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xx.

CHAPTER TWENTY.

—¿no vas a firmar el contrato con él? —repitió taehyung las palabras que dijo hoseok, mirándolo directamente a los ojos—. ¿has perdido la cabeza?

estaban solos en la parte trasera de un auto alquilado que se dirigía a la casa de jungkook para la reunión de la negociación final. el chofer había puesto la división, así que tenían algo de privacidad. no tenía tiempo que perder; necesitaba que taehyung estuviera de acuerdo en hacer lo que le pedía, antes de que llegaran a la residencia jeon.

el dolor era un ruido hueco. era difícil de creer que renunciar a la tenue esperanza que se había permitido disfrutar errónea y peligrosamente, podría dejarlo tan vacío y en carne viva.

—entré en sensatez —susurró hoseok. taehyung gruñó.

—¿qué pasó? ¿qué cambió? hasta ahora habías estado conforme en dejar que ellos fueran los que concluyeran que un sustituto sería lo mejor, y pensé o esperé en todo caso, que estuvieras dispuesto a estar con él si se retractaban en el requisito del hijo. ¿no fue así?

—sí, pero las cosas han cambiado.

—¿qué cosas? —las cejas de taehyung saltaron.

hoseok vaciló. no podía explicar cómo había entendido con una certeza implacable, que no importaba lo que él anhelara, no importaba cuánto deseara que fuera diferente, nunca iba a ser el omega que jeon jungkook se merecía. ya lo había pensado, había sabido que esa era la verdad, pero tontamente había esperado estar equivocado y se permitió imaginar que podría haber alguna manera...

sin embargo, ayer por la noche lo había sentido en sus huesos: jungkook era bueno, tenía un alma buena, y hoseok estaba arruinado, no podía dejar que la vida de jungkook se contaminara por ello.

—¿qué cambió, hoseok? ayúdame a entender por qué estás saboteándolo.

—ayer por la noche, nosotros... —se calló.

la dicha que había caído sobre y a través de él mientras consumaban el vínculo, era difícil de explicar. no sabía si alguna vez sería capaz de escribir un poema que capturara esos tiernos y perfectos sentimientos. probablemente nunca lo intentaría. recordar tanta alegría pura una vez que hubiera destruido para siempre el afecto de jungkook hacia él y rechazara su vínculo, sería enfermizo.

—consumamos la imprimación.

las cejas de taehyung se torcieron mientras parpadeaba en estado de shock.

—no pude detenerme. perdí el control.

—¿delirio de feromonas?

—sí, y... —bajó la voz—. estoy por entrar en celo. no me queda mucho tiempo.

—dios lobo, hoseok, entonces firma el contrato con jungkook y termina con ello.

—no. tengo que poner fin a esta farsa antes de que arruine su vida.

—¿qué farsa? eres su érosgápe. no hay nada falso al respecto. —taehyung tomó su mano y dijo con urgencia—: escúchame. te conozco. quieres a jungkook. no importa lo que digas y cuáles sean las mentiras que te estés diciendo a ti mismo, sé cuánto anhelas que él te ame incondicionalmente.

—¿por qué estás torturándome, taehyung? ¿no entiendes que no importa lo que yo anhele? no puedo tenerlo.

—sí puedes. ¡es un buen hombre! podrías ser feliz con él.

—¡nunca podría ser feliz con él! —exclamó hoseok, ardiéndole la garganta por el nudo en ella—. me odiará cuando descubra la verdad sobre ese segundo resurgimiento de celo. me detestará cuando entienda que no puede tener hijos con su érosgápe porque fui egoísta y estúpido.

—¿cómo puedes decir eso? fue el instinto. tenías mucho dolor. tu sufrimiento era insoportable. yo estaba allí. —los ojos de taehyung se llenaron de lágrimas—. me habría arrancado mi propio corazón para ayudarte si eso hubiera cambiado algo.

hoseok apretó sus ojos cerrados. —las excusas no cambian los resultados.

—bien, entonces dile. cuéntale toda la cruda verdad y ve qué hace con ella —dijo taehyung, implorándole con los ojos—. no decidas por él. respétalo como hombre, como tu alfa, déjalo que pruebe que tu autodesprecio está equivocado.

hoseok pasó saliva con fuerza, con el corazón latiéndole sin piedad en su pecho hundido. el dolor hizo eco dentro, amplificándose con cada palabra. —voy a decirle la verdad. ese es el plan, ¿no lo ves? es la única manera de asegurarme que acepte mi negativa a firmar y continúe con su vida.

—¿así que vas a romperle el corazón? ¿quieres hacerle daño?

—¡quiero que sea feliz!

—nunca será feliz sin ti.

los ojos de hoseok se llenaron de lágrimas calientes.

—sus hijos lo harán feliz. me olvidará cuando vea sus caras sonrientes y los escuche llamarle padre.

—estás tan seguro de que no eres digno de ser amado, ¿eh? absolutamente seguro de ello. es casi un insulto después de todo el amor que jimin, namjoon y yo te hemos dado.

—detente. esto no es acerca de ti. sé que me quieres, que todos ustedes me quieren. se trata de jungkook y lo que es correcto para él.

—eso es una mentira. se trata de tu miedo. estás huyendo por miedo. lastimarás a ese chico por el terror de que sea él quien te haga daño primero. ¿por qué? él es una buena persona, hoseok. y tú lo mereces. ¿me oyes? mereces su amor.

el pecho de hoseok fue aplastado por el peso de su anhelo. ansiaba que taehyung tuviera la razón. deseaba más de lo que había deseado cualquier otra cosa en toda su vida, ser el omega que jungkook merecía.

aún podía ver el asombro en los ojos de jungkook cuando entró en él la noche anterior. la impresión sobrecogedora que tuvo mientras hacían el amor. había tomado su adoración como un animal hambriento, a sabiendas de que nunca se la habría dado si él supiera la verdad. no lo merecía.

—no lo voy a fastidiar con las cicatrices de mi pasado.

taehyung dejó escapar un suspiro. —te ruego que lo reconsideres.

—voy a terminar con esto hoy. —el auto se acercaba a la mansión jeon. las casas alrededor de ellos se hacían más grandes y ostentosas—. ya no hay tiempo para disfrutar de anhelos que no se pueden cumplir. tengo que prepararme para el celo.

—¿vas a tener a otro alfa después de jungkook?

hoseok apretó duramente los dedos de taehyung y no respondió a la pregunta. —ya casi llegamos. necesito tu promesa de que cuando te diga que te vayas de las negociaciones, lo harás.

—¿qué vas a hacer?

—voy a asegurarme de que jungkook nunca se lamente de este día. elegirá un sustituto y se alegrará de no saber más de mí. voy a decir lo que tengo que decir, todos los hechos, para asegurarme de ello.

taehyung lo contempló al tiempo que el auto se detuvo frente a la casa de los jeon. —está bien. pero voy a ser honesto contigo, hoseok. creo que estás equivocado, y por si te sirve de algo, apuesto que jungkook te sorprenderá.

. . .

hoseok se sentó en el comedor con taehyung a su lado. había estado mediamente sorprendido de que las negociaciones no se hubieran cancelado después del drama de la noche anterior. pero seokjin y yoongi no estaban más que dedicados a jungkook y su futuro, por lo que a pesar de todo, ambos estaban también allí. y aunque lucían como si hubieran permanecido toda la noche en vela, estaban vestidos formalmente y listos para negociar.

qué mejor, ya que era el momento de que hoseok pusiera fin a sus propios sueños y los de jungkook.

su abogado, taek-woon, ya estaba allí cuando taehyung y hoseok llegaron, pero se había excusado después de comenzar la reunión

—a seokjin y yoongi les gustaría hablar a solas contigo. —fue todo lo que dijo—. volveré más tarde, si es apropiado.

eso había sido curioso, pero se volvió aún más una vez que estuvo claro que jungkook no estaba retrasado. él simplemente no iba a estar presente. al menos no todavía.

—jungkook vendrá más tarde —dijo seokjin, con su voz decaída, áspera, sin nada de la calidez jovial que tenía cuando se conocieron.

—¿él estuvo de acuerdo con eso? —preguntó hoseok, sorprendido. cuando se habían despedido la noche anterior, jungkook apenas y había estado dispuesto a irse. insistiendo en que ya que habían consumado la imprimación, bien podría pasar allí la noche e ir juntos a las negociaciones.

hoseok, desesperado por estar a solas con su angustia para así poder llorarla, había insistido en que sus padres estarían furiosos si así lo hacía, por lo que jungkook se había ido a regañadientes. ahora se preguntaba qué había sucedido una vez que llegó a su casa, y si siquiera había necesidad de rechazar el contrato. tal vez seokjin tenía sus propios planes.

—¿jungkook? ¿qué si estuvo de acuerdo en dejarnos hablar contigo a solas? no lo creo. —sonrió seokjin, y por primera vez esa mañana, hoseok vio un destello de calidez en sus ojos—. está prendado de ti, y si supiera que estás aquí, nada lo mantendría lejos.

yoongi cruzó con frialdad su mirada con la de hoseok. claramente, él tampoco estaba contento con hoseok. —piensa que las negociaciones comenzarán al mediodía. lo mandaron por aperitivos al otro lado de la ciudad, ya que repentinamente nos quedamos sin nada decente para ofrecer.

—ya veo.

—yoongi no está feliz de que haya preparado esta reunión sin jungkook, pero creo es justo dada la cantidad de veces en que últimamente sin consultarme, él ha tomado las decisiones respecto a nuestro hijo y nuestra vida.

hoseok alzó las cejas y taehyung junto a él, se aclaró la garganta.

—tienes todo el derecho a rechazar mi siguiente petición, y si lo haces, igual hablaré como si la hubieras aceptado, pero me gustaría que tu abogado nos dejara a solas por un rato. hay algunas cosas que me gustaría hablar contigo y sólo contigo.

taehyung puso su mano sobre el brazo de hoseok y negó con la cabeza.

—vamos, taehyung —dijo hoseok en voz baja. su corazón le dolía, pero todo iba como lo planeado, en realidad, incluso mejor—. estaré bien.

—hoseok, no puedo aprobar nada de esto.

hoseok le sonrió a modo tranquilizador e insistió. —vete.

taehyung le susurró en el oído: —podrían chantajearte o tratar de tenderte una trampa de alguna manera...

hoseok lo interrumpió. —esto no se trata de eso. está bien. sé lo que estoy haciendo. por favor espera en el pasillo.

taehyung recogió su pila de papeles, murmurando entre dientes: —este es un movimiento tonto al igual que todo lo demás que planeas. —hoseok permaneció en silencio, con la sangre helada y la lengua seca. taehyung suspiró. —estaré en el pasillo por si me necesitas.

hoseok esperó a que la puerta se cerrara por completo, antes de volverse hacia yoongi y seokjin. —si esto es por lo de anoche...

—lo es —interrumpió seokjin—. no sé lo que jungkook te contó cuando se fue de nuestra casa, pero lo que sea que te haya dicho, lo que sea que sepas, nos gustaría tener tu palabra de que lo mantendrás en secreto, no importa cómo resulten las negociaciones del día de hoy.

hoseok se les quedó mirando. —esto se trata de... ah. pensé... bueno, ya veo.

—¿pensaste?

—pensé que ibas a confrontarme por lo que jungkook y yo pudiéramos haber hecho cuando estuvo anoche en mi casa. —a través de su miseria, mentalmente se dio unas palmaditas por no admitir por completo que habían violado todos los protocolos y consumado su condición de érosgápe, sin firmar un contrato.

la mirada de seokjin se endureció ligeramente, pero las comisuras de la boca de yoongi se crisparon y sus ojos color avellana brillaron tenuemente.

—estoy seguro de que mi hijo y tú violaron hasta el último de los protocolos, pero a estas alturas me importa una mierda eso —dijo seokjin entre dientes.

yoongi lo miró con aprobación.

seokjin miró fijamente a hoseok. —verás, tenemos una situación. yoongi está embarazado.

hoseok asintió y dijo: —jungkook me lo dijo.

—¿y también te dijo que estamos en desacuerdo al respecto?

—sí.

—¿y qué vas a hacer con esa información?

hoseok frunció el entrecejo. —¿qué quieres decir? no entiendo.

—¿acudirás a las autoridades? debería imponerme sobre la locura equivocada de yoongi y convencerlo de que interrumpa este embarazo antes de que lo mate, ¿qué harías tú?

—yo... —lo miró hoseok—. no haría nada. ¿por qué me hablas de esto?

si el embarazo de yoongi hubiera terminado por medios no naturales, posiblemente nunca lo habría sabido. dado el historial de yoongi, habría asumido que fue un aborto espontáneo. y teniendo en cuenta su propia condición, nunca habría presionado para obtener más información al respecto. su estómago se revolvió lentamente.

seokjin peinó su pelo con dedos temblorosos. —porque si jungkook te dijo lo que pienso que te dijo, entonces ahora tienes a toda mi familia en tus manos. ¿sabes de los abortivos?

hoseok pasó saliva. y si no lo hubiera sabido, ya lo sabría ahora. seokjin claramente estaba fuera de sí al soltar todo por su preocupación por yoongi. era peligroso. para todos. especialmente yoongi y jungkook, y, subsecuentemente para él mismo.

—¡dios lobo! mantén tu boca cerrada acerca de esas cosas —susurró hoseok con urgencia. no iba a renunciar a su alfa bebé sólo para perderlo por las posibles consecuencias de la inconsciente paranoia de su padre—. es demasiado arriesgado hablar de esto abiertamente.

—¡dime qué planeas hacer con la información que tienes de mi familia! —exigió seokjin, golpeando la mesa.

yoongi frunció el ceño y puso su mano sobre los dedos de seokjin, pero él se apartó.

los latidos del corazón de hoseok se volvieron irregulares.

—no tengo mucho tiempo para juzgarte a ti y tus elecciones del pasado o del presente. y créeme, no hay nada que pueda sacarme esa información. perjudicaría a todos los involucrados, incluyendo a jungkook.

—y a ti. si firmas un contrato con él. es justo que conozcas el riesgo.

si seokjin estaba tratando de asustarlo, no tenía por qué haberse molestado. —no planeo firmar con tu hijo.

yoongi se quedó sin aliento, y seokjin entrecerró los ojos.

—anoche consumaron la imprimación —dijo acusatoriamente—. ¿pero no tienes intención de firmar con él? ¿por qué?

—eso hará que sea más difícil, para los dos —dijo yoongi, sus cejas se arrugaron sobre sus ojos ojerosos—. nada se puede comparar a estar con tu érosgápe.

hoseok quería rebatirlo, pero no podía. la intensidad de lo que había experimentado con jungkook, no era igualada por ningún encuentro sexual que hubiera compartido con cualquier otro alfa, incluso durante el celo. rechazar el contrato se sentía como surcar su alma por la mitad.

—en ese momento, parecía como que no había otra opción. —y si la hubo, se había sentido como que era la única.

seokjin se pasó una mano por la cara. —todo se está yendo al demonio.

—no debería haberlo permitido —dijo hoseok, en tono de disculpa y con la voz temblorosa—. debería haberlo hecho ir a casa, pero él estaba afectado y...

yoongi asintió.

—un omega necesita calmar a su alfa. 

seokjin resopló.

—sí, quería calmarlo —concordó hoseok, frotándose la barbilla. «y quería que me amara de la forma en que sé que yo podría amarlo»—. pero entonces las cosas...

—suficiente. lo recordamos —soltó seokjin—. no puedo creer que vaya a hacer esta pregunta. hace dos días estaba seguro de querer convencer a jungkook de que escogiera un sustituto, pero... —suspiró—. ¿por qué no quieres firmar el contrato con nuestro hijo? ¿es debido a esta situación? ¿o nuestro historial con los abortivos?

la preocupación de seokjin por haber comprometido la felicidad de su hijo era conmovedora, pero hoseok no lo torturó haciéndole creer que así era.

—no. no lo voy a hacer porque al final, eso sólo conducirá al arrepentimiento, resentimiento y tristeza. merece un omega de su misma edad que le pueda dar hijos. —el llanto al final de su frase no era por show. salió de él como si una mano se hubiera apoderado de su corazón y tirado de este.

la mandíbula de yoongi se apretó y se inclinó hacia adelante, negando con la cabeza. —disparates. nunca será feliz sin ti. tú nunca lo serás sin él. no sé lo que hayas hecho en tu pasado que crees que necesitas ser castigado por ello, pero por favor, no le hagas daño a mi hijo por tu propio odio hacia ti.

hoseok sintió como si su corazón estuviera latiendo débilmente en algún lugar fuera de su cuerpo. —ustedes merecen tener nietos. él merece una familia. y yo no se la puedo dar.

—la palabra "familia" puede significar muchas cosas diferentes —dijo seokjin suavemente.

—pero no para jungkook —susurró hoseok, con los ojos llorosos.

yoongi se encogió de hombros.

—no es así como se supone que debería ser. —bajó la mirada hacia sus propias manos apretadas sobre la mesa—. no se suponía que jungkook acabara así.

—ese es mi punto exactamente —dijo hoseok, levantándose de la mesa, con las piernas temblándole. alzó la barbilla para mostrar su determinación, a pesar de su estremecimiento—. me aseguraré de que no lo haga. tendrá una buena vida. es un chico maravilloso, como tú lo has dicho, yoongi. será el maravilloso alfa de alguien. en serio desearía que ese alguien fuera yo, pero no voy a ser la causa del dolor y tristeza en su futuro.

yoongi siseó, dando palmaditas en el bolsillo de su pecho, buscando la cigarrera de plata pero encontrándose con las manos vacías.

—eres un tonto. ser érosgápe es una bendición y una maldición. de cualquier modo sentirás dolor. lo mismo le ocurrirá a él.

—estoy haciéndolo por su bien.

—no es así. estás asustado. ¡está escondiéndote!

—al menos tendrá hijos. tengo entendido que son criaturas convincentes por las que vale la pena renunciar a tu propia felicidad y vida. —hoseok hizo una mueca cuando dio en el clavo y yoongi se puso aún más pálido, poniendo una mano sobre su corazón—. guardaré sus secretos, aceptaré su manutención y a cambio...

—¿sí? —dijo seokjin, con fuerza.

—ustedes mantendrán a su hijo lejos de mí.

a hoseok le dolió la garganta cuando se volvió y salió de la habitación. taehyung lo esperaba en el pasillo, pero hoseok negó con la cabeza, subiendo las escaleras de dos en dos. tenía una cosa más por hacer antes de poder volver a casa y acurrucarse en su cama, con la esperanza de morir.

primero tenía que romperle el corazón a jungkook.

. . .

jungkook regresó a la casa con una bolsa de víveres y una cabeza llena de abejas. se sentía extraño y confuso, como si el placer de haber estado dentro de hoseok la noche anterior, nunca hubiera ocurrido y la única realidad fuera la miseria que irradiaba de sus padres.

había tratado de hacer todo a un lado y centrarse en el hecho de que hoy hoseok firmaría el contrato y estarían oficialmente emparejados como érosgápe. ¿qué era lo que significaba en términos de su vida día a día? lo ignoraba. hoy discutirían los arreglos acerca de dónde vivirían para fines del contrato.

esperaba que de inmediato pudiera empezar a vivir en casa de hoseok. se encargaría de que todas sus cosas fueran enviadas durante las próximas semanas. se permitía fantasear acerca de llevarlo de regreso a casa, prepararle la cena, y tener sexo hasta que ambos se quedaran dormidos en la gran cama color crema con café de hoseok.

aun así, no podía emocionarse tal como quería. culpaba a sus padres y al embarazo, pero tampoco podía evitar pensar en la despedida que él y hoseok se habían dado la noche anterior. recordaba cómo los ojos verdes de hoseok se habían llenado de lágrimas al abrir la puerta para que se fuera.

—no llores. sólo estaremos separados por unas horas —dijo jungkook, deseando que hoseok hubiera accedido a dejarlo quedarse e ir juntos a las negociaciones.

hoseok lo había besado entonces, extrañamente desesperado, y cuando se separaron había dicho: —mantén este beso en tu memoria para siempre. prométemelo.

jungkook se lo había prometido, confundido, pero no iba a negarle algo tan simple. por supuesto que recordaría ese beso para siempre. recordaría por siempre todo sobre él.

después de prometérselo, hoseok lo había acompañado a la puerta y lo envió a casa. nada se había sentido bien desde entonces.

la casa estaba extrañamente tranquila cuando entró por la puerta principal y parpadeó al ver a taehyung sentado en el banco en el pasillo, con su maletín y una pila de papeles en sus manos.

—llegaste temprano —dijo jungkook, sonriendo—. me gustaría estrechar tu mano pero apenas y puedo con estas cosas.

taehyung se paró, quitándole una bolsa. —déjame ayudarte a llevarlas a la cocina. —luego miró hacia las escaleras y dijo—: pensándolo bien, ¿por qué no dejas que yo me lleve a todo y tú vas a vestirte?

jungkook se sonrojó. —¿llegué tarde? pensé que no me había demorado tanto tiempo.

—estás a tiempo. —taehyung le quitó las bolsas fácilmente—. ve arriba.

—está bien. si no es molestia, déjalas en la encimera de la cocina. no hay nada que se pueda echar a perder. prepararé los platos luego de que me bañe y vista.

taehyung no dijo nada, desapareció por el pasillo con las bolsas, en dirección a la cocina.

jungkook subió los escalones de dos en dos, con la adrenalina corriendo por su sistema. había tomado el tranquilizante alfa en la mañana, pero sacó dos de su bolsillo y se los tragó rápidamente. estaría calmado y listo para discutir en la negociación y tener a su omega tan pronto como se hubiera terminado.

no importa cuán extraño se sintiera todo. hoy iba a ser un buen día.

se aseguraría de ello.

la puerta de su habitación estaba abierta. frunció el ceño, preguntándose quién había invadido su espacio y por qué. sería mejor que sus padres no hubieran tocado su camisa cubierta de semen del día anterior. todavía no había tenido tiempo de disfrutar de ella adecuadamente. entró en su cuarto, con su nariz reconociendo inmediatamente que la camisa seguía ahí, así como algo más.

hoseok también estaba allí.

—¿qué estás haciendo? —preguntó jungkook, con la incertidumbre envolviéndolo.

hoseok se sobresaltó y casi dejó caer el dibujo de arena que jungkook había hecho para ver en el microscopio. —quería ver tu habitación antes de que esto terminara —dijo con voz temblorosa.

la esperanza de jungkook revoloteó en su pecho, golpeando con alas frágiles contra la extrañeza que había sentido durante toda la mañana.

—dado que ya consumamos la imprimación —dijo jungkook con timidez—. ahora sólo es cuestión de firmar los papeles. te la habría mostrado después.

los ojos de hoseok se volvieron distantes.

las alas de la esperanza se estremecieron con el esfuerzo por seguir volando. —¿hoseok? —preguntó jungkook—. ¿qué pasa?

—he estado pensando. —su voz sonaba distorsionada, la dulzura se había endurecido y hecho añicos.

jungkook pasó saliva, dio un paso hacia delante, con su corazón agitándose cuando hoseok dio un paso atrás. —¿acerca de?

—acerca de la consumación —dijo hoseok bajito, manteniéndose al otro lado de la habitación—. ¿qué tiene de especial? ya habíamos tenido un orgasmo juntos. ¿poner tu pene en mi cuerpo realmente cambió algo?

—sí. —la voz de jungkook tembló—. ¿no cambiaron las cosas para ti?

hoseok se encogió de hombros, su piel palideció aún más mientras miraba hacia abajo en el papel. —¿exactamente qué habría de cambiar?

—se fortalece el vínculo —dijo jungkook, cerrando la puerta de su habitación y apoyando la espalda en esta. esperaba que sus padres no fueran a tocar. aunque no creía que fueran a hacerlo. algo sobre el silencio en la casa le decía que no iban a interferir.

hoseok suspiró. —cierto, el vínculo.

—debido a que somos érosgápe. —¿qué le pasaba a hoseok? ¿por qué estaba tan distante, tan diferente?

—¿por qué el sexo hace crecer el vínculo? —preguntó hoseok.

—no lo sé. es especial entre érosgápe. se sintió especial para mí. —hoseok asintió a regañadientes. —y luego durante el celo habrá abotonamiento —ofreció jungkook. obviamente nunca antes había abotonado a nadie. su pene se endureció de sólo imaginar estar en hoseok con tal estrechez y profundidad, abotonándolo tan ampliamente que no podría retirarse incluso si quisiera. quería sentirlo alcanzar el clímax una y otra vez en su miembro. quería hacerlo retorcerse de placer—. abotonarse es especial.

hoseok arqueó una ceja hacia la tienda de campaña en los pantalones de jungkook. —sí, el abotonamiento también ayuda con el vínculo. o eso es lo que dicen. —sus palabras resonaron y una vez más, bajó la mirada hacia el papel en su mano, antes de colocarlo con cuidado sobre el escritorio de jungkook.

se aclaró la garganta y se encontró con la mirada de este.

—he estado con un montón de alfas, jungkook. muchos, y he tenido una gran cantidad de abotonamientos.

a jungkook se le formó un nudo en la garganta al tiempo que sacudía la cabeza. —no me importa.

hoseok alzó la mano. —si supieras cuántos y la verdad, sería imposible que no te importara. por lo cual necesito decírtelo ahora.

—hoseok...

—anoche dijiste que debería decírtelo cuando estuviera listo, y aunque creo que es admirable, es mentira. verás, la cosa es que tengo que decírtelo ahora, antes de firmar cualquier cosa. no importa si estoy listo o no. no importa si lo quiero o no. ¿entiendes?

—no.

la respiración de hoseok se entrecortó, pero se enderezó y continuó: —jungkook, una vez que sepas todo, ya no me querrás.

