xiii.
CHAPTER THIRTEEN.
—¿cómo se conocieron? —preguntó jungkook en lo que le pareció horas más tarde, después de que jimin anunciara que la cena se serviría en cinco minutos.
—¿quién? ¿todos nosotros? —preguntó jimin por encima de su hombro.
—sí, todos ustedes.
—bueno, taehyung y yo nos conocimos primero —dijo hoseok, sonriendo suavemente y quitando el hielo de su pie. bajó la pierna al suelo y sin levantarse, lanzó la bolsa de hielo hacia la encimera, casi golpeando a jimin con esta.
un peludo animal plateado escurridizo llamó la atención de jungkook, y él volvió la cabeza para ver a zephyr entrar con un brillo oscuro en sus ojos verdes. se mantuvo cerca de la pared por un rato, y luego fue hacia jimin con un maullido lastimero.
—convenenciera —murmuró hoseok y entornó los ojos. jimin le dio a la gata un pedazo de carne que rebanó del pato que había preparado hacía unas horas—. sí, taehyung y yo nos conocimos en el campus — continuó—. él estaba ayudándole a un profesor de maestría en derecho, quien era un omega que inesperadamente había entrado en celo y necesitaba tomar una licencia repentina. la única persona dispuesta a intervenir fue taehyung. nos encontramos cuando en la cafetería, quisimos agarrar la última bola de masa hervida de manzana. él la quería y yo también, así que la compartimos.
—eso es casi un encuentro digno de una de esas dulces novelas románticas que jimin siempre está leyendo —murmuró namjoon.
—el romance es el lenguaje de la felicidad —dijo jimin, abriendo el horno para checar a la gigantesca ave allí dentro. zephyr había subido por su cuerpo y ahora estaba posada sobre su hombro, con sus uñas clavándose en este, mirando en el horno junto con él, quien no pronunció ni una palabra de incomodidad—. deberías experimentarlo alguna vez.
namjoon resopló.
—aunque joon está en lo correcto —dijo hoseok—. ¿por qué no te enamoraste locamente de mí en ese instante, taehyung? ahora me siento ofendido.
—ya estaba con jimin —dijo taehyung—. si no, no hay duda de que habría caído a tus pies de omega y sido completamente inútil cuando tu celo llegara. una pareja ideal.
hoseok rió y le dio un guiño a jungkook. —luego me invitó a cenar al siempre pésimo pero delicioso, cinco manzanas.
—chicos semidesnudos bailando y comida picante, son siempre una agradable combinación —dijo taehyung, con una blanca sonrisa brillante en sus labios.
—jimin nos alcanzó allí, y se comportó encantadoramente, como siempre. hemos sido amigos desde entonces.
—después llegó namjoon —agregó jimin, usando unos guantes masivos para sacar el pato asado del horno—. creo que también conoció a hoseok en el campus.
—el campus parece ser el nexo de todas mis relaciones más importantes —dijo hoseok, dándole una provocativa mirada a jungkook.
un silencio incómodo descendió por un terrible segundo, mas luego jimin se apresuró a servir los platos con comida que olía delicioso.
—jimin, esto se ve increíble —dijo jungkook—. ¿eres chef?
—jimin es filósofo, artista, y chef —dijo hoseok, sonriéndole a jungkook mientras namjoon cortaba el pato asado y taehyung pasaba el plato del fragante relleno.
—sí, jimin es muy talentoso —dijo taehyung con gusto—. jungkook, espero que no estés en contra de pedir comida a domicilio. tu omega aquí presente, es un terrible cocinero.
—ay, no empieces —dijo hoseok.
—es peor en la cocina de lo que es limpiando la casa —dijo namjoon, cortando el ave con ayuda del trinchete.
su padre y él mismo hacían cortes más lindos, pero jungkook no iba a decirle nada negativo a namjoon. probablemente ya todos pensaban que estaba resentido con él por haber sido el alfa que atendía los celos de hoseok. y lo estaba, pero no iba a permitir que eso rigiera el resto de su vida con hoseok. claramente namjoon no iba a marcharse, por lo que bien podría hacer las paces con él.
—me gusta cocinar. —jungkook tomó de jimin el tazón con el relleno y añadió una porción de este a su plato. el aroma de romero y salvia flotó, haciéndolo salivar—. aunque no puedo decir que soy tan hábil como jimin, creo que seré capaz de mantenernos alimentados.
las cejas de hoseok se alzaron con interés.
—¿eh?
—como le dije a hoseok el otro día, mi padre no tiene sirvientes de tiempo completo en la casa. papá dice que es demasiada gente en su espacio. a ellos les gusta su privacidad. mi padre sólo los contrata para fiestas y cenas especiales. de lo contrario, nos ocupamos de nosotros mismos.
—¿entonces tu papá es un buen cocinero? —preguntó taehyung.
—no, mi padre es el que hace la mayoría de nuestras comidas. mi papá está enfermo constantemente y... —se preguntó por primera vez si la debilidad de su papá sería una mala imagen para él—. mi papá no cocina.
—¿por eso en su lugar tu padre aprendió a hacerlo? —preguntó namjoon.
jungkook frunció el ceño. odiaba la implicación de que el encargarse del hogar, era el trabajo de los omegas. ciertamente, los alfas eran por lo general el principal sostén y los omegas quienes atendían la casa, pero los que no, a menudo trabajaban fuera del hogar en algo que fuera seguro. además, incluso los omegas adinerados hacían más que simplemente ser amos de casa. eran personas. tenían sus propios intereses.
como hoseok, por ejemplo. dejando de lado a sus poemas, estaba claro que no era el estereotipo de omega que los alfas esperaban, y jungkook sabía de buena fuente, sus propios padres, que los omegas venían en todas las índoles de humanos, al igual que los alfas. su papá siempre había argumentado que era terrible el despojar a los omegas de todo, menos de los deberes domésticos. su padre nunca se lo había exigido a su pareja, y jungkook tampoco se lo exigiría a su omega. si hoseok quería volver a la enseñanza después de que se hubieran emparejado, entonces se aseguraría de que esa fuera una opción para él. se aseguraría de que consiguiera lo que quisiera.
—no exactamente. mi padre ama cocinar y a papá le encanta comer lo que él hace. tiene sentido que se apeguen a lo que más les gusta.
hoseok le sonrió y el corazón de jungkook se le estrujó con fuerza. quería volver a ver esa sonrisa de satisfacción tan pronto como fuera posible.
—¿entonces tu padre te enseña? —jimin les pasó una cesta con pan, mientras namjoon terminaba de apilar una enorme porción de rodajas medio rotas de pato.
—sí. siempre que papá está enfermo... —se calló jungkook de nuevo, pero hoseok lo vio a los ojos y le sonrió cálidamente, animándolo a continuar—. cuando papá está enfermo, lo cual por desgracia es cada vez más frecuente, mi padre me llama para que le ayude, y he aprendido un montón. cuando él se va por negocios, cocino para mi y mi papá. —se encogió de hombros—. preparo una gran cantidad porque es más fácil guardar las sobras.
—mi papá solía hacer un guiso de cangrejo divino —dijo hoseok—. era mi favorito. —su plato estaba lleno con la salsa de arándano que preparó jimin, el relleno, una gran porción de pato que namjoon había colocado allí directamente, ejotes y varios rollos.
jungkook aceptó el plato con las rebanadas de pato, puso varias piezas gruesas en el suyo, y se lo entregó a taehyung.
—si me das la receta, hoseok, te lo prepararé —dijo, comprimiéndosele el estómago. esperaba que aceptara su oferta como un gesto de cortejo y como una promesa de lo que podía suceder si firmaban un contrato entre ellos.
—¿lo prepararías? —la sonrisa de hoseok aplastó toda la belleza del mundo en una dolorosa bola gloriosa dentro del pecho de jungkook, que iba a romperse de alegría si no tenía cuidado.
—por supuesto.
—te lo habría preparado si lo hubiera sabido antes —dijo jimin, con una nota de contrariedad en su voz, y sus oscuras cejas decaídas.
hoseok ignoró la sugerencia sin apartar los ojos de jungkook, haciendo que la hermosa bola en su pecho, brillara y creciera. —eres un cocinero maravilloso, jimin. demasiado bueno para guisos.
—¿estás diciendo que las habilidades y gustos de tu alfa, son de plebeyo? —preguntó namjoon con un tono alegre.
—eso parece —dijo hoseok, sonriendo y haciéndole guiños a jungkook.
jungkook le devolvió la sonrisa, y mientras sus mejillas y cuello se sonrojaban, la bola en su pecho explotó en brillo, aullando de alegría. apartó los ojos de hoseok antes de hacer algo estúpido como empujar la silla hacia atrás, ir a zancadas hacia él y besar su boca sonriente.
distrayéndose a sí mismo, tomó un bocado del pato y el relleno. los sabores se fundieron a la perfección. —esto es delicioso —le dijo a jimin—. ¿me enseñarías a prepararlo?
—por supuesto. estaría feliz de hacerlo —dijo jimin con gusto.
taehyung tomó un sorbo de vino y dijo: —por qué no vienes a nuestra casa una noche de la próxima semana, y así jimin puede mostrarte algunas cosas. hoseok también podría venir. y namjoon —dijo, extendiendo por último la invitación a namjoon, como si no quisiera ofenderlo por no incluirlo.
namjoon negó con la cabeza. —¿por qué jungkook querría pasar tiempo con nosotros, cuando podría estar con alfas de su misma edad? obviamente con hoseok es otro asunto. pero es como lo que comentábamos la otra noche: no somos de su interés. no es como si fuéramos sus amigos.
taehyung frunció el ceño mientras lo veía, y hoseok se inclinó hacia delante con la ira brillando en sus ojos, pero jungkook se metió: —está bien. estoy seguro de que puedo aprender siguiendo las recetas si a jimin no le importa compartirlas.
hubo una conversación silenciosa entre jimin y taehyung, que jungkook se negó a reconocer volviendo a su plato. la comida ya no sabía tan buena ahora que se había dado cuenta de que ninguno de estos hombres realmente anticipaba convertirse en su amigo. ¿pero, qué esperaba? los amigos de hoseok no querrían salir con un adolescente. no le debían nada a él.
—creo que deberíamos dejar que jungkook decida con quién está interesado en pasar su tiempo —dijo hoseok con frialdad—. si él quiere conocer mejor a jimin y taehyung, yo no veo que ellos se nieguen a su compañía. después de todo, son ellos quienes lo invitaron muy amablemente.
—si lo deseas, puedes venir a aprender con mi cocinero. —namjoon se limpió la boca e ignoró el regaño de hoseok—. eso sería un mejor uso de tu tiempo.
jungkook enfureció. ¿cómo es que hoseok había intimado con un alfa que descartaba su opinión tan fácilmente?
ajeno a la irritación de jungkook, namjoon levantó su copa de vino y dio un largo trago antes de añadir: —ha trabajado para mi familia durante años. él era el chef cuando mis padres estaban vivos.
jungkook no dijo nada. ¿la invitación a la casa jimin y de taehyung, había sido revocada? no estaba seguro y no se sentía capaz de aceptar con tanta incertidumbre en el aire. quería desesperadamente tener más tiempo con hoseok y, a pesar de lo que namjoon había dicho, quería hacerse amigo de ellos. bueno, de los betas. namjoon era otro tema.
—ah sí, tu chef es bastante bueno —dijo jimin, moviendo la cabeza con una expresión pensativa—. ¿cuál es su nombre?
—seok-woo —respondió namjoon, con una sonrisa de satisfacción, dando otro sorbo a su vino.
jungkook había contado esta como su sexta copa. además de tener la lengua suelta, no parecía especialmente ebrio. de hecho, lucía tan optimista y tranquilo como siempre
—hace un delicioso lingüine con salsa de almejas. creo que lo preparará el próximo viernes, jungkook, si quieres ven después de tus clases. estará encantado de enseñarte. a hoseok le gusta.
hoseok suspiró con irritación erizándolo de pies a cabeza, entrecerrando los ojos mientras namjoon tomaba otro sorbo de vino y luego, lentamente, masticaba un bocado de pato.
sin embargo, namjoon no parecía notarlo. —ah, y mi mayordomo, jae-yoon, estará encantado de mostrarte cómo aspirar, sacudir y lavar la ropa. —se rió entre dientes, su hermoso rostro despejándose con una amplia sonrisa por su propia broma—. ya que como prometí, hoseok no tiene ni idea de cómo hacer nada de eso.
—namjoon es consentido por todos sus criados —bromeó taehyung.
—me las arreglo muy bien —espetó hoseok.
—ay sí, nos damos cuenta de eso. —jimin hizo un gesto hacia la puerta que conducía de la cocina al resto de la casa.
—¡limpié! —la voz de hoseok era rígida y una oscura ceja se arqueó con aire de superioridad.
—de hecho, sí.
—déjenlo en paz —dijo jungkook, con un tono de autoridad en su voz—. él no encuentra esto divertido.
hoseok se sonrojó. —normalmente no me importa, pero... —sus ojos no dejaron de ver a la cara de jungkook—. me duele el tobillo. mi paciencia es baja.
—y namjoon insultó a tu alfa y sus amigos, y te molestamos con tu limpieza —agregó jimin—. mejor comportémonos bien antes de que jungkook tenga una impresión equivocada de nosotros.
«demasiado tarde», pensó jungkook. o al menos lo era para namjoon. jimin y taehyung eran amables y parecían lo suficientemente abiertos, pero namjoon, por alguna razón no lo era. eso lastimaba a hoseok y lo enojaba a él. pero tendría que lidiar con ello otra noche. la primera vez que una nueva persona entraba en cualquier grupo, siempre se desbalanceaba. namjoon probablemente lo resentía tanto como él también lo hacía.
—hablando de labores del hogar, ¿no despediste recientemente a alguien, namjoon? —preguntó jimin—. ¿a quién fue? ¿el jardinero?
—¿eh? —los ojos de hoseok parpadearon, como si estuviera tratando de decidir si quería perdonarlo o no—. ¿pensé que te agradaba?
namjoon torció los ojos.
—no lo despedí. renunció. es una pena porque sang-hyuk era increíble con las rosas de seung-min. las mantenía tan saludables como el día en que seung-min falleció.
—¿cómo conseguiste que se fuera? —preguntó hoseok cuidadosamente. hubo una vacilación en su tono que jungkook trató de entender. tal vez tenía algo que ver con el hombre que había fallecido, el tal seung-min—. ¿lo molestaste hasta odiarte?
—lo creas o no, no fue por mí. —suspiró namjoon—. su hermano menor es omega y un ninfómano. imposible de ser satisfecho por más de unas cuantas horas y durante el celo es absolutamente insaciable. su alfa exigió romper el contrato. por supuesto, no estaban emparejados, sólo habían contraído. los contratos son a menudo un terrible error.
—namjoon —dijo taehyung en tono de advertencia, pero el susodicho no parecía haberlo oído.
—el hermano de sang-hyuk se mantenía escabulléndose, por así decirlo, e iba en busca de alfas. es una pena. arruinó el nombre de la familia.
todos en la mesa se quedaron inmóviles, mirándolo. hoseok se limpió la boca con la servilleta y tomó una respiración profunda.
—dios lobo —susurró jimin.
namjoon asintió. —terrible. pero sí, mi mejor jardinero, mi viejo amigo sang-hyuk, renunció para ayudar a la familia durante los próximos celos de su hermano. naturalmente no pueden encontrar un sustituto. no por ahora. y será doloroso. van a necesitar todas las manos posibles para mantener al chico encerrado. —chasqueó la lengua—. pero eso es lo que sucede cuando los omegas quedan manchados. ningún alfa quiere ayudarlos. —negó con la cabeza como si lo lamentara, como si no hubiera nada que pudiera hacer.
—eso es ridículo —habló jungkook, apretando sus puños al lado de su plato—. era el deber de su alfa satisfacerlo, y si él no podía manejar la situación, debería de haber contratado a un sustituto. ¿cómo se puede culpar a un omega por buscar lo que necesita durante el celo? ¿o cualquier otro momento?
las cejas de jimin y taehyung se elevaron, lanzando miradas entre jungkook y namjoon, pero los ojos de hoseok no dejaron de ver a namjoon, con una mirada penetrante.
jungkook continuó: —hizo lo que su instinto le dijo. ni más ni menos. es el trabajo de los alfas el asegurarse de que los omegas estén satisfechos, no importa qué. sea interminable o no su celo. —golpeó la mesa con el puño, mientras repetía la verdad fundamental que sus padres le habían inculcado desde el momento en que se presentó por primera vez como alfa—. ¿el alfa con el que contrajo, consiguió ayuda? ¿o tenía demasiado herido su orgullo para tomar la decisión correcta para su omega?
hoseok desvió la mirada lentamente hacia jungkook.
namjoon frunció el ceño. —no estoy seguro. tal vez no podía permitirse un sustituto. los sustitutos alfas decentes, pueden ser costosos. pero el contrato fue disuelto, o en breve lo será, y no hay nada que se pueda hacer al respecto.
—¿qué hay de su próximo celo? —preguntó jungkook—. ¿no hay nadie que le ayude con este? ¿nadie?
—aparentemente no.
—eso es una mentira. hay alfas en todas partes, y muchos son viudos o solteros. —se le quedó viendo a namjoon—. hay uno en esta mesa.
namjoon lo miró. —¿estás sugiriendo...?
—sí, lo estoy haciendo.
por el rabillo de su ojo, jungkook vio a hoseok inclinarse hacia delante, poniendo su barbilla sobre una elegante mano, y una sonrisa de suficiencia adornando sus labios.
namjoon balbuceó: —nuestra sociedad tiene expectativas. existen protocolos que proporcionan instrucciones claras para situaciones como...
—ah, por supuesto, el protocolo para cuando un alfa es demasiado mezquino o egoísta para ayudar a un omega en celo, es dejar que este sufra. yo diría que los alfas solteros de las partes más sórdidas de la ciudad, son mejores hombres que los que siguen un protocolo tan cruel. ellos por lo menos prestan atención a la necesidad de un omega.
—¡para su propio beneficio! —exclamó namjoon—. no puedes pretender que los sucios alfas que se jactan de meterse con omegas desesperados, son realmente héroes. lo hacen por su propio placer. por penetrar, venirse y abotonar.
—¿y por qué lo hacen los omegas? —desafió jungkook—. ¿cuáles son sus opciones? ¿sudar y sufrir? ¿o pagar un alto precio por un sustituto? —inclinó la cabeza, con veneno deslizándose por sus venas. el espacio que el tranquilizante alfa mantenía entre él y sus emociones, le proporcionó lugar para una pequeña danza de victoria mientras daba en el clavo—. ¿el salario que le dabas a sang-hyuk, le permitía contratar un sustituto para su hermano? como tú dijiste, los buenos son caros. ¿qué pasa con las circunstancias financieras del resto de su familia? a mí me suena como que aman mucho al chico. estoy seguro de que aceptarían a cualquier sustituto decente que se ofreciera.
—¿ahora estás diciendo que debería financiar un sustituto para el chico? ¿qué su dolor y reputación arruinada, son mi culpa? absurdo ¿hoseok, estás escuchándolo?
no obstante, hoseok sólo sonrió más amplio, y sus ojos destellaron.
—si vas a tener servidumbre, entonces debes saber lo que está pasando en sus vidas, y si puedes ayudarlos de alguna manera razonable, deberías hacerlo. —asintió jungkook con firmeza.
—lo dice un chico sin sirvientes —murmuró namjoon.
—creo que quieres decir, dicho por un chico con conciencia —corrigió taehyung.
—y un montón de dinero que lo respalda —agregó jimin.
zephyr saltó súbitamente al regazo de jungkook, ronroneando y dando vueltas, picoteándole los elegantes pantalones con sus garras. a continuación, se le acurrucó en el regazo y comenzó a lamerse entre sus dedos. jungkook la miró en estado de shock.
—oh. —le dio unas palmaditas en el lomo y esta dejó de lamerse, lanzándole una mirada molesta hasta que retiró la mano, y luego volvió a lamerse.
—todos están equivocados. fue dicho por un chico con un admirador —dijo hoseok—. o dos. —una sonrisa traviesa titubeó en sus labios—. de todos modos me impresionó.
namjoon resopló.
