Las respuestas nos eran más que obvias. No obstante, no las redactaré debido a que es algo que considero impactante y no digno de entender... Por ahora.

-En la mañana caminaremos al horizonte. De momento, vamos a descansar. Mañana pegaremos un madrugón bien gordo-Anunció Darko cuando llegamos a nuestra ''casa'', todos nos metimos en las colchas y tratamos de conciliar el sueño.

Mas yo no pude, y traté de hablar con Jason, que se encontraba en mi mismo estado, ninguno sabíamos que durante nuestra charla, alguien la estaría oyendo.

-Jason...-Empecé, él se hallaba dándome la espalda, me sentía desesperado por estar así sin dormir, creo que cogí insomnio. Pero, de todos modos, yo sabía que estaría ante tal situación, el estrés me comía.

-Lo sé. No puedes dormir, ¿cierto? Yo también llevo estando así por las noches desde que llegamos-Aclaró él, sabía que él estaría en mi mismo estado, él es muy nervioso ante las situaciones de estrés al igual que yo, quería matar el tiempo con alguien que tenía esos rasgos psicológicos en común conmigo.

-Es... Realmente extraño. Pero a su vez, entiendo esta situación. Ella no se lo merece-Decía yo, él asintió sin darse la vuelta con la cabeza, no me miró en ningún momento, pero no me importaba, quería desahogarme con mi amigo.

-Lo que no entiendo... Es por qué tienen que ir a por nosotros...-Dijo, cierto era que en el fondo nosotros estábamos algo indignados, pero yo ya conocí bien el dolor por el que ella estaba pasando, fue como si realmente yo fuera el más afectado y no ella.

-Le tocó a Metallica, Jason. Le podría haber tocado a otra banda, pero nos tocó a nosotros. Ahora este dolor y sufrimiento también es nuestro-Le dije, él se arropó un poco con su manta y luego suspiró, sabía que yo tenía razón.

-Tienes toda la razón. Ahora somos parte de ella, yo lo sé, y tú también-Me dijo, yo asentí con la cabeza sin que él pudiera verlo y luego hubo un silencio intenso hasta que ambos nos quedamos profundamente dormidos.

Al día siguiente, un grito de alguien familiar nos despertó a todos, incluída a Darko, no dudamos ni un segundo en actuar.

-Mierda-Dijo ella, agarró su machete, una pistola y salió corriendo hasta donde el grito nos condujo. Yo hice lo mismo, y Kirk y Lars también, pero Jason... Descubrimos dónde se encontraba segundos más tarde.

Darko se detuvo teniendo delante a la misma chica rubia que la arrancó el ojo, contemplamos el horror en persona al igual que ella. Esa puta tenía entre sus manos a Jason. Con la derecha le sujetaba del pecho fuertemente y con la izquierda empuñaba una navaja que apuntaba a su cuello para degollarle. Nuestra jefa estalló en ira por nosotros cuando la rubia sonrió en voz baja con maldad.

-Suéltale, perra-La dijo apuntándola con su pistola, en segundos el coronel llegó riéndose maléficamente. Yo apreté los puños al ver a mi amigo derramando lágrimas por el miedo.

-No somos tan tontos como tú te creías-Le decía aquel hijo de puta desgraciado al que los nazis llamaban coronel, vi a Lars como disimuladamente se agachaba para tomar entre sus manos uno de los rifles.

-Si te vas a llevar la vida de uno de nosotros, te llevas la mía que ya me tienes suficiente odio y dejas ir a ese pobre chico inocente, desgraciado sinvergüenza-Le dijo, Kirk acercó la mano derecha a su bolsillo trasero del pantalón. En cambio, yo, agarré la anilla de una granada que Darko no sabía que yo había robado y la empecé a sacar.

-Veo que la niña se pone furiosa, ¿eh?-Dijo la guarra nazi, sentí como la aliada apretaba los dientes y apretaba cada vez más fuerte el arma entre sus manos-¿Qué hago? ¿Lo mato ya?-Preguntó, fue cuando mi amigo batería expuso todo su odio hacia esos bastardos.

-Antes, te las ves conmigo, putón alemán-Le dijo apretando el gatillo del rifle, nuestra jefa lo miró por el rabillo del ojo, él apuntó a aquellos miserables-Suéltale. Es una orden-Le aclaró, ella se rió, mi amigo respiraba agitado y muerto de miedo, Kirk estalló en rabia empuñando su navaja... Bueno, era de Darko, pero supuestamente se la regaló ''por si las dudas''.

-¡Ja! ¿Qué me harás? Te saco cuatro cabezas, enano. No puedes contra mí, montón de escoria-Le dijo, Hammett mostró su lado oscuro, sólo quedaba yo.

-Yo puedo ayudarle-Dijo sacando la cuchilla que, era mucho más grande y afilada que la de esa hija de puta, sentí como mi amigo bajista sonreía ante el pánico, la perra lo sujetó con más fuerza del pecho y esto, combinado con sus quejidos y gritos en voz baja de súplica, fue lo que me hicieron a mí actuar.

-¿Una navaja? ¿Eso es todo lo que tienes? ¡Patético!-Se burló, yo tomé el saquillo de pólvora agarrándolo por la anilla y sujetándolo del extremo, en señal de amenaza.

-Y yo puedo rematar el final-Dije, todos me miraron sorprendidos, venían con ''pocos'' soldados, unos 15, y sólo llevaban un mísero rifle. Darko me miró con la granada en mano, se quedó también enloquecida, luego me guiñó el ojo, yo la sonreí algo demente-Y ahora, suéltale, o ya sabes lo que te espera a ti y al resto de bastardos que alaban al Führer-Les dije de manera que se quedaron con las palabras en la boca, Jason sonrió todavía muy asustado pero contento por cómo le protegíamos.

-Está bien... ¡Heil Htitler!-Gritó la rubia, Darko sonrió muy demencialmente cuando los soldados nos dispararon y no consiguieron salir disparadas las balas. Todos se quedaron pasmados, al igual que nosotros... Ella conocía el por qué de las pistolas descargadas.

-¿Cómo es posible?-Dijo un soldado, todos voltearon a mirarla, escondía su mirada fría y asesina bajó su cabellera, luego su único ojo se expuso al levantar su lisada mata de pelo.

-Porque siempre tengo un as en la manga-Les respondió mostrando un puñado de balas expuesto como una baraja de cartas justo cuando su serpiente salió de su mata de pelo y lanzó un gritó de ataque ante nuestros enemigos. Todos estaban en shock, Jason el pobre sólo observó sorprendido y el miedo se le pasó en seguida, Darko fijó su vista en el cañón del arma-Fick Dich-Dijo, y una bala salió disparada, introduciéndose en el brazo de la muchacha, en el que tenía acorralado a nuestro amigo con el puñal.

Cayó al suelo malherida y maldiciendo a nuestra compañera, con tales bestialidades que jamás en mi vida había oído, algunas de ellas porque eran super brutas, y otras porque estaban en alemán. Nuestro colega fue ''liberado'' de sus garras, la observó por un momento y sus lágrimas se derramaron soltando el sufrimiento y miedo por el que había pasado, corrió hacia nosotros y lo abrazamos mientras él lloraba y sollozaba al mismo tiempo que, de manera ahogada, nos decía frases expresando su angustia, yo acaricié su pelo.

-Ya está, Jason. Ya pasó. Ya estás con nosotros-Le susurré tratando de calmarle, mis palabras fueron tranquilizadoras. La aliada se guardó su arma en el cinturón y luego se dirigió a comunicarse con el coronel.

-Wer zum teufel sie denken sie sind?-Le preguntó el coronel enfurecido, ella se mantuvo en silencio y sólo se escuchaban los lloriqueos de Jason, me quedé mirándola, su ojo se ocultaba por su pelo.

-Euer alptraum schlechter-Susurró fríamente, nosotros nos quedamos en blanco, porque... La verdad es que entendí lo que dijo, después se dio la vuelta y volvió con nosotros.

Tomó a Jason por el hombro izquierdo abrazándolo y apoyando su cabeza en éste mismo. Abandonamos aquel lugar teniendo una victoria más.