮𝐦𝐛𝐫𝐞, 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐚𝐧𝐜𝐥𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐦𝐚𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐟𝐢𝐫𝐦𝐞𝐬."

"𝐋𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐥 𝐬𝐨𝐥, 𝐚𝐫𝐫𝐨𝐣𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐭𝐫á𝐬 𝐝𝐞 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬."