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࿐♡ 14

El tiempo sí que pasaba rápido, el pequeño Yongbok tenía ya un año y 10 meses, a punto de cumplir dos años, hace casi un año empezó a caminar y ahora podía entablar una conversación con Jeongin y Chan.

Todo iba bien, Chan tenía un buen trabajo, Jeongin tan resplandeciente como siempre, quedándose en casa por decisión propia, todo iba de maravilla, Yongbok ya caminaba, podía caminar bien y eso ponía a Jeongin y Chan muy orgullosos.

—Amor~ —Jeongin habló, hace 1 semana que estaba queriendo decirle algo, pero no encontraba el momento indicado.

—Ya voy —Chan habló desde la sala y vino junto con Yongbok, lo tenía en brazos—. ¿Sí?

—Awww— le enternecía mucho ver a su hijo con su esposo —Mírate, hace dos años no querías tener hijos. ¿Lo recuerdas? —se abrazó a él.

—No es que no quería, tenía miedo, pero ya lo perdí, hasta me puedo considerar un buen padre, ¿no es así, Yongbokkie? —besó la mejilla de su hijo.

—No eres un buen padre, eres un excelente padre —le sonrió para después darle un beso—. Así que... ¿Qué te parece agrandar nuestra familia?

—¿Qué?

—Sí, talvez tener una niña, para que Yongbok no se sienta tan solo —se abrazó al alfa.

—Sí... pero para eso está Berry —Berry vino corriendo ni bien escuchó su nombre y ladró con una sonrisa, Chan le daba miedo pasar por todo lo del embarazo de Jeongin otra vez.

Dejó a Yongbok en el suelo junto con Berry, es como si Berry se hubiera vuelto en su nana, aunque fuera macho, sabía cuidarlo, sabía que era peligroso para él y además le gustaba mucho jugar con él.

—Un hermano no es lo mismo que una mascota —Jeongin insistió.

—Cariño, lo sé, pero así es perfecto, ni siquiera entró al kínder, estamos bien como estamos ahora —tomó las manos de Jeongin, pero no se esperó que su omega carraspeara y se fuera de la habitación con un mohín en los labios—. Oh, vamos, no otra vez —fue de inmediato tras su omega dejando a Berry y Yongbok en la habitación, no le daba miedo hacer eso, Berry era un excelente niñero.

Chan siguió a Jeongin hasta el comedor, estaba buscando sus galletas así que Chan aprovechó para abrazarlo por la espalda, pero el omega, antes de que esté demasiado cerca, se fue a la sala rodando los ojos.

—Cariño, por favor —Chan lo siguió, Jeongin se había sentado en el sofá y prendió la televisión sin hacerle caso a Chan—. Vamos, mírame —se sentó a su lado abrazando su cintura.

—Quítate, quiero ver la televisión —lo apartó y empezó a vagar por los canales esperando encontrar algo bueno.

—Vamos, por favor —lo sostuvo sentándolo en sus piernas para que Jeongin no pueda escapar.

—Ya suéltame.

—Noup, al menos no hasta que vuelvas a sonreírme —enterró su rostro en el cuello de Jeongin repartiendo pequeños besos.

—Yo quiero otro hijo... —Jeongin suspiró rendido, sabía que Chan podía estar en esa posición hasta donde se le dé la gana y nunca soltarlo.

—Pero ya tenemos uno, amor.

—Yo solo digo que sería hermoso tener un...

—Que no quiero, ya tenemos uno —habló entre dientes queriendo cortar la conversación y tema.

Jeongin de alguna manera se sintió regañado y su corazoncito se estrujó un poco provocando que sus lágrimas se asomaran.

—Oh, no, no, no —Chan intentó secar sus lágrimas, pero Jeongin de alguna manera logró escapar de su agarre y se fue corriendo a su habitación.

Jeongin llegó a su habitación acostándose al lado de Yongbok y Berry quienes estaban dormidos, acarició el pelo de su hijo, las lágrimas se juntaron en sus ojos, ¿por qué Chan no quería otro hijo?

Pronto su alfa llegó, tal vez después de unos 3 minutos, pero se acostó a su lado y rodeó su cintura.

—Lo siento, no fue mi intención hacerte llorar —besó su mejilla.

—Lo sé... —no se movió.

—Pero... ¿no crees que es hermoso así?

—Chan —Jeongin suspiró, debía decirle—. Estoy en cinta.

Entonces Chan se quedó quieto, no parpadeaba, parecía que ni respiraba, simplemente se quedó pensando en cómo y en cuándo pasó eso.

Ahí cayó en cuenta de cuándo había sido y el cómo había pasado, fue el día en que Yongbok se quedó en casa de sus abuelos porque estos querían consentirlo, entonces Chan y Jeongin aprovecharon la soledad de la casa para unirse nuevamente, claro, olvidando por completo alguna protección.

—Quería decirte antes... pero no encontraba el momento... y al parecer tampoco era hoy —suspiró alejándose de su alfa aún acostados.

—No... no es eso, solo que...

—Iré a darme una ducha— sin duda que Jeongin estaba triste, se notaba hasta en su voz. Se paró y se desvistió alistándose para un baño, sin ninguna otra palabra se llevó una toalla y fue a darse una ducha.

Chan suspiró, le daba miedo tener otro hijo y no poner suficiente atención a ambos como para que se sientan amados, que haya enemistad entre ambos.

Pero, un hijo no planeado no es menos amado que uno esperado, tenía que disculparse con Jeongin, pero cuando Jeongin está triste no quiere escuchar a nadie, tampoco quiere besos, ni abrazos, simplemente quiere estar solo y eso afectaba mucho a Chan, estaban unidos, la tristeza de Jeongin era la tristeza de Chan, su felicidad era la de él.

Jeongin solía ser dramático, así que Chan no sabía qué esperarse.

Tomó a Yongbok en brazos y lo abrazó y aún cuando su pequeño estaba dormido le habló.

—¿Tú quieres un hermanito? —e imaginando su respuesta volvió a hablar—. ¿Hermanita? sí... también sería bonito, comprarle un vestido para su bautizo, no dejarle tener novio hasta sus 30, no dejarla tatuarse, pero enseñarle a insultar... sería divertido, ¿no crees?

—Papá —su hijo se despertó de un momento a otro y con su manita alcanzó la mejilla de Chan.

—¿Quieres tener un hermanito o hermanita? —se sentó con su hijo en sus piernas.

—¿Hermano? —habló con su niñata voz—. Quiedo jugar con él —pronunciaba bien algunas palabras como para tener casi 2 años.

—Bueno pues... al parecer mamá tiene a tu hermanito... o hermanita en su pancita, él está enojado conmigo así que cuando salga de la ducha dale muchos abrazos y besos, ¿sí?

—Ta bien, papá —sonrió con sus dientecitos de leche.

—Bien, mamá saldrá en un segundo así que mientras tú utilizas tus encantos, yo prepararé algo para él porque yo no tengo encantos, ¿sí? —besó su frente para dejarlo en la cama y después bajar a la sala para poder preparar algo para que Jeongin ya no esté molesto o triste.

Ah, shit, here we go again.

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