Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

xxiii.

CHAPTER TWENTY THREE.

después de llamar a yu-gyeom, jungkook le dijo a namjoon a donde iría.

su padre estaba demasiado angustiado por su papá, para notar su ausencia, y namjoon podría explicarle todo después, cuando hubiera pasado el peligro. si es que el peligro pasaba. eso estaba aún por determinarse.

después de eso, tomó un puñado de tranquilizante alfa y metió más en sus bolsillos. necesitaría estar en control.

corrió a la casa de hoseok, con la gente en las banquetas haciéndose a un lado para dejarlo pasar. las imágenes de todo lo que había visto ese día, se reproducían a través de su mente. no quería jamás tener hijos, sin importar qué. y no después de esto. no valía la pena a ese precio. nunca tendría a un sustituto y no le importaba lo que hoseok hubiera hecho en el pasado, con tal de que estuviera a salvo en este momento. sano y salvo, lo cual era su propio trabajo, así como asegurarse de que hoseok no tuviera más dolor.

estaba sin aliento y sudando para cuando llegó a la casa de hoseok. esperaba que yu-gyeom hubiera llegado a su casa mucho más rápido. su papá necesitaba sangre y la memoria fotográfica de jungkook, no le había fallado cuando más importaba. cuando estaba desesperado por encontrar una solución, recordó estar sentado al lado de yu-gyeom en clase de biología hacía dos años atrás, ambos siendo picados en sus dedos, y anotando los resultados de las pruebas. lobo 3 fue lo que yu-gyeom escribió. y lobo 3 era lo que necesitaba ahora su papá.

yu-gyeom había estado durmiendo por su embriaguez, pero había accedido a ir inmediatamente cuando le contó la situación. esperaba que hubiera llegado a tiempo. una parte de él quería llamar a su casa y asegurarse de ello, pero una más grande sabía que no podía controlar lo que estaba ocurriendo allí. su deber estaba aquí con hoseok. su papá estaba en buenas manos con namjoon y confiaba en que él haría lo que tenía que hacer, incluso si eso significaba pararse a media calle y agitar sus brazos hacia los conductores hasta que encontrara un donador con sangre tipo lobo 3.

saltando en el porche de hoseok, jungkook alzó la mano hacia el timbre pero jimin abrió la puerta antes de que tuviera la oportunidad de tocarlo. su camisa estaba medio desabrochada y su oscuro cabello caía suelto desde su peinado recogido. el cansancio irradiaba de él en oleadas.

—qué bien. estás aquí. —lo jaló hacia el interior, apretando su mano de manera tranquilizante mientras lo hacía—. debes estar congelándote.

mirándose hacia abajo a él mismo, jungkook se dio cuenta de que una vez más había salido sin un abrigo. dado que llevaba puestos unos pantalones deportivos y una camiseta manchada de sangre, se suponía que debía tener frío, pero no sentía nada en absoluto. había tanta distancia entre él y el resto del mundo, parcialmente por el tranquilizante alfa pero en su mayoría por el impacto, que podría remar en un bote durante horas y nunca llegar a la costa.

jimin le frotó los brazos descubiertos, tratando de calentárselos mientras chasqueaba la lengua.

—mira cómo estás.

taehyung y zephyr también estaban en el vestíbulo. obviamente, todos habían estado esperándolo. zephyr se metió entre sus piernas a modo de saludo y taehyung le dio una suave sonrisa, con sus cejas decaídas por la preocupación. extendió una mano para estrechar la suya y su agarre pareció prestarle fuerza.

—¿todo bien en casa?

jungkook negó con la cabeza. no sabía qué decir o si incluso pudiera hablar de lo que estaba ocurriendo en su casa. sus facultades le fallaban.

—ven a la cocina. toma un té y cálmate —dijo taehyung, poniendo un brazo alrededor de sus hombros, abrazándolo mientras lo guiaba a la sala.

—pero hoseok...

—está durmiendo —dijo taehyung—. finalmente.

