Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

EIGHT

FOUR WEEKS AND FOUR DAYS


Caspian estaba concentrado en todo lo que Edmund realizaba, especialmente cada una de las expresiones que hacía ante distintas situaciones.

—Concéntrate en lo que digo si quieres estar fuera de aquí al terminar la semana—exclamó cerrando con fuerza el libro entre sus manos.

—Como digas, rey Edmund—bromeó apoyándose en el escritorio—debería tapar su rostro si quiere que me concentre.

—Ignorare eso—suspiró, volviendo a concentrar su visita en el libro—si te preocupas por tu profesor, no tienes que estarlo, lo visite hoy y está muy bien.

—¿Le contaste el plan?

—Obviamente, tenemos que terminar esto a tiempo.

—Okey—sonrió levemente sin despejar la mirada del contrario.

—Caspian, puedes concentrarte—frunció el ceño sin girar a verlo.

—Okey lo haré—el joven suspiró desviando su mirada a su libro y dió una leve sonrisa al leer algo interesante—¿si te lo pido serías capaz de enseñarme el baile real?

—No soy el mejor, pero si es algo que quieres que haga, puedo hacerlo.

—Hazlo.

Caspian parecía orgulloso de recibir la orientación de baile del más joven, no porque estuviera interesado en esas cosas o por querer evitar seguir leyendo, aunque por una parte podía ser lo último, si no por qué de verdad él quería estar más cerca del chico, poder observar sus ojos, contar sus pecas, ver sus labios, entre cosas.

* ★

* *

* *

☆ *
* ★

* *

* *

☆ *
* ★

* *

* *

☆ *
* ★

* *

* *

☆ *

—tus manos debes posicionarlas así.

—Edmund, no sería mejor si tú fueras mi acompañante, es mejor aprender con alguien que solo.

—¿Estás intentando acercarte a mi?—inquirió suspirando y por un segundo, sin importarle nada se acercó al contrario y posicionó ambas manos contrarias en su cintura—pues hazlo bien y disfruta, que esto no sucederá de vuelta.

—No estés tan seguro, haré lo que sea por tener en mis brazos.

Edmund sonrió pero rápidamente volvió a concentrarse poniéndose serio y guiando al mayor para que fuera capaz de realizar bien el baile.

—Algún día bailaremos juntos en un salón de baile, rodeados de millones de personas que solo les interesa nuestra influencia, pero a nosotros nos dará igual porque no nos interesan ellos—susurró en el oído del más joven, quien solo soltó una queja antes de responderle.

—Cuando llegué ese día bailaras con una hermosa jovencita que tomará el lugar de reina.

—No será necesario cuando tengo a mi futura “reina” entre mis brazos.

—No confundas la realidad con la ficción, futuro rey Caspian.

Para Caspian eso era suficiente, no había negado, ni refutado la idea de ser su reina, por lo que era un enorme paso considerando los sucesos anteriores.

—A veces la realidad y la ficción se mezclan.

—Pero en este caso no sucederá.

—Nunca digas nunca.

Si, Caspian ya había caído en el encanto del joven enfrente suyo.

Y no podía sentirse mejor con ello.

Lo tenía entre sus brazos, pudiendo sentir la estrecha cintura del contrario, lo delgado que parecía estar, como su mano era mucho más chica de la suya, los profundos ojos del contrario que parecían saberlo todo, lo cual era cierto considerando su habilidad, como tenía pecas por todo su rostro llegando hasta el cuello, incluso podría asegurar que había muchas más debajo de aquel traje que tenía.

Era una hermosa vista que no se cansaría de ver.

Por otro lado Edmund evitaba encontrar su mirada con el mayor, sabía que no podía enamorarse, no cuando el otro era un rey y él mismo también lo era, no cuando se supone que estaba por iniciar una guerra.

Él debía salvar a su familia, los demás no importaban.

Y si en algún momento necesitaba asesinar o entregar al joven que ahora estaba entre sus brazos lo haría.

Nunca volvería a perder a otra persona.

No otra vez.

¿Pero de verdad estaba dispuesto a hacerlo?

Podría decir que sí, pero no sería verdad…

No cuando aquel joven parecía amarlo como nadie lo hizo.

Pero el estaba sucio, él era peor que la basura, él tenía la culpa de todo, él había llevado todo el reino a la ruina, él tenía la culpa de que sus padres hayan muerto, él era inferior a todos.

Por esas razones no tenía sentido luchar por sí mismo.

¿Cómo luchas por tí, cuando ya no hay razón para luchar?

Él ya había perdido todo.

Lo único que le quedaban eran sus tres hermanos y por ellos haría lo que fuera.

Incluso si eso lo llevaba a su muerte…

“𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐫é 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐞𝐯𝐢𝐭𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚𝐬 ú𝐧𝐢𝐜𝐚𝐬 𝐭𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐧 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐩𝐚𝐬𝐞𝐧 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐨 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨”

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro