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13🍼

Darien despertó con el sonido de su alarma, algo extraño ya que Yulián solía despertarlo regularmente, quizás el Alfa ya se había cansado y definitivamente volvió a sus viejas andanzas.

Era una posibilidad bien grande pero no lo creía, no después de lo de anoche.

Darien negó y dejó de pensar en ello, luego de una ducha salió, la mesa no estaba hecha y se sintió ligeramente decepcionado por ello.

Darien frunció el ceño mirando hacia la habitación de Yulián, luego de unos minutos de debate interno decidió abrir la puerta, Yulián estaba quejándose en la cama de forma dolorosa y sudado a pesar de que la habitación estaba fría.

Darien se sentó a su lado y tocó su frente, no tenía fiebre, Yulián despertó y tomó su mano, él lo jaló para que se acostara a su lado, Darien cayó de forma incómoda sobre la cama.

—¿Qué te pasa? —preguntó acariciando su cabello, Yulián cerró los ojos y escondió la cabeza en su cuello aspirando su aroma.

—Me duele —lloriqueó aferrándose a su ropa, Darien estaba sorprendido, nunca vio este comportamiento en Yulián.

—¿Qué te duele, Yulián?

—El abdomen, la cabeza y todo me da vueltas, creo que me estoy muriendo —se quejó, Darien intentó alejarlo, Yulián no se movió.

—Quizás sólo es un resfriado. ¿Quieres algo de comer? ¿Una sopa? —Yulián abrió los ojos y se separó, él tuvo una arcada sorprendiéndolo, luego corrió hacia el baño y comenzó a vomitar.

Darien frotó su espalda durante todo el proceso, Yulián incluso estaba llorando cuando terminó, él se tiró al suelo y se recostó a la bañera, estaba pálido y ojeroso.

—Sí, definitivamente me estoy muriendo —dijo con pánico, Darien sonrió agachándose frente a él.

—Debe ser una indigesta, vamos al médico —Yulián negó ansiosamente tomando su mano.

—No, no quiero malas noticias.

—Yulián…

Yulián lo agarró de la muñeca con fuerza cuando iba a ponerse de pie, sus ojos estaban cristalizados y a Darien le dolía el pecho de sólo verlo.

—Quédate conmigo, por favor, no me dejes, no quiero morir solo.

Darien torció los ojos y resopló.

—No vas a morirte.

—Darien…  —murmuró Yulián mirándolo como un cachorrito, Darien suspiró dándose por vencido.

—Llamaré a Karl, voy a tener que renunciar al nuevo proyecto si sigo así.

—Gracias —murmuró Yulián secando sus mejillas, su aspecto era lamentable.

—¿Quieres volver a la cama?

—Sí —dijo poniéndose de pie, Darien intentó ayudarlo.

—Ven.

—Yo puedo ir.

Darien asintió y salió, Yulián era un Alfa después de todo, tampoco iba a rebajase tanto por muy mal que se sintiese, su orgullo no se lo permitía.
 
—Haré la llamada y vendré.

Darien agarró el teléfono de Yulián y fue a su habitación, también tendría que llamar a su padre para decirle que no iría, decidió hacer la llamada más fácil primero así que tomó su teléfono y marcó a Karl.

¿Darien?

—Lo siento, no puedo ir hoy —murmuró, Karl suspiró del otro lado.

¿Por qué? Sabes que tienes un trabajo importante.

—Llamaré a Misel, envíame su número.

—¿Estás enfermo? —Darien mordió su labio inferior, no estaba seguro de decirle a Karl sobre ello.

—Es Yulián —admitió, Darien escuchó un ruido del otro lado.

—¿Y ahora que te hizo ese infeliz?

—Nada, es él quien está enfermo —Karl gruñó, él casi podía verlo torciendo los ojos.

—Sólo llámale a un médico y ven.

—No, me quedaré.

—Haz lo que quieras, te enviaré el número.

Darien suspiró y esperó el mensaje, esa fue la llamada más fácil de hacer, aceptar este trabajo resultó ser un error, ahora podía verlo claramente, sólo le trajo problemas.

Una vez tuvo el numero marcó, la voz de Misel se escuchó fuerte y clara, Darien suspiró antes de hablar.

—¿Hola?

—Soy Darien.

—Oh, por fin le pediste mi número a tu secretario —murmuró Misel con una risilla, Darien negó.

—Deja de bromear, te llamo para decir que hoy no iré a trabajar.

—¿Otra vez? Esto empieza a ser regular.

Darien se peinó hacia atrás, estaba preocupado por dejar a Yulián solo demasiado tiempo.

—Lo siento, pero mi vida personal es problemática últimamente, no esperaba esto cuando firmé el contrato.

—¿Estás enfermo?

—Yo no, es Yulián, y tengo que quedarme, podemos trabajar desde casa y reunirnos luego o pídele a Héctor que rompa mi contrato, pagaré la indemnización —Misel se carcajeó.

—No hay que ir a esos extremos, hagamos eso, trabajemos por separado estos días y luego juntemos todo.

—Gracias —Misel suspiró.

—Ese Alfa no te merece.

—Nos vemos.

Darien colgó y dejó el teléfono en la mesilla, mordió su labio inferior viendo el de Yulián, ya su padre estaba llamando, prometió que nunca más hablaría con ellos, por lo que tendría que romper su promesa.

Suspiró y contestó, su padre tuvo el uno para empezar a discutir.

Yulián ¿Qué mierda te he dicho? No puedes faltar cuando quieras o llegar tarde ¿No has aprendido nada? Bueno para nada —Darien negó, su padre siempre trataba a todos de esta forma, no debía sorprenderle nada viniendo de él.

—Yulián está enfermo.

—¿Darien? —su padre se escuchaba muy sorprendido, Darien miró a su cama con nerviosismo.

—Sí, sólo llamo para decirte que no irá, lo llevaré al hospital.

—¿Cómo estás?

—Se ve bastante enfermo, pero no creo que sea algo grave —respondió ignorando su pregunta.

—Me refiero a…

—Sé a qué te refieres, pero no hablaré contigo sobre nada más que la condición de Yulián.

Darien...

Darien colgó y fue de nuevo a la habitación de Yulián, el Alfa estaba otra vez en el baño vomitando, Darien dejó el teléfono en la mesa de noche y frotó su espalda.

Yulián se enjuagó la boca y la cara cuando terminó, él se tiró al suelo otra vez.

—¿Te ayudo a llegar a la cama?

Yulián lo miró y se encogió de hombros.

—¿Para qué? Voy a terminar aquí de nuevo.

Darien torció los ojos y ayudó a que se levantara.

—Vamos a llevarte al hospital.

—No —respondió Yulián con firmeza deshaciéndose de su toque, Darien lo fulminó con la mirada.

—Yulián, no seas malcriado.

Yulián mordió su labio inferior.

—¿Y si me dicen que voy a morir?

—No será para tanto, vístete —dijo haciendo que caminara hasta su armario, Yulián hizo un puchero.

—Es notable lo poco que me quieres.

—Vamos, regreso en diez minutos.

Darien se vistió rápidamente y volvió a la habitación de Yulián, él estaba mirándose en el espejo cuando llegó, sólo tenía puesto el pantalón y tocaba su abdomen de forma extraña.

Yulián lo miró y tragó nerviosamente, Darien se acercó a él para ver qué pasaba esta vez.

—Dios mío, creo que tengo un tumor o algo, mi abdomen está inflamado —Darien frunció el ceño y acarició su abdomen, sí que notaba la inflamación, no quería hacerle caso a Yulián, pero ahora empezaba a preocuparse.

—Sí que está un poco inflamado.

—¿Ves? Voy a morirme así de fácil —Darien cogió una camisa y se la puso, también lo abrigó, necesitaban llegar al hospital para que Yulián dejara ir de una vez esa idea ridícula sobre su muerte.

—Vamos —Darien tomó su mano y lo jaló con él, las llaves del coche de Yulián estaban en la entrada, las cogió, después de todo su auto aún estaba en la compañía.

Darien condujo al hospital y vio al doctor de Yulián, era el que su padre puso para él, así que estaba al tanto de los registros de salud del Alfa, él definitivamente sabría qué pasaba.

Yulián se sentó apenas entraron y estiró una mano cogiendo un caramelo del envase de cristal sobre el escritorio, se metió uno a la boca como si nada, tanto el médico como él lo miraron anonadados.

—¿Qué? Tengo mal sabor en la boca —dijo como justificación, el doctor carraspeó mirándolos.

—¿Por qué están aquí?

—Porque parece que me estoy muriendo, por eso —dijo Yulián con un poco de pánico, el doctor levantó las cejas ante las palabras que utilizó.

—¿Y qué tienes?

—Me duele el abdomen, incluso está inflamado, náuseas, vómitos, tengo calambres y dolor de cabeza —el doctor dejó de hacerle caso a Yulián y lo miró a él, Darien se puso nervioso de repente.

—Darien. ¿Utilizaste las vacunas?

—Ah… sí.

—¿Y se acostaron?

Yulián fulminó al doctor con la mirada.

—Doctor. ¿En serio es más importante la cuestión de si tuvimos sexo o no ante mi inminente muerte? No puedo creerlo —se quejó Yulián cruzándose de brazos, el doctor arqueó una ceja.

—¿Se acostaron o no?

—Sí, y lo anudé también. ¿Ya puede concentrarse en esto? —gruñó Yulián de mala manera haciéndolo enrojecer, el doctor volvió a mirarlo.

—¿Y estás esperando?

Darien se encogió de hombros, aun no tenía el valor para hacerse esa prueba.

—No lo sé.

—Aquí tienes una prueba, ve al baño de mi oficina —dijo entregándole el plástico y apuntando al baño, Darien la tomó y miró a Yulián.

—Doctor…

—Confía en mí, en realidad no se está muriendo.

Darien suspiró y tomó la prueba, luego de hacerla salió otra vez y la entregó, al menos Yulián parecía más calmado, aunque seguía comiendo caramelos de sabores.

Era extraño, a Yulián no le gustaban los caramelos.

El doctor miró la prueba y sonrió, él la enseñó dejando ver el resultado, Darien agarró con fuerza las manillas de la silla, Yulián estaba confundido con todo.

—¿Qué quiere decir eso?

—Es positiva —dijo el doctor con una sonrisa, Yulián abrió los ojos y agarró el pedazo de plástico que ni siquiera entendía.

—¿Darien está esperando un hijo mío?

—Sí.

Yulián sonrió y lo miró.

—¿Has escuchado eso? —murmuró besando su mejilla, Darien sonrió hasta que Yulián se dio cuenta de que estaba evadiendo su problema—. Espera, estoy feliz y todo, pero no me diga esto para decirme que voy a morir y nunca conoceré a mi cachorro.

El doctor se echó a reír.

—No conocía esta faceta dramática tuya —Yulián arqueó una ceja pensando en su comportamiento.

—En realidad, yo tampoco.

—No es nada serio, es un síndrome muy poco conocido —explicó, Yulián arqueó una ceja, el doctor siguió—. Les ocurre a algunos Alfas durante el embarazo de su Omega.

—¿Que?

Yulián estaba anonadado y Darien no entendía nada, el médico suspiró tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicarles la situación.

—Afecta los padres primerizos durante la gestación y se manifiesta con la aparición de síntomas muy similares a los del embarazo.

—Es una broma, ¿no? —Darien mordió el interior de su mejilla tratando de no reírse, sí que había escuchado sobre ello.

—Para nada.

Yulián pestañeó y apretó la mandíbula mirando al doctor.

—Pero… yo… ¿voy a sentirme así durante todo el embarazo?

—Algunos comienzan a sentirlo durante el primer trimestre del embarazo, como te ocurre a ti, para dejar de sentirlo en el segundo, suele volver en el tercero, hasta que nace el bebé.

Darien no pudo aguantarlo más y se carcajeó mirando la cara estupefacta de Yulián, estaba horrorizado con lo que escuchaba.

Yulián arqueó una ceja mirándolo con reproche.

—No te rías, esto es algo serio, incluso tengo el abdomen inflamado.

—No te preocupes, no hay nada peligroso —dijo el doctor, Darien habló esta vez.

—¿Pero por qué ocurre?

El doctor se encogió de hombros.

—Suele aparecer en parejas con una relación muy especial, y en la mayoría de los casos esos Alfas se implican mucho en el cuidado de los hijos, quizás vuestro vínculo sea mucho más profundo de lo que creen.

Darien tragó, Yulián siempre lograba sorprenderlo de alguna forma, primero lo anudó cuando en realidad no tenían un vínculo o algo parecido, y ahora tenía este extraño síndrome.

—Yulián.

—¿Qué pasa?

—No quiero que mi padre se entere —Yulián miró hacia el médico.

—Doctor…

—No hay problema, sólo fue un malestar estomacal —murmuró, ambos se levantaron, Yulián le sonrió.

—Gracias.

—Antes de que se vayan —se detuvieron y lo miraron, el doctor suspiró—. No sé la situación, pero siempre es importante tener un vínculo cuando van a traer un cachorro al mundo, el Omega debe sentirse lo más estable posible.

—Gracias, estamos arreglando eso.

Darien miró sus manos unidas, Yulián tomó su mano y ahora caminaban por el pasillo del hospital.

—Eres increíble —Yulián lo miró de reojo y sonrió de medio lado.

—Deja de burlarte, estoy tomando tu embarazo —dijo como broma mientras sacaba un caramelo de su bolsillo y lo metía a su boca.

Darien se echó a reír.

—¿Desde cuándo te gustan los caramelos?

—No me gustan —murmuró encogiéndose de hombros, Yulián peló un caramelo y lo colocó frente a él—. Cógelo.

Darien le siguió el juego y lo tomó, ellos caminaron tranquilamente hacia el auto hasta que Darien apretó sus dedos e hizo que lo mirara.

—Dijiste que no querías hijos, Yulián —recordó, el Alfa suspiró y lo apoyó contra el auto.

Yulián colocó ambas manos en sus mejillas y lo miró. 

—Me encantan los cachorros, Darien, pero no quiero un heredero de lo que hago.

Darien asintió.

—Yo tampoco quiero eso. ¿Qué ha dicho mi padre?

Yulián juntó sus frentes y suspiró ruidosamente.

—En realidad quiere un heredero, pensé que eso no formaba parte de tus planes, no me justifico, pero por eso reaccioné tan mal cuando me lo pediste —Darien apretó la mandíbula, por supuesto que sabía que su padre lo haría tarde o temprano, pero aún no le había dado el mando a Yulián permanentemente.

—¿Ya está pidiendo descendencia?

— Darien, tu padre no quería hacer el negocio con los míos, se vio forzado porque estaban casi en bancarrota —explicó, Darien abrió los ojos con sorpresa, su padre siempre estuvo orgulloso del negocio y en realidad le ocultó la verdad como siempre—. Él no quiere dejar los negocios en mis manos por mucho tiempo, cree que lo arruinaré.

Darien se aferró a su ropa, no quería que su padre también utilizara a su hijo, no quería que fuese otro juguete más en sus manos.

—No dejes que me utilice más —murmuró, Yulián dejó un pequeño beso en su frente.

—No lo hará, tendré ese puesto, y tu padre ya no tendrá influencia sobre ti, mucho menos sobre nuestro cachorro —Darien mordió su labio y se aferró con más fuerza.

—¿Por qué no me lo dijiste antes?

Yulián bajó una de sus manos y le acarició el abdomen con cariño, él besó su sien.

—¿Hubieses abandonado la idea de tenerlo?

—No —admitió, Yulián sonrió.

—Entonces no era significativo. ¿Volvemos a casa?

—Sí.

Yulián condujo de vuelta a casa, sus síntomas ya no estaban, por lo que Darien se lo achacó a las mañanas, podría comprobarlo más tarde, Yulián estuvo todo el día en la cama con él acariciando su abdomen.

Para negarlo con tanta insistencia al principio Yulián sí que estaba encantado con tener ese cachorro, Yulián hizo la cena, pero no probó bocado luego de vomitar al probarlo.

El Alfa estaba realmente alucinado de verlo comer sin ningún problema, en serio había adoptado su embarazo por completo.

A pesar de eso estaba feliz, Yulián durmió con él, no sin antes hablar con el cachorro, se veía tierno susurrándole cosas bonitas a su abdomen y dejando pequeños besos.

Darien no se arrepentía de escogerlo como el padre su hijo.


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