29•
Varios años atrás.
— Kang Seo Bin.
— Jeon Hana. ¿Qué haces aquí?
— Necesito decirte algo muy importante.
La chica pelinegra, sostenía algo en sus manos, todo parecía indicar que llevaba unos documentos o alguna foto pequeña que demostraba algo de lo que estaba a punto de revelar. Kang se detuvo en el lugar bajándose de la moto, la tomó del brazo con fuerza alejándola de la vista de su hogar, si sus padres la descubrían, entonces ambos estarían perdidos.
— Habla rápido, mi padre saldrá en cualquier momento.
— Ya recuerdo, tu padre es un animal, si descubre que estás con la hija de su amante te matará ¿no?
— Hana. — Apretó con fuerza sus dientes sin soltar el brazo de la joven asustadiza.
— Estoy embarazada. Tengo un mes de embarazo y es tuyo.
Kang arqueó una ceja dudoso, estuco a punto de permanecer en silencio cuando no pudo evitar explotar en una estruendosa carcajada, la mujer lo miró furiosa, cuando logró soltarse se su agarre, le dio una fuerte bofetada llamando aún más su atención, pero este hombre no se dejaría pegar por una simple chica, levantó su mano derecha para golpear su mejilla cuando ella mostró el ultrasonido, automáticamente Kang bajó la mano como si algo dentro de él se removiera, sentía aquella humanidad que tan oculta llevaba en su profundidad.
— ¿Qué pasa con tu esposo? Ya tienes una hija con él, que crié a este.
— Por supuesto que le he dicho que es suyo, pero tú mejor que nadie sabes que estos últimos meses solo me he acostado contigo, porque te amaba.
Kang mordió con fuerza sus labios mientras llevaba una de sus manos al puente de su nariz.
— No puedo reconocer a ese niño, ¿Para que me lo dices?
— No sé, porque soy una estúpida, creí que me amabas lo suficiente para huir conmigo y...
— Sí que eres estúpida. Cuando el niño nazca, lo venderemos a una familia rica.
La chica llevó su mano a un vientre aún plano. Dentro de ella crecía ese pequeño e indefenso a un feto que muy pronto se convertiría en su bebé, para ella una muestra de su amor por Kang, cuan equivocada estaba al pensar si quiera que ese amor era real o que al menos seguiría vivo, sus ojos se llenaron de lágrimas, ella estaba tan enamorada de ese estúpido hombre, vacío, frívolo sin corazón, no le quedó más remedio que tragarse toda su tristeza, dar media vuelta y alejarse de él para siempre.
Actualidad.
Jimin apartó el libro que hace un momento Jungkook leía, se había quedado dormido con el sobre su pecho, se veía tan tierno e inocente, que tuvo deseos de acercarse a su rostro, besó su mejilla con suavidad y lo escuchó resoplar, Jimin no pudo evitar abrir su boca para reír. Aquello había había demasiado cute incluso para un hombre como él, lo adoraba tanto que quería fundirse en él para convertirse en uno sólo con su hombre, acarició con sus dedos los carnosos labios de Jeon que aún permanecía en un profundo sueño, clavó los codos en el colchón acercándose más a su cuerpo, lo escuchaba bufar, sonreír y hasta gemir en sus sueños, algo muy profundamente excitante estaba soñando el pelinegro que Jimin no estaba invitando en la realidad, ya que posiblemente estuviese siendo el personaje principal de su sueño erótico.
— Jungkook. — Susurró en su oído pretendiendo despertarlo. Tocó el puente de su nariz con suavidad para luego dar toques con la yema de sus dedos. — Oh, amor, ¿Que es lo que está pasando aquí abajo? — Ironizó al darse cuenta de que su novio estaba completamente duro, estuvo a nada de meter la mano en su pantalón, pero Jungkook abrió los ojos con cautela tomando su mano sin lastimarlo, alejándolo del bulto.
— Estaba teniendo un sueño húmedo contigo.
— Hmmm, me hubieses invitado.
Ambos se echaron a reír. Jungkook se sentía tonto cada vez que sus ojos se encontraban con el dulce rubio.
— Mañana llamaré a un doctor. No has ido a revisión, y no sabemos si está todo bien contigo.
Jimin asintió, todo para él era perfecto, mientras que fuese planificado por su novio no le importaba llevarlo a cabo, era cierto con toda aquella locura, no había ido al médico, como tampoco había llamado a su madre de nuevo, de seguro estaría muy preocupada por él, pero era raro de que ella no le enviara siquiera un mensaje preguntando por su salud como solía hacer otras veces.
— Debo hacerle una llamada a mi madre, Jungkook, esto comienza a preocuparme, no he recibido una llamada de ella en días.
— Entonces llámala, así ambos estarán tranquilos.
Jimin agarró su teléfono móvil, el cual estaba sobre la mesita de noche cerca de la cama, daba timbre y timbre, pero nadie parecía contestar, se preocupó mucho, insistió una vez más, ya estaba pensando lo peor cuando por fin escuchó la voz de su madre al otro lado del artefacto.
Hijo. He intentado localizarte todo este tiempo. ¿Estás bien?
Mamá, ¿porque no habías llamado? ¿Pasó algo?
Mi teléfono fue robado, entonces te llamaba desde otro número pero no contestabas.
Ma, creo que te equivocaste de número, no llegó ninguna llamada desconocida.
Jungkook agarró con fuerza la mano de Jimin.
Puede ser, tengo mala memoria. ¿Cómo estás tú? ¿Mejor de aquellos mareos?
Estoy esperando un bebé, serás abuela.
¿En serio? ¡Oh dios mio. Seré abuela!
Jimin apartó el móvil de su oreja tras los gritos de emoción de su madre. Por un segundo creyó que haría silencio total cuando una vez más estalló un grito eufórico.
¿Cómo te encuentras?
Bien ma, a veces tengo mareos, pero estoy bien.
Tuve un embarazo muy malo contigo Jimin, todo lo vomitaba, y siempre tenía hambre. No pasa el primer mes, pero el segundo era un infierno.
Mamá, mi novio está a mi lado, saldrá corriendo, así que por favor detente.
Oh, lo siento. ¿Debería ir a Seúl? Tengo muchas ganas de verte amor.
Mamá, estoy en Busán.
¿Sí? ¿Cuando llegaste?
Hace dos horas, escucha, voy a programar todo para que puedas venir a verme. Yo no puedo salir de casa.
Esta bien, esperaré tu llamada. Te amo.
Te amo.
Cuando colgó la llamada, sintió un fuerte apretón en su pecho, sabía que pondría en peligro la vida de su madre si la llevaba a la cabaña de Yoongi, pero necesitaba verla, saber que ella estaba bien, que no corría peligro, la extrañaba tanto, que si era la última vez que la vería entonces quería hacerlo, Jungkook agarró sus manos para besarlas con suavidad, como solo él sabía hacer en los momentos para difíciles para Jimin, lo hacía sentir seguro, tranquilo, pero sobre todo amado, protegido.
— Jimin bebé, sabes el riesgo que eso conlleva.
— Necesito ver a mi madre amor, necesito saber que ellos están bien. Que no corren peligro.
Jungkook asintió. No se negaba a ninguna petición de su chico, en el instante que sus labios estuvieron a punto de encontrarse, la puerta de la habitación se abrió de golpe, mostrando a un Yoongi alarmado.
— Jungkook, Kang quiere verte.
Jimin se abrazó a Jungkook con más temor aun. ¿De que sería capaz aquel hombre? Era algo desconocido para él.
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