—eso no es cierto. —a jungkook le dolía el estómago y sus rodillas temblaban.

—lo es. e incluso si tratas de ignorar lo que te digo, pretendiendo que no importa, te importará. no pasará mucho tiempo antes de que me lo reproches y lamentes lo que te quité.

—no me importa cuántos...

—deja de hablar.

la boca de jungkook se cerró.

hoseok se acercó a él. —tenía veintiún años cuando me quitaron los supresores de celo después de graduarme de monte jurado. dos semanas más tarde, entré en celo por primera vez y no tenía a nadie. —se detuvo a unos pasos de jungkook, con los ojos brillando de ira—. era insoportable. le rogué a mi amigo omega que se sentaba junto a mí, que me matara. grité por tanto tiempo que perdí la voz y aun así intenté gritar un poco más. mi cuerpo se sentía como si estuviera en llamas. ola tras ola de fuego.

los ojos de jungkook se llenaron de lágrimas. —lo siento mucho. debería haber estado allí para ti.

—eras un niño —espetó hoseok—. ahora escúchame.

jungkook pasó saliva y asintió, tratando de escuchar por encima del zumbido en sus oídos. sus piernas temblaban.

—después de eso, contraté sustitutos por varios años. nunca al mismo. eran caros, desconocidos y odiaba la forma en que los necesitaba. los odiaba. —apretó los puños—. después de cada evento que terminaba, no quería volver a verlos, y me aseguraba de que así fuera.

los ojos de hoseok se opacaron con recuerdos dolorosos. jungkook quería decir algo para deshacerse del dolor y amputar su pasado, pero no podía. se mantuvo en silencio y dejó que continuara.

—a mis casi treinta, era un nuevo profesor en monte nessadare cuando me di cuenta de que mi celo llegaría durante los exámenes parciales. decidí intentar con los supresores que el gobierno había aprobado recientemente para los omegas adultos. ya muchos me habían dicho que no eran tan eficaces como los que nos daban en monte jurado, pero tenía que intentarlo, por mi carrera y mis estudiantes. funcionó. mi celo se retrasó por casi un mes, pero luego llegó con mucha fuerza.

—¿resurgió? —preguntó jungkook. 

hoseok se estremeció. —taehyung y jimin tuvieron que contar con la ayuda de cuatro amigos alfas para que lo sobrellevara. ¿comprendes lo intenso que fue, jungkook? cuatro alfas apenas pudieron satisfacerme. estaba tan agotado después de eso, que tuve que tomar más tiempo de incapacidad para recuperarme. fue un desastre.

—¿es así como obtuviste el tejido de cicatrización?

—no. —hoseok palideció tanto, que jungkook temía que fuera a desmayarse—. eso ocurrió un año después cuando volví a usar los supresores.

el sol afuera de la ventana de jungkook, se movió detrás de una nube, oscureciendo el cuarto en una fría sombra.

hoseok continuó, con una expresión perdida y distante.

—taehyung y jimin me habían regalado un viaje a la playa para mi cumpleaños. yo sabía que las fechas podrían coincidir con mi celo, pero no quise arruinar su regalo. —hipó en una risa áspera—. pensé que el resurgimiento no sería tan malo como la vez pasada, y arreglé que unos alfas me ayudaran para cuando volviera a casa. —se pasó una mano por la cara con dedos temblorosos—. los supresores retrasaron mi celo por una semana y media. el día antes de regresar, me golpeó con toda su fuerza. no hubo ninguna advertencia, ninguna pista, y surgió con dolor. taehyung y jimin se turnaron para vigilarme mientras que el otro salía a buscar un alfa que ayudara. pero no pudieron encontrar a uno decente dispuesto a ayudar a un omega desconocido. no podían vigilarme todo el tiempo. finalmente, jimin se durmió y me escapé. estaba desesperado por algo que saciara mi necesidad, que apagara el fuego en mi interior.

jungkook se sintió nauseabundo. —¿qué pasó?

—no lo sé. estuve perdido por tres días completos. no tengo ni idea de cuantos alfas me tuvieron o cuántas veces. recuerdo que peleaban por mí. que dejé que cualquiera me tuviera una y otra vez. creo que incluso betas lo hicieron. yo sólo lloraba para que se quitaran y dejaran que un alfa me montara ya que necesitaba un pene de su tamaño para detener el fuego. los alfas se reían de mí y me utilizaban horriblemente. los maldije, eran rudos conmigo, pero luego sollozaba de alivio cuando me montaba el siguiente. 

—por favor detente.

—necesitas saberlo.

—¡sólo para!

hoseok se lamió los labios y habló en voz baja. —cuando todo terminó, estaba embarazado. me fue claro rápidamente.

jungkook sacudió la cabeza. —no, no, no.

—sí. esperaba un bebé. ¿de quién? no tenía ni idea. del número desconocido de alfas que me tuvieron, un esperma afortunado llegó a mi óvulo y desencadenó la reacción en cadena de la división celular.

—dios lobo...

—admito que estaba aterrado. —la voz de hoseok era firme ahora, como si estuviera diciendo las palabras que alguien más le dictó—. no tenía a nadie a quien recurrir. mis padres habían muerto y no podía correr el riesgo de contarles a otras personas. perdería mi posición en la universidad. me relegarían. tenía mi herencia pero ¿cuánto tiempo duraría? ¿y con qué fin?

jungkook se sintió mareado, pero no era capaz de moverse o hacer otra cosa más que mirarlo mientras hablaba una y otra vez sobre esta aberración que no quería saber.

—naturalmente confié en taehyung y jimin. fueron los que me encontraron en ese cuchitril, todavía bañado en sangre y semen. me habían buscado durante días, con el miedo de que hubiera sido abusado o asesinado. —su voz se quebró—. les debo todo por guardar mis secretos.

a jungkook se le revolvió el estómago.

—sabía que contaba con poco tiempo si quería interrumpir el embarazo. confié en un omega amigo mío de la escuela. se había rumorado que había experimentado un evento similar por un celo inesperado. fue entonces cuando conocí a kim namjoon. —hoseok levantó la barbilla—. no lo conocí en el campus como le hice creer a taehyung y jimin. mi amigo omega me contactó con él. ¿sabes? namjoon le había ayudado una vez, y cuando necesitaba más de él, me ayudó a mí también.

—¿namjoon?

—fue quien practicó el aborto. sí. así es como lo conocí y cómo accedió a ayudarme con mis celos futuros. jimin y taehyung no saben que él es el médico que me ayudó. hasta ahora, ha sido un secreto de namjoon y mío.

la cabeza de jungkook dio vueltas, tratando de procesar todo.

—¿abortaste al bebé?

—sí. no hubo problemas. namjoon hizo todo lo posible pero comencé a convulsionarme por una reacción a la anestesia. su mano se deslizó, y me cortó gravemente. mientras las convulsiones continuaban, tuve una hemorragia y casi muero. me salvó pero el resultado es el tejido cicatrizante en... mi canal de parto. eso es lo que sentiste el otro día con los dedos.

jungkook pasó saliva.

—no puedo tener hijos, jungkook. al igual que tu papá, lo más probable es que muera. —una sonrisa amarga retorció la hermosa boca de hoseok—. y llámame egoísta, pero no voy a sacrificarme por ti, y tampoco voy a dejar que compartas mi destino. eres un buen chico, no has hecho nada malo y serás un padre maravilloso. te mereces una familia. debes escoger un sustituto.

jungkook negó con la cabeza, sintiendo su lengua entumecida y rebelde.

hoseok sonrió con ternura, extendiendo una mano hacia jungkook, sin tocarlo. —no sentirás por él lo mismo que por mí, pero será joven, podrá... no, estará más que dispuesto a darte varios hijos. y un omega sustituto puede ayudarte a superar el anhelo que tendrás por mí, y si eliges sabiamente, podrías ser su salvación para él también.

—¿cómo?

hoseok dio otro paso hacia adelante, con lágrimas inundando sus ojos.

—podrías escoger a un joven viudo, por ejemplo, y ayudarlo en su duelo. podrían ayudarse mutuamente. y yo sería libre para continuar con mi vida como lo hacía antes. de la manera que yo quiero. —las lágrimas brotaron mientras hablaba—. y jungkook, eso es lo que realmente quiero. no voy a firmar un contrato contigo. será un alivio para todos.

la visión de jungkook hervía con pequeños puntos negros cuando hoseok salió de la habitación. tragando aire, trató de respirar, pero aun así la habitación daba vueltas. a medida que la oscuridad se apoderó de él, colapsó sentado en el suelo. allí se quedó, incapaz de comprender el impresionante espacio en su corazón que hacía no mucho, lo había ocupado la alegría.

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