Darien acarició su vientre crecido mientras se mecía en el columpio de la entrada, la casa que diseñó seguía igual, los dueños anteriores no habían cambiado ningún detalle.

Según Yulián le compró la casa a Héctor unos días después del escándalo, el Alfa accedió diciéndole que era mejor que la casa estuviese con sus dueños originales, ya que él no la vería de la misma forma.

Llevaba un mes viviendo aquí, pero no podía relajarse del todo gracias al vínculo con ese Alfa, Darien casi no podía dormir a pesar de compartir cama con Yulián y relajarse con su aroma, el Alfa en el sótano estaba empeñado en molestarlo y ni siquiera los sedantes servían. 

Darien bajó los escalones de la entrada y caminó hacia el jardín, este detalle en específico debía ser del Omega de Héctor, ya que había distintos tipos de flores esparcidos de forma bastante linda.

No conocía mucho de flores, pero el anterior dueño debió cuidarlas muy bien, las primeras eran violetas, luego amarillas, rosadas y blancas, una gran variedad de colores alrededor de la fuente que sí era su creación.

Darien pidió delfines por lo que eso era lo que estaba viendo ahora mismo, eran tres delfines medianos que estaban juntos por la cola y dejaban salir agua del orificio en el lomo, Darien la puso pensando en que cuando tuviesen cachorros ellos se entretendrían con eso.

Estaba feliz de estar en esta casa otra vez, todo estaba en el lugar correspondiente.

Jadeó al sentir unos brazos a su alrededor, el aroma de Yulián lo envolvió, su Alfa tenía muy malas costumbres, ejemplo de ello era abrazarlo por la espalda, le besó la sien y lo olfateó.

Yulián tuvo que regañarlo a pesar de que estaba siendo cariñoso.

—Darien, te hemos dicho que no salgas de la cama —Darien se giró en sus brazos y suspiró.

—Estaba aburrido, sólo he caminado hasta aquí —Yulián dejó un pequeño beso en su cuello, Darien gimió.

—¿Qué te pasa, te sientes mal?

—¿Por qué lo preguntas?

—Te ves mal —Darien torció los ojos y resopló.

—¿Esas son las cosas bonitas que le dices al padre de tus hijos?

—No, no me refiero a eso —replicó Yulián dejando besos por sus mejillas, Darien sonrió hasta que él deslizó un dedo por debajo de sus ojos —. Tienes círculos bajo los ojos, no sabía que estabas durmiendo mal.

—Los niños se mueven en la noche.

—Mmm… —Yulián le acarició el vientre por debajo de la camisa, Darien sonrió—, me aseguraré de que se duerman, no pueden seguir haciéndole esto a su padre.

—Estoy bien.

—No lo estás, sólo mírate.

—Entonces tendrás que hablarles hasta que se queden dormidos.

—Con gusto —dijo dejando un beso en su frente.

—Yulián.

—¿Uh?

—Llevamos aquí alrededor de un mes y no te he preguntado sobre ello.

—¿Sobre qué?

—¿Qué tal la casa? ¿Era un buen regalo? —Yulián se echó a reír y miró hacia la casa de dos pisos

—Era el regalo perfecto, es increíble y los cachorros la amarán cuando crezcan —murmuró.

Yulián deslizó la lengua por su labio inferior y luego introdujo la lengua en su boca, Darien se dejó llevar por el beso, una de las manos de Yulián le acarició la espalda lentamente.

—Detente, sabes que no podemos —Yulián quitó su mano y lo miró con los ojos achicados.

—Sí, eso me recuerda que tampoco deberías estar aquí, regresemos.

Yulián lo agarró por los hombros y le ayudó a llegar a la cama, debido a su condición decidieron utilizar una de las habitaciones del primer piso, la casa no era pequeña a pesar de tener sólo dos pisos.

Darien se sentó y acomodó las almohadas detrás de su espalda, Yulián parecía más tranquilo viéndolo quieto.

—¿Necesitas algo?

Darien torció los ojos, Yulián y Karl se odiaban a muerte, pero eran igual de sobreprotectores.

—¿Sabes? No es como si no pudiera caminar, el doctor dijo que no hiciera esfuerzos o tuviéramos relaciones sexuales, no habló sobre este reposo permanente —Yulián se encogió de hombros.

—No nos arriesgaremos de todas formas.

Darien palmeó el espacio a su lado, Yulián se sentó recostándose a la cabecera de la cama.

—¿Estas supervisando que Misel no me lleve a la quiebra? —Yulián se encogió de hombros.

—Confío en que Damon se encargue de eso, hasta ahora no hay problemas e incluso terminó el proyecto que tenías en el olvido.

Darien miró a su Alfa con emoción, ya llevaba un tiempo intentando terminarlo y nunca resultó, tenía curiosidad.

—¿Es en serio?

—Sí —Darien sonrió de medio lado, quería ver el proyecto finalizado, sus manos hormigueaban por poder tocar el plano.

—¿Por qué no lo dejas venir y así aprovecho para ver el plano?

Los ojos de diferente color de Yulián se tornaron de dorado.

—Omega, pides demasiado. ¿Quieres que ese Alfa venga aquí, donde están ustedes? —dijo tocando su vientre, Darien hizo un puchero.

—Pero…

—No, no lo quiero cerca de ti — gruñó.

—¿Estás celoso? —Darien se carcajeó mirando a Yulián, él mordió su labio inferior viéndose como un cachorro.

—No te rías.

—Puede venir con Damon, él parece controlarlo bastante bien.

—Ya dije que no —gruñó Yulián mordisqueando su oreja, Darien gimió.

—Auch, está bien, no volveré a mencionarlo.

—Más te vale —dijo lamiendo el lugar de la pequeña e inocente mordida.

Darien le besó el cuello intentando calmarlo.

—¿Qué pasó con el negocio? Estoy preocupado por lo que haces —Yulián le acarició el pelo y besó su mejilla.

—Todo está bien, no puedo decirte que dejé de hacer cosas peligrosas porque no es tan fácil, pero puedo prometerte que voy a estar bien.

—¿Puedes prometer eso? — Yulián sonrió.

—Puedo, nunca te mentiría, no a tí.

Darien estuvo más tranquilo, Yulián al menos estaba cuidándose en ese maldito trabajo, su vínculo punzó con dolor, ira y sentimientos negativos, Darien normalmente lo ignoraba, pero era demasiado, estaba muy cansado.

Agarró su vientre y lloriqueó, el problema con lo que hacía ese Alfa era que repercutía negativamente en sus cachorros al someterlo a tanto estrés.

—Ah.

—¿Darien, pasa algo malo? — preguntó Yulián agarrando sus brazos, Darien lloriqueó aguantando las lágrimas, estaba en su límite y el consejo de todos los doctores era seguir adelante con el vínculo.

—Sí, duele.

—Cariño. ¿Qué te duele? —Yulián trató de ver sus ojos, Darien mordió su labio inferior hasta sentir la sangre.

—Él está haciendo esto —gruñó con un estremecimiento, Yulián achicó los ojos.

—Darien…

—Ese Alfa no me deja en paz, por favor, tienes que hacer algo — dijo cogiéndolo de la camisa y prácticamente zarandeándolo.

—No puedo —Darien gimió agarrándolo con más fuerza, el dolor regresó más fuerte que nunca.

—Yulián, esto les hará daño a los cachorros, por favor.

—Llamaré al doctor — dijo cogiendo su teléfono, Darien quitó el teléfono de sus manos, sabía que diría, lo mismo de siempre, se negarían a lo que estaba pidiendo.

—No, él dirá que no podemos hacerlo, pero sé perfectamente lo que es mejor para mí y necesito que rompas ese vínculo.

—No —murmuró Yulián mirándolo con pánico.

—Ah…

—¿Darien?

—Necesito que te deshagas de ese maldito Alfa o las cosas irán mal —Yulián tragó.

—Pero podría…

—Mírame —Yulián lo miró directamente a los ojos—. ¿No confías en mí? Voy a estar bien, ese vínculo es el que me tiene así, sin poder dormir, con estrés, con dolor, él está tratando de hacerme daño y lo está consiguiendo.

Yulián apretó la mandíbula y suspiró.

—Está bien, volveré en un rato — dijo besando sus labios y alejándose.

