ix.
CHAPTER NINE.
—¿crees que traer a namjoon fue una buena idea? —susurró jimin en el oído de hoseok, mientras esperaban en la acera a que taehyung y namjoon bajaran de la parte trasera del auto que los jeon habían enviado para recogerlo.
hoseok miró a su apuesto amigo. jimin llevaba una camiseta café de cuello alto y una chaqueta de color café con leche que le quedaban bien y parecía casual y relajado en comparación con su propio traje verde oscuro y camisa blanca. al menos taehyung también llevaba puesto un traje color vino.
hoseok vio hacia la casa de jungkook, mejor dicho, mansión, preguntándose cómo demonios la antigua familia jeon, había encontrado piezas tan grandes de granito para la fachada, y cómo las habían transportado hasta allí. la casa parecía fría desde el exterior, pero jungkook no había parecido ser un hombre frío, como tampoco lo pareció su papá cuando lo invitó por teléfono.
—namjoon es el guardaespaldas del grupo —murmuró hoseok—. dudo que vaya a tener que contratarlo, pero no quiero que piensen que estoy indefenso.
—¿qué crees que van a hacerte? ¿secuestrarte y obligarte a consumar la imprimación?
hoseok resopló suavemente.
jimin continuó: —¿y que van a cometer el delito durante la primera fiesta de otoño?
—no, pero no quiero correr ningún riesgo. además, namjoon es parte de mi vida. yoongi, el papá de jungkook, dijo que invitara a mis amigos más cercanos. y esos son ustedes tres.
—sí, pero namjoon es un alfa. el alfa del que has escrito poemas. ¿el que te ha ayudado en cuántos celos?
hoseok se encogió de hombros, esperando que su estómago inestable no lo hiciera vomitar en los arbustos. —si quieren que firme el contrato, tendrán que aceptarlos a todos ustedes. ¿no es eso lo que me dijo taehyung tan sólo hace unos días?
—estás asustado. —jimin le puso un brazo protector alrededor de sus hombros—. está bien. estás conmigo.
hoseok puso los ojos en blanco y se deshizo del brazo de jimin.
—jungkook está tomando tranquilizantes alfa. todo debería estar bien.
—¿incluso con namjoon aquí? —preguntó jimin de nuevo, claramente pensando que hoseok se había excedido en traerlo.
—especialmente con namjoon aquí —dijo el aludido, sonando su voz profunda y confortable en el oído de hoseok, quien se volvió a verlo, enderezando su sencillo traje gris y corbata negra—. entremos, señores. no hay que perder el tiempo.
hoseok guió el camino por el sendero, con namjoon detrás de él, y taehyung y jimin siguiéndolos con los brazos entrelazados. siempre la pareja enamorada. si no fueran tan amigos, la envidia que sentía por ellos se volvería tóxica.
la casa se erguía imponente a pesar de ser de sólo tres pisos, con la planta superior aparentando ser un ático. era la parte frontal de granito y las amplias ventanas mirándolos hacia abajo como ojos blancos, lo que le daba un aire tan majestuoso. al menos las ventanas en la parte inferior estaban iluminadas con luces cálidas, como miel derramándose sobre el césped bien cuidado.
la puerta principal se abrió antes de que tuvieran la oportunidad de tocar el timbre. hoseok no sabía lo que había estado esperando, posiblemente a un sirviente beta o incluso al propio yoongi... pero que jungkook fuera el que estuviera en la puerta, lo tomó por sorpresa. se quedó inmóvil en los escalones de la entrada, con el corazón latiendo contra sus costillas, gimiendo al sentir un pequeño y cálido desliz de lubricante humedeciendo su trasero.
¿jungkook podría olerlo? ¿namjoon? dios lobo, que humillante que con sólo ver al muchacho, respondiera tan descontroladamente. con suerte, no se seguiría avergonzando al continuar produciendo más. soltar un poco por reconocer la presencia de su alfa y érosgápe, debería ser suficiente. le pidió a su cuerpo que se mantuviera bajo control.
jungkook pasó saliva, moviendo su prominente manzana de adán en su garganta. —bienvenidos —dijo con voz ronca por el esfuerzo—. adelante. mis padres están esperando en la sala. estamos contentos de tenerlos aquí.
hoseok dio un paso cuando namjoon lo empujó suavemente.
—gracias. —desenvolvió su bufanda mientras entraba en el cálido vestíbulo de la casa jeon—. estamos agradecidos por la invitación para visitarlos de manera informal, antes de incluir a los abogados.
jungkook parecía mareado mientras observaba la garganta de hoseok, para luego arrastrar la mirada hasta su rostro.
—por supuesto. la fiesta de las bendiciones del alfa es para dar las gracias a dios lobo por todas las cosas maravillosas que nos ha dado. —sonrió con timidez, en tanto tomaba el abrigo y la bufanda de hoseok—. encontrar tu érosgápe generalmente se considera como algo maravilloso. algo que agradecer.
—lo es.
el estómago de hoseok dio un vuelco por la enternecedora manera en que jungkook bajó la cabeza para olfatear disimuladamente su bufanda, antes de colgarla en la repisa junto a la puerta. enseguida colgó su abrigo con gracia y con una reverencia similar a la que un sacerdote hace ante la reliquia de un santo. los labios de hoseok se movieron para formar una pequeña sonrisa. al menos no era el único descontrolado esta noche.
presentó a namjoon, jimin y taehyung, mientras jungkook tomaba más chaquetas y bufandas, colgándolas con menos cuidado, pero aun así perfectamente. le sonrió cálidamente a todos, menos a namjoon, a quien saludo con una expresión que lucía más fingida que nada. sin embargo, tenía que admitir que había algo encantador en su esfuerzo. era más de lo que él mismo podría haber hecho si jungkook se presentara en su puerta con un ex-amante a su lado, esperando que sonriera y lo soportara.
hoseok frunció el ceño. ¿qué estaba pensando? por supuesto que reaccionaría bien. apenas y conocía a este chico. esperaba que por el bien de jungkook, él hubiera tenido uno o dos amantes, o cualquier omega que contrajera, estaría forzado a enseñarle todo. ¿y quién demonios querría hacer eso? por otra parte, la idea de que jungkook hubiera estado con otra persona, aguijoneaba su interior.
«si él opta por un sustituto, lo cual realmente debería hacer, entonces estará con otra persona para siempre. resígnate ahora.»
—¿les ayudaste con sus abrigos, amor? —dijo jeon yoongi desde la puerta de lo que parecía ser una sala bien equipada. emergió luciendo un traje a cuadros de colores otoñales, sosteniendo en la mano un vaso con líquido color ámbar y hielo. era bajo a comparación de jungkook, y delgado.
—sí —dijo jungkook, devorando con sus ojos a hoseok y respirando bruscamente. hoseok se preguntó qué es lo que le vio, lo que fuera, parecía gustarle—. y estábamos por ir con ustedes a la sala.
yoongi dio un paso adelante y estrechó la mano de hoseok con gusto. se dio cuenta de que yoongi no parecía estar a la moda como los demás omegas que llevaban un broche circular en el cuello. en su experiencia, evitar los accesorios de sumisión denotaba una mente más independiente. y así como así, y definitivamente en contra de su voluntad, un grano de esperanza se arraigó en su corazón.
—hola, hoseok. —yoongi sonrió cálidamente—. estoy contento de que vinieras e incluso más feliz de que tus amigos vinieran contigo. esperamos poder conocerlos bien a todos ustedes.
tal vez después de todo, los padres de jungkook no lo presionarían para que escogiera un sustituto. parecía una elección poco probable, incluso costosa, ¿pero de qué otra manera podría explicar la calidez en los ojos de yoongi y su sincera ratificación?
—vengan, continuaremos con las presentaciones en la sala con seokjin. también está ansioso por conocerlos. —esta última parte sonaba menos honesta, y los nervios de hoseok se tensaron de nuevo.
y como si sintiera que hoseok lo necesitaba, jungkook se le acercó, sin tocarlo, sólo poniéndose cerca.
entonces dijo en voz baja. —en serio están felices de que estés aquí. ambos lo están. —sonrió y el corazón de hoseok, por falta de una mejor descripción, se le estrujó. asombrado por su propia reacción ridícula al ver un conjunto de dientes—. y yo también estoy muy contento de que estés aquí —continuó jungkook—. te ves increíble.
hoseok se desesperó cuando ese núcleo vicioso de esperanza, floreció. dios lobo, su torpe pero adorable bebé alfa, era simplemente demasiado delicioso para describirlo.
—tú también. —los ojos de jungkook se agrandaron y pareció brillar, perdiendo la calma por completo. hoseok rió. —caray. había olvidado lo encantador y joven que eres.
—soy lo suficientemente mayor para ti. ya no te preocupes por eso.
hoseok inclinó la cabeza. había habido un mandato en ese tono, algo que sintió en el estómago y rodillas, algo que lo hizo temblar por dentro.
—bien, bien —murmuró fascinado, pero eso fue lo único que tuvo tiempo de decir, ya que entraron en la sala y todos se quedaron en silencio.
jeon seokjin estaba junto a la chimenea, con los brazos cruzados detrás de su espalda y el pecho hinchado como el rey del castillo. lo cual hoseok suponía que de cierto modo era así. casi esperaba que el hombre alzara la barbilla y dijera: "arrodíllense frente a mí".
en su lugar, seokjin les dio a todos un vistazo, relajó sus brazos y les mostró una hermosa sonrisa. era la brillante sonrisa de jungkook en una cara distinta.
—bienvenidos —dijo seokjin, caminando hacia delante con la mano extendida. tomó la mano de hoseok y la estrechó intensamente—. es bueno que ya estén todos aquí. ¿puedo ofrecerles algo de tomar?
—sí, dios lobo. —jimin echó su cabello hacia atrás y le dirigió a taehyung una sonrisa divertida—. tomaré mucho de lo que sea que tengas.
yoongi rió y seokjin hizo lo mismo. jungkook se acercó más a hoseok, respirando profundamente, olfateándolo con notoriedad, aunque tratando de ser sutil al respecto. su estómago tuvo otro vuelco y otro embarazoso desliz humedeció su orificio. se removió, y jungkook soltó un suave jadeo. el cuello de hoseok ardía.
—¡sí! ¿por qué no ahogar esta tensión en licor? —dijo seokjin, sonriendo—. todos se sentirán más a gusto después de beber uno o dos tragos. tú no, jungkook.
jungkook se estremeció por ser señalado como demasiado joven o demasiado descontrolado para beber. hoseok sintió simpatía por él. no era justo para el pobre chico, que sus edades fueran tan diferentes que no pudieran simplemente emparejarse de forma rápida y ordenada, y darle un alivio a las urgencias de sus cuerpos.
—el alcohol anula los efectos del tranquilizante alfa —susurró hoseok. jungkook asintió, pero no cruzó su mirada con la de él.
—primero presentémonos. —yoongi tomó un sorbo de su copa copeteada, obviamente nervioso a pesar de su cálido saludo.
—por supuesto —dijo seokjin mientras se acercaba a la barra y a las filas de brillantes copas de cristal y decantadores de licor.
—ya conocieron a jungkook. soy jeon yoongi, su papá. por favor, todos llámenme por mi nombre.
—jeon seokjin —dijo el rey de la mansión, devolviendo su mirada hacia hoseok—. jin está bien. ¿y a quiénes tenemos aquí?
—pueden llamarme hoseok, por supuesto. —odiaba que su corazón se agitara con ansiedad. era un hombre adulto. había estado a cargo de aulas con alfas jóvenes hasta hace menos de una semana. podía arreglárselas conociendo a sus suegros—. kim taehyung es mi abogado. —tocó la manga de taehyung—. park jimin es mi amigo, y kim namjoon es...
—¿tu guardaespaldas? —dijo seokjin, con un brillo de diversión en su mirada.
hoseok se preguntó si de alguna manera lo habían escuchado al llegar.
pensó en que las ventanas estaban cerradas, pero quién sabe.
—es un amigo. un amigo lúcido que me desea lo mejor.
—ya veo. —la voz de seokjin dejó claro que todos sabían exactamente lo que namjoon había sido para él.
jungkook se quedó muy quieto mirando a la pared de enfrente mientras apretaba la mandíbula, como si tratara de ignorar un indeseado y fuerte impulso. bruscamente, cruzó la habitación hacia la ventana y la abrió ligeramente, dejando entrar un poco de aire fresco. ninguno se lo reprochó.
hoseok se sintió aliviado cuando jimin extendió su mano hacia yoongi y dijo: —soy jimin.
declaraciones similares fueron dichas por taehyung y namjoon, manos fueron estrechadas por todas partes, y presentaciones torpes y rápidas fueron dadas.
todos menos jungkook, se reunieron alrededor de la barra, haciendo peticiones y aceptando bebidas. el licor era potente y de alta calidad, quemando deliciosamente al deslizarse por la garganta de hoseok.
esperaba que la relajación inducida por el alcohol, le hiciera pronto efecto. no sabía hacia dónde ir. hacia jungkook de pie junto a la ventana viéndolo sólo a él, o hacia los padres de este, quienes platicaban amigablemente con sus amigos. o hacia el baño donde podía hacerse cargo de la molesta lubricación que se negaba a detenerse por completo.
la cuestión se resolvió cuando yoongi fue con él, con una nueva bebida y un ojo sobre su hijo. —¿cómo estuvo tu semana? —lo guió hacia un par de sillas en la barra, aunque ninguno de ellos se sentó.
—aburrida, principalmente —respondió hoseok con honestidad—. estoy acostumbrado a días saturados. necesito encontrar un nuevo itinerario adecuado para mí. me temo que holgazaneé mucho.
—y con razón. estoy seguro de que tenías mucho qué pensar. hay mucho por considerar.
—sí, muchas incógnitas. como qué va a pasar con mis propiedades, mis cuentas de jubilación y la herencia de mis padres.
yoongi palideció ligeramente, con sus ojos brillando con empatía.
—puedo imaginar la preocupación que esto te está causando. prometo que no vamos a presionarte en firmar rápido el contrato.
—vaya, vaya, están acercándose peligrosamente a hablar de la negociación —interrumpió seokjin con una gentil sonrisa para yoongi—. sólo conozcámonos esta noche, ¿sí? no queremos terminar todos estresados.
hoseok no sabía cómo es que seokjin no podía ver que todas las incertidumbres que flotaban alrededor de ellos, eran lo que hacían todo tan tenso. si él tuviera alguna idea de si iba a ser capaz de continuar con su vida sin ser demasiado molestado, sería más feliz. o al menos, estaría menos preocupado. siempre era mejor saber que estarse preguntando.
—jungkook —llamó seokjin, atravesando la habitación hacia su hijo, quien seguía de pie junto a la ventana—. toma un vaso de agua. —puso uno en la mano de su hijo y lo vio tomar un sorbo. hoseok notó la suave manera en que seokjin pasó un brazo alrededor de los hombros de jungkook, susurrándole algo al oído, haciendo que las mejillas de jungkook se sonrojaran mientras asentía con una sonrisa de agradecimiento.
—veo de donde jungkook sacó su atractivo —le dijo hoseok a yoongi—. con tu complexión, y el cabello rubio y ojos azules de seokjin, hicieron un hijo muy apuesto.
—me alegro que lo pienses —dijo yoongi con una mirada orgullosa hacia el otro lado de la habitación, hasta donde seokjin y jungkook hablaban en voz baja—. también es un joven inteligente.
—estoy seguro de que lo es.
—ama la ciencia en especial. de todo tipo, pero se está especializando en biología. —yoongi se volteó hacia hoseok—. ¿qué hay de ti? ¿qué estudiaste?
hoseok casi se rió ante la pregunta. sabía que yoongi y seokjin estaban totalmente conscientes de su educación e historial laboral. un investigador privado les habría proporcionado la mayoría de los hechos de su vida hasta ahora. pero una pequeña charla era mejor que nada, y no había manera de evitarla.
—estudié literatura, y tomé una materia secundaria en escritura creativa con un enfoque en la poesía.
—ya veo. ¿qué te atrajo de la poesía? —hoseok notó que jungkook se acercaba.
—no estoy seguro. siempre he estado interesado en ella desde que era un niño pequeño.
jungkook llegó por detrás de la barra, bebiendo su agua y escuchando con una expresión codiciosa, como si las palabras de hoseok fueran sexo y chocolate, todo en uno. se volteó ligeramente para permitir que este se sintiera parte de la conversación.
—¿alguno de tus padres te leía poesía? —preguntó yoongi.
—no, pero cuando tuve la edad suficiente, solía leer los libros de poemas de mi padre. tenía seis años la primera vez que intenté escribir yámbico y trocaica.
—¿eran buenos? —habló jungkook en voz baja. hoseok lo recordó diciendo firmemente que el poema con el que se había ganado la cinta separadora de libros, debió de haber sido bueno.
—quizás para ser de un niño. pero por supuesto, eran terribles. creo que mi primer poema se llamó "la fiesta del té, del oso de peluche". la leche se había derramado y los animales de peluche estaban de luto. era muy dramático.
la sonrisa de jungkook era brillante como el sol, provocando que el corazón de hoseok se apretujara, desesperado por más de eso. se aclaró la garganta y miró hacia otro lado, sintiendo una timidez inesperada.
—eso es adorable —soltó yoongi—. jungkook estaba mucho más interesado en insectos y arañas cuando niño. las fiestas del té con animales de peluche era más mi idea de diversión, pero siempre me llevaba a la tierra.
hoseok cruzó su mirada con la de jungkook, recordando sus fotos de cuando era un niño saludablemente robusto. podía imaginar al niño que alguna vez había estado usando shorts, mientras rodaba riendo por la hierba. era una bella imagen.
—¿sigues escribiendo? —preguntó yoongi. hoseok no pudo evitar la risa que se le salió. yoongi también rió. —está bien, admito que sé la respuesta a eso.
—tus poemas son increíbles —dijo jungkook y luego se tomó a toda prisa un trago gigante de agua, sus mejillas le picaban y los ojos apuntaron hacia el suelo.
—¿los leíste? —las entrañas de hoseok se le torcieron. sabía que su olor había cambiado porque las fosas nasales de jungkook se expandieron ligeramente con alarma.
—yo, eh... —jungkook se quedó boquiabierto. yoongi se apiadó de su hijo.
—leí uno de tus libros y le permití a jungkook que leyera los que eran adecuados para él en este momento. —chocó su copa contra la de hoseok en un pequeño brindis—. manejas bastante bien las palabras. tu trabajo es muy hermoso.
jungkook frunció el ceño, —hermoso —murmuró—. estoy de acuerdo. también poderoso e inteligente.
—gracias.
jungkook parecía como si fuera a derretirse en el suelo. el poder que hoseok tenía sobre él era intoxicaste, y el saberlo hizo que su pulso aumentara por el entusiasmo.
yoongi continuó: —admiro todo lo que has hecho con tu vida. nada menos que un respetado profesor de alfas y un poeta. —bebió el resto de su trago y se sentó en la barra, haciéndole un gesto a jungkook para que le preparara otro—. sería justo decir que te envidio.
—pero tienes aquí mucho por lo que estar orgulloso... —hoseok vio a jungkook, quien estaba escuchando con un aire de asombro. recordaba bien el tener su edad. era extraño entender que tus padres eran humanos, con sueños cumplidos y despedazados, con debilidades y resentimientos. el perderlos le bastó para saber que los suyos no eran las criaturas perfectas que había imaginado. y entonces había perdido a ambos por completo.
—lo estoy. por supuesto que lo estoy. —yoongi agitó una elegante mano—. pero siempre quise ser músico. cuando era joven, soñaba con tocar en la sinfónica de la ciudad. pero el papá de seokjin no lo habría aceptado. —su sonrisa fue frágil.
—no sabía eso —dijo jungkook, frunciendo el ceño—. su papá no era muy amable contigo, ¿verdad?
yoongi se encogió de hombros.
—ahora todo está en el pasado. me conformé con componer y enseñarle a jungkook a tocar. —miró a su hijo con cariño—. no es un prodigio, pero el talento conlleva a un trabajo duro. y eso es algo a lo que jungkook nunca le ha tenido miedo. su habilidad con la guitarra es más que aceptable y no es terrible en el piano.
jungkook se rió, brillándole sus ojos azules. —y créeme, eso es un gran elogio de su parte. por lo general es menos generoso. estoy esforzándome por mejorar. —las palabras "para ti", fueron de alguna manera implicadas, y hoseok las sintió como cálidos dedos apretando su corazón.
—esperó poder escucharte tocar.
jungkook volvió a sonreír y hoseok casi se desvaneció por sus dientes blancos brillando con la suave luz.
—¿qué hay de tu familia? —preguntó yoongi—. ¿dónde vive tu gente?
otra pregunta de la que seguramente ya sabía la respuesta, pero era razonable suponer que yoongi quería oírlo de su propia boca.
—mis padres fallecieron en un accidente. no tengo a nadie más.
—¿eran érosgápe o...?
las relaciones por contrato alfa-omega, eran legalmente igual de válidas, pero culturalmente seguían siendo menospreciadas. hoseok se enderezó, tomando de su bebida antes de contestar:
—érosgápe. aunque tardé en nacer.
yoongi asintió, ya lo sabía.
—¿sí? —preguntó jungkook—. ¿por qué?
hoseok agitó su trago, luciendo pensativo e ignorando lo que sabía acerca de los problemas de yoongi por concebir y llevar un embarazo a término.
—se encontraron hasta después de sus treintas. parece que mi línea familiar está llena de tardíos. —tomó un largo trago e hizo una mueca por el ardor—. así que tal vez no debería de estar tan sorprendido por nuestra situación.
—¿tus padres no contrajeron con alguien en su juventud? —la pregunta vino de seokjin, quien había regresado de su conversación con namjoon, taehyung y jimin, para escuchar a hoseok.
—no. ambos eran románticos. creían que su pareja estaba por ahí, y resultó que tenían razón.
—asombroso. eso es un gran riesgo de tomar —dijo seokjin.
—tal vez, pero siempre existe el de encontrar a la pareja después de haber contraído con otra persona, y por lo que tengo entendido, es un embrollo.
—sí, de hecho. —los ojos de seokjin se ampliaron.
—estar solo es valiente —dijo yoongi—. creer en el destino lo es aún más.
—hablando de embrollos, tu papá debió haber sido un psicópata —dijo seokjin—. sobrellevar celos sin un alfa como él debió hacerlo antes de encontrar a tu padre, es una elección muy audaz.
hoseok arqueó una ceja y yoongi palideció.
—ah, no creo que tuviera que sobrellevar los celos sin un alfa. apostaría que hizo lo que cualquier omega sensato haría y encontró a alguien que le ayudara.
jungkook dejó escapar un ruido suave, casi como un gruñido, pero cuando hoseok vio hacia él, se quedó en silencio; la única indicación de que no estaba contento, era un rubor sobre su pálido cuello.
la mandíbula de seokjin se contrajo, y echó un vistazo hacia namjoon antes de sonreírle firmemente a hoseok. —por supuesto. tengo entendido que es preferible hacer tales arreglos, pero sigo creyendo que tener una relación por contrato es una mejor opción. más civilizada.
—y si yo hubiera tomado esa opción, vaya lío en el que estaríamos cuando jungkook me agarró en la biblioteca, ¿no es así?
seokjin se tensó, pero inclinó la cabeza en reconocimiento.
—el ridículo peso que los alfas han puesto a través de la historia sobre sus omegas sin siquiera aún conocerlos, es absurdo. —los ojos de yoongi se oscurecieron y la ira crepitó en su voz.
—estoy de acuerdo —dijo seokjin, rápidamente—. aunque creo que los grupos de libertad de los omega van demasiado lejos, está claro que los omegas merecen más indulgencia y comprensión de la que han tenido en el pasado. y eso incluye el tener amantes cuando es necesario, como en los casos de celo interminable, o para sobrellevar una existencia sin pareja.
—sobrellevar —susurró hoseok en voz baja, después de que seokjin volviera a la conversación más amena que tenía jimin acerca del éxito que tuvo con una receta de patas de cangrejo y relleno para pavo.
jungkook miró a namjoon con una expresión sombría, pero cuando hoseok le tendió la copa casi vacía y le pidió otro trago, se volvió hacia él con una dulce sonrisa y un suave: —por supuesto.
—tú y yo somos más o menos de la misma edad —dijo yoongi, pensativo, mientras jungkook le servía más whisky—. ¿en qué clase estuviste en monte jurado? yo estuve en la de lobo-luna, y tú en...
—la de lobo-tormenta.
—ah, un amigo tenía un hermano menor que estaba en esa clase. ¿yoo ki-hyun?
—lo conozco. —hoseok lo consideraba como alguien grosero, pero no lo dijo.
yoongi sonrió. —jungkook se graduará en la clase de lobo-lluvia. siempre me ha gustado el nombre de esa. me recuerda al dicho del viejo mundo "está lloviendo a cántaros". —se interrumpió—. estoy hablando tonterías. me disculpo. la discusión de los derechos de los omega a menudo me pone ansioso.
hoseok sonrió, emblandeciéndosele aún más el corazón por el papá de jungkook. —a mí también.
—normalmente me fumaría un cigarro, pero es un hábito que estoy tratando de dejar.
—por mí no te detengas.
—a koo no le gusta. tú no fumas, ¿o sí?
hoseok negó con la cabeza.
—qué bueno, estará aliviado. —yoongi le guiñó un ojo a jungkook.
—jungkook, ven a sentarte con los amigos de hoseok —lo llamó su padre, dirigiendo a todos hacia los platos de entremeses puestos sobre la mesita al lado del sillón—. también deberías conocerlos a ellos.
hoseok sonrió de modo alentador, mientras jungkook salía por detrás de la barra e iba a sentarse en una silla de felpa cerca de su padre. jimin, taehyung y namjoon ocupaban el gran sillón de cuero, con tragos recién servidos en sus manos.
—esto tiene que haber sido una terrible sorpresa —dijo yoongi conforme él y hoseok atravesaban lentamente la habitación hacia el grupo—. probablemente pensaste que todo esto no estaba en tu futuro.
—sí, había perdido la esperanza.
esperanza no era la palabra correcta, pero los ojos de yoongi mostraron que comprendía que accidentalmente había tocado un tema sensible. tomó el brazo de hoseok, deteniéndose a varios metros de la acogedora sala, donde jimin estaba elogiando las tartas de cebolla caramelizada con manzanas. —entiendo más de lo que pudieras pensar.
—los omegas tienen una conexión —concordó hoseok.
—sí. —los ojos de yoongi buscaron a los suyos—. todos pasamos nuestra juventud en suspenso, esperando a la pareja o el contrato que signifique que nuestras vidas pueden comenzar finalmente. debiste haber pasado mucho tiempo pensando que iba a suceder en cualquier momento.
—en cualquier momento. en cualquier sitio.
—sí. —yoongi inclinó la cabeza—. y justo cuando probablemente te habías dado por vencido, sentido cómodo y construido una vida propia, jungkook se presentó.
¿era esta una trampa o yoongi realmente lo entendía? hoseok eligió una sonrisa irónica como su única respuesta.
—es un chico encantador. —sonrió yoongi.
—y admito que soy afecto a las sorpresas —ofreció hoseok.
yoongi volvió a chocar su copa con la de hoseok. —por las sorpresas, entonces, y por las bendiciones de dios lobo.
jungkook le ofreció su asiento, yéndose a parar junto al fuego. en lo que a hoseok respectaba, podía decir que era un joven tranquilo. no se entrometía groseramente en las conversaciones de la forma en que muchos alfas lo hacían, o insistía en que su atención fuera dirigida a él. a pesar de que su mirada lo devoraba con avidez en cada oportunidad, se volvía tímido cuando lo atrapaba haciéndolo.
¿dónde estaba el desesperado bebé alfa que se había aparecido fuera de su ventana, con ganas de saber algo de él, llevado por el impulso de acercarse a su omega? apostaba que allí mismo, debajo de la capa de timidez que lo mantenía alejado. ese era el jungkook que debería llegar a conocer, en el que se convertía cuando estaba solo.
la conversación pasó de las recetas de jimin, a sus preferencias en el teatro, y hoseok no estuvo seguro de si taehyung o seokjin era su fan más grande. discutieron las últimas obras y musicales, recibiendo opiniones vibrantes y bien consideradas desde los actores principales hasta el ritmo y el libro. hoseok disfrutaba del teatro, pero no con la misma intensidad. no le importaba si el protagonista se equivocaba en una línea, siempre y cuando la hora y media que duraba, lo transportara lejos del mundo y la experiencia le diera algo nuevo que escribir.
se preguntó si a jungkook le gustaba el teatro, por lo que se volvió para medir su interés.
jungkook no parecía estar prestando atención. en su lugar, lucía súper apuesto apoyado contra la pared, con el corazón en sus ojos y su cuerpo larguirucho revestido en ese traje que mostraba la anchura de sus hombros y el bulto de su miembro alfa.
su corazón chocó con una maraña de sentimientos, primarios y superficiales, un lío de cosas que quería y no, anhelaba y temía. se aclaró la garganta y pretendió estudiar la pintura por encima del sillón, un derroche de color y forma que tenía poco sentido. su pulso se aceleró y su mente zumbó por el contacto visual con jungkook.
—pronto se servirá la cena, señor —dijo una voz desde la puerta.
hoseok se volteó para ver a un sirviente beta, reconocible por su tradicional pantalón negro y camisa blanca. al parecer, los jeon no tenían sirvientes regulares. solo podían contratarse betas cuando alguien no tenía otra ayuda. hoseok los había empleado en más de una ocasión para atender una fiesta.
sorprendido, miró a jungkook, quien se encogió de hombros y se separó de la pared.
levantándose, seokjin hizo un gesto hacia la puerta.
—¿por qué no pasamos al comedor?
yoongi guió el camino, y mientras se dirigían juntos por el pasillo, jungkook se acercó a su lado. —¿todo bien hasta ahora?
—debería ser yo quien te pregunte eso.
—¿eh?
—por lo general se cree que es el trabajo del omega el complacer y cautivar al alfa.
jungkook puso los ojos en blanco. —cuentos viejos.
—estoy de acuerdo.
jungkook sonrió y luego dijo: —por lo general, mi padre prepara la comida en nuestra casa, pero esta noche contrató a alguien. espero que la comida esté buena. no puedo dar fe de ello personalmente. es la primera vez que tenemos a este chef.
una burbuja de optimismo se instaló en su estómago ante la idea de que jeon seokjin, el alfa de esta mansión y más rico que muchos hombres pudieran siquiera soñar, preparara todas las noches la cena para su familia. si ese era el tipo de alfa que había criado a jungkook, entonces tal vez no era del todo estúpido de su parte el dejar que sus esperanzas florecieran.
—será maravillosa —dijo hoseok—. mejor de lo que yo podría hacer. soy un cocinero terrible. tan sólo pregúntaselo a jimin.
—¿cómo puedes ser terrible en algo? —preguntó jungkook.
hoseok se rió y sacudió la cabeza. —la persuasión omega es algo muy poderoso, querido. ten cuidado. yo diría que tienes delirio de feromonas por decir algo tan dulce como eso.
jungkook estaba a punto de negarlo cuando seokjin lo agarró por el hombro al entrar al comedor y lo condujo hacia una silla a la derecha de la cabeza. —siéntate junto a mí, hijo.
entonces yoongi se acercó para susurrarle a hoseok: —pensé que lo mejor era poner un poco de espacio entre ustedes para que ambos pudieran pensar con más claridad. ¿te sentarías a mi lado?
hoseok casi protestó. la verdad era que se sentía más lúcido al interactuar con jungkook que cuando no lo hacía. la atracción de las feromonas iba en ambos sentidos, su cuerpo parecía saber que estaban predestinados ya que se relajaba.
taehyung y jimin se sentaron frente a hoseok, dejando a namjoon el asiento del otro lado de jungkook. la tensión instantánea entre ellos era palpable, casi una onda violenta que estremecía la mesa. hoseok podía ver a yoongi tratando de calcular el riesgo de dejar a namjoon dónde estaba, o pedirle que cambiara lugar con jimin. si lo hacía, lo acercaría más a él de lo que jungkook lo estaba, y esa tampoco sería una buena opción.
invitar a namjoon podría no haber sido tan buena idea. odiaba cuando jimin tenía razón.
finalmente, yoongi pareció abandonar la idea de cambiar los asientos.
hoseok esperaba que no sucediera nada.
—jungkook —dijo seokjin, después de notar la expresión insistente de yoongi—. namjoon solía ser médico en el ejército.
—todavía soy médico —interrumpió namjoon—. pero me retiré de las fuerzas armadas. ahora sólo uso mis conocimientos para el trabajo voluntario.
—muy admirable —dijo seokjin. jungkook se enfureció. para seokjin eso pasó desapercibido. —se asoció con el profesor lee y el doctor han en la universidad, para estudiar el celo de los omegas y la procreación. hace un rato le estaba diciendo acerca de tu interés por la genética. —le sonrió a yoongi, claramente esperando que su omega aprobara sus habilidades para iniciar una conversación.
yoongi suspiró y bebió profundamente de su vino.
hoseok alzó su copa a la altura de su nariz y la olfateó con curiosidad. era una buena cosecha. le recordaba a unos de los que había abierto de la cava de su papá.
—¿eh? —jungkook suavizó su expresión con evidente esfuerzo, y cruzó su mirada con la de namjoon. —biología con énfasis en la genética es mi especialidad. he sido fan del trabajo del doctor han desde hace años. incluso consideré pedirle que fuera mi padrino para algunas ideas de investigación que tengo para mi asignatura no presencial del próximo año. ¿cómo es él?
namjoon agitó su copa de vino y sonrió con indulgencia. —es brillante, por supuesto, pero severo. si quieres puedo hablarle bien de ti, pero debo advertirte que no soporta a los tontos.
jungkook sonrió forzadamente.
—no soy un tonto y gracias, lo apreciaría.
seokjin le preguntó a namjoon: —entonces, ¿qué es específicamente lo que estás estudiando del celo?
—la presentación omega y sus vínculos con los genes del lobo contra la de nuestros humanos más antiguos.
las cejas de jungkook se levantaron ligeramente. —eso es bastante cercano a lo que quiero investigar.
namjoon se echó hacia atrás en su silla, permitiéndole al sirviente beta colocar un plato servido delante de él.
—los lobos no tienden a presentarse con un arco tan pronunciado. eso se ve con más frecuencia en los primates.
hoseok suspiró. una vez que namjoon comenzaba a hablar sobre su investigación, podría ser difícil callarlo. le sonrió agradecido al beta que puso un plato con un delicioso olor sobre su mantel individual.
—colas de langosta a la parrilla con ajo y mantequilla de chile — susurró el beta.
a hoseok se le hizo agua la boca. el dinero no era algo malo si costeaba el tener un chef que pudiera preparar una comida como esta. no podía recordar la última vez que había probado una langosta. no desde que él y namjoon habían estado de vacaciones cerca del mar hacía varios celos.
hoseok se sintió aliviado de que sus potenciales suegros, no fueran del tipo que rezara a dios lobo antes de una comida. él nunca había sido muy religioso, y sería incómodo fingirlo ahora. la langosta estaba divina, e hizo todo lo que pudo por ahogar su gemido con la boca llena. jungkook le dirigió una mirada feliz antes de tomar otro bocado de su propia langosta.
—¿cómo pruebas tus teorías? —le preguntó seokjin a namjoon, siendo aparentemente la única persona que todavía le prestaba atención—. no modificas los genes de los omegas para ver si cambia su comportamiento durante el celo, ¿verdad? no creo que tengamos tecnología para eso todavía, aunque sé que muchos están trabajando en ella.
—por supuesto que no. eso sería poco ético, aunque estás en lo correcto en que no tenemos ese tipo de tecnología —concordó namjoon—. en este momento, nuestros estudios se limitan en omegas voluntarios. deben admitir un fracaso en manifestar el comportamiento de lordosis. —se volvió hacia jungkook y explicó—: esa es la estereotipada espalda arqueada...
—sé lo que es el comportamiento de lordosis —espetó jungkook. yoongi gimió suavemente, sacudiendo la cabeza.
—qué bueno, entonces entenderás que se trata de una de las posiciones más identificables de las etapas iniciales del celo. desencadena una respuesta fiable en cualquier alfa que la ve, érosgápe o no...
las mejillas de jungkook se enrojecieron y sus ojos se fijaron sobre namjoon, apretando peligrosamente las manos en sus cubiertos. yoongi se aclaró la garganta, pero sólo hoseok pareció darse cuenta.
—... llevándolos instintivamente a montarlos y abotonarlos.
yoongi soltó un quejido quedo, tratando de llamar la atención de seokjin, quien preguntó: —¿qué pasa si un omega no se presenta?
—usualmente...
hoseok interrumpió antes de que namjoon pudiera continuar.
—un omega que no se presenta con el comportamiento de lordosis, a menudo busca ayuda médica, preocupado de que algo esté mal con él.
—¿y entonces? —preguntó seokjin, ajeno a la tensión de su hijo.
—a ese punto, por lo regular se ofrecen como voluntarios para el análisis genético —respondió hoseok—. les sacan sangre, les hacen algunas pruebas, y tratan de sacar conclusiones en base a esa información.
—¿y que han encontrado? —preguntó seokjin.
yoongi le dio un asentimiento a seokjin, cuya nuez de adán se balanceó mientras pasaba saliva con nerviosismo.
al percatarse esta vez, seokjin bruscamente miró a jungkook y puso una mano sobre la suya, apretándola hasta que jungkook soltó su tenedor, y gracias a dios lobo, su cuchillo.
—se ajusta bien a mi hipótesis —dijo namjoon, tomando un bocado de langosta—. esos omegas con mayores índices de genes lobo en la sangre, no se presentan tan a menudo o tan pronunciadamente. son más parecidos al lobo en su comportamiento, que curiosamente tiene el efecto de no desencadenar el instinto de abotonarse a su alfa con tanto fervor. —sonrió—. no hay nada como ver un omega en plena presentación, para liberar al animal en nosotros.
jungkook se levantó de la mesa, pero seokjin también lo hizo para agarrarlo por los hombros y empujarlo de nuevo a su asiento.
hoseok se aclaró la garganta, pero sonó como un chirrido. taehyung puso una mano sobre el brazo de jimin y namjoon se limpió la boca con la servilleta. bajando la mirada con vergüenza, jungkook murmuró algo que sonó como "lo siento" pero no fue escuchado por todos en la mesa.
—no, por favor, acepta mis disculpas —dijo namjoon—. me olvidé de lo que se siente ser un alfa joven. debería haber sido más consciente. no me di cuenta de que mi investigación sería un tema peligroso, pero debí hacerlo.
—yo tampoco lo consideré —dijo seokjin—. fue torpe de mi parte. ha pasado demasiado tiempo desde que fui joven y era llevado por el instinto. el impulso hacia la expresión alfa era de esperarse.
jungkook se removió en su asiento, como si no pudiera decidir si quería encogerse o sentarse más recto para demostrar su valentía. hoseok se aclaró la garganta otra vez, y los ojos de jungkook estuvieron en él en un segundo, aprovechando para sonreírle tranquilizadoramente.
—todo está bien.
jungkook pasó saliva y asintió. —lo lamento. no sucederá de nuevo. —entonces se volvió a su cena, aunque ya no pareció disfrutar realmente de la langosta.
namjoon le dio una sonrisa tranquilizadora a hoseok pero parecía poco, en su lugar quería la de jungkook. con manos temblorosas, halló a su propia langosta menos apetitosa de lo que era antes de la incomodidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro