—Ya vuelvo, ¿sí? Cualquier cosa me llamas— Chan salía a recoger algunos papeles de su trabajo, tenía que revisar cuál de los actores era mejor para el papel principal.

—Bien, te esperamos en el almuerzo —Jeongin se despedía de su alfa con Yongbok en brazos, eran las 10:46 de la mañana, tenía tiempo más que suficiente para hacer algo sencillo para comer... o talvez pediría una pizza.

Hace ya un día que los paparazzi comenzaron a caminar por la zona de la casa de Chan, los periódicos y sitios fueron ingeniosos, no revelaron todo el rostro de Jeongin, solo algunas partes y más o menos mitad del rostro de Yongbok.

Chan ni bien se enteró contrató guarda espaldas para proteger su casa, pues investigaron todo sobre él, hasta dónde vivía, así que ahora 8 guardias estaban afuera de la casa y dos en el patio por si algún camarógrafo o fan loco es ingenioso.

—¿Qué quieres comer? —Jeongin habló a Yongbok quien sólo balbuceaba, decir que no le afectó en nada que su rostro sea algo conocido sería una completa mentira, solo 4 personas muy cercanas de parte de él sabían su relación con Chan y de su hijo.

Corea era un escándalo total con el medio rostro revelado de Jeongin y la noticia de que tenía un hijo.

Jeongin casi siempre temía lo peor, que ingresen a la casa y hagan algo con Yongbok o con él, le asustaba.

—¿Leche? Bien, prepararé tu leche —tarareando una canción empezó la preparación de dicha bebida para su bebé.

Los guardias eran de confianza, así que Jeongin estaba tranquilo sabiendo y conociendo a esos guardias.

—¿Quieren un emparedado? —no era trabajo de Jeongin darles comida, pero no podía dejarlo así, repartió emparedados y refrescos a todos mientras Yongbok jugaba con Berry.

Todo andaba normal, todo común y corriente hasta que Berry empezó a ladrar, aparentemente, sin razón.

—¿Berry? ¿Está todo bien? —Jeongin se aproximó al patio trasero donde Berry ladraba sin ver nada—. ¿Pasa algo?

—Al fin te encuentro —un hombre bajó entre la rejilla eléctrica raramente desactivada.

—¿Quién eres?... —era obvio que era un Alfa, su aroma y su altura, además de su físico.

—Oh, ¿no me recuerdas? Vamos, estábamos juntos en la universidad, 3er año en artes.

—¿Hyu... Hyunjin? —aquel alfa que siempre lo acosaba estaba ahora frente a él.

—Sip —había cambiado de apariencia, era más alto, pelo largo y rubio atados en una colita, además de una herida en la nariz, oh, se veía muy apuesto, pero siempre lo estaba acosando y siguiendo a todo lado cuando Chan no estaba a su lado.

—¿Qué haces aquí? Llamaré a...

—No, no, esa no es la respuesta —tenía un arma... y lo estaba apuntando—. Sólo quería tener un beso tuyo y tener sexo contigo ¿era tan difícil decirme que sí? Jajajaja, mírate, siempre te rehusabas y ahora hasta tienes un hijo con ese maldito... me costó mucho encontrarte, si no fuera por la información tuya filtrada, no podría haberte encontrado.

—Yo...

—Silencio, no quiero lastimar tu bello rostro —guardó el arma acercándose a Jeongin quien dio tres pasos hacia atrás—. Quieto —usó su voz de mando, Jeongin no podía declinar ante esa voz, era lo malo de ser omega.

—¿Qué tratas de hacer? —tenía miedo, pero tenía que mantenerse fuerte por Yongbok.

—Si te lo digo... nah, será una sorpresa —sonrió acariciando su rostro con una navaja de 15 centímetros que tenía guardado en su bolsillo.

—Chan vendrá enseguida, hay guardias que...

—Joven Jeongin, gracias por los empa... —una guardia alfa entró para dejar los platillos donde Jeongin les había convidado comida—. ¡Suéltelo! —sólo le quedó intentarlo, su arma no estaba con ella en ese momento.

—No quiero~ —le sacó la lengua mientras abrazaba la fina cintura del rubio omega.

—Suéltalo ahora —otro de los guardias que estaban en el patio principal entró cuando escuchó a su compañera, no tenía un arma con balas, era uno eléctrico que atacaba a corta distancia, pero no tenían otra opción.

—Chan llegará e irás a la cárcel por un tiempo —no podía moverse, el efecto de la voz de mando seguía en su sistema.

—Mi lindo y tierno Jeongin... ¿Acaso no sabes lo bien que planeé esto? tengo gente que lo detendrá por un rato, lo suficiente para que aquel hijo tuyo tenga un hermano ¿Qué dices?

—Ni creas que...

—Oh, si dices que no, igual lo haré, pero ¿ves las lindas mejillas que tiene tu hijo? ¿No crees que se verían mejor con algunos cortes? —atacó en el punto más débil de Jeongin, su cachorro.

—No podrías...

—¿Es eso un reto? Porque soy muy capaz de hacerlo.

Jeongin se quedó quieto, aunque el efecto de la voz de mando ya había terminado, vio cómo Hyunjin cerraba aquella puerta que le daba contacto con lo demás de la casa cerrándola con llave, dejando sólo a ellos dos en el jardín trasero, Berry fue con Yongbok a protegerlo.

¿Por qué los guardias no hicieron nada? Porque mientras Hyunjin cerraba todas las entradas apuntaba a Jeongin con el arma, amenazando con dispararle si intentaban hacer algo.

El vidrio de aquella puerta era anti-balas, así que no podrían traspasarla ni romperla con nada de lo que tenían, Chan preparó la casa para que sea segura cuando uno está dentro... pero no cuando alguien está fuera.

—De rodillas —ordenó.

Jeongin tan sólo lloraba sin emitir ninguna palabra coherente, tampoco es como si pudiese hacer algo.

—No sabes lo mucho que esperé por esto —con su navaja rasgó la remera blanca de Jeongin para darle vista a su pecho y aquella marca que lo unía con Chan—. Mmm... creo que mi marca se vería más bonita en esa clavícula tuya.

—No... por favor, no lo...

Y sin algún aviso, sin algo que no preparase, mordió encima de esa marca, provocando un inmenso dolor en Jeongin, ahora estaba unido temporalmente a Hyunjin.

(...)

—Jeongin... —el corazón de Chan dolió, ya no sentía a Jeongin, no sentía su unión, algo estaba pasando, algo muy malo estaba pasando.

Ignorando a las personas que le estaban hablando corrió hacia su automóvil negro subiéndose a éste conduciendo lo más rápido que pudo hasta su casa.

Sentía un muy gran dolor en su pecho, como si le hubieran arrebatado algo muy importante en su vida, lo peor era que Jeongin no respondía sus llamadas, ni el teléfono fijo.

Por favor, dime que estás bien.