—lo estarías con todos tus ideales liberales.
—algunos de nosotros queremos construir un mundo mejor, amigo mío —dijo hoseok, pero el cariño seguía allí—. o sea, eres demasiado anticuado y riguroso para entender.
—anticuado —repitió namjoon, apuñalando con su tenedor al ave. jungkook no estaba seguro de por qué ese era el peor insulto de los dos. personalmente, preferiría ser anticuado que riguroso.
zephyr ronroneó y se acomodó mejor en el regazo de jungkook, dejando de limpiarse. jungkook pasó una mano por su lomo, y esta vez ella se lo permitió. su corazón arrancó un acorde feliz.
la mirada de namjoon cayó sobre zephyr con el ceño fruncido. después de un largo momento, asintió. —está bien. te mostraré tu anticuado. —se enderezó—. me haré cargo del celo del chico.
jungkook parpadeó en estado de shock y la sonrisa de hoseok casi lo cegó. jimin le dio un guiño y asintió. taehyung aplaudió como si estuviera en un espectáculo teatral.
—bravo. deliciosa justa. pocas veces he visto a namjoon conceder tan rápidamente.
las mejillas de hoseok se sonrojaron mientras le sonreía a jungkook.
—yo también.
—a veces incluso los anticuados pueden ver cuando han sido abatidos. —namjoon se encogió de hombros—. y por mucho que me cueste admitirlo, tal vez este chico está en lo correcto. sería bastante fácil para mí hacerme cargo del celo del hermano de sang-hyuk, incluso placentero. suponiendo que acepten mi oferta y de alguna manera, el chico no sea totalmente repulsivo. entonces tendré a mi jardinero de vuelta, encargándose de las rosas de seung-min, donde lo necesito.
jungkook acarició la cabeza y lomo de zephyr, esta ronroneó, siendo un peso caliente y peludo en su regazo. apenas y había tocado su cena durante su discusión con namjoon, así que comenzó de nuevo, sorprendido de que todavía estuviera caliente.
zephyr trató de arrebatarle el pato de su tenedor, haciéndolo reír.
—¿hambrienta?
—comió bastante —refutó hoseok, señalando a la gata—. ¡shu, bájate! suéltalo, zephyr. es mío.
el corazón de jungkook se encogió y expandió, con la sangre corriendo a través de este en un zumbido vertiginoso. pero zephyr lo ignoró. le dio un pedazo de pato, y ella se lo comió como si estuviera muriéndose de hambre, antes de volver a acomodarse en su regazo. sus patas, amasaron y se agarraron del muslo, arruinando la lana de sus pantalones, pero no le importó en absoluto.
—a zephyr le agrada jungkook —dijo taehyung con una risa de sorpresa—. y con su voto decisivo emitido, creo que deberíamos alejarnos de este tema hacia algo menos emocionante. como el clima. o planes para las vacaciones de invierno. —hoseok captó la mirada de jungkook y la sostuvo mientras taehyung continuó—: jimin y yo estamos considerando la orilla del mar. ¿alguien ya ha estado allí en invierno? ¿algún consejo de qué empacar?
. . .
—jungkook, quédate un momento, por favor.
namjoon dejó de ponerse su abrigo, y le dio a hoseok una mirada penetrante. —¿es eso prudente?
jimin y taehyung se habían marchado en un taxi hacía quince minutos, llevándose los platos, cubiertos y utensilios que jimin había utilizado. hoseok no tenía nada eso y lo que sí, no cumplía con sus requerimientos. en cualquier caso, una vez que hubieron cargado en bolsas los artículos de cocina, no quedó espacio en el taxi para namjoon.
jungkook se apoyó contra la pared, girando los omóplatos para no encorvarse, tratando de dar una impresión despreocupada e informal. calculador, sí, pero quería que hoseok se sintiera seguro y si se ponía rígido, indudablemente lo echaría afuera, hacia el frío con namjoon. el tranquilizante alfa estaba menguando, haciéndole sentir más fuerte que en otros días, el tirón de la imprimación.
hoseok miró en su dirección y sonrió con esa calidez secreta que jungkook había visto en sus ojos desde que le ganó a namjoon en la discusión de la cena. —joon, tu taxi está esperando.
una de las cejas oscuras de namjoon se arqueó, y su fuerte mandíbula se contrajo.
—me encargaron que llevara al chico sano y salvo con sus padres.
—sus padres nunca te pidieron que hicieras tal acto de caballerosidad.
—no, tú lo hiciste.
—y cambié de opinión. digamos que soy un omega indeciso.
los ojos de namjoon se ampliaron, y jungkook casi sintió lástima por él. pero entonces recordó que su pene había estado enterrado en el exquisito trasero de hoseok, y lo odió de nuevo. sin embargo, se negó a demostrarlo. hoseok necesitaba que fuera un adulto, alguien que se llevara bien con sus amigos, y esa era la persona en la que estaba decidido en convertirse. claro que los celos eran instintivos en un alfa, pero su inteligencia era demasiado fuerte como para permitir que su naturaleza lo gobernara.
—no olvides tu sombrero —dijo hoseok, colocando con una sonrisa, la pomposa boina negra sobre la cabeza de namjoon, quien aún no había sido perdonado por sus declaraciones durante la cena. hoseok iba a hacer que se esforzara por ello, y jungkook estaba de acuerdo con eso.
—hoseok, creo que deberías reconsiderarlo. esto no es un juego y...
—no es de tu incumbencia a menos que yo lo hiciera así. —inclinó la cabeza, logrando que su pálido cuello brillara con la poca luz de las lámparas de los pasillos. jungkook quería lamerlo—. te veré pronto, namjoon. gracias por venir a cenar.
—gracias por invitarme —murmuró namjoon, con voz tensa y expresión turbia.
jungkook se esforzó por mantener su rostro estoico. contuvo el impulso de hacerle una mueca zalamera y burlona. sí, no importaba lo que namjoon quisiera, no era su decisión. se quedaría allí y hablaría a solas con hoseok. era su derecho como su alfa. su derecho a estar con él y tocarlo...
no.
no iba a dejarse llevar por esa mentalidad. era fuerte e inteligente y su instinto no era ni la mitad de importante como la sonrisa de hoseok, quien ahora se volvía hacia él, conforme la puerta se cerraba tras namjoon yéndose de mala gana.
—está nevando —dijo hoseok en voz baja.
—¿sí?
—grandes copos de nieve. —las pestañas de hoseok tocaron sus pómulos y luego se levantaron lentamente, con una ligera pizca de seducción en su mirada.
jungkook contuvo su urgencia por enderezarse, agarrarlo y besar su hermosa y exuberante boca.
—¿están aglomerándose? —preguntó con voz ronca.
hoseok hizo a un lado la larga cortina delgada que bloqueaba la vista de la estrecha ventana junto a la puerta.
—está juntándose en el pasto. las calles probablemente están demasiado calientes para que se acumule en el pavimento. tal vez si sigue nevando durante la noche. —se volvió de nuevo hacia jungkook, abriendo los labios ligeramente—. ¿te gusta deslizarte en trineo?
—por supuesto. si hay suficiente nieve, mi amigo yu-gyeom y yo usualmente vamos colina arriba detrás de la oficina de correos. tiene la mejor pendiente.
—conozco el lugar —dijo hoseok, acercándose con vacilación, casi como si estuviera dudando de sus movimientos—. si permanece y se acumula lo suficiente, ¿me llevarías a deslizarme?
—¿quieres ir?
los ojos de hoseok brillaron.
—admito que soy viejo para ello, pero...
—¿está tu tobillo bien? hace rato estaba hinchado, y no me gustaría que se te lastimara más en el trineo.
—está bien. —recargó su peso sobre el pie—. ¿ves? mucho mejor.
—si estás seguro.
—lo estoy.
—entonces por supuesto, puedes venir conmigo —dijo jungkook, sonando demasiado ansioso incluso para sus propios oídos. sus mejillas se sonrojaron aún más.
pero no fue un error esta vez, porque hoseok sonrió ampliamente, las pequeñas arrugas junto a sus ojos se hicieron más profundas, y el corazón de jungkook revoloteó en su pecho. dios, nunca sobreviviría a la felicidad de la dicha absoluta de complacerlo.
—maravilloso. me gustaría mucho. veremos en la mañana cómo se comportó el clima.
—espero que nieve a montones.
hoseok sonrió, agachando la cabeza como si quisiera ocultarse.
—yo también. no me subido a un trineo en mucho tiempo.
—te ayudaré. es como montar en bicicleta, nunca olvidas cómo hacerlo. y sería un placer para mí el salir contigo. de verdad.
la respiración de hoseok se volvió entrecortada mientras cruzaba el último tramo hacia él, poniéndose a un fácil alcance.
—esta noche en la mesa... fuiste... —su mirada se cruzó con la de jungkook. y en la tenue luz de las lámparas, sus iris eran como los verdes estanques cubiertos de musgo—. me hiciste sentir orgulloso.
dios lobo, hoseok quería sacarlo del mundo con esa inconmensurable e incontenible alegría. su corazón tembló tan fuerte y rápido, que se sintió mareado, por lo que se agarró a la pared detrás de él para no tocarlo. sabía que hoseok deseaba decidir cuándo ser tocado o tomado.
«no tomado. ¡no pienses en tomar, jungkook!»
—quiero hacerte sentir orgulloso siempre —susurró jungkook, con sus labios temblando y sus rodillas debilitándose.
—eres tan serio. —hoseok estiró la mano hacia él, deteniendo los dedos justo al lado de la mejilla de jungkook, tomándole a este todo su autocontrol para no apoyarse en el toque.
—eres tan guapo —soltó jungkook.
—también tú.
jungkook deseaba. deseaba con desesperación. pero aun así se obligó a decir las palabras en su boca: —debería irme.
el apretujón en su pecho dolía tanto como la alegría que tenía, pero no podía correr el riesgo. lo había hecho tan bien. este tiempo con hoseok era una prueba, sabía que lo era, y se negaba a fallar. haría que viera que era capaz de controlarse a sí mismo, de estar a cargo, de cuidar de ambos.
entonces hoseok lo volvería a invitar. tal vez sin la presencia de otros amigos. —sí —dijo hoseok, dando un paso más cerca—. probablemente deberías hacerlo. —su calor corporal tocó a jungkook como una caricia, haciendo que su miembro palpitara. sabía que si miraba hacia abajo, vería la carpa que su excitación había formado en su pantalón. probablemente estaba a milímetros de tocar la cadera de hoseok, la distancia entre ellos era tan pequeña.
—llamaré en la mañana si hay mucha nieve —dijo jungkook, cerrando los ojos y haciéndose hacia un lado, tratando de escapar de la tentación.
la mano de hoseok sobre él, era una descarga de placer que no podía haber previsto. jadeó audiblemente un dulce "oh" de dicha, y casi se vino en sus pantalones. deteniéndose, permaneciendo inmóvil, sobreponiéndose al rugido de su instinto que se había alzado en su interior.
«reclámalo. ahora.»
—debería irme —dijo con voz ronca.
—sí —repitió hoseok, pero sin quitar sus dedos.
fue ahí cuando jungkook olió el aroma dulce y almizclado de la humedad de hoseok, de la cuantiosa cantidad. gimió, casi al borde del colapso. presionó los dedos de hoseok sobre sus labios, besándolos con avidez, atormentado por la frescura y firmeza de ellos. luego se obligó a apartarse, empujándolo firmemente por los hombros cuando pareció que iba a seguirlo por instinto.
—buenas noches. gracias por invitarme —dijo, con la voz llena de lujuria, y entonces abrió la puerta principal—. ¡llamaré en la mañana si hay mucha nieve!
bajó corriendo las escaleras del porche hacia la acera, y después continuó por la calle hacia su lado de la ciudad. oyó la voz de hoseok detrás de él y su instinto alfa le pidió que se detuviera para escuchar, pero sabía que si lo hacía, se regresaría, lo besaría, sujetaría su redondeado trasero, y se frotaría contra su cuerpo hasta que ambos mancharan sus pantalones.
y luego usaría ese semen para lubricar la dulce entrada de hoseok, y... no podía pensar en ello.
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