I Will Always Love You
Jihoon POV
Te estoy llamando con todas mis fuerzas, esperando que puedas volver a mi lado. Te necesito aquí conmigo, la vida no es lo mismo sin ti. Permíteme esa oportunidad de pasar tiempo contigo, concédeme ese deseo una vez más. Visítame en mis más profundos sueños, estaré esperándote pacientemente. Prometo convertirme en un soñador para ti, prométeme que valdrá la pena le sacrificio.
Rebobinemos el tiempo, que todo vuelva a ser lo que era antes. Necesito olvidarme de la realidad frente a mis ojos, no importa cuánto tiempo tenga que permanecer dormido. Cualquier cosa que sea capaz de llenar este gran vació, sin importar cuales sean los medios para lograrlo. Nunca me ha importado el peligro que se corre, cuanto se trata del amor.
Hay muchas cosas que quiero revivir contigo, cosas que no he podido hacer en todos estos años. Me he encerrado en el luto de tu muerte, no acepto la compañía de nadie. Cree esa coraza para protegerme, de todo el dolor que me aniquilaba. Quiero pensar que todo esto terminara algún día, que mis heridas se curaran con el tiempo.
Estoy cansándome de que me tomen por loco, solamente porque no me conocen lo suficiente. Ninguna de esas personas comprende lo que he sufrido, tú eras el único que lo hacía. Mis padres han decidido encerrarme en un hospital psiquiátrico, no los culpo por ello, ni yo mismo me soporto. Vivo cada uno de mis días en el hospital, he memorizado cada metro cuadrado del lugar. Me mantienen vigilado, para que no pueda ir a verte. O como le dicen ellos, para que no intente suicidarme.
Juro que yo nunca he intentado suicidarme, solo tome los somníferos suficientes, para verte más tiempo. Mis padres no me entienden muy bien, no me dejan amarte como se debe. Estoy empezando a perder la cordura, dentro de este maldito lugar. Siento que me han cortado mis alas, que me han arrebatado mi libertad.
Trato con todas mis fuerzas de mantenerme en pie, a pesar de todos los abusos que recibo. Cada día, es una dosis diaria de golpes e insultos. Trato de fingir que estoy acostumbrado a este infierno, que no siento absolutamente nada. Mi único consuelo son nuestras memorias, de aquellos años de juventud. Cuando rompíamos las reglas del sistema, éramos unos rebeldes sin causa.
En los días de semana, nos encantaba fugarnos del instituto, para irnos a patinar a la pista olímpica. En las noches de la semana, participábamos en carreras de motos clandestinas. Carreras que ganábamos, sin importarnos nuestras vidas. Lo único que nos importaba, era la emoción de ganar dinero y consumirlo en diferentes tipos de drogas.
Los fines de semana, nos convertíamos en viajeros sin rumbo. Todos nuestros viajes, en aquella vieja camioneta. Amábamos ir a la playa, quedarnos hasta ver el amanecer. Visitar aquel lago del pueblo, ese cuyo fondo era todo un misterio. Hablar a la orilla de la piscina municipal, hasta que se diese la media noche. Meter el auto de nuestros padres a la lava mático, abrir las ventanas por diversión.
En las vacaciones, decidíamos tomarle tiempo al tiempo. Cantábamos nuestras canciones favoritas, mientras la bailábamos en la sala y nos emborrachábamos con vino barato. Intentabas impresionarme tratando de hacer aparecer una rosa, que seguidamente solías regalarme. Terminábamos escabulléndonos a la habitación, en donde yo me dedicaba a besar todos y cada uno de los tatuajes de tu piel.
Trato de aferrarme a aquellos momentos que viví contigo, es lo único que me mantiene con vida. Sé que no son suficientes, pero es lo que hay. La duda constante de que hubiese pasado, si no hubieses pensado solo en tu dolor ¿Hubieses decidido no tomar aquella arma? ¿Te hubieses arrepentido de dispararla en tu contra? Debiste haber pensado en las personas que te amaban, en cuanto daño les causaría tu muerte. Tenías que ser consiente en que no acabarías con una vida, sino con dos.
Me dejaste totalmente solo, lidiando con toda la mierda de este mundo. Solo espero que algún día pueda irme, que todo este infierno finalmente me acabe. Lograr mi deseo de volver a encontrarnos, de no volvernos a separar jamás. Volver a hacer todo sin límites, que ninguno de nuestros demonios, se entrometa en nuestra felicidad. En otra vida quizás, lo logremos. Cumplir aquel sueño de escaparnos , irnos a vivir a algún lugar alejado. Un lugar donde podamos comenzar nuestras vidas desde cero, aprovechar la tan anhelada segunda oportunidad, que el destino nos proporcione.
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