Capítulo 5
KyungSoo había esperado tener un fin de semana agradable y libre de responsabilidades y estrés. Era el plan.
Había aceptado hacer una buena comida con BaekHyun, echarse en su sofá y ver alguna película lo suficientemente buena y entretenida mientras se alimentaban con muchos, muchísimos carbohidratos. No podía haber fallos en la idea porque era sábado, KyungSoo se había encargado de todo lo referente a su jefe, este estaría muy ocupado en la reunión con su familia y KyungSoo era técnicamente libre.
Libre de trabajo, libre de preocupaciones, libre de Kim, de Kai y de todo lo que no fuera su agradable departamento y su genial mejor amigo.
O al menos eso es lo que había pensado porque, por supuesto, por supuesto, maldita sea, Kim -o algo que tuviera que ver con él- siempre encontraba alguna forma de molestarlo y fastidiar sus planes.
Esta vez se trató de un mensaje de texto que había llegado directamente al teléfono empresarial que KyungSoo llevaba consigo todo el tiempo por si acaso.
Inicialmente no había tenido la intención de leerlo, de verdad. BaekHyun lo había mirado con un poco de juicio porque "es fin de semana, olvídate del trabajo; el idiota de tu jefe no vale la pena" y KyungSoo estuvo a punto de hacerle caso.
Pero la verdad sea dicha, se sentía curioso y nunca era bueno sentirse curioso cuando se trataba de Kim o de Kai Corp. porque eso significaba algún nuevo problema que debía resolver y no, mierda, era sábado.
Sus ojos se desviaron al teléfono y mordió su labio inferior. BaekHyun se encontraba en la sala de estar, preparando todo para su día de películas y relajación adulta, así que aprovechó que no estaba siendo víctima de su vigilancia aguda y tomó rápidamente el teléfono para ver qué sucedía.
Era SooJung.
Y no tenía buenas noticias.
Hola, asistente Do. Lamento molestarte y decirte esto justamente hoy, pero me temo que no podré acompañar a JongIn a su reunión familiar. Me ha salido algo de imprevisto que no puedo dejar de lado y por ello estoy haciendo un viaje de emergencia a Singapur. Espero que puedas pasarle el mensaje, y lo siento mucho. ¡Ten un buen fin de semana!
Uhg.
¡Uuuuuuugh!
¡No, maldita sea, no! ¿Por qué mierda lo leyó? ¡¿Por qué por qué por qué por qué por qué por qué?! Ahora tenía que resolver esto en menos de... ¡Dos horas, dos horas para que Kim pudiera ir a su reunión familiar con un nuevo acompañante y que todo saliera bien! Demonios. Mierda, mierda.
ㅡ¡Listo! ¡Ya está todo prepara...! ¿Qué demonios es esa expresión? ¡¿Viste el mensaje?! ¡Do KyungSoo!
Sí, ¡Do KyungSoo! Tonto, tonto KyungSoo.
KyungSoo hundió los hombros, exhaló pesadamente y le envió una mirada de cachorro pateado, atropellado, mojado y hambriento a BaekHyun. Este se cruzó de brazos con el ceño fruncido y sus pequeños ojos relucieron con desaprobación.
ㅡYa es muy tarde para arrepentirse; déjame hacer esto, ¿está bien? Trataré de que sea rápido.
ㅡEs tu fin de semana, KyungSoo, deberías estar descansando y relajándote, pero ahora vuelves a trabajar. ¡Déjalo! Kim no morirá porque no le limpias el culo por dos días.
ㅡLo sé, lo sé, lo sé, pero esto es un poco importante. Tú puedes entender, ¿verdad? Solo será una vez, lo prometo.
Se miraron fijamente, sin moverse y con KyungSoo haciendo su máximo intento por accionar los botones más débiles de BaekHyun; sus ojos grandes estaban llenos de súplica y un puchero que le hacía verse lamentable le llenaba los labios. Finalmente BaekHyun se rindió ante él con un gemido y un tono de voz lleno de resignación.
ㅡEstá bien, haz lo que tengas que hacer, ¡pero no tardes!
KyungSoo sonrió brillantemente y asintió, tomó el teléfono y comenzó a buscar el número de Kim.
ㅡEres el mejor. Solo espera un momento.
BaekHyun lo dejó solo mientras KyungSoo llamaba a su jefe y suspiró con alivio cuando este le respondió al tercer timbrazo.
ㅡ¿Qué sucede? ㅡfue su saludo, tan seco como grave y profundo. KyungSoo se mordió el labio inferior y sintió un extraño y repentino calor en las mejillasㅡ.
ㅡSe dice "buenos días, KyungSoo" ㅡdijo en cambio; no estaba demostrando su agitación por su voz ronca ni las emociones demasiado inapropiadas que esta le provocaba, definitivamente. Primero moriríaㅡ. Tengo malas noticias. La señorita Jung no podrá acompañarte el día de hoy; ¿a quién debo llamar para que ocupe su lugar?
Hubo un momento de silencio un poco incómodo donde solo pudo escuchar el sonido de la respiración de Kim directamente en su oído y, Dios, estaba siendo tan raro. Eso no debería ser ni remotamente caliente, ¿qué demonios?
ㅡ¿Por qué no puede? ¿Qué dijo ella?
Aliviado por escucharlo de nuevo, KyungSoo suspiró imperceptiblemente y le respondió con fingida tranquilidad:
ㅡDijo que tenía una emergencia que resolver y está viajando a Singapur ahora mismo. Deberías darle tu número para que se comunique directamente contigo, ¿sabes?
ㅡEsto es inconveniente ㅡcontestó, sin prestarle mucha atención a lo que había dicho. KyungSoo frunció el ceño y pensó que tal vez hubiera sido mejor no decirle nada y dejarlo resolviendo las cosas por su propia cuentaㅡ. Mi madre solo aprueba medianamente a SooJung, así que será un problema llevar a alguien más.
ㅡBueno, tendrás que buscar la manera de resolverlo lo más pronto posible ㅡescupió con un poco de veneno y sus ojos se dirigieron a la sala de estar, donde aguardaba BaekHyun pacientementeㅡ. Estoy en medio de algunos planes, así que si voy a ayudarte, tiene que ser ahora mismo.
ㅡ¿Qué planes?
ㅡPlanes que no te incluyen, jefe. Es fin de semana, estoy haciendo demasiado al interrumpir mi descanso por ti, así que colabora conmigo.
Kim suspiró y los dedos de KyungSoo tamborilearon sobre el granito de la barra.
ㅡNo puedo ir con nadie más que SooJung. Mis amantes no son precisamente agradables y mi madre odiará a una persona así de inmediato. Sería un desastre.
ㅡ¿Por qué no llamas a TaeMin? Él es decente.
ㅡEstá en Japón.
ㅡBueno, hombre, estás en un gran problema. Supongo que tendrás que lidiar con la humillación que resultará el cumplimiento de la amenaza de la señora Kim. No te preocupes, como tu asistente personal trataré de que el golpe no llegue tan fuerte. Así de bueno soy.
Hubo otro momento de silencio, se extendió un poco y KyungSoo había fruncido los labios. Tenía la intención de llamarlo de nuevo, pero Kim lo interrumpió en ese momento con un nuevo tono de voz lleno de seguridad y resolución.
ㅡ¿Qué tan importantes son tus planes? ¿Puedes cancelarlos?
KyungSoo sintió un golpe de incredulidad impactándolo con bastante fuerza al escuchar algo como aquello y no tardó en fruncir el ceño y llevar una de sus manos a su cintura.
ㅡAbsolutamente no. Además, ¿por qué quieres saber algo así? ¿Acaso estás pensando en llevarme contigo a la fiesta de cumpleaños de RaHee?
El silencio posterior fue una respuesta obvia. KyungSoo de verdad se sentía sorprendido de que él siquiera lo considerara. ¿Qué mierda?
ㅡEscucha, sé que es tu fin de semana, pero realmente necesito que hagas esto por mí. Eres, de lejos, la persona más agradable a mi alrededor.
KyungSoo se negó a sentir algo por eso, Dios, él no debía sentirse como un estúpido perro complacido por el reconocimiento sincero de Kim, no debía. KyungSoo no podía acceder a todo lo que Kim quería solo por unas palabras lejanamente bonitas, no era justo.
La cosa en su interior, esa que se alegraba al ver complacido a su jefe, se retorció en su estómago y KyungSoo gruñó con molestia.
ㅡSé que lo soy, pero mi vida no puede gravitar a tu alrededor; eres mi jefe, pero los fines de semana son míos para descansar. ¿Sabes lo difícil y agotador que es mi trabajo? No es justo.
BaekHyun, que había estado escuchando sus quejas a lo lejos, se había acercado a él y lo miraba con un par de ojos interrogantes. KyungSoo hizo un puchero y movió los labios para transmitir el mensaje de lo que estaba ocurriendo.
De inmediato el mayor se cruzó de brazos y negó con la cabeza.
ㅡAdemás, estos planes no solo me involucran a mí, estoy con alguien más, ¿de acuerdo? No puedo dejarlo varado.
ㅡ¿Alguien más? ¿Estás en medio de una cita o algo así?
ㅡAlgo así... de todas formas, no puedo, señor; si no me necesita para nada más, voy a colgar ahora...
ㅡVoy a pagarte por esto y te daré libre el viernes de la semana que viene. Tres días de descanso y una compensación extra en tu cuenta bancaria por dejarlo y venir conmigo.
ㅡ¡¿Qué?! Dios, espera, espera un minuto.
KyungSoo cubrió la bocina del teléfono con su pecho para silenciar el ruido de su conversación y le dijo a BaekHyun con cierta histeria:
ㅡQuiere pagarme por hacer de su acompañante en su fiesta familiar, también dijo que me daría el viernes la semana que viene. ¿Qué hago?
ㅡ¡Dile que no!
ㅡ¡No es tan fácil! ¡Él es un tonto insistente, lo sabes!
Sí, BaekHyun lo sabía. Le había contado lo suficiente acerca de su jefe como para que él tuviera un aproximado de su dominancia y su deseo porque las cosas se hicieran como él quería y cuando él quería. Era un poco complejo, una situación muy jodida para un pobre hombre como KyungSoo, y salir airoso después de negarle algo a su jefe era bastante difícil.
KyungSoo se mordió el labio inferior y BaekHyun le dijo rápidamente, una solución en la punta de la lengua:
ㅡ¡Dile que te dé diez mil dólares por tu sábado! Eso será suficiente para negarse.
BaekHyun estaba completamente loco. ¡¿Con qué cara le iba a pedir diez mil dólares -no wones- a Kim solo por unas pocas horas de su compañía?! Era una cantidad enorme, más elevada que su sueldo, y su sueldo no era malo. Como... resolvería muchas necesidades personales y podría ser capaz de comprar algunas cosas sin sentido, pero aún así el monto era ridículo.
Aunque... siendo una suma así de escandalosa era probable que su jefe dijera que no y le dejara en paz.
KyungSoo asintió finalmente, extrañamente decidido; se armó de valor y llevó el teléfono nuevamente a su oreja.
ㅡLo haré, señor, solo si deposita diez mil dólares en mi tarjeta de crédito en este instante.
ㅡHecho. Te recogeré en tu departamento en una hora.
Kim colgó y KyungSoo se quedó con el teléfono contra la oreja y un par de ojos a punto de salirse de sus cuencas.
¿Qué?
BaekHyun se apresuró hacia él cuando bajó el aparato con una expresión incrédula en el rostro y preguntó con agitación:
ㅡ¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué te dijo?!
ㅡÉl ㅡsusurró torpemente, en voz muy baja y con el ceño fuertemente fruncidoㅡ... ¡él ni siquiera parpadeó, BaekHyun! ¡Dijo que sí! ¡Vendrá a buscarme en una hora!
Su mejor amigo abrió la boca graciosamente y maldijo de una forma tan escandalosa que sus padres habrían sufrido un infarto al escucharlo decir algo como aquello.
ㅡ¡¿Pero qué...?! ¡¿Qué mierda?! ¡¿Acaso se limpia el culo con su dinero?!
ㅡ¡No lo sé, no lo sé, pero esto definitivamente está arruinado! Ahora tengo que complacerlo y desbaratar todo esto. ¿Qué rayos le pasa? ¿Por qué no solo contrató a un scort o algo así? ¡¿Qué, qué?!
ㅡNo tengo ni la más remota idea, KyungSoo. Ese tipo está jodido, muy, muy jodido. Deberías denunciarlo con RRHH.
Un suave "¡ding!" captó la atención de ambos y KyungSoo cogió su teléfono personal para ver qué era lo que había llegado. Era un mensaje del banco.
Diez mil dólares fueron depositados hace un momento.
En ese instante solo pudo pensar en una cosa:
¡Jodida mierda!
. . .
BaekHyun había terminado por aceptar que no podían hacer nada ahora que el dinero estaba en sus manos y, con resignación, dejaron a un lado su idea de un sábado agradable y cómodo.
KyungSoo se había arreglado después de eso; se deshizo de la pijama casi sintiendo dolor físico y se vistió con un pantalón negro, un suéter de cuello alto del mismo color y un reloj -justo como en un funeral. Estoy de luto por mi sábado genial y hogareño-. Peinó su cabello como de costumbre y salió en el momento justo.
Ya tenía un mensaje de Kim en su teléfono empresarial avisando que estaba esperando afuera.
Suspirando y medio arrastrando los pies, KyungSoo se encaminó hacia la entrada de su departamento, tomó las llaves, la billetera y el teléfono que le pasó BaekHyun y se calzó sus zapatos -negros- antes de incorporarse y mirarlo lastimeramente.
Baek le dio un golpecito en la frente y luego compuso una sonrisa reconfortante para él.
ㅡVamos, todo está bien. Al menos tienes un buen dinero ahora.
KyungSoo asintió lentamente y abrió la puerta. Sin salir del todo, él volvió a mirar a su amigo y se despidió con suavidad.
ㅡNos vemos más tarde. Pide algo de comida buena para la cena, yo invitaré.
ㅡPor supuesto que lo harás. Nos vemos pronto, cuida tu trasero de las garras de tu jefe.
Sus hombros cayeron, pero él salió definitivamente de su hogar y se dirigió al elevador. Tuvo esos momentos para permanecer enfurruñado, fruncir el ceño y gemir con frustración, y aunque creyó que podría deshacerse de eso cuando tuviera que salir de nuevo y enfrentar a su jefe, no lo consiguió.
Él aún parecía un gato enfadado cuando abrió la puerta del Mercedes de Kim y se metió en el interior. Se colocó el cinturón de seguridad con un solo movimiento brusco y luego se cruzó de brazos, negándose a mirar a su jefe mientras este lo observaba con intensidad.
ㅡEstás enfadado ㅡdijo con seguridad y KyungSoo bufó ruidosamenteㅡ.
ㅡPor supuesto que sí; nadie quiere interrumpir sus planes por trabajo.
ㅡBueno, fuiste tú quien aceptó mi petición. Te pagué por ello.
ㅡYa sé que me pagaste, no tienes que recordármelo. ¿Realmente me darás el viernes libre?
ㅡLo haré, ¿acaso he mentido alguna vez?
KyungSoo se encogió de hombros y bajó un poco la ventana del auto, aún negándose a verle.
Correcto, su jefe era un idiota mandón de primera, pero él no era deshonesto. Nunca mentía ni hacía promesas que no podía cumplir, y a KyungSoo le gustaba un poco ese rasgo de su -impresionante- personalidad. Él sabía que si lo había ofrecido terminaría por dárselo -como ocurrió con el dinero, mierda-, pero aún así quería tener la certeza.
Ya se sentía lo suficientemente culpable por arruinar el día junto a BaekHyun, quería poder recompensarlo luego de esto.
Kim se puso en marcha y KyungSoo se dedicó a mirar por la ventana mientras se alejaban de las calles conocidas y se sumergían en la carretera.
ㅡ¿Tu genial cita era tan importante como para hacerte enojar de esa manera? ㅡle preguntó luego de algunos segundos más llenos de un tenso silencio y KyungSoo pudo hallar un borde afilado en su tono grave. Le echó el primer vistazo del día después de eso y frunció aún más sus labios con disgustoㅡ.
Porque, mierda, él se veía increíble y no era justo que pudiera lucir tan malditamente caliente y su cuerpo se encontrara un poco receptivo cuando se supone que estaba enojado con él.
Cállate, polla estúpida y traidora, no es momento de que pienses. Deja al cerebro hacer su trabajo por una vez alrededor de este hombre.
Al final terminó por contestar con el mismo tono borde y sin corregir que, de hecho, no era una cita sino una simple actividad amistosa con su mejor amigo.
ㅡAsí es. Él era muy, muy importante y realmente quería estar con él, así que déjame enojarme todo lo que quiera.
La mandíbula definida y afilada de Kim se apretó y sus nudillos palidecieron mientras se aferraba al volante con ambas manos. ¡Yah! ¡Deja de ser tan atractivo, mierda!
ㅡEntonces solo te hubieras negado a hacerlo si tanto querías estar con él.
ㅡMe negué, ¿o ya se te ha olvidado?
Kim no se atrevió a hablar nuevamente después de eso y KyungSoo devolvió su mirada al paisaje fuera de la ventana, siguiendo su ejemplo.
Fue un viaje horrible y, para colmo, era largo desde su ubicación.
KyungSoo se sentía tenso en su asiento, y el sentimiento no disminuyó cuando comenzaron a adentrarse en la mansión del Clan Kim; en todo caso, él, a parte de enojado, se sentía nervioso e incómodo.
Nunca había estado con los Kim, no le conocían y él no los conocía a ellos, por lo tanto, que Kim lo trajera aquí era extremadamente incómodo para él. Era solo un asistente personal, ¿por qué sería el invitado elegido por Kim JongIn? No tenía sentido, no cuando él podría obtener a cualquier persona -que no tuviera planes y que quisiera ocupar su lugar- o contratar a alguien para ello -aunque técnicamente él había sido contratado-.
KyungSoo exhaló cuando aparcaron junto a otros autos lujosos, se quitó el cinturón de seguridad y salió del coche. Él no hizo el amago de moverse y, en cambio, esperó a que fuera Kim quien tomara el gran peluche de Pororo y saliera del auto para caminar detrás de él.
De esa manera se dirigieron hacia la puerta, Kim tocó el timbre con las cejas fruncidas y un rictus que no había abandonado su mandíbula en todo el viaje y no mucho después estaban viendo a una mujer regordeta vestida de forma cómoda, aunque elegante, que portaba una sonrisa brillante y encantadora.
Sus pequeño ojos cafés se iluminaron al ver a Kim y no tardó en abrir los brazos y envolverlo en un abrazo apretado con una sonrisa aun más grande -como si eso fuera posible-.
KyungSoo admiró la escena desde su posición y pudo notar el ligero parecido entre ellos. Aunque la señora Kim era obviamente más cálida que el témpano de hielo estreñido que tenía por hijo, ellos tenían los mismos ojos, el mismo cabello y los mismos labios. Fue un poco lindo: ver a alguien tan similar a Kim demostrando emociones honestas y bonitas sin ningún tipo de dificultad.
De alguna forma, KyungSoo se relajó un poco con eso.
ㅡ¡Oh! ¡Realmente viniste! Estoy tan feliz de verte, JongInnie. ¡Y este es un gran regalo!
ㅡHola, mamá. ¿Has estado bien?
KyungSoo miró a su jefe con sorpresa y se sintió aún más estupefacto cuando halló cierta suavidad en sus ojos puestos directamente en el rostro de su madre. Su voz había sido menos dura por una vez, él también parecía cuidadoso mientras la sostenía por los hombros y no estaba siendo un idiota en general. Fue increíble. Honestamente, KyungSoo estaba muy sorprendido.
ㅡSí, sí, todo muy bien, aunque estaría mejor si me visitaras más seguido.
ㅡLo sé, lo siento; intentaré venir cuando tenga tiempo libre.
La señora Kim le golpeó el brazo con una expresión conocedora.
ㅡSiempre dices eso, pero cada año que pasa te veo menos que el anterior. ¡Y ni siquiera te he pedido nietos aún! ¡Si lo hago, desaparecerás por completo! Oh, una nueva cara -y muy hermosa, por cierto-; ¡Hola! Soy Kim JiHye, ¿quién eres tú, cariño?
KyungSoo fue víctima de una sacudida en el corazón ante el mote cariñoso y no pudo evitar sentir algo apretándose en su garganta cuando la mirada dulce y amable de la señora Kim cayó sobre él.
Por supuesto, había pasado mucho tiempo desde que había sentido el calor de una madre de forma tan directa. La propia madre de BaekHyun nunca lo había aprobado mucho por su situación económica y línea familiar lamentable, entonces ella simplemente había estado tolerándolo durante todo este tiempo para no crear discusiones innecesarias con su hijo.
Tomando en cuenta todo, KyungSoo lo sintió como un soplo cálido que viajó directamente a su alma.
Sonrió suavemente, con sinceridad, y se inclinó respetuosamente ante ella.
ㅡEs un placer conocerla, señora Kim; mi nombre es Do KyungSoo, soy el asistente personal del señor Kim.
Los ojos de la señora Kim brillaron con reconocimiento y KyungSoo se enfocó en su rostro gentil para no tener que lidiar con la mirada persistente y extremadamente intensa del hombre a su lado.
ㅡ¡Oh! ¡Entonces hablé contigo ese día! Sí, sí, te recuerdo; fuiste realmente amable mientras conversábamos, además, dejaste una gran impresión en mí porque los asistentes de JongIn siempre parecen demasiado asustados. Fue refrescante.
Su sonrisa se volvió un poco más amplia al escuchar aquello y sus hombros comenzaron a relajarse, su guardia bajando lentamente.
ㅡGracias, señora Kim, es amable de su parte.
ㅡTan lindo... ahora vengan, pasen; todos están reunidos en la cocina. EunHa y JeonMin estaban a punto de comenzar a sacar la carne y demás ingredientes para hacer la parrillada. Creo que sería bueno que ayudaras a SeungJeon, él está moviendo todo al patio trasero junto a tu padre.
Kim asintió y su madre los guió hacia el interior de la mansión -enorme, reluciente, con mucho espacio y techos altísimos. KyungSoo no quería pensar en el valor de los cuadros colgados en las paredes-.
KyungSoo caminó torpemente, sintiéndose algo tímido y abrumado por todo esto -los lujos, la amplitud, la compañía-; estaba comenzado a sentirse verdaderamente incómodo por el pensamiento constante de no pertenecer aquí cuando la mano fuerte y segura de Kim rodeó su nuca y se mantuvo ahí como un ancla cómoda, conocida y segura.
KyungSoo ni siquiera pudo enojarse con él -demasiado ocupado sintiendo esto como un bálsamo para su agitación-; en cambio, permitió el toque e incluso se apoyó un poco en él a medida que se acercaban a la cocina.
Ahí había música, ruido y estruendosas carcajadas retumbando a su alrededor. Algunos niños gritaban y corrían y KyungSoo se apegó un poco más al cuerpo de Kim para tomar toda la seguridad y protección que podría obtener de él. Funcionó de alguna manera, y luego de un par de respiraciones profundas cargadas con el aroma de su loción, KyungSoo pudo respirar nuevamente.
ㅡ¡RaHee, llegó tu tío! ¡Ven a ver tu regalo!
Un momento después se escucharon algunos pasos presurosos y una niña pequeña apareció de la nada con un vestido amarillo, coletas y demasiada energía. KyungSoo tuvo que apartarse cuando ella miró a Kim con un par de ojos muy abiertos y un chillido abandonó su boca; un segundo después, ella se había arrojado a los brazos de Kim y colgaba de su cuello como un koala, y su jefe parecía muy feliz con ello.
KyungSoo lo miró mientras él la cargaba con un brazo y sostenía el gran pingüino en el otro.
No dijo nada cuando su sobrina lo llenó de besos y definitivamente estaba comenzando a aparecer una pequeña sonrisa cuando la niña exclamó:
ㅡ¡Realmente estás aquí, tío JongIn! ¡Pensé que no vendrías!
ㅡ¿Por qué no lo haría? No se cumplen tres años todo el tiempo.
ㅡ¡Son siete años, tío! ¡No seas tonto! ¡Aaah! ¡¿Me compraste un Pororo gigante?! ¡Tío, me encanta!
Kim dejó a RaHee en el suelo y le pasó el peluche; ella lo tomó y lo abrazó apretadamente contra su pecho, hundió su rostro en el material suave y rió con fascinación cuando frotó su mejilla regordeta contra él.
ㅡKyungSoo y yo trabajamos duro para encontrarlo para ti. ¿Puedes agradecerle también a él?
Los ojos curiosos de la niña se posaron sobre KyungSoo y él sonrió torpemente, sin saber qué hacer ahora que tenía su atención -además, tampoco había esperado que Kim reconociera su propio esfuerzo en la búsqueda de un regalo, pero él lo había hecho y se sentía un poco extraño-.
No fue necesario idear un gran plan al respecto; RaHee era extrovertida por naturaleza, así que ella amplió su sonrisa y lo tomó de una mano mientras la otra abrazaba con fuerza a su Pororo.
ㅡPororo-Soo, muchas gracias. Me gusta mucho.
KyungSoo sonrió cálidamente y apretó su mano pequeña y delicada con gentileza.
ㅡEstá bien, estoy feliz de que te gustara. Feliz cumpleaños, RaHee.
Las mejillas de la pequeña se sonrojaron y sus ojos brillaron como un par de reflectores mientras lo miraban. Ella susurró un bajo y tímido "gracias" y luego corrió con todas sus fuerzas hasta su habitación para guardar su regalo.
KyungSoo parpadeó con sorpresa ante el cambio de comportamiento tan repentino y miró a Kim en busca de respuestas. Él parecía un poco más relajado, con la dureza en sus facciones momentáneamente aplacada y la mandíbula ligeramente floja. Se encogió de hombros cuando atrapó su mirada y contestó con simpleza:
ㅡLe gustaste. Se vuelve tímida cuando tiene un enamoramiento.
KyungSoo volvió a parpadear y su sorpresa fue en aumento. De repente no se recordaba enojado con Kim, lo que era bastante malo, tomando en cuenta que ya tenía suficiente desventaja con sus deseos de complacerle; fue como si todo aquel enojo hubiera sido drenado de su sistema y solo su rostro guapo, sus palabras seguras y su voz grave lo fueran todo para él.
Cristo, estaba realmente jodido si ni siquiera podía mantener su enojo por más tiempo.
ㅡPero... no hice nada ㅡcontestó débilmenteㅡ.
ㅡNo era necesario que lo hicieras ㅡdijo con el mismo tono y la misma postura atractivaㅡ; te dije que te parecías a Pororo. Que tengas una sonrisa bonita le dio un plus a tu imagen... es comprensible que le gustaras.
Sus mejillas se sintieron calientes y su boca se abrió graciosamente. ¿Él había...?
ㅡ¿Crees que tengo una sonrisa bonita? ㅡpreguntó con incredulidad, un poco agitado, un poco tímido y nervioso y en general expectanteㅡ.
Kim continuó mirándolo para entonces y eso no estaba ayudando ni un poco a aplacar su emoción. KyungSoo tragó pesadamente mientras el tiempo seguía su curso y Kim mantenía sus ojos fijos sobre los suyos.
ㅡTu apariencia en general no me parece desagradable ㅡfue su respuesta, y realmente fue una fortuna que una mujer de mediana edad apareciera en escena porque KyungSoo no estaba seguro de lo que debería decir o pensar en ese momentoㅡ.
ㅡ¡JongIn! ¡Qué bueno que llegaste! ¿Puedes ayudar a SeungJeon? Está teniendo dificultades para llevar cosas pesadas debido a su columna y papá está mirándolo de nuevo. Temo que se desmaye de un momento a otro por los nervios. Ah, ¿invitado nuevo?
Kim inició las presentaciones correspondientes y de esa manera KyungSoo fue rodeado rápidamente por las hermanas Kim. EunHa y JeonMin eran agradables, entusiastas y un par de soles cálidos como su madre. Fueron amables con KyungSoo y lo envolvieron de inmediato en su calidez.
Era imposible no sentirse cómodo. KyungSoo ni siquiera extrañó a su jefe cuando este lo dejó solo con ellas.
ㅡ¿Cómo haces para soportar a JongIn? Es mi hermano pero solo nosotros y Dios sabe que él es un grano en el trasero. Nada le gusta, todo le parece feo y complacerlo es tan complicado.
KyungSoo sonrió y se lavó las manos para brindarles una ayuda extra con la comida. Al menos cocinar seguía en pie -y KyungSoo prefería hacer esto a convivir con los padres y demás invitados de los Kim-.
ㅡNo es la primera persona difícil con la que he tratado en mi vida. Además, soy muy obstinado como para intimidarme y acobardarme por unos cuantos gruñidos y miradas frías... también descubrí que él solo es un perro grande que le gusta ladrar, y si lo sabes manejar, no te morderá.
ㅡSí, eso suena mucho como a mi hermano ㅡdijo JeonMin con diversión y KyungSoo tomó un cuchillo para comenzar a cortar los trozos de carne con notable experienciaㅡ. Esta es la primera vez que trae a uno de sus empleados a una reunión familiar y al principio me sentí algo sorprendida, pero mientras más hablamos contigo más me doy cuenta de por qué le gustas.
KyungSoo vaciló en su corte y la miró con confusión, nuevamente su rostro ardiendo; en el otro lado de la cocina, EunHa rió.
ㅡ¡¿Qué?!
ㅡOh, vamos, JeonMin, no lo asustes ㅡintervino la mayor con un aire divertido en su expresión gentil y luego miró a KyungSoo con dulzura. Nuevamente él se sintió un poco extrañoㅡ. A ella le gusta decir cosas así, no le des importancia, KyungSoo.
JeonMin se encogió de hombros tranquilamente y cortó algunas rebanadas de tomate.
ㅡDije lo que quería decir. Aunque JongIn sea un idiota de gran tamaño, podemos saber fácilmente cuando alguien le gusta. No tiene por qué ser atracción, también me refiero a cuando una persona le agrada. Tú le agradas, se ve cómodo contigo, y eso es algo que nadie puede negar (ni siquiera él).
ㅡBueno, en eso tienes razón. Si KyungSoo no le gustara, él ni siquiera habría considerado traerlo hoy... felicidades, estás formando parte del círculo social de Kim JongIn.
Las hermanas rieron un poco, con complicidad, y KyungSoo solo pudo sentirse algo ausente mientras continuaba con su trabajo.
Ellas tenían un punto; no habría conseguido su trabajo ni permanecido en él -a pesar de su poco respeto por su jefe- si no le gustara un poco, si no lo considerara capaz o decente. Era lógico, nadie metería a un empleado a su casa, a su intimidad y privacidad si no le agradaba, no le darías trabajo a una persona que no te había gustado, pero aún así se sentía un poco malo del estómago al pensar en ello.
KyungSoo sentía retortijones y un aceleramiento incómodo en el corazón.
La sensación perduró incluso después de haber terminado de condimentar la carne y ayudar a preparar la ensalada, y de alguna forma se las arregló para empeorar cuando Kim llegó, dispuesto a llevar todo al patio trasero para comenzar a cocinar la carne en la parrilla.
Sus ojos se habían encontrado en ese momento, mientras KyungSoo le pasaba la bandeja llena, y KyungSoo tuvo que morderse el labio inferior y carraspear ruidosamente para que él dejara de mirarlo y se fuera de una vez. Las risitas de las hermanas Kim no hicieron nada para cambiar sus emociones conflictivas.
Así, sin nada que hacer y con los comestibles dispuestos en las mesas ya armadas, los tres salieron de la cocina y se dirigieron al patio, donde estaban todos reunidos.
KyungSoo tuvo que detenerse por un momento para inhalar profundamente. Había mucha gente de aspecto adinerado, muchos niños jugando y muchas risas. El clan Kim era naturalmente ruidoso e imponente para él; parecían llevar la atención del mundo entero a hacia ellos y, queriendo o no, reducían a las personas como él -pobres, sin familia, sin nada que puedan considerar suyo- a una pequeña partícula de polvo en sus zapatos; los dejaban en una situación complicada.
KyungSoo tragó con incomodidad mientras seguía a las hermanas Kim y buscó a su jefe en medio de la multitud. Fue una fortuna que Kim JongIn fuera tan alto, porque podía destacar entre todos de una forma muy fácil y natural. KyungSoo fue hasta él con el corazón agitado e ignorando el sabor amargo en su garganta y sonrió torpemente a los hombres que le hacían compañía.
Entre ellos estaba un hombre de piel extremadamente pálida, cabello negro un poco largo y bien peinado y ojos amables y pequeños. A su lado, y como dos montañas poderosas e impenetrables, se encontraba su jefe junto a su padre.
Eran dos hombres inigualables y aterradoramente imponentes, enormes, de expresiones inescrutables y rígida mandíbula.
El señor Kim, a pesar de su edad, se conservaba en buena forma. Era tan musculoso como Kim y su cabello ligeramente canoso era increíblemente atractivo, incluso caliente. Gracias a esto KyungSoo podía hacerse una idea de cómo envejecería Kim, y la imagen mental fue nada más que ardiente.
ㅡPadre, cuñado, este es Do KyungSoo, mi invitado. KyungSoo, mi padre, Kim JongSu y mi cuñado, Park SeungJeon.
KyungSoo se inclinó ante ambos de forma perfecta y respetuosa y les brindó una sonrisa profesional mientras era estudiado con curiosidad -y dureza, era difícil no notarla viniendo de alguien tan parecido a Kim-. Juntó sus manos frente a su cuerpo y escondió su inquietud al momento de saludar.
ㅡHola, es un placer conocerlos a ambos.
ㅡVeo que dejaste a tu accesorio de rutina en casa; nunca vi a este. ¿Tu nuevo amante?
SeungJeon sonrió torpemente y miró a KyungSoo con disculpas no dichas; él le sonrió de regreso y le dio una seña tranquilizadora.
Si podía tratar con Kim, también podría hacerlo con su padre.
ㅡDe hecho, él es ㅡKim comenzó, pero KyungSoo terminó por interrumpirlo y se enfrentó directamente al mayorㅡ...
ㅡSoy su asistente personal, señor, no somos amantes ni nada remotamente cercano. Solo lo acompañé porque su hijo me pagó por esto.
Los ojos del señor Kim brillaron de una forma extraña y sospechosa y KyungSoo se preguntó si lo había enojado; él le echó un vistazo a Kim, pero su jefe simplemente había tomado su lata de cerveza y se encontraba bebiendo un sorbo con una mirada esquiva y los nudillos apretados.
¿Qué está mal con él?
ㅡEntonces estás trabajando.
ㅡSí, señor, lo estoy haciendo.
ㅡYa veo. ¿Qué edad tienes, Do? ¿Ya cumpliste con tu servicio militar?
KyungSoo recordó cuando NaYeon le dijo que este hombre había sido un gran militar durante su juventud, y él podía encontrar algunos rasgos de su antigua profesión en su postura perfecta, ojos calculadores y tono exigente. Él quería parecer amable, pero si uno lo miraba directamente encontraría un mar lleno de imponencia y vigor dominante y masculino.
Era natural que SeungJeon se sintiera intimidado y se viera patéticamente reducido frente a su suegro, KyungSoo incluso podía imaginar que él se sentía indigno junto a él.
KyungSoo alzó la barbilla y miró al señor Kim directamente a los ojos, enfrentándolo sin ninguna duda mientras respondía con honestidad.
ㅡTengo veinticinco años y no, aún no he servido en el ejército. Iré dentro de uno o dos años, cuando consiga algo de experiencia en Kai Corporation.
ㅡ¿Servirás como soldado activo?
KyungSoo negó tranquilamente.
ㅡNo creo que sea posible debido a mi problema de visión, aunque es probable que sirva como cocinero durante mi servicio.
La mirada del señor Kim pareció vagamente interesada y un dedo acarició su barbilla pensativamente.
ㅡEs un trabajo complejo cocinar para tantos soldados... si lo consigues serás una parte fundamental para el bienestar y la fuerza de los demás.
ㅡLo sé, señor.
ㅡEsperemos que lo logres entonces y no seas víctima del vergonzosamente largo, inútil y molesto servicio social.
KyungSoo notó fácilmente como SeungJeon bajaba la mirada con cierta vergüenza y sintió los ojos de Kim fijos en su rostro; no lo miró y, en cambio, se enfocó nuevamente en el señor Kim.
ㅡSer parte del servicio social no es una molestia ni tiene menor valor que ser parte de la armada; aún estás sirviéndole al país y pausas tu vida por más tiempo que un soldado activo para poder cumplir con el deber ㅡdijo con seguridad, la espalda recta y los hombros firmes. La oscuridad en la mirada del señor Kim se acentuóㅡ. Además, nadie quiere arruinar su salud y el ejército no necesita a un hombre que presenta alguna discapacidad; si el servicio social es la vía más segura, entonces la tomaré orgullosamente. No tiene por qué hacerme sentir avergonzado cuando mi papel como hombre surcoreano será trabajado de la misma manera que el resto.
SeungJeon no dijo nada, pero KyungSoo pudo ver cómo sus hombros se relajaban un poco y una pequeña sonrisa discreta florecía en sus labios.
Fue algo bueno y él realmente se sintió mucho mejor ahora que lo había ayudado.
KyungSoo odiaba las humillaciones y las burlas haciéndose pasar por comentarios pasivo agresivos. Sufrió muchas de ellas de la mano de su padre, así que ser cómplice de eso o presenciarlo en silencio era algo que no podía tolerar.
Nadie me salvó en ese tiempo; yo realmente hubiera querido encontrar una voz y un apoyo para poder enfrentarlo cuando me sentía como un cobarde, alguien que me dijera que no era un idiota o un inútil como mi padre solía decir... supongo que SeungJeon también necesitaba a alguien así, y estoy feliz de ser la voz que puede hablar por él.
ㅡ¿Estás tratando de sermonearme? ㅡle dijo con cierto filo en su voz y KyungSoo sonrió ligeramente, la curva llegando exitosamente a las esquinas de sus ojosㅡ.
ㅡEstoy mostrándole un punto, señor. A mi parecer tiene un gran sentido y es muy asertivo; incluso me atrevería a decir que el que piense lo contrario es verdaderamente un idiota.
Escuchó un bufido y KyungSoo supo de inmediato que se trataba de Kim, que se hallaba lo suficientemente divertido por todo aquello. Sonreía tras su lata de cerveza y parecía complacido por alguna razón inexplicable. KyungSoo lo miró por un momento más, sintiéndose cálido por dentro, y volvió su atención al rostro del señor Kim.
Fue un poco extraño verle sonreír con diversión, mostrando sus dientes perlados y las arrugas en las esquinas de sus ojos, y aunque KyungSoo y SeungJeon se sintieron desconcertados, no dijeron nada al respecto -KyungSoo también se negó a demostrar su sorpresa, aunque claramente fue una lucha difícil de ganar-.
El señor Kim llevó su cerveza a sus labios y le dio un gran sorbo, luego extendió su enorme brazo y le dio un par de palmadas en el hombro. KyungSoo se había sacudido por la fuerza de ese hombre y sus rodillas se doblaron ligeramente con la llegada de cada nuevo impacto.
ㅡ¡Tú sí que tienes agallas, chico! Mierda, de hecho tienes un par de bolas ahí abajo. Nadie se había atrevido a llegar a mi casa e insultarme en mi cara... ¿de dónde lo sacaste, JongIn? ¿Te ha llamado idiota alguna vez?
Kim se encogió de hombros con simpleza y le envió una mirada un poco suave, sin la tensión que le caracterizaba.
ㅡMás de lo que cualquiera podría tolerar ㅡdijo con tranquilidad, como si estuviera perfectamente bien con eso, y el señor Kim tarareó y finalmente retiró mano de su hombro sensible y adoloridoㅡ.
ㅡPuedo entender por qué lo dejaste tanto tiempo en la oficina. Asegúrate de traerlo más seguido.
KyungSoo se sintió tan sorprendido como incrédulo al escuchar aquello y Kim no fue de gran ayuda para hacerle cambiar de opinión -de hecho, él no había hecho absolutamente nada y simplemente se quedó ahí, como una estatua que solo presenciaba lo que estaba ocurriendo a su alrededor sin ningún tipo de intervención-. Por ello KyungSoo lo consideraba un gran idiota.
En enormes y pesados compromisos se estaba metiendo por culpa de su gran boca.
Afortunadamente EunHa había llegado y lo había arrastrado con ella hacia la mesa donde reposaba la carne. Se suponía que los hombres se encargarían de eso -SeungJeon, el señor Kim y Kim-, pero como ellos estaban empeñados en beber y juguetear con los niños, las chicas decidieron tomar el control de la situación y tomaron a KyungSoo como rehén.
No fue algo malo. Él se sentía un poco más cómodo con ellas y le encantaba cocinar, por lo tanto, fue suficiente para mantenerlo distraído y ajeno a lo que sucedía a su alrededor.
Ajeno a las miradas persistentes de Kim y la sonrisa suave enviada única y exclusivamente a él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro