Wonwoo...- no había día en que el alfa no llorara o vaya a ver a su lindo omega que yacía dormido en aquella camilla. -si supieras cuánta falta me haces- ya habían pasado dos semanas desde que lo internaron, la operación para salvarlo había sido exitosa, tanto Wonwoo como aquel pequeño bebé se salvaron, tuvieron que hacer una cesárea de emergencia y su hijo aguardaba en una incubadora por otra semana y media más, después de eso podrían sacarle las vendas de los ojos y sacarlo de aquella incubadora para poder estar con sus padres.

No sabían cuándo Wonwoo despertaría, nadie lo sabía.

-Yuna y yo te extrañamos mucho en casa- otra vez, como todos los días, el alfa ingresó a la sala con su mascota con una correa -Te extraño mucho- se sentó a su lado tomando su mano dándole un beso al anillo de bodas que seguía ahí sin importar nada.

Otra vez las lágrimas se juntaron en sus ojos, quería besarlo, quería abrazarlo, molestarlo por su estatura, todos los días los recuerdos se juntaban en su cabeza.

Los detalles, aquellas pequeñas cosas que parecían insignificantes, eran las que llegaban a su mente al recordar a su lindo omega que estaba acostado en aquella cama.

Yuna igual lloraba, extrañaba mucho a su amo, se subió a la camilla acostándose en las piernas de este, la sala estaba llena de sollozos de ambos.

-Por favor, ya no soporto esto... por favor dame un abrazo- nunca se esperó que todos esos sucesos felices terminarían en un segundo, quería volver el tiempo para darle un cálido abrazo y nunca soltarlo -Por favor despierta.

Y con la entrada de un flor de manzano los ritmos cardiacos aumentaron un poco alertando al alfa, estaba a punto de llamar a una enfermera para ayudarlo hasta que sintió cómo la mano que sostenía devolvía el apretón.

Esperanzado miró el rostro de su menor.

-Cariño- le habló con las esperanzas de poder ser respondido, aquellos ojos que tanto amaba se abrieron muy poco a poco, esos ojos color sol lo miraron indicándole que había escuchado sus palabras.

-Amor...- parecía que hubiera sido como un parpadeo, no sintió ni una hora de aquellas dos semanas donde estuvo internado.

-Wonwoo- las lágrimas aumentaron, pero esta vez era de felicidad, abrazó delicadamente aquel cuerpo que tan bien conocía y tanto había extrañado.

Con una sonrisa y lágrimas en el rostro contemplaba a su lindo omega moverse una vez mas, acariciando su rostro besó tiernamente sus labios.

-M-me hiciste tanta falta- un ladrido de Yuna lo hizo corregir su oración -NOS hiciste tanta falta- besó todo su rostro.

La enfermera llegó, revisó a Sunoo en detalle para ver que ya todo estaba en orden, pero el omega no dejaba de preguntar sobre su cachorro al percatarse de la cicatriz ya bien curada de su estómago.

-Dónde... ¿Dónde está? ¿Qué hicieron con él?- estaba preocupado.

-Cariño, mírame- hizo que su esposo lo mirara y se calmara -Nuestro cachorro está muy bien, podremos verlo en 10 días- ahora que volvía a tener a Wonwoo estaba mas que feliz.

De pronto los ojos de Wonwoo se llenaron con lágrimas.

-Cariño, ¿Qué pasa? ¿Porqué lloras?- se alarmó tomando el rostro de su omega en sus manos.

-S-si hubiera sido mas fuerte nuestro cachorro tendría un parto natural.

-Pero, Cariño- aguantó su risa - Lo que importa es que ambos esté bien ¿no?, ya no te preocupes por eso- lo envolvió en brazos como tanto quiso hacer esas dos semanas.

Wonu tan solo aceptó su abrazo acurrucándose en sus brazos, aún no creía que estuvo 14 días postrado en aquella cama.

Yuna se restregaba en sus piernas, había extrañado muchísimo a su dueño.

-Vamos, la pared de nuestro cachorro no terminará de pintarse sola- Mingyu no había hecho nada de preparación, no lo haría sin Wonwoo, sabía cuánto este quería pintar y adornar toda ese cuarto.

-Si- aprovechando que su alfa estaba agachado besó sus labios por unos segundos separándose con una sonrisa.

-Te amo- si que extrañaba esos labios -te amo mucho- lo estrujó aún mas en sus brazos aspirando su embriagante aroma.

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-¿Listo?- Mingyu tomaba la mano de wonwoo antes de entrar a la sala indicada por los doctores para poder tener a su bebé en brazos.

-Listo- estaba muy pero muy emocionado, quería ver a su cachorro.

Ambos entraron al mismo tiempo a aquella sala, un pequeño bulto aguardaba en una incubadora, el corazón de Wonwoo empezó a latir fuertemente.

-¿Listos para sacarlo?- habló el doctor, ya era seguro alimentar y sacar a aquel bebé, es mas, estaba listo para ir con sus padres.

-S-si- Mingyu se puso nervioso acercándose a la incubadora que ahora ya estaba abierta.

Ahí lo vieron, un hermoso niño con aún los ojos tapados, pues Wonwoo o Mingyu sacarían las vendas, sus pequeñas manos aguardaban ser tocadas.

-¿P-puedo sostenerlo? ¿Verdad?- Sunoo miraba con tanto amor a ese lindo niño.

-Claro que si, el padre sacará las vendas de sus ojos.

Wonwoo delicadamente tomó a su hijo en brazos sintiendo algo inexplicable, una conexión instantánea aunque ni vio sus ojos.

Mingyu de igual manera con sus temblantes manos sacó las vendas con cuidado dejando ver aquellos hermosos ojos que había heredado de su madre, los ojos eran los mismos que de Wonwoo, pero tenía el lunar de Mingyu, su naricita era redonda y adorable.

-Eso sería todo- habló el doctor -pasen a la próxima sala para tramitar esto, pueden llevar hoy al bebé a casa.

-Vendrás a casa- Wonwoo tenía los ojos llorosos, besó delicadamente su mejilla y frente. -¿Quieres sostenerlo?- habló a Mingyu.

-Si, por favor- sostuvo su cabecita para sostenerlo correctamente, con su dedo índice acarició su mejilla, pronto sintió cómo su dedo era sostenido por la pequeña y cálida mano de su hijo, este sonrió y soltó una risita al sentir y ver a su padre.

Mingyu sintió aquello que su padre le explicó, en ese momento no sabía a qué se refería, ahora lo comprendía a la perfección.

-Yeonjun- eligieron aquel nombre para su adorable hijo. -vamos a casa.

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-Llegamos- la pareja casada entraba a su hogar con su hijo en una cuna portátil, su perrito les daba alegremente la bienvenida, estaba por ladrar, pero sintió un aroma nuevo, al momento que Wonwoo se sentó en el sofá con Yenjun en sus brazos, Yuna se subió al sofá sentándose a su lado admirando al nuevo integrante de la familia.

Se quedó mirándolo y vigilando que esté bien, era tan bonito que no había manera de no amarlo.

Al momento que Wonwoo y Mingyu lo pusieron en la cuna para que durmiera, Yuna se acostó al lado para vigilar a ese tierno ser humano, como si estuviera diciéndoles a Wonwoo y Mingyu "Yo me ocupo, ustedes no se preocupen"

-Va a ser un trabajo muy difícil- Ser padre no es nada fácil.

-Ya eres padre- Wonwoo sonreía -lo harás de maravilla, lo sé- se sentó en las piernas de su alfa.

-No estoy seguro de ser el mejor, pero te prometo que haré todo a mi alcance para darle todo lo que se merece- besó el cuello de su omega bajando por su clavícula.

-Para mi, ya eres el padre #1 en todo el mundo- tan solo se dejaba abrazar y besar por su pareja.

-¿Sabías que te amo?- besó la marca que los unía, aquella que yacía en la clavícula del omega.

-Lo sé muy bien, pero yo más que amarte te adoro.