—gracias a dios lobo —agregó jimin—. hay tiempo suficiente para que entres en calor en la cocina.

acomodándolo en la mesa, jimin le tendió un pan con pasas que apenas y podía probar, junto con una taza de té. lo bebió en silencio e hizo moronas del resto. mientras tanto, taehyung se sentó frente a él y bebió de un vaso grande de agua que lo hizo pensar en el que había destrozado en el pasillo de su casa, y que no llegó a limpiar.

jimin tomó la silla disponible junto a jungkook y le dio una mirada significativa a taehyung.

—primero lidiemos con la crisis más grande —dijo taehyung, recargándose en la mesa, con líneas formándose en su frente—. háblanos de tu papá.

jungkook hizo todo lo posible para explicar sin llorar, el desastre en su casa, el aborto espontáneo, la sangre y la probable sepsis.

—yo soy lobo 3 —dijo taehyung cuando jungkook terminó y se levantó de la mesa—. iré para allá. si yu-gyeom todavía no llega para cuando yo esté a allí, tal vez pueda ayudar.

jungkook estaba demasiado agradecido como para hablar, y sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas. jimin empujó el té caliente en sus manos, instándolo a beberlo.

después de que taehyung se fue, zephyr saltó al regazo de jungkook, empujando su hocico en él y luego se acomodó, formando un consuelo con su peso. mientras la acariciaba, se cayeron sus defensas y las lágrimas fluyeron de verdad. calientes y silenciosas, se deslizaban por su rostro. probando la sal con cada sorbo de té.

jimin le apretó el hombro.

—lo siento —dijo jungkook, secándose los ojos con su manga—. han sido unos días difíciles.

—no te disculpes. —jimin le entregó un pañuelo de su bolsillo.

—¿cómo está hoseok? —preguntó jungkook, recomponiéndose.

jimin se estremeció. —ha sido desesperante. pensé que me volvería loco escuchándolo. estaba a punto de llamarte cuando... —se calló—. jungkook, sé honesto, ¿estás listo para esto?

jungkook bajó la mirada hacia su ropa manchada de sangre y sus manos temblorosas.

—no lo sé a ciencia cierta. nunca antes me he enfrentado a un celo —tomando valor, cruzó su mirada con la de jimin—. creo que será mejor que lo esté.

con rapidez, jimin esbozó el plan y luego lo llevó hasta el baño de la habitación de hoseok, señalando las toallas, el jabón y el champú. luego agarró un puñado de condones alfa de la caja gigante debajo del fregadero, y los puso en el buró de hoseok.

jungkook trató de no pensar en por qué hoseok tenía toda una caja de condones alfa. aunque, obvio lo sabía. debía de haberlos necesitado un montón de veces a lo largo de los años, y era bueno que los hubiera utilizado diligentemente. lo habían mantenido vivo y seguro para que lo encontrara.

—me aseguraré de que haya muchísima comida preparada en la cocina. en medio del celo, deberás hacerlo comer de ser posible. y también necesitas hacerlo tú para mantener tu propio vigor.

—está bien. —jungkook estaba agotado. no tenía idea de cómo iba a poder pasar por esto. sólo él podía hacerlo. por hoseok lo haría.

—¿sabes cómo funciona?

una rara grieta se formó en su miedo, permitiendo que una burbuja de humor surgiera por ella, por lo que se rió. —soy consciente, sí.

—bueno. —jimin le sonrió y le dio un apretón tranquilizador—. puedes hacerlo. eres su alfa.

jungkook pasó saliva y asintió.

