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SeokJin se despertó con el sonido de los motores y bocinas de los coches. Algo molesto por ello gruñó. Odiaba que molestaran su dulce sueño. Sus ojos pesaban y su cabeza dolía por la cantidad de alcohol tomado anoche, así que no logró abrirlos.
—Vaya sueño, se sintió tan real —murmuró mientras acariciaba su erección matutina—. ¡Oh! Mhmm... JungKook... oh.
De pronto un brazo fuerte y trabajado lo abrazó. Jin abrió sus ojos, se giró rápidamente y se encontró con el durmiente rostro de JungKook.
—No fue un sueño... —susurró casi sin aliento.
Se quedó los próximos minutos mirando el techo, mientras JungKook lo seguía abrazando. No lo podía creer, de verdad había sucedido, después de años por fin pudo estar con JungKook. ¡Oh! los recuerdos de anoche, lo habían puesto más duro de lo que había despertado. Podía sentir la polla de JungKook erecta y dura contra su muslo. Jin pensó que no sería malo, empujar un poco su trasero sobre ella. Y lo hizo, se acomodó y empezó a mover su culo sobre la polla, el glande de vez en cuando rosaba su entrada y lo enloquecía, lo quería adentro ¡oh sí!, lo quería y lo iba hacer.
De repente el teléfono sonó. Jin maldijo a la persona que había llamado y contestó.
Oh, era un video llamada.
"¡Hola! ¿No te desperté verdad?" preguntó SunHee con su voz irritante.
—No, ya estaba despierto —se obligó a sonreír.
"¡Bien! Yo... quería invitarte a salir. Durante estos días no nos hemos juntado y... por eso te llamé. Extrañaba ver tu rostro y escuchar tu voz. ¿Estas ocupado?"
—La verdad es que sí.
"Oh... pero de aquí a la tarde podrás hacer un poco de tiempo para mí?" preguntó con un aegyo, SeokJin quiso borrar aquella imagen de su cabeza.
—No —contestó, la cara de la chica se vio decepcionada y triste—. Estoy muy ocupado, y creo que lo estaré por el resto de la tarde. Oh mira —volteó su cámara y apuntó a JungKook que seguía durmiendo—. Viste, dudo que salga de aquí hoy día.
SunHee se quedó quieta al instante y sus labios se entreabrieron de la sorpresa y confusión.
"T-tú... ¿qué haces con J-JungKook?"
—Creo que es bastante obvio —comentó con un tono burlón.
"P-pero... tú... tú"
—Yo debo agradecerte. JungKook tiene una polla tan larga y gruesa, y ¡por Dios! Lo hace tan bien. De verdad muchas gracias por terminar con él.
"Pero tú dijiste que lo dejara..."
—Sí, para así tener el camino libre... oh espera... ¿creíste que te lo pedí para poder estar contigo? —el labio de la chica tembló—. Oww ternurita, te lo pedí porque quiero a tu novio... bueno, ex novio.
"Eres un-"
—Sí, sí, como sea debo cortar, adiós. Y nuevamente gracias —dijo y cortó sin esperar otra respuesta.
—Realmente eres un pedazo de mierda.
Jin se paralizó cuando escuchó la voz de Jeon a su espalda. Se volteó lentamente hasta que se encontró con la intimidante mirada de JungKook.
—J-JungKook... tú... —tartamudeó nervioso y luego se tranquilizó, dándose ánimos para enfrentar la situación. Sabía que debía irse antes de que Kook lo matara—. Bueno supongo que ahora es cuando enloqueces y me echas, y me odias por el resto de tu vida. Haré esto sencillo, realmente disfruté de la noche y amaría pasar las siguientes noches de mi vida así, pero me iré antes de tener un moretón en mi ojo.
Sin decir más levantó, pero JungKook tomó su muñeca y tiró de él haciendo que SeokJin cayera en la cama. El rubio pensó que quizá ese sería su fin, pero cuando JungKook se ubicó entre sus piernas Jin se sorprendió abriendo sus ojos de forma exagerada.
—¿Q-qué haces?
JungKook no respondió, en cambio, pasó sus manos por los mulos desnudos de Jin, este jadeó y antes de que pudiera decir algo, JungKook lo volteó y abrió sus mejillas, el pequeño agujero fue mostrado y Jeon lo observó con atención, divisando el rastro de semen seco que había quedado de anoche.
—Dios, eres tan caliente. Y ese pequeño y dulce culo es tan apretado —gruñó llevando uno de sus dedos a la entrada y hundirlo.
SeokJin jadeó.
—JungKook qué- ¡Ah! —gimió cuando un segundo dedo entró.
—¿Creíste que tendría alguna clase de "gay panic"? Pues no, lo dije anoche: Estoy cansado de fingir y de negarlo. Te deseo. Dios, más que eso, me gustas. Pero me asustaba, mi familia es un muy conservadora y creí que todo esto estaba mal. Pero ya no. Pasé tiempo controlándome, de no aceptar tus invitaciones cuando lo único que quería era callarte con mi maldita polla hasta que te atoraras con ella. Oh dios, incluso empecé a salir con SunHee para mentirme a mí mismo. Que era un hombre normal. Y estando en una relación yo no sería infiel, incluso si me ponías al límite, no podía ser tan escoria para ello. Pero ella terminó y yo ahora también terminé de fingir —sentenció penetrando duramente el culo de SeokJin con sus dedos.
—¡JungKook! ¡Oh! ¡Mhmm!
—Tan apretado —jadeó sintiendo su polla hincharse aún más—. Joder, quiero follarte por siempre.
—Hazlo, jódeme por siempre. Estaré tan feliz y agradecido, por favor no pares —farfulló perdiéndose. Solo quería sentir esa gran polla dentro de él de nuevo.
—Lo haré —aseguró y sacó sus dedos para remplazarlos con su polla.
SeokJin gimió agudo cuando sintió el gran miembro enterrarse en él. Era tan perfecto. Tan delicioso. Tan grande. No podía evitar gemir y sollozar ante las brutales embestidas que JungKook le daba. Él realmente lo deseaba, JungKook deseaba con lujuria joder su culo a más no poder. Y se sentía tan bien, sus manos grandes haciendo presión en su cadera. Sus finos labios besando su espalda y hombros. Amaba la sensación, amaba sentir como la polla de JungKook bombeaba con fuerza su interior.
—Sí, sí. Justo ahí ¡Oh! ¡JungKook! Justo ahí. Más. Más. Más. Ah... Ah —gritó cuando sintió el mimbro de Jeon cepillaba su próstata. Y empezó a echar su culo hacia atrás, para que todo el pedazo de carne se enterrara por completo en su interior. ¡Oh Dios! Podía sentir las bolas pesadas de semilla de JungKook chocar con su piel una tras otra vez al compás de sus embestidas—. Se siente tan bien. Por favor. Más. Más —suplicó con un sollozo a la vez que lágrimas de placer corrían por sus mejillas.
JungKook al escuchar aquellas palabras de SeokJin siguió jodiéndolo con más fuerza, como si fuera a morir si llegaba a parar. Cuando SeokJin llegó a su orgasmo, se corrió contra las sabanas y sus paredes envolvieron de una forma asfixiante el pene de JungKook. Sin aguantar, Kook se dejó ir, viniéndose dentro de SeokJin. Sacó su polla y golpeó con ella la grieta de rubio, sacudiendo las ultimas gotas de su corrida en el culo de Jin, mientras observaba hipnotizado como el pequeño y maltratado agujero rosáceo botaba chorros de semen.
Jeon se recostó, sintiendo paz al sentir su espalda chocar con el suave colchón, luego miró a Jin el cual seguía recostado de vientre murmurando cosas sobre lo exquisito que era ser jodido por su polla, mientras su respiración seguía entrecortada y jadeante, y su rostro se encontraba rojo como un tomate.
Una vez sus miradas se conectaron, ambos se regalaron una sonrisa
—Guau eso fue... —exhaló Jin sin continuar la frase, porque no encontraba palabras para describir lo magnifico que se sentía tener sexo con JungKook—. Quiero repetirlo.
—Lo repetiremos, pero primero debes comer algo.
—Pero no tengo hambre —dijo y justo en ese momento su estómago sonó. Jin se maldijo y JungKook le dio una sonrisa socarrona y atractiva.
—Comemos. Tenemos otra ronda y nos duchamos para salir.
—¿Salir? ¿A dónde? —cuestionó algo confundido SeokJin.
—A comer. Una cita, por nuestro primer día juntos.
Los ojos de Jin se abrieron y un extraño brillo de ilusión aparecieron en ellos.
—Entonces... ¿de verdad estamos... juntos? —preguntó con un poco de miedo de que JungKook solo se estuviera burlando de él.
—Sí —afirmó JungKook al notar aquello. Tomó con su mano la mejilla de Jin y la acarició con ternura, tratando de que Jin entendiera que no estaba jugando—. Te lo dije. No me negaré más, y joder, solo quiero estar contigo. Más allá del sexo, quiero estar contigo como una pareja —confesó para luego depositar un tierno y casto beso en los labios de Jin.
—Eso me gusta —sonrió Jin con sus mejillas rojas, y no era específicamente por el sexo que acaba de tener—. Tú me gustas.
JungKook sonrió contento y besó a Jin de una forma demandante y dura, le costó separase, en especial porque los labios de SeokJin era la cosa más dulce que había probado.
—A comer y seguimos.
Jin bufó, y a los segundos una sonrisa coqueta y juguetona se formó en su rostro, para luego preguntar:
—¿Me prestas una camisa?
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Solo falta un capítulo más y el epílogo, así que si todo sale bien la historia terminaría oficialmente el martes 🤧 Es algo triste porque ha pesar de ser un fic cortito le agarré un poco de cariño.
Gracias por leer y perdón por cualquier error y falta de ortografía <3
Espacio publicitario para decir: CHINGA TU MADRE, KIM JOJO.
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