A la mañana siquiera Jimin se despertó con el mismo mareo desagradable mañanero, debía estar acostumbrado ya que los embarazos solían ser así de incómodos, pero para él seguía siendo nuevo, se percató de que a su lado no estaba Jungkook, así que se levantó como pudo, en cuanto llegó al baño todo estaba listo para él, un dulce aroma a lavanda se impregnó en sus fosas nasales, existía la posibilidad de que su novio le haya preparado todo ante de irse a trabajar así le ahorraría más trabajo, Jimin mostró una avergonzada sonrisa de solo pensar en Jungkook, del esfuerzo que estaba haciendo por ser una mejor persona y en realidad lo estaba consiguiendo, ser padre cambiaría sus vidas drásticamente, pero para bien, estuvo a nada de poner un pie en la bañera cuando escuchó el timbre de la puerta sonar. Respiró hondo, ya era suficiente el mareo persistente para tener que recibir visitas tan temprano, en cuanto llegó a la puerta había una nota en la mesa cerca del televisor, pero la ignoró por completo debido al desesperado que seguía tocando el timbre sin detenerse. 

— ¡Sí! — Abrió furioso casi pegándose con la puerta en la cara en cuanto fue abierta con brusquedad, el hombre desconocido para Jimin que permanecía al otro lado de la puerta, llevaba una pistola en sus manos, tragó con dificultad, conocía perfectamente a lo que Jungkook se dedicaba, y el miedo persistente de que en cualquier momento llamaría a su puerta para dispararle estaba en sus pensamientos todos los días. 

— ¿El señor Jeon? 

Preguntó él desconocido sin moverse de la entrada. Parecía una estatua que podía hablar. 

— N-no está.

Negó Park en un ligero cambio tembloroso en su voz. El miedo se apoderó más de su delicado cuerpo cuando aquel animal lo agarró del cuello con fuerza. Jimin sintió que el poco aire que llevaba en sus pulmones se desvanecía poco a  poco, quería gritar, pedir ayuda. Pero le fue imposible, toda su vida pasó ante sus ojos como diapositiva, en lo que más pudo pensar fue en su bebé, en la hermosa posibilidad de traer en su vientre el hijo de Jungkook, pero si este caía o recibía algún golpe fuerte, ese hijo jamás nacería. Cuando el hombre lo llevó hasta el sofá sin dejarlo libre, agarró con su mano libre el móvil que guardaba en el bolsillo de su chaqueta, por otro lado. Jimin que no tenía movilidad alguna, intentaba buscar algo con lo cuál defenderse, le dolía mucho la espalda por la posición en la que se encontraba. Sin mencionar que casi no tenía fuerzas para respirar con facilidad, cerró los ojos sintiéndose más mareado aún.

Señor Kang, estoy con el chico. Pero me temo que está enfermo.

¿Enfermo?

Se escuchó al otro lado del teléfono, pero la voz era irreconocible para Jimin.

— Estoy embarazado.

Dijo Jimin en un hilo de voz.

— ¿Qué dijiste?

Lo liberó un poco para luego abofetear su rostro con la misma mano en la que llevaba el móvil, así que pudo lastimarlo un poco. 

— ¡Está embarazado, hijo de puta!

Una fuerte voz se escuchó detrás de la espalda de aquel hombre, autoseguido las rudas manos del dueño de aquella voz, lo agarraron con fuerza liberando a Jimin por fin de su cuerpo, Jimin se sintió tan mareado que cayó de rodillas al suelo sintiendo unas terribles ganas de vomitar, la otra persona golpeaba al tipo que hace un rato estaba acabando con su vida, no se trataba de Jungkook, sino de Yoongi, ahora mismo Jimin estaba muy asustado y adolorido para pensar en lo que realmente hacía Min en casa de su novio, luego de que el tipo saliera corriendo de la casa ganándole a Min en fuerza y tamaño, este corrió hacía a Jimin, lo cargó en sus brazos para luego colocarlo sobre el sofá. 

— Llamaré a Jungkook ¿Estás bien? — Preguntó un Yoongi bastante preocupado, Jimin ni supiera respondió, solamente apoyó su frente en su pecho adormecido. 

¿Qué quieres Min?

Tienes que venir a tu casa, ahora.

¿Qué haces en mi casa? ¿Qué pasó? ¿Dónde está Jimin? 