—ahora, ve a limpiarte e iré a despertarlo. necesitará bañarse. yo me encargo de eso en el otro baño. tú sólo alístate. esto también te cobrará factura a ti.

jungkook asintió y se dirigió al baño para remojar el trauma de sus manos y piel. el agua caliente del baño hizo un buen trabajo, pero aun cuando escuchó a hoseok y jimin subiendo las escaleras, el apremiante temor por su papá no abandonó por completo su torrente sanguíneo.

fue el olor de hoseok lo que lo sacó de su adormecimiento de pánico. el dulce almizcle de su humedad, llegó a él desde el otro baño, provocándole una erección con una impresionante rapidez. la voz de hoseok retumbó y jungkook detectó aspereza y agotamiento en el tono de esta, incluso a través de la pared del baño. la frescura del tranquilizante alfa batalló con el aumento del calor de su deseo. tomó respiraciones profundas. podía lidiar con el celo. por hoseok.

se secó y dejó en el baño el resto de su tranquilizante alfa para más al rato. sería de gran ayuda para mantenerlo lo suficientemente cuerdo como para recordarse el usar los condones para no embarazar a hoseok y tomar buenas decisiones sobre cómo ocupar el tiempo en el entretanto.

—necesito a jungkook. —la voz de hoseok surgió lastimosamente desde el cuarto.

—jungkook está aquí —respondió jimin.

conforme jungkook salía del baño, todo lo que podía ver era a hoseok extendido sobre la cama. pasó la vista de su duro miembro, a sus pezones enrojecidos y luego a su boca roja y ojos brillantes. su piel estaba de color rosa por la ducha, y su pelo mojado brillaba en la almohada. los ojos de hoseok se clavaron en los suyos, con una desesperación que le llegó al alma.

jimin se fue, cerrando la puerta detrás de él. —cariño, viniste.

jungkook se acercó a la cama lentamente, con su pesado miembro oscilando frente a él. —debiste decírmelo.

hoseok tembló. —no quería que supieras. —estiró la mano hacia jungkook mientras su pene palpitaba y soltaba delicioso pre-semen. a jungkook se le hizo agua la boca y se acercó más, listo para lamerlo—. pero en este momento no puedo recordar por qué.

jungkook sí. recordaba claramente cómo la vergüenza de hoseok lo había impulsado a tratar de quemar el vínculo entre ellos. pero ya no le importaba. lo que sea que hoseok hubiera hecho, todo lo que había dicho de su pasado, nada era tan importante como mantenerlo a salvo. no podía hacer nada por su papá, pero podía proteger a hoseok para siempre.

—estoy aquí para ti —dijo jungkook—. no me rechazarás nunca más.

hoseok lo alcanzó con todo el cuerpo, arqueándose y llamándolo, tan húmedo, abierto y necesitado. jungkook gruñó, sintiendo dolor en su miembro y espasmos en sus testículos. el olor de la lubricación era abrumador y jungkook quería enterrar la cara allí, lamer y saborear el delicioso fluido, pero también quería agarrar sus delgadas caderas y entrar en él como lo había hecho en el sillón hacía dos noches.

dividido entre sus impulsos, hoseok fue quien decidió por él.

—¡au, duele! —jadeó hoseok y se arqueó con fuerza, gritando de dolor, antes de ponerse boca abajo y alzar su trasero al aire.

alcanzando un condón, jungkook se lo colocó con manos temblorosas. se sentía extraño, como una segunda piel opaca, pero a través del material sintió la presión de sus dedos y el calor de su palma. se limpió el sudor por nerviosismo de sus ojos, y se arrastró para ponerse en posición.

hoseok separó sus glúteos, rogando con todo su cuerpo, clamando para que jungkook lo llenara.

—lo necesito. por favor, por favor, por favor. te necesito, cariño. ¡duele!

nada de esto era como había imaginado su primer celo con hoseok. había pensado que viajarían a la costa, y que lo planearían con anticipación. no había imaginado más que días placenteros.

pero la vida continuaba poniéndolo a prueba una y otra vez, y le importaba un comino lo que se supone que debía ocurrir. lo que "se suponía" era para los cuentos de hadas. no, hoseok estaba aquí ante él, de rodillas, rogándole, después de horas de dolor. esa era la realidad. tal vez no era romántica, de ensueño o dulce. pero era real. era suya. y hoseok era suyo.

para reclamar, tomar y calmar. para marcar y llenar. perdonar y amar.

al diablo con los contratos, la muerte y la mayoría de todas las malditas fantasías que se había formado en la cabeza antes de conocer algo mejor. esta era su vida y su omega.

su hoseok.

alineó su pene y se encimó en la espalda de hoseok, hundiéndose profunda y duramente en su primer empuje.

. . .

hoseok apretó la manta de la cama, empujándose hacia atrás para tomar más de jungkook. gimió suavemente mientras sus hinchadas glándulas omega liberaban grandes cantidades de lubricante en tanto el enorme pene de jungkook, se presionaba con fuerza contra ellas. el dildo alfa no había sido suficiente, nunca lo era. estiró una mano hacia atrás para agarrar el pelo de jungkook y torcerlo para tirar de su boca hacia la suya. la envergadura de jungkook se expandió aún más, ordeñando sus glándulas implacablemente con cada embestida, y prometiendo el abotonamiento por venir. hoseok tembló ansioso por este, ávido de la plenitud primordial que siempre lo dejaba deslumbrado y saciado.

jungkook rompió el beso, sujetando las caderas de hoseok e inmovilizándolo con su miembro enterrado profundamente.

—aprisióname —dijo con voz áspera—. apriétame fuerte.

la boca de hoseok dolía por la necesidad de tener los labios de jungkook y trató de tirar de él de nuevo, pero una rápida nalgada lo trajo a una claridad jadeante.

—aprisióname —repitió jungkook. el estómago de hoseok se volcó mientras se apresuraba a obedecer—. con más fuerza. siénteme dentro de ti.

hoseok lo apretó, cerrando los ojos y gimiendo mientras su cuerpo vibraba alrededor del miembro de jungkook. se sentía más sólido que cualquier cosa en el mundo, y se sentía tan bien contra sus sensibles y dolorosas glándulas. empuñó sus manos, oprimiéndolas tanto como pudo al tiempo que producía lubricante, mojando sus muslos y la cama, llenando el aire con el olor a almizcle de su necesidad.

—así es —canturreó jungkook, frotando con dulzura sus manos de arriba a abajo por la espalda de hoseok—. muévete en mi pene. vacía tus glándulas en mí. buen omega.

mientras hoseok lo soltaba y agarraba de nuevo, su pene pulsó, liberando pre-semen en las sábanas, y sus ojos se pusieron en blanco. quería que jungkook volviera a decirle que era un buen omega, en este momento y todos los días hasta el día en que muriera.

—mm, hueles tan rico —gimió jungkook, inclinándose para besarle los hombros y chupar el lóbulo de su oreja—. quiero revolcarme en tu humedad.

hoseok también deseaba frotarse por todo él, asegurarse de que cualquier omega supiera que jungkook era su alfa. jadeó cuando jungkook puso una mano alrededor de su garganta, gentil pero magistralmente, y murmuró: —sujétate de las sábanas. voy a darte duro.

hoseok gritó cuando jungkook lo embistió duro y rápido, con la cama golpeándose en la pared y el mundo disolviéndose. sonando rítmicamente el choque de sus pieles y hoseok arqueándose, tomando las embestidas con avidez, pidiendo a gritos por más, aun cuando su pene explotó y disparó chorro tras chorro sobre la cama. se estremeció en su lugar, pero no opuso resistencia contra la fuerte mano de jungkook en su garganta. gritó cuando un segundo clímax tiró a través de él, y se convulsionó y se vino de nuevo, con su trasero apretando y soltando el pulsante miembro de jungkook.

—abotóname —rogó hoseok.

jungkook se inclinó hacia delante, riéndose a su oído.

—tomé tranquilizante alfa. vas a tener que esperar un rato. 

hoseok jadeó y jungkook apretó su garganta ligeramente.

—tómalo. ábrete —murmuró jungkook, frotando su pulgar de arriba abajo por el costado de la garganta de hoseok. con cada embestida, la cabeza de su enorme miembro presionaba contra la boca del descendiente útero de hoseok, avivando a los nervios sensibles de allí.

hoseok gritó, apretándose alrededor de jungkook, para que sus glándulas lubricaran de nuevo. —por favor, cariño, abotóname.

—lo haré —susurró jungkook, besando el lóbulo de su oreja antes de deslizar sus manos para sujetarlo de las caderas—. cuando esté listo. —apoyó la frente contra los omóplatos de hoseok, y lo embistió con pasión.

hoseok gimió y arañó las sábanas, viniéndose de nuevo, con su trasero pulsando y su miembro fluyendo. gimoteó mientras que jungkook lo besaba, empujándose por más. se estremeció y tembló con su corazón volcándose en cada embestida, hasta suplicar: —¡por favor!

pero jungkook no le dio lo que quería. en vez de eso se salió.

—no —se quejó hoseok, sintiendo a su entrada dilatada y necesitada.

jungkook lo volteó sobre su espalda con más fuerza de la que hoseok sabía que tenía, colapsó a su lado, besó su boca e hizo sonidos relajantes, antes de estirar su mano hacia abajo y presionar tres dedos en su interior.

—¡métemelo! —gritó hoseok, moviendo las caderas hacia arriba, montando los dedos de jungkook desesperadamente. había sufrido durante horas y quería su recompensa ahora.

—lo sé —murmuró jungkook—. sé paciente.

la piel de hoseok estaba erizada y el cuerpo le dolía. necesitaba el pene de jungkook. —vuelve a entrar en mí —ordenó, agarrando la barbilla de jungkook—. métemelo.

jungkook apartó su cara del agarre de hoseok, sacó sus dedos y se rodó encima de él para retenerlo. hoseok presionó su persistente erección, siempre tan persistente durante el celo, contra el abdomen de jungkook y rogó con su cuerpo, torciendo sus propios pezones y deslizando sus manos de arriba y abajo por su pecho.

jungkook gruñó, inclinándose para lamer los senderos de pre-semen del miembro de hoseok, y luego le empujó las piernas hacia arriba, hundiendo la cara entre sus glúteos.

hoseok sostuvo sus piernas hacia atrás, gimiendo, mientras jungkook se llenaba toda su cara y hombros de lubricante, poniendo la boca en la entrada, metiendo y sacado la lengua por esta. era delicioso pero no lo suficiente. nunca lo suficiente. necesitaba mucho más.

jungkook introdujo cuatro dedos con facilidad y hoseok se retorció, tratando de hacer que estos golpearan todos los lugares adecuados en su interior, los lugares que el miembro de jungkook frotaba fácilmente, para así venirse de nuevo.

—dónde está la... ah —susurró jungkook al tiempo que hoseok lloriqueó y se arqueó—. ahí está la cicatriz. ¿duele siempre?

hoseok apretó la mano de jungkook entre sus muslos. incapaz de hablar, separó más las piernas y montó los dedos apasionadamente, dejando que rozaran el tejido de la cicatriz una y otra vez. el dolor era rico, estirándose y profundizando. jungkook frotó el tejido con las yemas de sus dedos y luego se retiró, llevándose la mano a su cara para olerla y luego untó la humedad de hoseok en su pecho, dejando rayas brillantes a su paso.

—mantente abierto —dijo. hoseok se agarró por debajo de las rodillas, abriéndose amplio. su trasero se contraía con avidez, mientras rogaba con cada respiración.

jungkook acarició su miembro, comiéndose a hoseok con los ojos.

—dilo.

hoseok gimió.

—dilo —ordenó de nuevo.

—alfa, con la bendición de dios lobo, abotona a tu omega —susurró, invocando las palabras que nunca le había dicho a ningún alfa, aunque algunos trataron de inducirlo. eran palabras sagradas, el inicio al voto de la sagrada unión.

los ojos azules de jungkook brillaron posesivamente y se sumergió de nuevo en hoseok, dándole duro y rápido, hundiendo la cabeza en su cuello y amortiguando sus gritos. hoseok se aferró desesperadamente mientras su cuerpo era llenado por completo por el miembro de jungkook y luego liberado de este, para ser de nuevo penetrado hasta el fondo. el olor de su unión flotaba alrededor de ellos, en un almizcle embriagador.

—diablos —susurró jungkook, apretándolo con tanta fuerza que hoseok tenía dificultades para respirar—. diablos... aquí viene. aquí viene el abotonamiento.

hoseok sollozó cuando sintió la cabeza del miembro de jungkook, presionarse contra la boca de su útero, y luego empujarse con más fuerza, haciendo que la cabeza entrara en este. el orgasmo lo reclamó de nuevo y se estremeció duramente. —lléname —rogó, incoherente y reducido al instinto—. ¡lléname!

jungkook echó la cabeza hacia atrás, soltando un grito de satisfacción al venirse. —¡hoseok! —gritó, espasmándose y temblando entre las piernas de hoseok aferrándose a él—. ay dios lobo, es... —otro estremecimiento que retumbó hasta sus dientes se apoderó de él—. es demasiado.

escalofríos lo avasallaron, y luego hoseok también sintió la dura bulbosidad formándose en la base del pene de jungkook, llenándolo por completo, sacando la última gota de lubricación de sus glándulas. perdido en el placer, le rasguñó la espalda, canturreando y gimoteando, con su cuerpo estremeciéndose en el goce de su interior siendo extendido alrededor del miembro cada vez más grande.

jungkook se retorció en sus brazos, perdido en el éxtasis, su miembro ensanchándose en hoseok, abriéndolo y enganchándolos.

—mío —gruñó en su oreja—. mi omega, eres mío.

hoseok se apretó alrededor del abotonamiento y jungkook aulló, mordiendo su hombro, temblando y sacudiéndose mientras su pene pulsaba profundamente en el útero de hoseok. los ojos de hoseok se pusieron en blanco y estuvo a punto de perder el conocimiento cuando una cascada de orgasmos lo recorrió de nuevo. a medida que emergía del insoportable placer, sudaba, lloraba y continuaba viniéndose en el miembro de jungkook.

pasó mucho tiempo antes de que hoseok saliera totalmente de la neblina del placer, pasara la acalorante ola y los orgasmos fueran desacelerándose.

—perfecto, eres perfecto —gimió hoseok cuando pudo respirar de nuevo. se atrevió a retorcerse en la hinchazón que los mantenía juntos, y jungkook casi rasgó la piel en su hombro cuando lo mordió de nuevo, convulsionándose en otro orgasmo—. nunca había sido así. el ajuste es perfecto.

relajado y saciado por primera vez desde el comienzo del celo, hoseok disfrutó del miembro de jungkook, apretándolo y viniéndose suavemente sobre este, sin querer que se ablandara. —hermoso. —su mente se relajó con la dulzura que le dejó el éxtasis del abotonamiento—. demasiado hermoso, cariño.

jungkook gimió y sollozó suavemente contra su hombro, sobreponiéndose. hoseok frotó su espalda e hizo sonidos para calmarlo, impresionado por la dulzura y rudeza del chico que lo había reclamado como suyo. besó su cuello suavemente, susurrándole: —sólo abrázame. te tengo.

jungkook lo apretó con fuerza y volvió a estremecerse, mojándole el cuello y hombro con las lágrimas. su corazón se llenó de ternura y le susurró palabras de cariño.

mientras jungkook se aferraba a él. hoseok se humedeció los labios, sintiéndose repentinamente seguro, y le susurró el resto de las palabras sagradas para los omegas: —somos alfa y omega, el principio y el fin.

jungkook levantó la cabeza para mirarlo con fervor, sellando el voto con la respuesta del alfa: —somos alfa y omega. el todo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro