vi.
CHAPTER SIX.
—¿dónde has estado?
el padre de jungkook lo jaló, llevándolo por el pasillo hacia la parte posterior de la casa donde a su papá le gustaba relajarse y escuchar música en su antiguo tocadiscos.
vestido con un pantalón negro y una camisa blanca, su padre parecía que estaba listo para ir a trabajar. por el contrario, en el salón de música, su papá estaba sentado en el sillón azul marino de cuero, usando unos pantalones deportivos, una vieja camiseta de un viaje al zoológico cuando jungkook tenía nueve años, y pantuflas. también estaba fumando. eso nunca era una buena señal.
fumar significaba que estaba molesto.
fumar significaba que su padre iba a preocuparse.
—ey —dijo jungkook débilmente, mientras su padre lo arrastraba en la habitación.
limpia y ordenada, con cada libro y partitura ordenada alfabéticamente por autor o compositor, el salón de música era masculino, pero suave. cómodas mantas estaban sobre los respaldos de las sillas de cuero acolchadas y el sillón, y las ventanas y puerta de vidrio, dejaban a la vista un jardín bien cuidado, lleno de flores otoñales y hojas desteñidas. tres guitarras, un piano, un violín y un alto y delgado tambor que producía un sonido suave cuando se le daban palmaditas, estaban a la vista de forma prominente.
las tablas laterales de madera maciza y la gran mesa de juego que se utilizaba principalmente para la clasificación de la música de su papá, le daban estabilidad a la habitación, y la radio y tocadiscos tenían los lugares de honor sobre un aparador junto al piano que su papá a veces tocaba.
un círculo plano de vinilo grueso giraba en el tocadiscos, y la música instrumental que provenía de la bocina era melancólica, una pieza profunda interpretada por un violín y un piano. no era un buen augurio, por lo que a jungkook no le sorprendía que su papá luciera aún más frágil de lo habitual, al apoyarse en un codo y centrar sus preocupados ojos color avellana hacia ellos.
—¿dónde has estado? —susurro su papá, en una cansada repetición de la pregunta de su padre. se incorporó lentamente, con notable dolor físico y el cigarro colgando en dos de sus dedos.
jungkook hizo una mueca. —¿estás bien, papá?
su papá lo ignoró. —¿fuiste a hostigar a ese hombre?
—a hostigarlo no. yo sólo...
los ojos de su papá parpadearon. —¿así que sí fuiste con él?
—sí, pero...
—¿lo atacaste?
—¿qué? —parpadeó jungkook, sorprendido.
—¿lo tocaste de alguna manera?
—no. —jungkook pasó saliva, con un trueno de dolor recorriéndolo—. yo no... nunca...
su papá metió la mano en su bolsillo sacando de este la pastilla que jungkook había dejado en su buró. —la dosis que te dejamos era la exacta, jungkook. cualquier cantidad menor y... —levantó las cejas, dejando en el silencio la implicación.
—nunca lo lastimaría. nunca.
su papá lo estudió cuidadosamente con los ojos, y luego miró por encima del hombro de su hijo, a seokjin. después de encogerse de hombros por lo que sea que vio allí, le dio una calada a su cigarro y se volvió de nuevo hacia jungkook. —siéntate.
el padre de jungkook se movió a su posición habitual de "jungkook está en problemas". permaneció parado tenazmente detrás de su pareja, con las manos en el respaldo del sillón y recto, como si estuviera resguardándolo de alguna amenaza, y enfrentando a su hijo con toda la autoridad alfa que podía reunir. parecía injusto ser dos contra uno.
—no hice nada malo —dijo jungkook mientras tomaba su lugar en la silla orejera del "castigo", llamada así porque desde niño era donde se sentaba cuando le regañaban—. sólo hablé con él.
su papá alzó las manos, tirando cenizas del cigarro sobre su camiseta. —¿fuiste a perturbar la paz de ese hombre? ¿pasando por encima de los protocolos?
—quería...
—¿te das cuenta de que probablemente lo aterrorizaste? —el papá de jungkook le dio una calada al cigarro—. ¡un alfa presentándose a su puerta con sólo dios lobo sabe que intenciones! probablemente él...
—sólo quería hablar con él —pronunció las palabras dolorosamente.
—¿y lo hiciste? —preguntó su padre, agitando su mano para deshacerse del humo que exhaló yoongi con una mueca.
—sí.
—¿y cómo fue? —los ojos del padre de jungkook se entrecerraron.
—él estuvo... bien con eso. —se retorció jungkook, en un terco desafío con una pizca de vergüenza. tal vez había tenido miedo de asustar a hoseok, de acuerdo, ninguno tal vez, lo había tenido, pero al final resultó bien, ¿no es así?
—habla —dijo su padre, masajeando los hombros de su pareja.
el papá de jungkook se alejó del contacto y luego se inclinó para tirar la colilla del cigarro en el cenicero de bronce que estaba en la mesita justo para ese propósito.
jungkook frunció el ceño. —déjenme contarles toda la historia antes de que me regañen, ¿sí? escúchenme.
su papá agitó la mano con desdén como si estuviera siendo extraordinariamente amable en dejarlo hablar. aguantándose la irritación, jungkook se aclaró la garganta y comenzó. les contó de cuando despertó y se dio cuenta de que no iban a tratarlo como a un adulto.
—como en este momento —señaló—. sabía que iba a ser de esta forma. no van a decirme las cosas que en serio necesito saber sobre hoseok. van a tratar de decidir por mí lo que yo quiero, lo que debería incluir el contrato y lo que es importante. y no estoy de acuerdo.
—¿no confías en que queremos lo mejor para ti? —dijo su padre, con sorpresa y dolor reflejados en su rostro.
—por supuesto que sí. pero lo mejor para mí es lo que yo quiero. ¿qué es lo mejor para él? ¿qué es lo que quiere? inclusive, quién realmente es, debajo de todos esos hechos estúpidos que el investigador desenterrará.
su papá suspiró y se frotó la frente. —jungkook, no puedes simplemente ir a su casa y exigirle que te deje entrar.
—no lo hice.
—admitiste que lo hiciste.
—¡no, no lo hice! hablé con él a través de la ventana.
—dios lobo. hablar con él a través de una ventana. el hombre debe haber estado aterrorizado.
—en realidad él parecía estar bien. la mayor parte del tiempo. es decir, tenía miedo al principio, pero luego se dio cuenta de que no iba a forzarlo. —jungkook sintió una gota de sudor en su frente, por lo que la limpió con su mano—. confió en mí lo suficiente como para platicar conmigo por un rato.
pero no lo suficiente para tomar su mano extendida.
aún podía sentir el cosquilleo de donde los dedos de hoseok lo habían tocado para empujarlo, haciéndolo retroceder para poder cerrar la ventana.
—¿y qué supiste de él? —preguntó su padre en voz baja.
jungkook vaciló. no iba a contarles lo que hoseok le había dicho acerca de sus poemas, o sobre los celos que había pasado con alfas sustitutos. a pesar de que se suponía que sólo era cuestión de tiempo para que de todos modos, el investigador privado les diera la información a sus padres.
—le gusta el color verde. este verde. —sacó la cinta de su bolsillo, sonriendo por el recuerdo de hoseok buscándola en el cajón del desordenado escritorio—. y es terrible con las labores del hogar. lo cual está bien, contrataré a alguien.
—ay jungkook —susurró su papá.
—tiene ojos verde musgo, y unos labios realmente hermosos. pero cuando se ríe es como si tocaran campanas por mi columna vertebral, y... —calló, incapaz de decir cosas que pudieran interpretarse como románticas o sexuales. de todos modos, sus padres estaban más que listos para dar sus opiniones sobre los efectos de la imprimación—. está enojado porque le pidieron que dejara la universidad.
—¿te lo dijo? —preguntó su padre.
—no, lo escuché a escondidas, y supo que lo hice.
—es una pena, pero...
jungkook interrumpió a su padre. —le prometí que él no saldría perdiendo. ¿pueden hacer que el rector bae le permita ser reintegrado?
—no. —el padre de jungkook se restregó la cabeza, despeinando su cabello rubio—. hijo, no puedes estar en el campus con él hasta que estén totalmente emparejados. eso va más allá de imprimarlo o de un contrato. debes ser un érosgápe totalmente unido. de lo contrario sería demasiado peligroso para ti y tus compañeros de clase.
—no voy a volverme loco porque un alfa cualquiera...
—no está en discusión.
—y vas a vivir en casa hasta que... —su papá negó con la cabeza.
—hasta que esto esté arreglado. —su pareja terminó por él.
—¿tengo que vivir aquí en casa? ¿por qué?
—porque es obvio que no podemos confiarnos en que no irás corriendo a la casa de tu omega. no podemos dejarle esa responsabilidad a la universidad. nosotros tendremos que encargarnos del asunto.
—no me pueden mantener aquí como un prisionero. no soy un niño.
—no, pero no estás listo para esto, jungkook. —su papá le lanzó una mirada a su pareja, pidiéndole apoyo, y este le apretó los hombros de forma tranquilizadora, aunque de nueva cuenta se retiró del contacto.
con un suspiro, el padre de jungkook fue a sentarse en la silla junto a su hijo. —yoongi está en lo correcto. tu cuerpo va a pedirlo como una droga, y vas a rendirte al deseo sin una supervisión cercana.
—yu-gyeom puede vigilarme.
—yu-gyeom es aún más niño que tú, y absolutamente no —espetó su padre.
—pero...
—no —dijo su papá en voz baja, soltando una larga fumarola—. no habrá más discusión al respecto.
jungkook apretó los dientes.
—yu-gyeom y yo tenemos planes. cuando teníamos catorce años, juramos que seríamos compañeros de habitación en la universidad. él me necesita.
—tu apego a yu-gyeom disminuirá conforme las cosas se den con tu omega —dijo su papá, con un deje de conocimiento en su voz, que hizo que jungkook se preguntara si sabía algunas de las cosas que yu-gyeom y él hacían juntos.
más humo se elevó hacia el alto techo, encrespándose y disipándose en el aire. para jungkook, olía a tristeza.
—si es que se dan las cosas con este omega —murmuró su padre.
—¿qué se supone que significa eso? —preguntó jungkook.
—significa que tenemos mucho por tratar —dijo su papá, con la voz entrecortada por el cansancio.
—significa que no voy a permitir que tu futuro sea determinado por el destino. —los ojos azules de su padre se entrecerraron ferozmente.
el papá de jungkook miró a su pareja. —detente. si vas por donde creo que vas, ya sabes dónde terminará.
—¿por dónde? —preguntó jungkook—. ¿qué es lo que no me están diciendo?
—hijo, tienes que confiar en nosotros. somos tus padres. queremos lo mejor para ti —dijo su padre con voz urgida, inclinándose hacia delante y arqueando las cejas con suavidad.
—es demasiado pronto para esta conversación —dijo su papá.
—no soy tonto, ¿saben? —dijo jungkook.
—por supuesto que no. pero tu papá está en lo correcto. ahora no es el momento para hablar de esto. —su padre le echó vistazo a su reloj—. tengo una reunión en veinte minutos. el señor han me dará un primer informe para que podamos leerlo detenidamente. luego iré a los almacenes, a ver cómo van las cosas con los envíos.
yoongi encogió sus huesudos hombros con cansancio.
—¿es el detective que contrataste? —preguntó jungkook—. ¿el señor han? ¿está recabando información sobre hoseok?
su padre frunció el ceño. —no necesitas preocuparte por ello.
—no puedes dejarme fuera de esto. ya te dije que esa es la razón por la que me fui esta mañana, porque sabía que me harían esto. si quieren que me comporte, si quieren que actúe de acuerdo con el protocolo, no pueden mantenerme a ciegas.
su papá suspiró y los labios de su padre se apretaron juntos.
—vas a enseñarme lo que él te dé. —jungkook se atrevió a señalarlo con el dedo y trató de sonar como alguien mayor, listo para lo que viniera—. todo.
su padre se frotó las sienes.
—está bien. estás en tu derecho de saber y es tu elección.
jungkook entrecerró los ojos. no era idiota. sabía lo que su padre estaba dándole a entender y también lo que a su papá no le gustaba del asunto, estaba sugiriéndole que podría conseguirse a un sustituto en lugar de hoseok.
—ve, jin —dijo el papá de jungkook—. me quedaré aquí con jungkook. hoy practicaremos con la guitarra. ya ha pasado tiempo desde la última vez.
jungkook gimió, pero no se siguió quejando. aceptó la mano de su padre sobre su cabello y observó a sus padres darse un beso de despedida, luego se levantó para ir por la guitarra acústica que le dieron una vez que sus manos habían crecido hasta el tamaño adulto. volvió a sentarse, esta vez en un taburete cerca del sillón donde estaba su papá, girando el instrumento de color dorado en sus manos.
—¿con que canción debería empezar?
su papá movió la mano con desdén.
—algo que no descuartices tanto. mis nervios no están para soportarlo.
una hora más tarde, los dedos de jungkook estaban cansados y su papá estaba tumbado en el sillón, con un brazo sobre sus ojos, escuchando en lugar de instruir. pero ya no fumaba, eso era una mejora. parecía el momento justo para dejar de hacerlo.
—terminé. —jungkook se levantó y regresó la guitarra al soporte.
—tocaste mejor de lo habitual.
jungkook sonrió suavemente. había cerrado los ojos, imaginando que hoseok estaba en el sillón en lugar de su papá. pero no iba a confesarlo.
—gracias.
—estabas más concentrado. ¿alguna razón?
—pensé que tal vez a hoseok le gustaría. me refiero a si toco bien.
su papá sonrió y se incorporó hasta sentarse.
—tal vez así sea.
cuatro píldoras azules aparecieron del bolsillo de su papá, antes de dárselas. jungkook se las pasó fácilmente. la tranquilidad lo recorrió de forma rápida, calmando los impulsos renovados que no se había dado cuenta que iban creciendo en él.
—no era mi intención asustarlo. —se sentó jungkook en el sillón, dejando que su papá pasara un cálido brazo por encima de sus hombros—. no tenía intención de hablarle en absoluto.
—¿cuáles eran tus intenciones?
las orejas de jungkook ardieron.
—iba a, eh, mirar por las ventanas y, bueno, ver si podía... no sé. sólo quería saber algo de él.
—entiendo.
—cuando parecía asustado, traté de tranquilizarlo, pero...
—perdón por haberte acusado hace rato. estuve imaginando escenarios horribles por más de una hora, tenía miedo de que la policía se aparecería en nuestra puerta diciendo que habías atacado al pobre hombre. es el instinto. y la imprimación que dejaste en él, no es un asunto de risa, amor.
—lo sé. ¿sabías que está solo en el mundo? sus padres murieron.
—ya veo. —yoongi frunció el ceño—. eso complicará nuestros contratos. no es habitual tratar directamente con los omegas. pero en esta situación, tal vez sea lo adecuado. nos preparará para lo que venga.
jungkook recordó cuando estiró su mano, prometiéndole a hoseok que no estaría más nunca solo. —le dije que ahora yo era su familia.
su papá rió suavemente. —¿qué dijo?
—que debía ir a casa.
su papá le apretó el hombro. —las declaraciones románticas serán más que bienvenidas cuando las cosas parezcan menos inciertas.
—pero no me odia. dijo que yo tenía un buen corazón y que pensaba que con el tiempo, podríamos estar bien juntos.
eso no había sido exactamente lo que hoseok había dicho, pero quería creer que eso era a lo que se refería.
—nos aseguraremos de que tu futuro sea bueno, ¿de acuerdo? haremos todo lo que esté a nuestro alcance.
—mi padre ya está pensando en un sustituto.
su papá negó con la cabeza. —ssh. no vamos a discutir eso ahora, y con un poco de suerte, nunca lo haremos. —retiró su brazo, pero le palmeó la rodilla sonriendo, con los labios temblorosos—. pero definitivamente no ahora. estoy demasiado cansado para ello. lo siento.
—¿otra vez fue malo tu último celo?
—mis celos se vuelven cada vez más intensos conforme envejezco. pero las pastillas que me impiden concebir son el verdadero problema.
era un tanto embarazoso el hablar de esto, pero si iba a ser un buen alfa para su propio omega, no podía eludir estos temas. —no entiendo lo que quieres decir. en la clase dijeron que los condones para alfas impiden...
su papá se estremeció. —los odio.
—¿pero por qué? los profesores dijeron que no reducen notablemente el placer para el omega, sólo evita que queden embarazados.
su papá hizo una mueca. —tus profesores no mencionan el hecho de que el placer es algo más que una sensación. el instinto ve la inseminación como una conexión, como intimidad. además, soy alérgico a los condones aprobados por el gobierno y los del mercado negro ya son imposibles de conseguir. —los ojos de su papá se oscurecieron—. en realidad no quieren que nosotros controlemos la natalidad, ¿comprendes?
—lo sé, papá. —lo había oído cientos de veces de cuando su papá bebía de más y empezaba a despotricar sobre los derechos de los omegas.
—si sólo fuera por una vez, entonces lo soportaría. pero para el quinto o sexto abotonamiento, estoy inflamado y sangrando. después de cinco días de múltiples rondas de sexo, bueno, probablemente esté desgarrado y séptico. —tocó su bolsillo de nuevo, en busca de los cigarros, pero jungkook detuvo su mano.
—está bien, papá. no es necesario que fumes.
—odias que lo haga —dijo en tono de disculpa—. lo sé. es un hábito terrible.
—sólo lo haces cuando estás triste. o asustado. o infeliz. y eso no es tan a menudo.
—por lo general sólo en los celos, ¿verdad?
jungkook agarró su mano. —así que cuando dices que tomas medicamentos para evitar concebir, en realidad quiere decir que probablemente ya has concebido y...
su papá se movió incómodo. —sí. los fármacos abortivos más eficaces son muy venenosos. hacen su trabajo destruyendo los óvulos fertilizados, pero se lo cobran al sistema. usarlos de manera consecutiva, como tengo que hacerlo, significa que el veneno va acumulándose, quitándome la inmunidad para otras enfermedades. es por eso que tu padre es tan protector conmigo.
—pero pensé que tomar esos medicamentos era ilegal.
—creo que estamos de acuerdo en que algunas leyes es mejor romperlas. de otra manera me hubiera muerto hace mucho tiempo. —tocó el pelo de jungkook—. y no podía permitirlo. me necesitabas.
—mi padre también te necesitaba.
—por supuesto. —los labios de su papá se curvaron con cariño—. siempre me necesitará. pero no estoy seguro de cuánto tiempo más seguiré teniendo la suerte de estar aquí para él. mi salud se deteriora con cada celo.
—¿no hay una manera de detenerlo? me refiero al celo.
—los supresores han dejado de funcionar ahora que he envejecido y peor aún, más a menudo tienen el efecto secundario de resurgir el celo. —se estremeció—. y por desgracia, nuestro gobierno se preocupa más por los nacimientos que por la salud del omega. hay una cirugía que podría quitarme el útero, pero es mucho más difícil de conseguir que los fármacos abortivos que tomo. —se pasó una mano por la boca—. además, después de todos estos años de celo y unión con tu padre, no sé cómo sería no tenerlos más. ¿nuestra unión sería la misma? ¿seguiríamos conectados en el nivel que estamos ahora? es demasiado arriesgado.
—lo siento.
—está bien. ese es nuestro problema y sólo lamento que nuestro dolor también te haga sufrir a ti.
—no se preocupen por mí. estoy bien.
su papá lo atrajo cerca, rodeándolo con los brazos. —pero no lo estás. este es un momento aterrador para ti. me gustaría ser más fuerte y que ahora mismo pudiéramos discutir todo a fondo, así no tendrías tanto miedo.
—¿cómo sabes que tengo miedo?
—todos los alfas lo tienen, amor. tu padre estaba temblando cuando me imprimó. bueno, una vez que el asombro hubo terminado y estábamos sudando y saciados. sé que no quieres oír hablar de eso.
—realmente no.
—pero después, se dio cuenta de la cantidad de control que yo tenía sobre él, y eso lo aterrorizaba. —rió yoongi—. recuerdo que quería saber si me gustaba la carne asada, porque él la detestaba y tenía miedo de que se la pidiera todas las noches.
—hoseok no parecía esperar que yo tuviera miedo. se sorprendió cuando le dije que lo tenía.
yoongi ladeó la cabeza, suavizando su sonrisa. —bueno, por supuesto. los alfas no lo van cacareando por ahí, y si bien se menciona en el monte juror, no se preocupan por ello. estoy seguro de que sus propios temores también desecharon esa información. pero sí, el imprimarse es algo descomunal. la consumación y necesidad de estar cerca de tu omega es compulsivo.
—¿despertaré todos los días queriendo ir con él?
—¿no quieres ir con él ahora mismo?
por debajo del tranquilizante alfa, podía sentir la agitación.
—sí.
—bienvenido al resto de tu vida. —sintió a la delgada garganta de su papá, contraerse con una risa silenciosa.
—¿en serio?
—sí. no importa las decisiones que tomes.
—¿incluso si elijo un sustituto, seguiré queriendo a hoseok?
—no vamos a hablar de sustitutos.
claramente era un tema doloroso, así que jungkook hizo otra pregunta.
—¿cómo fue cuando tú y mi padre se emparejaron?
echando la cabeza hacia atrás, la cara de su papá se iluminó. —maravilloso. hicimos una buena pareja desde el principio. —entonces sus ojos se nublaron de nuevo, como si un mal recuerdo reapareciera—. antes de la pérdida del primer embarazo, todo lo relacionado con nuestra vida era hermoso. éramos felices. fielmente enamorados.
—todavía lo son.
—sí, pero ahora es diferente. pasamos por dificultades y pérdidas. en un principio todo era puro y dulce, lleno de maravilla y optimismo. —se rió con amargura—. no teníamos idea de cuán mal se podrían las cosas. estábamos locos de alegría.
jungkook sabía que era una pregunta dolorosa, pero sentía que era importante el entenderlo. —¿y después del primer aborto?
su papá volvió a intentar sacar su cajetilla de cigarros, y esta vez jungkook no lo detuvo. —la situación se volvió muy pesada para nosotros. los intervalos entre los celos se sentían como vivir en tiempo prestado. —la punta encendida del cigarro, brillaba mientras inhalaba—. después empeoró con cada embarazo. estaba a merced de los médicos que trataban de averiguar por qué no podía llevarlo a término. yo era un experimento científico para ellos. intentaron todo tipo de inyecciones de hormonas, pastillas y pruebas. tu padre era como un fantasma. ya no quería seguir intentándolo pero...
—¿pero qué?
—pero su papá, min-ying, estaba determinado a que no había pasado en vano por el dolor de dar a luz a tu padre. el último jeon que llevaría el apellido y los genes. —retuvo más humo y a continuación lo soltó en una larga humeada—. min-ying sostenía que en el contrato prometí dar a luz al menos a un hijo vivo, y amenazaba con alertar a las autoridades de no ser así. luego trató de obligar a tu padre a rechazar nuestro contrato y aceptar un sustituto después del quinto aborto. tu padre nunca lo perdonó por la forma en que me trató. —el papá de jungkook resopló—. de cualquier forma, a min-ying no le importaba el perdón de tu padre. él quería lo que quería y jamás fue un gran papá.
—¿por qué nunca antes me lo dijiste? —había sabido de sus repentinos abortos y había imaginado la carga emocional que estos conllevaban, pero nunca había escuchado una palabra sobre la crueldad del papá de su padre. le sorprendía pensar que el anciano que felizmente había llenado su plato con rebanadas extra de pay en las festividades de otoño, había sido un monstruo controlador.
—no quería echar a perder nuestro presente con recuerdos infelices.
—¿y ahora...?
—ahora necesito saber que comprendes lo que es ser un omega en este mundo. tienes la responsabilidad de alguien, jungkook. de una persona de verdad. un hombre con sueños y amores, con un pasado y un presente. —su papá apagó el cigarro a medio fumar y se volvió hacia él con urgencia—. prométeme que no le harás ningún reproche. nada de su pasado, sobre todo a lo que respecta a su naturaleza. —lo sujetó de la barbilla y lo obligó a mirarlo a los ojos—. si vamos a firmar un contrato con él, debes ser capaz de mantener este pacto conmigo.
—lo juro. no le reprocharé nada de su pasado. no importa qué.
—bien. —su papá le palmeó la mejilla y exhaló fuertemente, con un sonido más cercano a un jadeo que a un suspiro.
—¿estás bien?
—estoy cansado. —se levantó lentamente, con las piernas temblorosas—. necesito ir a descansar en la cama. ¿puedo confiar en que no te irás de nuevo?
—sí.
—ese es mi dulce niño. —su papá le pasó los dedos por el pelo, de una manera reconfortante—. serás un alfa maravilloso para él.
—eso espero.
—sé que así será, amor.
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