04•
A Jimin se le cortó el aliento mirándolo a los ojos — ¿Aquí?
— Cuando pido algo lo quiero ya— dijo impaciente taladrándolo con sus ojos cafés . — Hazlo.
Jimin bajó el cierre de su pantalón y lo hizo avergonzado. — Más— ordenó él. Lo bajó todo lo que pudo mirando su rostro. No lo iba avergonzar por eso. Él sabía de sobra su situación. — ¿Tienes los análisis?
— Sí — dijo en un susurro.
— ¿Tomas la píldora?— preguntó mirando su entrepierna viendo su ropa interior negra.
— Sí.
— Sino lo haces es problema tuyo— dijo con voz ronca desviando la mirada hacia la ventanilla. — Quítate los calzones.
Abrió los ojos como platos pero al darse cuenta de que no se movía, lo volvió a mirar a los ojos— ¡Ya! — Se quitó los pantalones para luego sacar sus calzones, apretó las piernas para que no se le viera nada. Algo totalmente irracional. — No te pondrás eso cuando estés conmigo.— dijo cortándole el aliento.— Cuando yo quiera y como yo quiera.
Tragó saliva y asintió.— Bien.
— Arréglate.— volvió a coger el móvil y marcó. Se puso a hablar por el móvil sin dejar de observar cómo se vestía de nuevo. Cuando la limusina se detuvo estaban en el mismo centro de Seúl y se sorprendió al darse cuenta que iban a un estreno de teatro— ¿Qué vamos a ver?— preguntó sonriendo al ver la alfombra roja.
— Una adaptación de Shakespeare "La fierecilla domada" — respondió él saliendo de la limusina y alargando la mano para que saliera del coche. Lo cogió del brazo y avanzó con él sonriendo a sus amigos y algunos periodistas— Sonríe— dijo él antes de saludar a un hombre que debía organizar el evento.
— Jungkook , me alegro que hayas venido— dijo mirando descaradamente a Jimin — y acompañado.
— Park Jimin te presento a Min Yoongi— los presentó con una encantadora sonrisa que a Jimin le cortó el aliento.
— Encantado Jimin , espero que disfrutéis de la velada. — Dijo a modo de despedida— Quedaos a la fiesta. Estarán todos.
Entraron en el teatro — ¿Quienes son todos?— preguntó algo nervioso.
— La gente guapa.— respondió sin darle importancia.
— Dios— susurró mirando a su alrededor. Allí había todo tipo de gente famosa desde actores, políticos, hasta deportistas de élite.
— No estarás arrepintiéndote ¿verdad?— preguntó divertido.
— No— ¿Cuando tendría la oportunidad de tener esos contactos? En la vida.
— Veo el signo del dólar en esos bonitos ojos marrones— dijo él irónico.
Al principio se ofendió y cogió una copa de champán de la bandeja pero decidió que si él creía que era un oportunista, le daría la razón. Así que sonrió y dijo— Cuando esto termine pienso abrir una galería.
— Ya veo por dónde vas, precioso — dijo él antes de dar un sorbo a su copa — Si eres listo, te irá muy bien.
— Pienso serlo — le cogió del brazo sonriendo— ¿Me presentas a alguien?
Él sonrió irónico — Por supuesto— lo llevó hasta hombres con los que trabajaba. Hombres de dinero, mucho dinero. Lo presentó pero eso fue todo, hasta que uno de ellos le preguntó si tenía algo que ver con el mundo del espectáculo.
— ¡Por Dios, no!— dijo horrorizado — ¡Sólo pensar en ponerme ante una cámara, me pone los pelos de punta!— Los hombres se echaron a reír por su gracia.
— ¿Y a qué se dedica?
— Soy licenciado en bellas artes. Hasta hace poco trabajaba en una galería.
— Inteligente, joven y precioso, Jungkook . ¿De dónde los sacas?— preguntó uno de ellos dándole una palmada en la espalda.
— Me lo ha enviado mi hada madrina— respondió mirándolo a los ojos, provocándole un estremecimiento en la columna.
Desvió la mirada observando el espectáculo que estaba promocionando una estrella adolescente de la canción mientras intentaba controlar la respiración. Después de unos minutos fueron entrando al teatro. Sus localidades estaban en el centro y él estaba al lado de una de sus actrices favoritas, Park Yoona. No hablaron mientras esperaban que se llenara. Jungkook saludaba a conocidos y no lo presentó, así que se quedó sentado.— Tengo muchas ganas de ver esta obra— dijo la actriz sonriendo— ¿Le gusta Shakespeare?
No quiso mentir— Es la primera obra suya que veo. Aunque por supuesto he leído sus obras en el instituto.
— Querido, le encantará. — Dijo sonriendo— Yo representé una suya hace años y me resultaba muy satisfactorio.
— ¿Puedo decirle que su trabajo en "Hwaran" es una de mis series favoritas?
— Y de las mías — dijo la actriz sorprendida. — Un chico que ve doramas, vaya.
— Creo que las he visto todas, por mi mamá — dijo riendo.
Jimin se echó a reír atrayendo varias miradas — Mi madre las tiene en Cd. Me llamo Park Jimin .
— No tengo que decirte mi nombre.
— ¿El auténtico o el otro?— Yoona se echó a reír y su acompañante se presentó. Era su sobrino, Jiminmin. Se volvió y se dio cuenta de que Jungkook no perdía detalle. — Él es Jeon Jungkook .
— Encantada.— dijo la actriz.
Se apagaron las luces y Jungkook le dijo al oído. — No pierdes el tiempo ¿verdad?
Él le miró a los ojos y apretó los labios sin responder. Se volvió hacia el escenario pues empezaba la obra. La adaptación era buena y disfrutó mucho de la velada. Cuando terminó la obra, Jungkook lo cogió de la mano y prácticamente lo arrastró entre la gente hasta la salida. — Tengo que ir al...
— Ni hablar.— dijo él — No pienso esperar una hora para que tú des la lengua en el cuarto de baño. La limusina ya estaba esperando, pues salieron de los primeros al no quedarse a hablar con la prensa, ni a la fiesta posterior. Esperó a que subiera y se sentó a su lado.— ¿Por qué tanta prisa?
— Porque lo digo yo— dijo mirándolo seriamente.— Si empiezas a preguntar estupideces...
Cerró la boca y miró por la ventana las luces del lugar. Fueron hasta un restaurante y eso lo sorprendió porque pensaba que irían al grano. El maître los recibió como a reyes y los sentó en una mesa discreta. Sonrió amablemente al camarero cuando le entregó la carta. — ¿No tenías que ir al baño?
— No quiero interrumpir tu horario. Iré en cuanto pidamos.
Jungkook chasqueó la lengua— Tienes una manera muy sutil de estar de morros.
Decidió no contestar porque lo hacía sentir mal— Parte de tu trabajo es entretenerme— dijo divertido.
Él le miró por encima de la carta— Creía que no te interesaba hablar conmigo. No quería molestarte.
— Has vuelto a hacerlo.
Hizo una mueca— Quiero ensalada de langosta — dijo levantándose de la silla— Voy al aseo.
Después de ir al baño se arregló ante el espejo. Abrió los ojos como platos cuando lo vio entrar — ¿Qué haces aquí?— preguntó sorprendido — ¿Estás loco?
Él sonrió cerrando la puerta con una llave que no sabía de dónde había salido— Tranquilo.
— Oh— dijo viendo como se acercaba.
— Exacto.
Se acercó a él y Jimin prácticamente se sentó en el mármol del lavabo intentando no estar tan cerca de él. Jungkook lo miró a los ojos y le abrió la camisa dejando su pecho al descubierto. Antes de que pudiera impedirlo le acarició un pezón, provocándole un jadeo. Se agachó cogiéndolo por la cintura y se lo chupó.
Jimin jadeó al sentir su boca, al darle un vuelco el estómago. — Dios— dijo él sin poder evitarlo haciéndolo sonreír. Jungkook levantó la cabeza y le atrapó los labios.
Lo besaba apasionadamente y sintió que abría sus piernas sin querer, ni poder evitarlo. Se sujetó sobre sus hombros y cuando lo acarició íntimamente, gritó contra sus labios, bajó sus pantalones junto a su ropa interior, ni se esperó sentir su sexo y que entrara en él profundamente de golpe haciéndola arquearse.
Lo besó en el cuello mientras lo sujetaba por la cintura y Jimin le rodeó con sus piernas pidiendo más.
Lo embistió fuertemente provocándole oleadas de placer. Un placer que no había sentido nunca y que no sabía que era capaz de sentir. Después de varias embestidas en las que no dejó de besarlo, sintió que su interior se tensaba y apretó sus piernas alrededor de su cintura, gritando en su cuello cuando explosionó de placer estremeciéndose entre sus brazos. Cuando pudo abrir los ojos Jungkook se apartó de él bajándolo del lavabo. — Arréglate. Te espero fuera.— dijo él arreglándose el cabello mirándose en el espejo. Le observó salir y se mordió el labio inferior todavía apoyado en el lavabo. Se volvió lentamente y se miró al espejo. Había sido la mejor experiencia sexual de su vida y le pagaban por ello. — Eres patético.
Se arregló lo más rápidamente que pudo y salió al comedor. El esperaba como si nada, mientras que Jimin estaba como un tomate. Se sentó en su silla y cogió la copa de vino blanco. Ni se dio cuenta de la mirada de admiración de varios hombres de las mesas cercanas.— ¿Ocurre algo?— preguntó Jungkook divertido.
— No— carraspeó al soltar un gallito— No, todo está bien.
— Me alegro. Aquí llega la comida.
Se apartó un poco para que le sirvieran. La ensalada de langosta tenía una pinta estupenda pero él había perdido el apetito. — Come, Jimin— dijo divertido.— Pareces nervioso.
— No, que va— cogió un trozo de langosta y se lo metió en la boca — Mmm, buenísimo.
— ¿Te ha incomodado lo del baño?— preguntó mirándolo a los ojos.
— No — desvió la mirada — No— Jungkook se echó a reír y lo miró sorprendido. Que se riera de él le daba igual con tal de verlo reír. No se podía ser más guapo y las mujeres que lo miraban pensaban exactamente lo mismo.
— Relájate, Jimin . Sé que no nos conocemos pero me gusta ese tipo de sexo.
— ¿En público?
— Inesperado. No estábamos en público— respondió divertido.
— Ah — dijo antes de meterse un poco de ensalada en la boca.
— Estás incómodo — dijo él mirándolo más serio.
— No entiendo lo que quieres de mí — susurró mirando su plato.
— Mírame, Jimin . — Alzó la mirada — Quiero una compañía amena. Un buen compañero de cama y no quiero amoríos.
— Tengo miedo de decir algo que te enfade más.
— Si me enfadas te pego un grito y ya está ¿Qué problema hay?
¿Eso significaba que podía ser él mismo? — No has mirado los análisis.
— Dámelos — dijo divertido.
Abrió la bolsa que traía y se los dio mientras él sacaba los suyos del interior de la chaqueta— Un poco tarde, ¿no crees?— preguntó él divertido.
— Más vale tarde...— él le devolvió los análisis y él hizo lo mismo. — Mañana es sábado. Te recogeré a las diez. Vamos a navegar.
— ¿A navegar?— preguntó ilusionado.
— Sí, a navegar. Eso que se hace en un barco— dijo antes de meterse en la boca un trozo de su solomillo.
— Pero que gracioso eres, deberías estar en el circo. — dijo con voz melosa.
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