
࿐♡ 05
¿Chan quería un cachorro? Si, lo quería, pero últimamente estuvo viendo muchas noticias de muertes de omegas al dar a luz o incluso un mes antes de hacerlo, tenía miedo, de perder a Jeongin, era lo que más le importaba y tenía miedo de perderlo, tenía mucho miedo.
Sin embargo, Jeongin, estaba tan feliz como no estuvo desde el día de su boda, hace ya tres semanas Chan le hizo aquella broma y en esa semana se estaba sintiendo algo extraño, tenía más antojo de cosas dulces.
Así que fue a la farmacia, solo por si acaso se hizo una prueba de embarazo, vaya fue su sorpresa cuando en aquella prueba salieron dos rayitas rojas, se hizo tres pruebas más, en todas dio positivo, solo por si acaso, fue a hacerse un examen de sangre para verificar de una vez por todas si estaba en cinta o no.
Todas la pruebas daban positivo.
Ahora Jeongin tenía que darle la noticia a Chan.
Y Chan tenía que decirle a Jeongin que no quería un cachorro, bueno si, pero tenía miedo.
—Amor~ —el omega estaba decidido a tener una charla con su esposo sobre aquel tema, tenía que hacerlo, en el bolsillo de su cárdigan tenía la prueba de embarazo, para mostrársela.
—¿Sí, Amor?
—Quiero un bebé —fue directo, pensó que sería mejor que volver a insinuarlo y que su alfa cambie el tema otra vez.
—¿Qué?
—Sí, quiero un cachorro. ¿Tú no? Ya casi vamos casados 6 años, 8 de relación y 10 desde que nos conocimos... ¿no crees que ya es hora? —sus ojos eran muy persuasivos.
—Mi amor, no lo sé, estamos bien así, te tengo a ti y eso es suficiente —no quería decirle directamente que no quería un cachorro.
—Pero yo sé que serías un gran padre —esperaba, anhelaba que Chan acepte.
—Tenemos a Berry... eso ya cuenta como familia, ¿verdad? —se sentó mejor en aquella cama arreglando sus lentes.
—Sí, Berry es parte de la familia... pero no crees que estaría bien... no sé... ¿agrandar nuestra familia?
—Puedo conseguir otro perrito si eso es lo que quieres —era de noche, no le fue muy bien que digamos en el trabajo, estaba preocupado por las muertes de omegas embarazados a causa del mismo embarazo, no estaba para todas las insinuaciones que le estaba dando Jeongin.
—No, no un perrito, tengamos un hijo —aprovechando que Chan estaba apoyado en el espaldar de la cama se sentó enfrente para verlo a los ojos.
—Pero yo... estoy bien contigo.
—¿Tú no quieres? Es que en verdad lo anhelo tanto.
—Sí, lo sé, pero es que es perfecto como estamos ahora, ¿para qué cambiarlo?
—Para que sea aún más perfecto —rogaba con sus ojos que su esposo cediera.
—No, estoy feliz así.
—Pero si sólo lo piensas un momento... —tenía que decirle que estaba en cinta.
—No, ya lo hice, no quiero un cachorro —sí que quería, lo que no quería era poner en riesgo a su lindo omega.
—Pero yo sí, seríamos más felices. ¿Nunca imaginaste tener una familia conmigo? —cuando Chan se paró de la cama él igual lo hizo siguiéndolo.
—Amor, ya te lo dije, no quiero uno —caminaba por la habitación para evitar ver sus ojos.
—Si tan solo lo pensaras.
—Jeongin... —se estaba cansando un poco de esa conversación.
—No sé por qué no quieres un cachorro.
—Jeongin, ya basta —colocó su mano en frente de su menor para indicarle que parara —no quiero uno.
—Pero si tan solo... si tan solo lo imaginaras... nosotros, una familia.
—Tú ya eres mi familia, y con eso me basta, eres lo único que quiero —lo tomó de los hombros.
—Pero...
—Pero no quiero uno —no lo gritó, era incapaz de gritarle a su omega, tan solo levantó un poco la voz.
Soltó los hombros de su menor y respiró profundamente, ¿estuvo mal alzarle la voz? Sí, porque ahora su lindo omega tenía los ojos cristalinos.
—Cariño, lo siento, estuvo mal alzarte la voz, pero tú no entendías que yo no quiero un hijo...
—Estoy en cinta —sacó la prueba de embarazo de su bolsillo entregándosela a Chan, esperó alguna respuesta, alguna acción, pero su alfa solo se quedó mirando aquella prueba.
Jeongin acababa de recibir la acción que no quería, nada, Chan no hizo absolutamente nada, solo mirar aquella prueba de embarazo.
—Y si no quieres un cachorro, está bien —se alejó unos dos pasos de su alfa—. Ni mi cachorro ni yo necesitamos de un alfa —se sacó el anillo de matrimonio y se lo lanzó a Chan saliendo rápidamente de esa habitación, cerrándola fuertemente al salir de aquel cuarto.
—¡No! ¡Jeongin! —intentó ir tras él, pero la puerta volvió a trabarse.
El omega tan solo tomó su teléfono celular, su tarjeta de crédito y salió en medio de la oscura y fría noche con tan solo un buzo gris y un cárdigan del mismo color además de tenis blancos que fueron los que estaban en la entrada.
Chan, cuando finalmente logró abrir la puerta, y por abrirla nos referimos a romperla, salió a la calle en busca de Jeongin.
Pero ya era muy tarde, lo último que vio de él en ese día fue a su linda pareja entrar a un taxi con los ojos llorosos y tristes feromonas.
—¡Cariño! —intentó gritar, pero Jeongin ya estaba muy lejos como para ir corriendo tras ese automóvil.
Chan volvió a su casa, la prueba de embarazo seguía en sus manos al igual que el anillo de matrimonio que Jeongin le había lanzado.
La razón por la cual se quedó en un pequeño shock cuando Jeongin le dio la noticia era porque estaba en medio de una lucha de emociones, entre extremadamente feliz y asustado.
No quise decirte que no quería ser padre, solo tenía miedo de perderte.
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