viii.
CHAPTER EIGHT.
jungkook estaba parado junto a la ventana de su habitación, mirando hacia fuera al césped bien cuidado de la calle que sabía lo llevaba a la casa de hoseok. esa mañana se había tomado toda su dosis de tranquilizante alfa, supervisado por su padre quien había entrado en su habitación justo antes de su hora habitual para despertarse, para asegurarse de que se la tomara toda.
el medicamento le ayudaba a mantener su buen juicio, pero también le molestaba su eficacia. quería sentir el tirón de la imprimación, quería rendirse a este y salir corriendo por la calle, rebasar a los otros alfas y omegas que iban por allí, para ir a ver a hoseok de nuevo. al diablo con los protocolos. pero sabía que el tranquilizante alfa le ayudaba a recordar todas las razones por las que tenía que ser paciente.
al menos por hoy.
bajó hacia la cocina, preparó su propio desayuno que consistió en un sándwich de huevo, y se lo comió apoyado en la puerta del estudio, escuchando cualquier fragmento de información que sus padres hablaran en tono bajo. cuando la puerta se abrió, dio un salto hacia atrás y simuló estarse viendo en el espejo al otro lado del pasillo. acomodándose el cabello e inspeccionándose los dientes, esperó que pareciera como si no estuviera más que siendo vanidoso.
la ceja arqueada de su padre le dejó claro que no lo engañaba ni un poco.
—entra, hijo. nos gustaría compartir la información que el señor han nos trajo.
jungkook se apartó del espejo y se metió en el despacho de su padre. las ventanas estaban abiertas, permitiendo que una fresca brisa otoñal sacara el humo del cigarro, pero el cenicero de bronce en el borde del escritorio y las cuatro colillas aplastadas, hablaban de la continua ansiedad o dolor de su papá.
—siéntate. —su padre asintió hacia la segunda silla frente a su escritorio. llevaba puesta su camisa habitual y un pantalón de vestir. su chaqueta y una corbata colgaban en un perchero de pie al lado de su escritorio, pero sólo se las pondría si uno de sus socios lo iba a visitar.
su pelo rubio estaba peinado hacia atrás, despejando su frente que parecía preocupada, con el aroma al aceite de limón que utilizaba para estilizarlo, y sus ojos azules lucían cansados pero no enojados. jungkook tomó eso como una buena señal.
su papá ocupó el otro asiento. había cambiado sus pantalones deportivos del día anterior por unos más elegantes, a la última moda. traía un suéter arremangado, dejando al descubierto sus manos temblorosas, las cuales metió entre sus piernas y asintió hacia su pareja.
—puedes fumar si quieres —susurró jungkook—. lo soportaré.
su papá sonrió gentilmente. —ya fui lo suficientemente indulgente conmigo. es tiempo de entrar en negocios.
el padre de jungkook dejó caer una pila gruesa de papeles sobre su escritorio junto con otras tres más delgadas que estaban cubiertas con tela. —ojala que el señor jung haya contratado un abogado que le ayude a preparar su información. dudo que ya tenga preparado un paquete omega por ahí guardado. con toda probabilidad, cualquier información que sus padres hayan preparado, habrá desaparecido hace tiempo, considerándola innecesaria. puede que nunca tengamos todos los detalles que nos gustaría saber sobre su familia.
—está bien —dijo jungkook.
su padre presionó los labios juntos, pero no se opuso a su opinión.
—la buena noticia es que su padre era asistente de investigación en monte jurado, así que lo más probable es que no sea falto de inteligencia. y su papá era considerado un buen hombre en todos los sentidos. tenían una buena casa, eran sociables y muy queridos.
jungkook se mantuvo estoico. sabía que se suponía que debía preocuparse por este tipo de cosas, pero no lo hacía. la condición social palidecía en comparación con la belleza de los ojos de hoseok.
su padre continuó: —lo primero que tenemos aquí, es el valor proyectado de la casa en avenida roble. el señor jung no tiene deudas y recibió herencia de sus padres. no obstante, dado que tú heredarás esta casa, no necesitas conservar la suya. una vez que se hayan emparejado, la puedes vender y utilizar las ganancias para comprar una propiedad más adecuada y cercana a nosotros, y...
—pero si a él le gusta su casa, ¿por qué no simplemente vivimos allí? —el padre de jungkook frunció el ceño y su papá tosió levemente. —¿y bien? —presionó jungkook.
—la avenida roble se encuentra en un área de la ciudad de clase media-alta. nada de qué avergonzarse por supuesto, pero no es apropiado para un hombre como tú —dijo su padre.
jungkook apretó las manos, escuchando cómo su padre continuaba hablando acerca de la pequeña cabaña que los padres de hoseok también tenían en el bosque, pero la cual parecía haber sido descuidada mucho antes de sus muertes. —también venderás esa —dijo su padre.
—¿puedes darme un pedazo de papel y un lápiz? —preguntó jungkook.
sobresaltado, su padre alzó la vista de los documentos.
—supongo que sí. —le pasó una libreta de hojas amarillas a rayas y un lápiz—. ¿para que los necesitas?
—sólo para llevar un control de mis pensamientos.
garabateó:
«si a hoseok le gusta su casa, viviremos allí el tiempo que queramos.»
«si hoseok quiere arreglar la cabaña, lo haremos. si prefiere deshacerse de ella, la arreglare y la venderé.»
su papá se acomodó y pretendió no estar tratando de leer lo que había escrito. jungkook no lo ocultó, pero tampoco le dejó fácil el hacerlo.
—bien, estoy listo. ¿qué sigue?
—escribe poesía —dijo su padre, con un indicio de desaprobación en su tono.
—lo sé.
—¿te lo dijo? —su papá parecía sorprendido.
—sí.
—te dijo que era... —su padre se aclaró la garganta—. ¿dijo que era poesía subida de tono?
—dijo que no creía que debería leerla en este momento, que había escrito sobre sus celos y otros alfas que le ayudaron con ellos. —apretó los puños, y el lápiz se clavó en la piel de su palma.
—es sólo instinto —susurró su papá, tocándole la rodilla y asintiendo hacia sus manos empuñadas—. la lógica puede controlar el instinto si tomamos el mando.
jungkook se obligó a relajar sus manos. —no me agrada, pero no es su culpa que no estuviera allí cuando me necesitaba.
su padre miró a su pareja y luego a jungkook, observándolos, y luego asintió lentamente. —de acuerdo.
—pero coincido con hoseok en esto —dijo el papá de jungkook—. sabiendo que tenía pocas opciones en elegir un alfa seguro para ayudarlo en sus celos y leer los poemas sobre ello, son dos cosas completamente diferentes. te sugiero que deseches cualquier pensamiento acerca de leerlos.
—no puedo imaginar por qué siquiera escribió poemas sobre ello. —el padre de jungkook se recargó en su silla con una expresión constreñida—. simplemente no era necesario.
el papá de jungkook torció los ojos. —seokjin, lo hecho, hecho está.
—¿escribir poemas sobre jungkook? creo que hay que incluir una prohibición de poemas en el contrato que hagamos.
—eso es absurdo. —rió el papá de jungkook.
—no —dijo jungkook—. ninguna prohibición. —la idea de que hoseok pudiera escribir poemas sobre él, era un maravilloso delirio. su corazón se estrujó y sacudió. quería ser merecedor de la atención de hoseok y sus palabras dedicadas—. escribirá de acuerdo a su inspiración.
su padre resopló, pero se encogió de hombros.
jungkook escribió en su libreta: «hoseok tiene permitido escribir sobre lo que quiera».
su papá chasqueó la lengua y susurró: —como si pudieras detenerlo, pero está bien, amor. escríbelo.
el padre de jungkook sacó otra hoja de papel con el ceño fruncido.
—esto es problemático. es parte de un archivo de la oficina de un doctor que visitó hace varios años, con quejas acerca del abotonamiento durante el celo.
jungkook oprimió sus puños de nuevo, pero respiró profundo y exhaló lentamente.
—aparentemente tiene un tejido cicatricial de origen desconocido, que parece ser problemático a la hora de tener hijos.
—el embarazo es de por sí problemático —dijo el papá de jungkook en voz baja—. ¿añadida su edad, y ahora esto? no creo que sea correcto esperar que él sea capaz de...
—uno —dijo el padre de jungkook con firmeza.
—jin...
—jungkook es nuestro único hijo, y después de todo lo que pasamos con mi papá, todo lo que sufrimos para que el nombre de la familia pudiera continuar. —el papá de jungkook se cubrió el rostro con una mano, tentando los cigarros con la otra. —jungkook, esto es importante. si tienes la intención de estar con este hombre, es necesario que pienses acerca de esto, duro y tendido. —su padre lo miró, con la frente arrugada—. ¿entiendes lo que está en juego? tienes que tomarlo en cuenta. generaciones antes de ti han sufrido con el fin de traerte al mundo para continuar con la línea genética. si él es incapaz, existen otras opciones. puedes escoger a un sustituto...
—basta —dijo yoongi, con un cigarro colgando de sus labios mientras encendía un cerillo y lo prendía—. no tenemos idea de si el hombre quiere tener hijos o no. hablaremos de eso en las negociaciones.
—¿a quién le importa si él quiere tener hijos? ¿qué hay de jungkook?
—como tú mencionaste, jungkook tiene opciones. —el humo salía en remolinos por la nariz de yoongi, mientras exhalaba bruscamente—. es elección de ellos, no nuestra.
el padre de jungkook movió los hombros y apretó la mandíbula, pero no volvió a hablar de sustitutos o hijos, cambiando el tema a los ingresos que hoseok había perdido cuando el rector bae lo retiró de su puesto en la universidad.
—obviamente se los reemplazaremos como su manutención. es una suma razonable. —el padre de jungkook recogió los papeles y los metió en una carpeta café—. aparte de los informes horripilantes sobre la muerte de sus padres, lo cual me parece innecesario que escuches, eso es todo lo que tenemos hasta el día de hoy. si conseguimos más información sobre él, nos aseguraremos de hacértela saber.
jungkook se quedó mirando los libros de poesía en el escritorio de su padre.
—¿podemos quedárnoslos?
—creí que llegamos a un acuerdo.
—pero no todos los poemas son sobre estar en celo o sexo, ¿o sí?
su padre volteó a ver a su pareja, y tuvieron una de sus conversaciones silenciosas. después de que su padre asintió, su papá tomó ambos libros. —si quieres, los leeré y arrancaré los adecuados para ti.
jungkook se humedeció los labios. hoseok había dado los poemas sexuales como la razón por la que no quería que leyera los libros. no había dicho nada acerca de los otros poemas, ¿o sí? y si bien era desagradable la idea de destruir los libros para obtener algunos de los poemas, era mejor que no saber lo que su omega había escrito acerca en todos estos años. —sí. me gustaría leerlos.
su papá asintió y colocó los libros bajo su brazo. apagó su cigarro y se levantó lentamente.
—estaré en el salón de música. ¿qué hay para cenar?
su padre resopló suavemente.
—a estas alturas, comida para llevar, pero ya puse algo a descongelar.
—comeré lo que me traigas. —yoongi le sonrió—. cualquier cosa que no tenga que cocinar es siempre mi favorita.
—la nuestra también. —el padre de jungkook rió, sus ojos azules perdiendo el cansancio severo—. anda. ponte manos a la obra.
—¿y yo qué? —preguntó jungkook—. en este momento debería estar en clase de ciencias políticas.
—el rector bae acordó en que puedes volver a clases el lunes. es el protocolo para mantenerte aislado hasta que el tranquilizante alfa tenga oportunidad de instalarse en tu sistema. —su padre frunció el ceño—. aun así, no es bueno que te la pases sentado sin hacer nada. por qué no lavas y pules el auto de tu papá y luego cuando hayas terminado, encontraremos otra manera de mantenerte ocupado.
—otras familias de nuestra categoría tienen empleados beta para hacer esas tareas por ellos. y para cocinar.
—otras familias no tienen a tu papá como omega. le gusta su privacidad. y a mí también.
lavar y encerar el auto le tomó un par de horas y mantuvo su mente ocupada en gran parte. fantaseó en varios momentos, imaginándose regalándole a hoseok un auto nuevo salido de fábrica, luego, montando con él a caballo hacia la cabaña de la playa para pasar una semana echados juntos en la arena. se preguntó si podría conseguir un auto de color azul cerúleo.
después subió a su habitación para bañarse de nuevo. se puso un pantalón limpio confeccionado a la perfección por el sastre de su papá, y una camiseta verde claro de botones. empezó a hacer un trabajo para la clase de biodiversidad, pasando tiempo adicional dibujando a detalle las alas de la mariposa saturniidae en los márgenes. luego practicó guitarra un poco más, tocando algunas canciones que conocía e intentando escribir una propia. nunca había sido un músico muy motivado, no como su papá quien disfrutaba tanto tocar como componer, pero con hoseok el poeta como audiencia en un posible futuro, se determinó a presentarle algo hermoso.
siguió tocando, recordando los montones de papeles desperdigados en el estudio de hoseok, la luz de la ventana sobre su piel, y el ruido sordo de su pulso en el cuello. en su mente, era un ritmo constante, delicado pero a la vez firme. tocó a ese ritmo. hoseok era tan hermoso. sus dedos volaron sobre las cuerdas, y cerró los ojos, dejando que la música lo llenara de una manera que nunca antes lo había hecho.
otra dosis de tranquilizante alfa fue llevada a su habitación por su padre, antes de que este fuera a reunirse con algunos proveedores.
—volveré más tarde con comida para llevar. si en el entretanto te da hambre a ti o a tu papá, ve y cocina lo que puse a descongelar.
—sí, señor.
—eres un buen chico, jungkook —dijo su padre con cariño, pasándole la mano por el pelo y sonriéndole—. sé que ahora estás abrumado, pero te aseguro que todo saldrá bien.
—lo sé, padre. —no porque confiara en sus padres, aunque lo hacía, sino porque estaba decidido. era joven, pero no idiota. con cada segundo que pasaba, estaba más seguro. podía ser lo que hoseok necesitaba. tendría más confianza, sería más inteligente, trabajaría más duro. haría lo que fuera necesario.
luego de que su padre se fue, llamaron a la puerta principal. irracionalmente, jungkook sintió a su corazón casi salírsele por la boca. sabía que no se trataba de hoseok, pero era posible, ¿no? le había dicho que no era inmune a él. tal vez también se moría por verlo.
trató de ocultar su decepción cuando encontró a yu-gyeom en la puerta, llevando en la mano una caja del famoso dulce de leche de la dulcería woodenhall para su papá, y una tímida sonrisa nerviosa para él. —hola, te traje mis apuntes de la escuela. pensé en que para variar, fuera yo quien te ayudara.
jungkook abrió la puerta de par en par. lo que sea que yu-gyeom hubiera tenido atorado en su garganta la última vez que lo vio en la enfermería, parecía ya no tenerlo ahora. —mi papá ama ese dulce. así que supongo que tengo que dejarte entrar.
—¿incluso si fui un idiota el otro día?
jungkook sonrió y envolvió su brazo alrededor del hombro de yu-gyeom, guiándolo hacia el vestíbulo.
—¿quién no es un idiota cuando su mejor amigo se vuelve loco y ataca a un omega en la biblioteca?
—yo no, al parecer.
—sí, tú no. tú te comportaste bien y sin dudar.
la broma calmó el ambiente, y la palabra perdón no necesitaba ser pronunciada en voz alta.
—¿quieres darle los dulces personalmente a mi papá? ¿o sólo dejarlos aquí en la mesa para él?
—aquí está bien. —yu-gyeom depositó la caja con cuidado en la mesa de mármol al lado del perchero.
—vayamos arriba. —jungkook le quitó el abrigo y lo colgó por él—. tengo nuevos portaobjetos para el microscopio que preparé desde la última vez que estuviste aquí. con enfermedades de árboles en esta ocasión.
la botánica no era cien por ciento su materia favorita, pero estaba cerca de serlo. le encantaba aprender sobre las plantas y cómo cultivarlas. los procesos químicos dentro de ellas y sus funciones reproductivas eran fascinantes. también disfrutaba aprender sobre sus enfermedades, al igual que las curas de estas.
a yu-gyeom, por su parte, no le importa nada de eso, pero le daba a jungkook por su lado en todo. al menos lo hacía habitualmente. teniendo en cuenta que estaba allí para pseudo-disculparse, jungkook no creía que hoy sería diferente. —el hongo de la roya del manzano, es genial.
—nerd —dijo yu-gyeom entre dientes, luego se rió y enderezó su corbatín azul con dorado.
—el mayor —admitió jungkook, tomando su mano y tirando de él hacia la escalera hasta su habitación—. espera a ver lo bonita que es la bacteria que causa la pudrición de raíces en los arces del viejo mundo japonés. es la bacteria más bonita que he visto nunca.
mientras que alistaba el microscopio en su ordenado escritorio, yu-gyeom caminó por la habitación mirando todo como si nunca lo hubiera visto antes y nunca pudiera verlo de nuevo. finalmente se sentó en el borde de la cama recién tendida y se mordió el labio inferior.
—¿en serio no van a dejar que vuelvas a la escuela?
—puedo volver para las clases que comienzan la próxima semana. —jungkook sacó unos cuantos portaobjetos de su colección. las alas de mariposa que había pedido a finales del verano, también eran geniales. no creía que yu-gyeom las hubiera visto todavía—. pero sí, no vivir allí.
—¿nunca?
—probablemente no. si firmo el contrato con él, entonces viviré a su lado en alguna parte. si las negociaciones se vuelven eternas, entonces mis padres querrán que me quede en casa. —se encogió de hombros empáticamente—. es un asco. teníamos un montón de planes, pero, ey, mira el lado bueno. ¡tendrás una habitación entera para ti solo!
yu-gyeom se lo quedó viendo, y sus mejillas normalmente sonrojadas, estaban pálidas.
—¿cómo puedes estar tan relajado al respecto?
jungkook se rió entre dientes.
—¿relajado? si parezco relajado es sólo por el tranquilizante alfa. —deslizó un portaobjetos de vidrio debajo del clip del microscopio y echó un vistazo. era uno que había preparado él mismo en lugar de comprarlo. consistía en gránulos de arena de al lado de su casa en la playa. bajo el microscopio, ofrecían una variedad de colores y formas—. en el fondo me estoy volviendo loco. pero si actuara como me siento, empeoraría todo. —una pequeña concha traslúcida en espiral estaba en el centro del portaobjetos, entre corales de color rojo, azul y verde, minerales y rocas—. mira este primero —dijo—. es fantástico.
yu-gyeom no se movió de la cama, ni siquiera cuando jungkook le indicó con una sonrisa que se acercara. en lugar de eso, sus manos se cerraron en puños y su mirada llena de lágrimas se cruzó con la de él.
—¿qué pasa? —preguntó jungkook suavemente, sintiendo un vuelco en el corazón—. ¿por qué estás tan afligido?
—¿y yo? —la voz de yu-gyeom se quebró.
jungkook se le quedó viendo, con la mente dando vueltas y vueltas.
—estarás bien.
—no, no es así.
—claro que sí. sé que siempre prometimos vivir juntos, pero no es como si hubiera planeado esto. y, a diferencia de mí, tú tienes un montón de amigos en la escuela. estarán encantados de mantenerte entretenido ahora que no voy a estar allí para hacerte estudiar todo el tiempo. —abandonó el microscopio y portaobjetos, para ir a sentarse junto a él en la cama.
—te necesito —soltó la boca de yu-gyeom—. ¿por qué no puedes volver? lo echaron de su trabajo... a tu omega. lo oí esta mañana. por lo que estarás bien allí. di que volverás.
el corazón de jungkook se contrajo cuando yu-gyeom se apoyó en su hombro.
—ojalá pudiera. en serio. pero dicen que no confían en mí. creen que iré con él en la noche y no seré capaz de controlarme. piensan que pueden vigilarme mejor desde casa.
por no mencionar que su casa estaba ocho kilómetros más cerca de la casa de hoseok, así que tal vez después de todo, tampoco tenía tantas ganas de volver a la escuela.
la mirada azul de yu-gyeom, lentamente se alzó hacia jungkook. una tormenta se había formado en ella, y aunque no sabía por qué, causaba que le doliera el estómago.
—¿cómo se siente? —preguntó yu-gyeom en voz baja, y en un tono que mezclaba temblorosamente la ira y el dolor—. ¿tú todavía...? —negó con la cabeza.
—¿yo todavía qué?
yu-gyeom se enderezó. sus ojos se movieron alrededor de la habitación, como si no pudiera soportar ver una sola cosa por mucho tiempo.
—¿encontrar a tu érosgápe es tan sorprendente como dicen?
—es horrible.
—¿por qué?
—porque lo deseo tanto y no puedo tenerlo. —trató de pensar en las palabras para explicarlo, pero no existían para tal magnitud—. ni siquiera lo conozco. es raro e intenso, y ahora tengo que tomar tranquilizantes alfa sólo para actuar como una persona normal. no lo he visto en más de un día y no sé cuándo lo haré de nuevo, y eso me hace sentir terrible. como si fuera a morir. es horrible.
—¿sólo lo deseas a él ahora?
—¿qué quieres decir?
la mandíbula de yu-gyeom se puso rígida. —sabes lo que quiero decir, jungkook.
—¡ah!
la impresión lo sacudió. no había pensado en los juegos que hacía con él. no desde que conoció a hoseok. no se le había ocurrido que yu-gyeom podría extrañarlos. trató de destrabar su lengua lo suficiente para responder.
—¿es tan difícil de responder a una pregunta sencilla? —la mano de yu-gyeom tembló mientras apartaba un mechón de pelo oscuro de sus ojos implorantes.
a jungkook se le encogió el corazón. no era que no lo deseara. era sólo que deseaba más a hoseok. y desear a hoseok, el brillo de su sonrisa, el abanico de líneas cerca de sus ojos, la forma temblorosa en que decía su nombre, era una constante picazón subyacente de la que no podía deshacerse. no dejaba espacio para mucho más.
a yu-gyeom le tembló la voz. —¿todavía me deseas? —ladeó la cabeza, desabrochando con una mano los botones de su camisa, para revelar su pálida piel lampiña. se inclinó más, dejando con su aliento un efecto fantasma contra los labios de jungkook—. yo todavía te deseo. nada ha cambiado para mí.
su beso no era indeseable. era bueno, incluso dulce y resbaladizo, codicioso y de algún modo terrorífico, despertando en él la verdadera posibilidad de tener sexo inmediato. también era extraño, porque lo quería, pero a la vez no, y la vez sí.
su sangre corrió para llenar su pene; presionándosele entre el muslo y el pantalón. se estremeció, con la excitación inundándolo. se mezclaba extrañamente con el tranquilizante alfa, quemando a sus entrañas con frío en lugar de calor. como una brisa marítima contra una quemadura del sol.
—desperté esta mañana con ganas de esto —gruñó yu-gyeom—. y tú no estabas allí para dármelo.
—lo siento. —la cabeza de jungkook daba vueltas y su miembro dolía como si estuviera siendo jalado en dos direcciones, incluso mientras se inclinaba para dejar que yu-gyeom le besara el cuello.
—dámelo ahora —ordenó yu-gyeom, antes de reclamar sus labios.
el beso se profundizó y jungkook se entregó a este, curioso por la división en su interior, su boca con la de yu-gyeom se sentía mucho menos íntimo que simplemente estar de pie afuera de la casa de hoseok, hablando con él a través de una ventana abierta.
—puedes pretender que soy él —susurró yu-gyeom húmedamente contra sus labios, como si percibiera la dirección de sus pensamientos—. pretende lo que quieras.
jungkook cerró los ojos, pero no había manera de que pudiera confundir el olor de yu-gyeom con el aroma a rosas y almizcle de hoseok. pero ¿cuál era el daño de tener un último juego? por lo que sabía, hoseok estaba actualmente favoreciéndose del placer físico que le brindaba el alfa con el que había estado en la biblioteca. sabía lo que ellos hacían juntos. lo había olido en él, el primer día.
una dura bola de celos le punzó en el estómago, por lo que se acercó más a yu-gyeom. si hoseok podía ser perdonado por tener ex-amantes, entonces jungkook también podía hacerlo.
. . .
cerró los ojos, concentrándose fuertemente, y forcejó con su mente para regresar al campo de lujuria en el que había estado retozando. hoseok no estaba allí en ese momento. había sido un error el incluirlo en esto, en especial cuando yu-gyeom se estaba entregando con tantas ganas.
jungkook se había equivocado. de nuevo.
vaya alfa que iba a ser.
inhaló y exhaló, calmándose. debajo de él, yu-gyeom se estremeció y su cuerpo pulsó alrededor de su miembro. los latidos de su corazón palpitaban violentamente bajo la palma de jungkook. lloriqueó suavemente, en una desesperación amarga por sumergirse en su olor.
guiando a ambos al colchón, jungkook se hundió en él más profundo mientras lo hacían. —silencio —dijo con dulzura—. te tengo.
yu-gyeom se abalanzó sobre él, tomándolo hasta la raíz, y luego rompió en un ligero llanto, apretando los dedos en las sábanas. jungkook frotó la parte posterior de su cuello.
—está bien. te voy a dar lo que necesitas. no llores, yugy.
le acarició la espalda hasta que se aflojó a su alrededor, y luego, mientras este lloraba contra el colchón, lo embistió con movimientos firmes y largos. tomándose su tiempo, asegurándose de darle en el ángulo justo, dejándolo estremeciéndose, rogando, y retorciendo las sabanas.
—háblame —dijo yu-gyeom través de las lágrimas—. di las cosas que me gusta escuchar.
con el corazón dolorido, jungkook le susurró contra el hombro: —eso es. tómalo como un buen omega.
—no te detengas. por favor, no te detengas.
—no lo haré. no ahora. —jungkook aceleró sus embestidas—. me deseas tanto.
—tanto —jadeó yu-gyeom, arqueando la espalda y gimiendo sonoramente, con lágrimas todavía deslizándose por su cara.
—¿quieres que te llene con mis bebés?
—sí. ah, jungkook, sí. —yu-gyeom se estremeció duramente—. te amo.
jungkook hizo una pausa en sus embestidas y yu-gyeom se quedó inmóvil debajo de él.
—yo no... —habló yu-gyeom, su respiración era áspera y húmeda.
—no digas más. shh. —jungkook le acomodó el oscuro cabello y besó sus hombros—. por supuesto que me amas, eres mi omega. —se atragantó por las lágrimas, y apretó su cara contra la espalda de yu-gyeom.
un fuerte nudo de determinación amarró sus entrañas. esta era la última vez, tenía que serlo. debido a que yu-gyeom lo amaba... y no como un amigo, sino como un verdadero amante, y esa fantasía tenía que terminar. para ambos.
—por favor, haz que me venga —se quejó yu-gyeom—. por favor. quiero venirme. ayúdame. oblígame.
jungkook lo inmovilizó de las caderas en la posición correcta, por lo que cada embestida daba contra su próstata. conteniendo sus propias emociones, le dio duro y rápido, forzándolo a tomarlo hasta la base. justo de la forma en que a yu-gyeom le gustaba más.
—¡carajo! —gritó yu-gyeom, su orificio estaba estirado al máximo alrededor del pene de jungkook—. ¡me voy a...!
—hazlo, omega —instó jungkook. quería voltearlo y ver su rostro por última vez mientras se venía—. muéstrame cuánto te gusta mi pene.
yu-gyeom se convulsionó, con todo su cuerpo torciéndose por el orgasmo. un grito salió de su garganta y palpitó alrededor del miembro de jungkook, quien cerró los ojos.
cuando los temblores se disiparon, frotó el cuello de yu-gyeom con su nariz, besó su hombro, y se retiró lentamente. yu-gyeom se derrumbó contra el colchón, agotado y todavía temblando. el semen de jungkook escurría por su estirado orificio, y tuvo un impulso extraño por usar sus dedos y empujarlo hacia el interior. en su lugar, tomó una toalla del cesto de su ropa sucia, y se la entregó.
—¿estuvo bien?
yu-gyeom asintió, con las mejillas enrojecidas por las lágrimas y su pecho rojo por el esfuerzo. se limpió y luego se le quedó viendo a la mancha húmeda en la sábana.
—lo siento.
—está bien. yo soy el que hizo que te vinieras, así que supongo que es mi culpa.
yu-gyeom se vistió temblorosamente, y jungkook hizo lo mismo. su inusual silencio pesaba entre ellos. normalmente, en este momento jungkook estaría hablando, tratando de que yu-gyeom no se sintiera culpable, o que su tristeza se esfumara, planeando una próxima vez.
—tengo que volver a la escuela —dijo yu-gyeom en voz baja una vez estuvo vestido, su corbatín estaba torcido y su mirada decaída.
las palabras se quedaron atascadas en la garganta de jungkook. había mucho por decir, pero no sabía cómo empezar. todo lo que salió fue: —sí.
finalmente, yu-gyeom alzó la vista para encontrarse con la de jungkook.
—¿te veré en clase?
—el lunes.
en la puerta de la habitación, yu-gyeom lo detuvo con una mano en el pecho.
—me iré solo. —pasó saliva, con lágrimas en los ojos—. esta fue la última vez, ¿verdad?
jungkook asintió.
—estás diferente. él te volvió diferente.
—no fue él. es porque... somos érosgápe. —no sabía de qué otra manera explicarlo.
—entiendo.
pero yu-gyeom no parecía entenderlo en lo absoluto. de hecho, parecía que iba a llorar un poco más, y culpa se mezcló con la propia tristeza de jungkook.
—sobre lo que dije durante... —yu-gyeom se aclaró la garganta—. fue...
—fue parte del juego —mintió jungkook por él.
los ojos de yu-gyeom se clavaron en el suelo. —así es.
jungkook le levantó la cara, acariciándole la barbilla con el pulgar. la boca de yu-gyeom se arrugó mientras contenía las lágrimas.
jungkook lo atrajo en un abrazo. —lo siento. cuando encuentres tu érosgápe o encuentres al omega correcto, este dolor desaparecerá. lo prometo.
yu-gyeom se zafó de sus brazos y se aclaró la garganta. —sí. como sea. somos unos amigos ayudándonos entre sí. eso es todo.
jungkook se tragó su respuesta.
yu-gyeom se dio la vuelta. —te veo en clases.
jungkook lo vio caminar por el pasillo hacia la escalera. su corazón le dolía. al darse la vuelta para volver a su habitación, vio movimiento por el rabillo de su ojo y olió el humo de cigarro. sentado en los escalones que daban al ático, su papá se le quedó viendo de manera significativa.
la piel de jungkook se puso caliente como el fuego.
—¿cuánto tiempo has estado ahí?
su papá se encogió de hombros y le señaló las tres cajas que estaban en los escalones debajo de donde estaba sentado. todas etiquetadas como adornos de noches otoñales.
—me vendría bien un poco de ayuda.
—por supuesto. claro. —jungkook se limpió las manos sudorosas en el pantalón y se revisó para asegurarse de que estuviera bien vestido. en la planta baja, oyó la puerta abrirse y cerrarse.
tomando la caja más grande de los escalones del ático, sonrió para cubrir sus nervios.
—decoremos mucho este año, ¿sí? si hoseok viene a cualquiera de las celebraciones, quiero que esté impresionado.
—tal vez. —su papá se levantó y le pasó los dedos por el pelo, acomodando el desorden—. así que, ¿esa fue la última vez con él?
—¿qué? —calor se deslizó hasta su garganta y de repente pudo olerlo: el olor de él y yu-gyeom juntos, saliendo a flote desde su habitación abierta.
su papá suspiró y levantó una caja más pequeña con los ornamentos.
—sólo di que fue la última vez.
—sí. lo fue.
—bien. —yoongi apoyó la caja en su cadera y se le quedó viendo a los ojos—. a los omegas no les gusta cuando sus alfas se cogen a otras personas sin permiso.
jungkook pasó saliva. nunca había oído a su papá ser tan burdo. por lo general decía hacer el amor o, si hablaba de algo menos emocional, sexo.
—fue la última vez —repitió jungkook. no podía explicar más, o algo mejor que eso. no sin revelar el secreto de yu-gyeom.
—hay mucho en juego para ti.
—lo sé. lo siento. —jungkook se removió, pero su papá no parecía haber terminado con él todavía.
—yu-gyeom necesita ser cuidadoso —dijo yoongi—. estas cosas por tratarse de jovencitos están bien, incluso son típicas, a pesar de lo que diga el santo libro del lobo, cuando se es joven, calenturiento, y atrapado en monte nessadare. pero si no dejan de hacerlas, pueden causar verdaderos problemas cuando empiezas a cortejar a un omega.
jungkook asintió en silencio.
su papá empezó a bajar las escaleras del ático, y jungkook lo siguió.
—si jung hoseok se entera, no le va a gustar. con contrato o no. —negó con la cabeza—. sólo no hables de lo que pasó hoy y asegúrate de no hacerlo de nuevo.
jungkook suspiró.
—por favor, papá, no te decepciones de mí. fue una despedida. lo prometo. no volverá a pasar.
su papá arqueó una ceja. —me alegra oír eso. ahora ve a bañarte y abre las ventanas para ventilar tu habitación. apesta a sexo.
el cuero cabelludo de jungkook ardía, y deseaba que la tierra se abriera y se lo tragara por completo.
—después lleva estas cajas al salón de música para que me ayudes a clasificarlas. —le mostró una débil sonrisa—. decidiremos qué poner para la primera fiesta de otoño este fin de semana.
jungkook sonrió.
—¿invitarás a hoseok a la fiesta de las bendiciones del alfa?
—lo tenía planeado. —su papá movió la caja en sus brazos—. y sí, decoraremos todo muy lindo. para tu hoseok.
. . .
esa noche, después de que jungkook tomara su última dosis de tranquilizante alfa y antes de dirigirse a la cama, su papá lo hizo a un lado y le entregó una pequeña pila de papeles con bordes disparejos.
—estos son los poemas que consideré apropiados para ti en este momento.
jungkook los agarró, sintiendo que su cabeza flotaba.
—gracias.
el padre de jungkook los alcanzó en la sala, con una expresión sombría, pero su pareja únicamente entornó los ojos.
—superará la poesía en algún momento. pero tal vez deberías llevarlos a tu habitación para leerlos.
jungkook había tenido la intención de hacer precisamente eso. no podía imaginar leerlos mientras sus padres miraban por encima de sus hombros, observando sus reacciones e inquietudes. las palabras del primer poema sobresalieron en la página, y se movió rápidamente hacia la escalera antes de detenerse y ansiosamente dar vuelta atrás hacia su papá.
—¿sí, jungkook?
—me preguntaba, antes de que los lea, supongo que quiero saber... —se sacudió el pelo de la frente y frunció el ceño, preparándose—. ¿son buenos?
—¡ah! —yoongi sonrió, formándose arrugas alrededor de sus ojos color avellana—. me parecieron bastante buenos. es un hermoso trabajo. tiene un buen lenguaje y descripción. es raramente elaborado, y es honesto. —los ojos de su papá se volvieron distantes, obviamente recordando algo que leyó—. cuando seas mayor, hay algunos poemas suyos que realmente tendrás que ver. pero no ahora. no en este momento.
—¡yoongi! —la voz de su padre lo llamó desde el estudio—. ven conmigo por favor.
el papá de jungkook le respondió por encima del hombro.
—por supuesto, jin. ya voy.
—¿crees que nos llegue nueva información? ¿sobre hoseok? — preguntó jungkook, dividido entre seguir a su papá para ver lo que estaba pasando y apresurarse en ir a su habitación para leer lo que hoseok creó.
—si así fuera, puedes esperar hasta mañana —dijo su papá—. pero creo que esto es acerca del lío que tuvo que arreglar hoy en el área de embarque. ya sabes que le gusta hacerse el héroe conmigo. así puedo quedar impresionado por él otra vez. —sus ojos brillaron, y jungkook se rió—. anda, ve a tu habitación. déjate seducir por las palabras de tu hoseok.
jungkook subió corriendo las escaleras, cerrando la puerta de su habitación tras de sí. caminó de un lado a otro durante unos segundos, tratando de agotar la energía de sus piernas. la habitación aún olía a yu-gyeom, a pesar de haber cambiado las sábanas y dejar la ventana abierta.
recogió el separador de libros que recibió de hoseok y lo presionó contra su nariz. todavía podía oler su casa y hasta la nota más aguda de la menta del jardín, pero el almizcle del lubricante natural de hoseok y el perfume de su piel, se habían ido, opacados por el denso aroma del sexo que él y yu-gyeom habían tenido ese mismo día.
frustrado, metió el separador en su bolsillo. no se debería de haber acostado con yu-gyeom. o tal vez sí. no lo sabía. todo era tan confuso. no le debía nada a yu-gyeom, pero en ese momento, exaltado por la expresión alfa, no había sido capaz de diferenciar lo que realmente quería. yu-gyeom estaba tan desesperado, y si era honesto, tan enamorado. había sido una mezcla embriagadora y se había rendido ante ella. en realidad no podía arrepentirse... aunque lo hacía.
se sentó en su escritorio, pero el microscopio y los portaobjetos todavía seguían ahí. no quería entretenerse en guardarlos en vez de leer. el olor al semen de yu-gyeom le llegó de nuevo, por lo que se puso de pie, agarrando con fuerza el fajo de papeles y vio la ventana que daba al tejado inclinado.
se acercó a esta, la trepó y se acomodó en las tejas. la brisa de la noche caía sobre él, enfriando sus huesos. sus pezones le dolían por el frío y la nariz le quemaba, pero era mejor que leer los poemas de hoseok en una habitación que apestaba a sus errores. ¿ser un alfa adulto, siempre sería tan confuso y difícil? esperaba que no. lo que había sido diversión y juegos de alcoba, ahora parecía mucho más con tantas consecuencias potenciales.
esperaba que yu-gyeom estuviera bien esta noche. esperaba que no estuviera solo.
una capa de nubes tapaba las estrellas, pero la luna, determinada como siempre, se coló, pálida y crítica.
dos alfas no debían dormir juntos. ni siquiera como un favor para tu mejor amigo. ni siquiera por la expresión alfa. no a menos que quisieras dejar al otro como un amanerado.
besar y acariciar, ¿querer? esa no era la forma en cómo debía ser.
de acuerdo con el santo libro del lobo, los omegas habían sido creados para prevenir los actos no naturales de ese estilo. y por supuesto, habían sido creados para procrear. para continuar con la raza. y debido a que la reproducción era el deber más sagrado para dios lobo y el mundo, desperdiciar esperma en otro alfa, no era algo que podía ser tolerado por la ley religiosa o secular.
bajo la mirada fría y vigilante de la luna, se preguntó si había estado gravemente equivocado al haber pensado tan descuidadamente. ahora había lastimado a su mejor amigo, le había roto el corazón, y había decepcionado a su papá. y si hoseok lo descubría, tampoco estaría feliz.
una extraña oleada de emoción lo golpeó con una mezcla de alegría y pesadumbre. no quería volver a hacer a hoseok infeliz, le dolía siquiera el imaginarlo, pero la idea de lastimarlo, que sus acciones con yu-gyeom provocaran sentimientos en su petulante omega mayor, sentimientos que estrellaran su frialdad y madurez, casi lo atolondraban.
no es que mereciera que hoseok tuviera fuertes sentimientos por él.
no después de lo que había hecho ese día.
¡pero pronto lo haría! sería un hombre mejor, un mejor alfa, y se ganaría su devoción, amor y sumisión.
tan pronto como se le permitiera hacerlo, tan pronto como arreglaran todas las frustrantes cuestiones preliminares en presencia de los abogados.
suspiró, cerró los ojos, y se relajó. permitió que la brisa nocturna se llevara los eventos con yu-gyeom, la incómoda conversación con su papá, y los celos y el miedo de que hoseok pudiera estar con otro alfa mientras todos los demás lo obligaban a él a seguir el "protocolo". liberó la burbujeante impaciencia dentro de sí y esperó a calmarse, zambulléndose en el tranquilizante alfa.
cuando alzó la vista, las nubes se habían despejado y las estrellas brillaban. cambió su atención al fajo de papeles en su mano, los cuales se agitaban con cada soplido del viento.
el inicio del primer poema de hoseok, lo cortó como si se tratara de un hermoso y brillante vidrio. se llevó una mano a su corazón palpitante, mientras leía la línea siguiente, y la siguiente, y la siguiente.
cada palabra elegida por hoseok.
cada palabra era un prisma a través del cual podía conocerlo. cada palabra era perfecta.
al igual que su omega.
los memorizó con facilidad y luego se echó hacia atrás en la oscuridad, mirando hacia el cielo, reflexionando por horas sobre el significado de estos.
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