Darien jadeó y cerró los ojos mientras se acostaba y agarraba una de las almohadas con fuerza, no estaba seguro de aguantarlo, pero sabía que si seguía enlazado a ese Alfa no pasaría nada bueno, incluso logró que no pudiese descansar.

Darien no seguiría arriesgando a sus cachorros, no después de lo que había pasado, de lo que su padre intentó hacerle por su estúpido capricho.

Gruñó al sentir el vínculo tensarse unos minutos después, no le importaba, pero por la conexión compartida se sentía mal y casi al borde del colapso, el jalón se hizo más fuerte hasta que por fin se rompió.

Darien sintió su sangre hervir y gruñó contra la almohada, dolía, era exasperante, pero intentó aguantarlo lo mejor que podía por sus cachorros, por Yulián.

No supo cuánto tiempo pasó hasta que Yulián volvió a la habitación, el Alfa se acostó a su lado y comenzó a dejar besos por su brazo, Darien dejó la almohada y lo miró con los ojos acuosos.

Yulián lo giró y besó lentamente casi haciéndole olvidar el dolor del vínculo roto, se colocó a horcajadas sobre sus muslos, subió la camisa y la pasó por su cabeza deshaciéndose de ella, Darien enrojeció mirando su vientre, estaba bastante crecido.

El Alfa limpió las lágrimas de sus mejillas y le besó el cuello aliviando un poco el dolor, Darien gimió, Yulián siguió bajando por sus clavículas y chupó los pezones estimulando ambos hasta hartarse.

Necesitaba esto después de compartir tanto dolor con ese Alfa, sólo necesitaba a Yulián.

Darien lo agarró del pelo y gruñó, Yulián regresó a su boca y mordió suavemente su labio inferior.

—Eres tan hermoso, Omega y tan mío —murmuró acariciándole el vientre, Darien tembló con su toque.

Darien suspiró aferrando su pelo con fuerza, Yulián tomó su mano para besarla.

—Eres maravilloso —murmuró, luego lo besó de nuevo.

Podía sentir el dolor del lazo, pero ahora estaba casi borracho de Yulián, su Alfa le mordisqueó su cuello suavemente, Darien ladeó la cabeza dándole acceso, Yulián mordió estableciendo el vínculo entre ellos.

Darien lloriqueó de alivio, Yulián lamió el lugar y luego dejó un pequeño beso en sus labios, se aferró a él cerrando los ojos, su Alfa afianzó el agarre en sus brazos.

—¿Va todo bien?

Una pena que no pudiesen hacer más que esto debido al riesgo, pero se conformaba.

—Bien, muy bien —murmuró intoxicándose de sus feromonas, Yulián suspiró aliviado y los cubrió a ambos con la sábana.

—Permíteme decir que nunca más dudaré de lo fuerte que eres —Darien se echó a reír.

—Bien, eso es bueno.

Yulián acarició sus mejillas húmedas y luego las besó.

—Darien, me has hecho el Alfa más feliz de la tierra, vas a darme lo que siempre había querido, pero nunca pensaba permitirme tener —Darien sonrió.

—¿Y eso es?

—Una familia —dijo acariciando su vientre, Yulián suspiró—. No importaba si era mío o no, sólo pensaba en que podíamos ser una familia feliz —Darien se carcajeó con fuerza—. ¿De qué te ríes?

—Sólo pensaba, parece que lo único que necesitábamos era un cachorro para amarnos.

—Así que un cachorro para amarte, ¿eh? —murmuró Yulián con una sonrisa, Darien arqueó una ceja.

—¿No es cierto?

Yulián besó sus labios y profundizó el beso, Darien lo agarró del pelo tratando de tener más de él, el alfa deslizó la lengua por el interior y la enredó con la suya siguiendo un suave ritmo.

Se separó haciéndolo gemir, Yulián lamió sus labios y sonrió.

—Sí, no me importaba si ese cachorro era de ese otro Alfa, sólo me recordó lo mucho que te amaba y cuanto estaba dispuesto a hacer por ti.

—Por suerte estos son tuyos —murmuró, Yulián mordisqueó su labio inferior y sonrió.

—Ya te dije que no me importaba, pero ese hecho me hace más feliz.

—A mí también.

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