Me levanté sobre las 8:00 de la mañana, era un día nevado, muy frío, según encendí la radio para oir las noticias dijeron que había 3 grados de temperatura, no era un frío de cojones, pero hacía un frío impresionante.

Me levanté de la cama y empecé a restregarme los ojos, segundos después me levanté y bajé las escaleras para ir a desayunar, no sin antes encender la televisión para ver si me espabilaba un poco con ella. Aunque lo único que había en esa caja era sólo noticias y programas de música Pop y mierdas así, por lo que dejé las noticias mientras desayunaba mi café y un tazón de cereales con una magdalena.

En las noticias anunciaron algo acerca de que una chica que parecía ser de la milicia, había pisado el suelo estadounidense, cosa que me era muy difícil creerla.

-¿Una mujer en la milicia? Que cosas...-Me dije a mí mismo, ya conté que a veces hablaba solo.

Cuando acabé mi desayuno, me dirigí a mi habitación para vestirme, tenía que ir al dichoso supermercado porque andaba sin nada para llevarme a la boca, así que comencé a sacar la ropa. Me puse algo básico porque tampoco iba a hacer mucho allí, con llevar algo sencilla me bastaba. Llevé una camiseta de Samhain y unos pantalones vaqueros con mis zapatillas rotas llenas de porquería que no sé como no las había tirado, bueno sí lo sé, porque era más guarro que una piara entera. Cogí mi chaqueta de cuero, agarré mis llaves y el dinero y salí por la puerta mientras me ponía la bufanda que me regaló Lars hacía poco tiempo.

Una vez cerré la puerta con llave, caminé hacia el supermercado porque como estaba a unos minutos de mi casa, pues no tenía que coger el coche, por lo que decidí andar un rato, así hacía algo de ejercicio, de vez en cuando no es malo caminar.

Ya en el supermercado, hubo un montón de gente que me miró sorprendida, era lógico, tenían ante sus ojos a un loco como yo que formaba parte de la banda Metallica, era de cajón que todos me mirasen impresionados, sin embargo no le presté atención.

Estuve unos diez minutos ocupado en lo que tenía que comprar y cuando me dirgí a la caja, oí a un matrimonio hablando en alemán.

-Dieser Ruck und wandte sich an largar ohne etwas zu sagen. Wann wird verstehen, es ist gefährlich da draußen zu sein, wer er ist?-El hombre estaba dando unas voces que se oían desde kilómetros, la mujer le miraba muy seria.

-Harold, versteht, ist seit langem wollte, ohne verfolgt zu gehen, sie leidet mehr-Le dijo la mujer a su marido.

-Ich bekomme ganz gleich, Ihre Tochter ist ein Verbrecher und tut, was er am Ende haben wir sie im Gefängnis oder etwas sehen will-No podía entender lo que el hombre decía.

-Harold hat Ihre Tochter viermal im Lager gewesen, aber es ist nicht ihre Schuld, führt, die, seit er in diese Welt, versuchen zu verstehen, sie Ausführung beendet ist, ist es eine sehr schwierige Leben nimmt verfolgt-Lo que decía ella tampoco era muy entendible.

-Ich würde nicht wieder nach Auschwitz gehen, ich will nicht, sie dort unter diesem Haufen Mist von den Juden ficken und sie als militärische und verhalten tödlichen linken Seite-

¿Auschwitz? ¿Dijo Auschwitz? ¿Pero por qué dijo eso? Esa palabra es de las peores del universo. ¿Por qué diría semejante horror?

En segida me dirigí a la caja para pagar mi compra, todavía atónito y paralizado al oir la palabra que dijo aquel alemán que no diré porque es puro terror oirla. La cajera me dijo el coste de la compra y le di el billete que debía entregar, en seguida cogí las bolsas y salí de aquel lugar pensando en lo que ese alemán que no parecía muy cuerdo dijo.

No podía entender porque dijo semejante palabara, pero no pensé en ello, simplemente caminé en linea recta a mi casa sin darle más vueltas a la cabeza.

Sin embargo, cuando llegué a mi casa, había una nota en la mesa de Lars, que decía:

James, he estado aquí para coger unas cosas que me dejé la semana pasada, así que si ves esta puta mierda en tu jodida mesa, no te asustes. De paso te digo que me gustaría que cuando venga el nuevo guitarra me llames para reunirnos y hablar con él y esas tontunas. Sin más, te odio, vete a tomar por culo y chupame la polla bien duro n.n Lars.

Gracias por mostrarme todo tu afecto, Lars, ya tenía bien claro que me odiabas, no hacía falta hacer comentarios gays.

Justo cuando coloqué las cosas, me dispuse a recoger la casa. Sé que suena algo extraño, pero si quería tener una casa en condiciones, tenía que hacer todo para mantenerla al 100%: Limpiar los muebles, recoger la habitación, barrer el suelo, ventilarla un poco y etc. Así que no dudé ni un segundo y saqué todas las porquerías de limpieza.

No tardé mucho en ir a comer cuando terminé la casa, tardé tan solo una hora, y si lo comparamos con los otros idiotas, que encima de vagos, eran torpes a más no poder, y más aquel día que habían vuelto de emborracharse y de follar con putas, tardan como tres horas entre los tres, desde luego daban pena, y mucha.