Había un hombre de Kang en tu casa, si no llego a tiempo hubiese asesinado a Jimin.

La llamada se colgó autoseguido de sus últimas palabras, se encaminó hasta la cocina para buscar algo en la nevera, había solo una botella de agua. Min sabía que tan simple era Jungkook en cuanto a las cosas que tenía en su refrigerador, pero con un chico embarazado en casa, debía tener más cuidado, agarró la botella y la llevó hasta Jimin, lo ayudó a incorporarse para que bebiera un poco. 

— Necesito ir al baño.

Susurró Jimin cerca de la mejilla de Yoongi. Lo cargó una vez más en sus brazos para llevarlo hasta el baño, una vez dentro escuchó como Jimin vomitaba con todas sus fuerzas.

— ¿Puedes tomar algún medicamento? 

— Estaré bien cuando tome un baño.

— Jungkook debe estar en camino. Así que no te preocupes. 

— Yoongi.

— ¿Mmm?

— Gracias.

Yoongi se sintió aliviado, toma asiento en la cama de Jungkook mientras Jimin se daba un baño, agarró su móvil para revisar sus mensajes con Taehyung cuando la puerta de la habitación fue abierta de un golpe, se trataba de Jungkook que llegaba como un loco, no le dijo una palabra a Min porque no era lo más importante ahora mismo, abrió la puerta del baño encontrándose con la mirada nublada de Jimin, corrió hasta él, estrechando su delgado cuerpo entre sus brazos.

— Lo siento tanto mi amor, no debí dejarte solo. ¿Te hizo mucho daño? 

Indagó furioso revisando cada lugar de la blanquecina piel de su chico.

— Estoy bien, Yoongi me salvó la vida. 

Jungkook apretó con fuerza sus labios, volteó para mirar a mirar a Yoongi él cual no dejaba de mirarlos.

— Termina de bañarte, hablaré algo con Yoongi.

— Jungkook. 

Jimin lo agarró con fuerza del brazo impidiéndole movilidad. 

— ¿Te sientes mal?

— ¿Quién es Kang? ¿Es él tipo que disparó a Taehyung?

— No tienes que pensar en eso ahora, yo me encargaré de esto.

El pelinegro agarró el rostro de su novio entre sus manos.

— Jungkook tengo miedo, temo por nuestro bebé, por ti. Si te pasa algo me muero. 

— ¡Ey, no! No tienes nada que temer, no me pasará nada, voy a cuidar de ti y de nuestro hijo, solo espera aquí. 

Besó con delicadeza sus suaves labios, salió del baño cerrando la puerta a sus espaldas. Yoongi se puso de pie caminando detrás de Jungkook, en cuanto Jeon se detuvo, se giró para abrazarlo, algo que realmente asombró a Min.

— Jungkook. ¿Estás bien?

— Gracias, estoy en deuda contigo. 

Dijo palmenado su espalda. 

— Jungkook, Jimin no es el único que corre peligro, también Taehyung lo está y lo sabes, dejamos pasar esto cuando ese animal disparó contra Taehyung, tenemos que hacer algo.

— ¿Qué me sugieres entonces? No tengo otro lugar a donde llevarlo, no confío ni en los hombres que trabajan para nosotros. 

— Tengo esa cabaña en Busán, puedo ofrecerle a ambos seguridad, tengo a otros hombres de confianza trabajando para mí. 

Jungkook apretó sus puños con fuerza, nunca llegó a pensar que iba a poder necesitar tanto de Yoongi en este momento. Pero solo en él podía confiar, así que haría todo lo que estaba en su alcance para proteger al hombre que amaba, no iba a permitir que su vida corriese peligro por su culpa. Movería cielo y tierra para su protección, si tenía que agarrar un arma y apretar el gatillo por primera vez en su vida lo haría. Nadie le tocaría un solo pelo a su chico, no mientras él estuviese vivo, aún muerto se las buscaría para acabar con la vida del que se atreviese a lastimarlo.

— Sólo puedo confiar en ti, eres como mi hermano Yoongi.

— Escuchaste lo que he dicho pedazo de inútil, mi castaño también corre peligro, así que no dejaré que nada les pase y también eres como mi hermano.

— Te sienta bien el amor. 

Jungkook se burló de él golpeando su brazo.