Resumiendo lo que hicimos después de estar de guardia en lo que quedaba de día y yéndonos a dormir, digamos... Que fue todo muy normal.

O eso creíamos...

Sucedió que, al despertarnos, oímos el tintineo de cadenas oxidadas, así como fuertes sacudidas por parte de éstas.

Abrí los ojos y... Darko estaba encadenada...

Me levanté de mi ''cama'' y fui a ayudarla. ¿Quién la había encadenado? No sabía la respuesta en concreto, pero en realidad no necesitaba tener sospechosos ni nada por el estilo para averiguar quiénes eran los auténticos responsables.

-Hey... ¿Qué ha ocurrido?-Le pregunté mientras sostenía su muñeca derecha encadenada con la mano izquierdo, tirando ligeramente de ésta.

-Me he despertado así... Parece que me lo han hecho mientras dormía... Arschloch...-Lo último lo susurró, ¿qué significaba? Pues... Digamos que estaba insultando a los causantes de todo aquello.

-Está bien. ¿Quieres que te ayude?-Dije interponiéndome entre ella y la cadena, me empujó levemente apartándome de su lado.

-No. Tú quédate con los chicos. Yo en seguida estoy con vosotros-Ordenó, a pesar de que quería proteger a mis amigos... También quería ayudarla a salir de aquel lío...

Me retiré despertando a mis amigos sin que supiera que mi intención era que la ayudasemos entre todos. No podía quedarse ahí porque, aparte de que sería malo para su salud estar parada y sin poder moverse, el metal estaba oxidado y eso también podía ser perjudicial para su bienestar físico. Por ello, decidí que sería mejor si la ayudábamos entre todos.

Pero alguien no estaba de acuerdo con eso...

Oí una risa un tanto maléfica de fondo muy familiar que luego acabó mostrando a quien yo me esperaba... Maldita sabandija nazi.

-Vaya, vaya... ¿Recuerdas cuando estuviste así en el campo por ser una niña mala? Desobediente, parece que vuelves a las andadas-Dijo, pude ver cómo los ojos de mi amiga se tornaban rojos de la furia y el odio y la vena de su cuello se marcaba de tal forma que se podía ver a kilómetros de distancia, el resto de sus músculos y venas se marcaron por igual.

-Lassen Sie mich in diesem Augenblick gehen! Sohn eines Weibchens!-Chillaba, en mi vida la había visto gritar de esa forma, eso me hizo entender que realmente estaba siendo devorada por la ira.

-Eh, cálmate. No te servirá de nada el insultarme en alemán, cielito. Eres un pobre cachorrito indefenso-Le dijo, pero eso no cambió en nada en los sentimientos que recorrían la mente de Darko en ese mismo instante.

-Ich werde Sie töten, wenn Sie mich, Weibchen nicht ausgehen lassen!-No supe lo que dije, pero a la perfección uno entendía el mensaje que quería mostrarle a ese cerdo asqueroso y a sus soldaditos asquerosos.

-Uuuuyyy... Estás alterada, ¿eh? Me temo que te va a costar caro...-Pausa, abrió los ojos como platos, el tipo se nos quedó mirando... Mierda-¡Cogedles!-Mandó, todos los reclutas se lanzaron a por nosotros, oh... Sabían cuál era el punto débil de Darko... Y se dispusieron a dañar más ese puntito para herirla...

-¡No! ¡Suéltenme!-Gritó Lars, todos gritábamos más o menos lo mismo para que no nos hiciesen daño.

-¡Soltadles! ¡Ellos no han hecho nada malo! ¡Llévenme a mí!-Suplicó, yo sólo gritaba desesperado su nombre, pude ver desde la espalda del idiota que me cargaba que sacó su cuchillo y apuntó al coronel... Falló.

-Niña... ¿No te han enseñado que jugar con cosas afiladas está mal?-Interrogó irónico ese cabrón, nuestra líder hizo un gruñido y tiró de las cadenillas, el pez gordo apuntó el machete hacia ella-¡A ver si aprendes, maleducada!-Al decir esto, lanzó el afilado filo de acero a su ''diana'' y la dio en... Oh, no... En el pecho... Cerca del corazón...

Ni tiempo la dio a gritar, sólo cogió aire a causa del dolor, nosotros estábamos helados y sin poder soltarnos de la armada que nos capturó.

Se sacó el cuchillo de su seno izquierdo en donde se clavó y se arrodilló lentamente en el suelo. Gemía y jadeaba de dolor mientras la sangre salía a borbotones de su pecho y su boca. ¿Era éste su fin? No... No lo era... No estaba pasando...

Al caer totalmente en el suelo, empezó a toser sin control alguno, se notaba lo herida que estaba. Lo único que supo hacer fue alzar la mano y mirarme, su voz sonaba de lo más apagada y te hacía temblar por completo...

-Nicht gehen...-Murmuró, ¿qué trataba de decirme? No lo sé, pero fue ver sus ojos llorar y causar lágrimas también en los míos, hasta que los cerró y la melancolía me trituró por completo...

Transcurrieron los segundos más eternos de mi vida en los que sólo podía ver a Darko tirada en el suelo y sin mostrar señales de vida. No podía estar muerta, en mi cabeza no cabía que estuviese muerta, no... Eso tenía que ser una pesadilla.

-Al fin conseguimos deshacernos de ella. Pero no acabamos nuestro exterminio... Quedan los chicos. Traedlos a la camioneta y acabemos con esto de una vez-Dio la orden el coronel, tras eso nos llevaron a donde dijo y sólo contemplamos la fatal imagen de nuestra compañera tendida en el suelo.

Y entre eso y lo que nos pasaría ahora... ¿Qué sería de nosotros?

Crucé los dedos y recé porque ella estuviera viva y viniera a rescatarnos...