Empecé a sacar todos los untensilios de concina y me hice algo para comer. La verdad, yo no cocinaba mal, de echo cuando vivía con los otros estúpidos en la zona urbana era el único que cocinaba y, como no, recogía la casa. No tenía mucho que cocinar, sólo me hice un buen bistec con sus patatas fritas y su salsa, algo que no tardé nada más que media hora.

Cuando menos me quise dar cuenta, ya había comido y ya eran las 16:00 de la tarde, Darko venía por la tarde, así que decidí recoger todo para que ella tuviese buena imagen de mi casa, y sólo tardé 5 minutos en fregar los platos y toda la historia. Una vez terminé de hacer esto, me encendí un cigarro y me senté a ver la televisión un rato. Al cabo de tres cuartos de hora, el timbre de mi casa sonó, y me levanté para abrir la puerta.

Una chica de casi dos metros apareció delante mía. Llevaba el pelo por la cintura, liso y de color castaño, sus ojos eran marrones y tenía la cara algo alargada, el cuello era bastante largo también. Tenía los brazos como los míos, bastante gruesos, y más sujetando sus maletas, marcando músculo, parecía que era bastante fuerte. Las tenía grandes, y más con esa camiseta de tirantes de ''The number of the beast'' que llevaba puesta, y en cuanto a delgadez, no era tan delgada y tenía una forma saludable. Las piernas eran largas y delgadas, pero muy resistentes, sobre todo con ese pantalón pitillo negro que le marcaba todo, y llevaba botas blancas puestas, era una mujer muy alta, y conjuntaba muy bien, aunque lo mejor era la camiseta de Maiden.

-Hola. Soy Darko-Me dijo. ¿Esa era Darko? Me sorprendió mucho.

-Hola. Soy James-La respondí, aún no me creía que esa mujer tan alta fuese la nueva guitarrista-¿Quieres qué te ayude con eso?-Pregunté señalando sus maletas.

-No hace falta. Esto no pesa nada-Me dijo, con cuatro maletas y podía sola, era algo que mis ojos no querían creer, más la guitarra dentro de la funda colgada en los hombros, se iba a matar-Así que, ¿esta es tu cueva?-Me preguntó, yo todavía estaba algo atontado por lo que había visto.

-Si...-La respondí, ella avanzaba con las maletas sin dificultad, aún no podía creerlo.

-¡De puta madre! ¿Dónde me refugio?-Me preguntó, comenzó a subir las escaleras con una maleta cargando a los hombros y la otra en la mano derecha, aún no me podía creer lo que estaba viendo, era demasiado para mi.

-Creo que estaría bien en la habitación al lado de la mía, la de la tercera puerta-La contesté, era increíble lo rápido que había subido las escaleras con semejante peso en su espalda y brazo.

-¡Cojonudo! ¡Esta habitación se ve bien cabrona, me gusta!-Me dijo pasando a la habitación, antes de que yo pudiera hablarla, ella se dio la vuelta y salió a una velocidad que casi me tira al suelo.

-Oye, ¿necesitas ayuda? Estás subiendo mucho peso-Pregunté mientras ella estaba abajo.

-¡No pasa nada, hombre! Si esto no pesa una mierda-Me respondió desde abajo, pero ya oía sus pasos subiendo por las escaleras.

-Bueno, pues que rápido te has adaptado, ¿no?-La pregunté mientras dejaba las maletas restantes.

-Yo no me ando con tonterías-Me respondió, yo la miré como dejaba las maletas sin ninguna dificultad y ya no me impresionó tanto, ya me había quedado claro que su fuerza era igual que la mía o mayor-Yo cuando voy a un sitio nuevo me incorporo desde el primer momento sin comerme la cabeza. ¡Yo voy al grano desde el principio!-Agregó, en ese momento ya estaba frente a mi.

-Je je je...-Dije yo, apenas podía hablar después de lo que había visto-Oye, ¿y cuanto mides?-La pregunté, creía que iba a ofenderse, pero en seguida abrió la boca.

-1,95 ni más ni menos-Me contestó-Si pensabas que era bajita, ahora ya tienes claro que no, ¿eh?-Me dijo. 1,95... Medía 10 cm más que yo, pero parecía un puto jugador de baloncesto a mi lado.

-Ya veo...-La dije, aún un poco atontado-Oye, y si no te molesta, esta noche nos reunimos con la banda y hablamos un poco de esto, ¿vale?-Se lo decía con miedo, a lo mejor no la gustaba la idea.

Silencio, yo empezaba a ponerme tenso, no sabía como reaccionar.

-¡Ja! ¡Pues claro!-Me dijo, y me pegó un manotazo en la espalda como símbolo de amigo tan fuerte que hasta me dolió, pero reí para disimular-Soy de la banda, ellos son mis compañeros, ¿qué problema hay?-Me preguntó, yo seguía riendo como idiota.

-Ninguno, ninguno, tranquila-Le dije tocándome la espalda, dolió demasiado el golpe que me dio, pero no la dije nada.

-¡Pues cojonudo, ya soy una más!-Añadió, ella estaba muy feliz, y para adaptarme a su caracter decidí hacer algo que ella seguro haría.

-¡Bienvenida a la banda, compañera!-La dije alzando los brazos, y ella me abrazó tan fuerte que apenas podía respirar, pero fue un gesto que no tenía precio.