Capítulo 1
Si algo caracterizaba a KyungSoo era su jodida persistencia y su determinación del diablo.
Había comenzado a desarrollarlas cuando era joven y su padre -alcohólico y con tendencias violentas- le dijo que no sería nadie en la vida. Que no era precisamente listo y que buscara alguna mierda de trabajo porque ninguna universidad lo aceptaría por su mediocridad.
Obviamente KyungSoo le dio una patada en el culo. Consiguió un trabajo de medio tiempo para evitar escuchar sus quejas y se esforzó el doble en la secundaria. Estudió día y noche, trabajó más que nadie en su curso y se mantuvo en el primer lugar de la clase por años.
Estuvo en el cuadro de honor y, al realizar el examen de ingreso a la universidad, fue aceptado no solo por la Universidad Nacional de Seúl, sino también por unas cuantas universidades más que estaban dispuestas a recibirlo con los brazos abiertos. Por supuesto, él eligió la mejor.
Obtuvo una beca que supo aprovechar al máximo y se fue de casa después de darle a su padre una copia de la carta de aceptación de la universidad.
Y a partir de entonces había vivido con BaekHyun, su mejor amigo. Estudiaron carreras diferentes, así que no estaban viéndose todo el tiempo; de todas formas, la compañía conocida fue reconfortante cuando solo eran ellos dos.
Se graduó después de algunos años de esfuerzo constante y trabajos mediocres que a duras penas pagaban las cuentas y, nuevamente, KyungSoo se mantuvo en la cima con un promedio impecable. Era un prospecto prometedor que comenzaba a llamar al éxito por su propia cuenta -para alguien que no tenía tantos recursos ni provenía de una familia de renombre, eso era bastante impresionante-.
Pero tal vez debió pensar que no todo sería tan fácil. Por supuesto, era talentoso, pero no tenía contactos y era difícil conseguir un buen puesto de trabajo en esas circunstancias.
La realidad laboral después de graduarse lo golpeó con fuerza.
Maldita sea.
Así pues, cinco meses más tarde, KyungSoo aún se encontraba barriendo los pisos de la misma tienda veinticuatro horas que lo había acogido desde sus días de estudiante universitario.
Llegó a casa cuando BaekHyun estaba sirviendo la cena y se desplomó en su lugar con cansancio. BaekHyun le echó un vistazo de reojo y una pequeña sonrisa divertida se coló en sus labios.
ㅡ¿Harto?
ㅡTanto que tengo hambre. ¿El trabajo?
ㅡTan jodido como siempre. Park no es precisamente amable con los nuevos. ¿Los currículums?
ㅡEntregados. Aún no llaman.
ㅡQué mierda.
ㅡSí, gran mierda.
BaekHyun llenó su tazón con una buena cantidad de arroz y verduras, los frijoles a un lado y una tetera llena con té verde. Se sentó junto a él y comenzaron a comer en silencio.
KyungSoo no pensó demasiado mientras se alimentaba. Simplemente se hizo una nota mental de reabastercerse con el kimchi del supermercado, que podría comprar una bolsa de café colombiano porque el que había comprado BaekHyun sabía a tierra y que se acostaría todo el día en su día libre.
Sintiéndose bien con este último pensamiento, y permitiendo que la pereza lo llenara ligeramente, sus hombros se aflojaron y pudo disfrutar realmente de la comida -a pesar de haber sido cocinada por BaekHyun, lo que decía mucho-. Fue por eso: por la calma y la satisfacción de tener una comida agradable después de un día agotador, que no se inmutó demasiado cuando BaekHyun lo llamó repentinamente, aún sabiendo que él odiaba ser interrumpido mientras comía.
ㅡOye, durante la hora del almuerzo escuché que Kim JongIn había despedido a su nuevo AP y que la vacante aún está libre. ¿Qué te parece si lo intentas, hum?
KyungSoo parpadeó lánguidamente y masticó su bocado de arroz.
Kim JongIn, el multimillonario CEO de Kai Corporation, una importante empresa dedicada al área tecnológica, era, según susurros y chismes en el área empresarial, un jodido dolor de cabeza. El hombre tenía la fama de ser cruel y despiadado, dominante y mandón. Le gustaba que todo se hiciera como él quería, en un tiempo reducido y sin ningún tipo de quejas.
Era como una gran masa imponente y poderosa que nadie soportaba. Indomable en el mejor de los casos, descorazonado y un completo imbécil en el peor.
Por lo que había escuchado de Baek, el jodido lunático había despedido a cinco AP en un lapso de tiempo de dos meses porque le parecieron incompetentes -incluso era de conocimiento público que el último que lo había intentado terminó llorando bajo la presencia de Kim-.
Él los rompía, los masticaba y los escupía; no era una sorpresa que nadie quisiera el puesto y que ahora se encontrara más que libre para cualquier pobre diablo con ganas de sufrir un colapso emocional.
KyungSoo tragó y finalmente lo miró con la misma tranquilidad que había estado sintiendo desde hace algunos momentos.
ㅡ¿Quieres que pierda mi estabilidad mental?
ㅡNop, quiero que consigas un trabajo que pueda ayudarte a surgir, KyungSoo. No te mataste durante años en la universidad para ordenar anaqueles y trapear pisos. Creo que esta es una buena oportunidad para ti.
KyungSoo enfocó su mirada en los ojos cafés de su mejor amigo y halló fácilmente su sinceridad y la emoción que el tema le provocaba.
A diferencia de KyungSoo, BaekHyun provenía de una familia acomodada y unida. Si bien no tenían el nivel de riqueza de Park ChanYeol o de Kim JongIn, los Byun aún estaban lo suficientemente cómodos como para poder conseguir un trabajo para BaekHyun en la empresa de Park. Usaron algunos contactos, por supuesto, y luego de un par de recomendaciones provenientes de algunos apellidos confiables, su amigo se convirtió en uno de los nuevos pasantes de la famosa compañía que se desempeñaba en el área de arquitectura.
Al principio BaekHyun había querido ayudarlo con sus hilos familiares, pero KyungSoo no lo había permitido. Entonces, luego de una larga y tensa discusión acalorada, ellos llegaron al acuerdo de que BaekHyun no intervendría -a pesar de sus buenas intensiones- y que le dejaría hacer las cosas por su propia cuenta siempre y cuando él lo mantuviera al tanto de algunas vacantes que KyungSoo podría tomar.
Así que aquí estaban.
ㅡKim JongIn es un cabrón, Baek.
ㅡLo sé, pero tú también eres un dolor en el culo cuando te lo propones, KyungSoo. Nunca conocí a alguien más terco y persistente... además, si realmente consigues este trabajo y logras mantenerte con el culo estrecho de Kim por un tiempo aceptable, tú podrías tener una buena carta de recomendación a tu disposición. Piénsalo. Creo que es una gran oportunidad.
Y KyungSoo se odió un poco, porque él realmente lo estaba pensando.
Era una locura, porque Kim JongIn era un terrible hombre de las cavernas sin sentimientos ni consideración y KyungSoo tenía un temperamento bastante particular -por no decir que no sabía un carajo sobre cómo ser un AP de la talla de ese hombre-, pero, mierda, BaekHyun tenía un punto.
Si existía alguien con la capacidad de soportar a Kim, lo que se resumía a grandes cargas de trabajo, presión y estrés, entonces era una pieza confiable que se podía mantener en una empresa. Y KyungSoo quería ser esa pieza.
Él realmente no se había jodido tanto para terminar con un título enmarcado en la pared y ya; él quería trabajar en un buen lugar después de todo lo que había aprendido y todo lo que se había esforzado. Quería dejar de soportar la mierda en esa pequeña tienda de veinticuatro horas y encontrar el verdadero éxito.
Si pude demostrarle un punto a mi padre, si pude salir de sus garras y hacer lo que hice por mi propia cuenta, ¿cómo no voy a poder con un imbécil arrogante forrado en dinero?
BaekHyun pareció encontrar su hilo de pensamientos, porque una nueva sonrisa apareció en sus labios y su mano se encontró envolviendo la suya con firmeza.
ㅡVe mañana. Prepárate, haz un jodido guion si es necesario, pero no dejes de ir, KyungSoo. Este puede ser tu momento.
Bueno, no tenía nada que perder, ¿verdad? Si Kim lo rechazaba simplemente podría volver a su trabajo e insistir en otros lugares con más fuerza. No es como si estuviera dejando ir algo, solo estaba intentándolo como venía haciéndolo desde hace cinco meses.
Finalmente KyungSoo asintió y la sonrisa de BaekHyun se amplió.
A partir de entonces, la cena pareció mucho más entusiasmada. KyungSoo aún podía sentir cómo su corazón latía rápidamente en su pecho después de acostarse en la cama un poco más tarde.
Era la expectativa.
Y ella no desapareció.
. . .
BaekHyun le había preparado un traje.
Realmente le quedaba bien y KyungSoo tuvo que agradecerle numerosas veces; era un alivio que él y BaekHyun tuvieran una fisionomía parecida porque no podría mostrarse tan pulcro sin su ayuda.
Se peinó el pelo cuidadosamente y tomó la carpeta con sus documentos de forma presurosa. BaekHyun le daría un aventón hasta Kai Corp., y para ello ambos se habían levantado mucho más temprano de lo usual. Su horario en la tienda iniciaba a las tres de la tarde, así que podía ir tranquilamente a la entrevista antes de dejarse caer por ahí, pero el turno de BaekHyun comenzaba dentro de una hora, por lo que tenían que apresurarse.
Se echó un último vistazo en el espejo y una vez encontró todo en orden salió de su habitación y se reunió con su mejor amigo en la cocina.
Baek también estaba listo, enfundado en su propio traje gris y su cabello rubio brillante bien acomodado hacia atrás. Él estaba en el proceso de tomar un par de bolsas con el desayuno, el almuerzo y las llaves del auto cuando finalmente fue consciente de sí mismo y una gran sonrisa llenó su rostro hermoso.
ㅡ¡Vaya! ¡Estás impresionante! ¿Te estás casando o vas a buscar trabajo?
ㅡCreo que estoy buscando comprometerme con el Diablo ㅡdijo con buen humor y BaekHyun rió mientras tomaba todo lo anterior y se acercaba a él de inmediatoㅡ.
ㅡEn serio, estás muy guapo; ya que la apariencia importa tanto en este país de mierda, tú estás cumpliendo con una gran parte del trato. Ellos deberían sentirse satisfechos.
KyungSoo se acercó a la puerta, siendo seguido de cerca por BaekHyun, y no tardaron en ponerse sus mejores zapatos y apagar las luces del departamento antes de salir.
ㅡSon muchos halagos a una hora tan temprana; ¿qué pasa? ¿Te gusto?
ㅡ¡Por supuesto! ¿Has visto ese trasero, hijo de puta?
KyungSoo rió con diversión y se metieron en el elevador con el entusiasmo burbujeando entre ellos.
ㅡNo seas asqueroso. Y la imagen no lo es todo.
ㅡNo, pero tú estás muy bien dotado; por otro lado, no solo eres guapo, también eres listo; ese puesto definitivamente es tuyo, Kyunggie.
KyungSoo no quiere admitirlo, pero está comenzando a sentirse muy bien después de escuchar las tonterías de BaekHyun -piensa que probablemente ese era su plan desde el inicio-. Había una nueva confianza naciendo en su interior y de repente él realmente estaba creyendo que podía conseguirlo. Porque, demonios, ¿por qué no lo haría? Había manejado situaciones estresantes y muy difíciles antes, así que si pudo patear el culo gordo de su padre inútil, él podría patear el culo de ese tipo arrogante.
Le demostraría a todos que un tipo de bajos recursos podía llegar lejos sin ningún tipo de contactos o ayuda externa. Él iba a hacerlo. Tenía que hacerlo, de lo contario dejaría de llamarse Do KyungSoo.
El viaje en auto fue igualmente entusiasta. BaekHyun tenía el suficiente humor como para cantar todas las canciones de grupos de idols que sonaban en la radio -era una fortuna que él tuviera una voz increíble, porque de lo contrario KyungSoo estaría atrapado en medio de muchos alaridos y agudos incómodos-, lo que, bueno, ayudó al aumento del estado de ánimo y su propia moralidad.
KyungSoo incluso lo acompañó algunas veces con canciones que reconocía de pasada, al menos hasta que se escuchó Tempo y no pudo reprimirse lo suficiente como para no cantarla por completo.
BaekHyun le lanzó una mirada conocedora y dijo mientras tamborileaba sus dedos sobre el volante:
ㅡVayamos al próximo concierto de OXE; ha pasado un tiempo desde que fuimos verdaderos fanáticos abnegados.
KyungSoo asintió de inmediato.
Si había algo que había afianzado su amistad con BaekHyun era su amor y admiración por OXE. Fueron fanboys del grupo desde el debut y habían ido juntos a un par de conciertos hace algunos años; ahora, mucho tiempo después, el sentimiento se mantenía y la ilusión era la misma, por lo tanto, él no estaba diciéndole no a la posiblidad de asistir a otro concierto.
ㅡEspero que organicen uno pronto, justo después de obtener el trabajo.
ㅡIncluso si no lo obtienes -lo que sería verdaderamente ridículo- yo pagaría tu boleto sin dudarlo. ¡Ha pasado mucho tiempo! ¡Mi pobre eribong se está empolvado! Y deseo tanto ver a mi precioso Loey... rayos, definitivamente hay que ir. ¡Empresa de mierda, dame un maldito concierto pronto!
KyungSoo rió con diversión y miró el camino a través de la ventana.
Kai Corp. se encontraba en el centro de Seúl. No estaba ubicada muy lejos del edificio de Baek, así que no había un desvío muy grande que su amigo tendría que hacer para ir al trabajo.
BaekHyun se detuvo finalmente frente al edificio totalmente impresionante ante ellos y lo miró con una sonrisa suave, su expresión ligera y un par de ojos brillantes. Era muy diferente al Baek burlón y juguetón de antes, pero no lo sorprendió demasiado; él se adaptaba completamente a la situación.
Justo como un camaleón.
ㅡDe acuerdo, estamos aquí. ¿Tienes todas tus cosas? ¿Teléfono, llaves, dinero?
KyungSoo asintió de inmediato y BaekHyun le pasó una de las bolsas con comida.
ㅡTen, come cuando salgas de la entrevista, ¿de acuerdo? Y no dudes en enviarme un mensaje.
ㅡNo lo haré, papá. No te preocupes, no es la primera entrevista a la que asisto.
ㅡEstá bien.
Compartieron una mirada significativa y luego de algunos segundos de silencio, BaekHyun volvió a sonreír y le dio un golpecito en el centro de la frente.
ㅡMuestra seguridad, ¿está bien? Y definitivamente no te dejes intimidar por ese imbécil Kim. Eres mucho mejor que un chihuahua nervioso y llorón.
KyungSoo bufó, pero volvió a asentir con cariño.
ㅡLo haré, te lo prometo. Pondré a ese sujeto en su lugar y esta vez conseguiré el puesto.
ㅡEso es lo que quería escuchar. Ahora abajo o llegaremos tarde.
KyungSoo le sacó la lengua, pero se deshizo del cinturón de seguridad, tomó sus cosas y se bajó del coche. Luego de cerrar la puerta se asomó por la ventanilla y le dio una gran sonrisa brillante.
ㅡTe escribiré; conduce con cuidado, ¿está bien?
ㅡSíp, no te preocupes. Buena suerte.
KyungSoo le guiñó un ojo con torpeza y BaekHyun rió burlonamente antes de pisar el acelerador e incorporarse a la carretera.
Luego de un par de minutos de concentración y ánimos mentales en el mismo lugar donde BaekHyun lo había dejado, KyungSoo tomó una larga inhalación y se volvió hacia el edificio imponente con renovada seguridad.
Bien, estaba haciendo esto y no había vuelta atrás.
KyungSoo iba a esforzarse por hacer las cosas bien, él haría esa jodida entrevista, mostraría una postura brillante y finalmente se iría a trabajar con la seguridad de que sería llamado para tomar el puesto.
Que así sea.
KyungSoo se movió y traspasó las pulidas puertas del edificio.
.
Aunque trabajar para Kim JongIn era igual a trabajar para el Diablo, la sala de espera estaba bastante llena de aspirantes. KyungSoo los miró a todos.
Algunos eran jóvenes, algunos eran mayores, unos parecían determinados, otros un poco asustados; había hombres muy guapos, también... ciertamente opciones era lo que más tenía. KyungSoo se negó a echarse un vistazo a sí mismo.
Luego de seis entrevistas aterradoramente cortas y seis aspirantes saliendo de la oficina del gran jefe con los rostros pálidos y miradas inciertas, fue el turno de KyungSoo de enfrentarse al Señor de las Tinieblas.
Exhaló pesadamente, tomó su carpeta y su bolsa con el desayuno y se acercó a la secretaria que aguardaba con una sonrisa pesada y un poco tensa en los bordes. KyungSoo asintió amablemente para ella y preguntó en voz baja:
-Hola, lo siento mucho ¿pero podría dejar mi desayuno en tus manos mientras lucho por mi integridad allá adentro? A juzgar por los rumores, no creo que el gran jefe se alegre de verlo mientras estoy dentro.
La chica parpadeó y su falsa sonrisa fue reemplazada por una completamente honesta que llegó a sus ojos con suave diversión. Ella asintió y tomó la bolsa con ambas manos.
ㅡLo tendré por ti hasta que salgas. Buena suerte, señor Do.
ㅡMuchas gracias.
Ella cerró la puerta después de que hubo entrado en la oficina y KyungSoo se obligó a mantener una expresión neutra cuando notó que la habitación era mucho más grande que la sala de estar de su departamento. Seúl, además, parecía una cosa pequeña y sin gracia a través de los ventanales pulidos tras el escritorio.
Y hablando de escritorios, sus ojos cayeron de inmediato en el segundo hombre en la oficina.
Kim-jodido-JongIn.
Era fácilmente el hombre más caliente que KyungSoo había visto en su vida, y KyungSoo había visto hombres realmente calientes.
Tenía un par de ojos oscuros llenos de frialdad e indiferencia, un cabello castaño perfectamente peinado y unos labios pronunciados absolutamente besables. Eran labios que cualquier hombre querría ver en su pene en medio de una gran mamada; ciertamente KyungSoo fantaseó un poco con ellos.
Continuando el recorrido, KyungSoo halló una mandíbula fuerte y afilada, un cuello grueso y bonito y un par de hombros amplios sobre un pecho obviamente trabajado. Era injusto lo bien que se veía; y también era injusto que tuviera un aura de cavernícola dominante tan fuerte que incluso un hombre como él pudo sentirlo sin siquiera cruzar una mirada.
KyungSoo se acercó y tomó asiento en la silla disponible, colocó la carpeta sobre el escritorio y le dio una mirada plana a Kim.
Este ni siquiera se movió en su lugar. Leyó y firmó algunos documentos esparcidos en su escritorio y se dedicó a ignorarlo por completo.
Es un idiota.
KyungSoo apretó sus rodillas, entrecerró ligeramente los ojos y al ver que las cosas no se tornaban en absoluto diferentes y el tiempo no dejaba de pasar, decidió que tomaría la palabra sin ningún tipo de invitación.
ㅡAunque mis profesores me aseguraron que era bastante talentoso en la universidad, realmente nunca fui bueno comunicándome a través de telepatía. Señor ㅡsoltó el "señor" como una ocurrencia tardía y Kim alzó brevemente la mirada, sin demostrar ningún cambio en su expresión mientras lo estudiaba profundamenteㅡ.
KyungSoo sintió un tirón en su estómago y una cosa incómoda nació en su interior con la mirada de Kim recorriéndolo de tal manera que incluso pensó que él poseía la habilidad de leer el alma de las personas. La suya en esta ocasión especial.
Era una locura, ¿por qué una persona podía mirar de esa manera? ¿Por qué una persona miraría de esa manera? KyungSoo no quería, pero realmente podría haberse sentido un poco incómodo e inquieto.
Luchó para no demostrarlo.
ㅡMe temo que tampoco domino el arte, sin embargo, tienes una boca perfectamente funcional. ¿No eres tú el interesado en este puesto? Te quedan cinco minutos.
Correcto.
Un jodido imbécil.
KyungSoo correspondió su mirada directa con obstinación y se encontró a sí mismo empujando las palabras fuera de su boca.
ㅡSoy Do KyungSoo, tengo veinticinco años y poseo un título como contador en la Universidad Nacional de Seúl. No tengo experiencia como AP.
ㅡSi no tienes experiencia, ¿qué haces aquí?
ㅡDeseo el trabajo. Aparentemente nadie quiere recién graduados en sus compañías sin importar lo listos que son ㅡKyungSoo se encogió de hombrosㅡ. Mi intención es quedarme el tiempo suficiente para obtener una buena carta de recomendación y buscar empleos en el área de contabilidad.
ㅡ¿Y qué te hace pensar que tendrás el empleo?
KyungSoo parpadeó, tratando de no demostrar los sentimientos conflictivos corriendo en su interior, y dijo con seguridad:
ㅡNo me has echado todavía y he podido lidiar con grandes idiotas... supongo que te has dado cuenta de eso. Señor.
Un músculo saltó a la vista en su mandíbula cuando Kim la apretó con fuerza y KyungSoo sintió un ramalazo de satisfacción.
De acuerdo, no debería estar comportándose de esa manera si quería darle una buena impresión de sí mismo, pero por el infierno, Kim no estaba tratando de ser ni remotamente amable. Incluso si no consiguiera el trabajo, él quería asegurarse de que el tipo no creyera que KyungSoo también estaba lamiendo sus mocasines.
No lamió los pies de su padre cuando era su único familiar con vida, no lo hizo con los profesores que fueron una completa mierda, definitivamente no lamería los de este imbécil.
No dijeron nada más mientras se miraban fijamente a los ojos, negándose a rendirse en este tonto juego de meadas; al menos fue así hasta que la amable secretaria de Kim apareció y dijo con voz extremadamente suave:
ㅡSeñor Kim, se ha acabado el tiempo.
KyungSoo parpadeó, rompiendo finalmente con la mierda, y se puso de pie con una de sus mejores sonrisas comerciales.
ㅡMe iré entonces; hasta pronto.
No esperó una respuesta.
KyungSoo le dio la espalda y caminó muy seguro de sí mismo hacia la puerta, sintiendo en todo momento la pesada mirada de Kim en su espalda; cuando la puerta se cerró detrás de él, se permitió suspirar largamente y hundir los hombros con alivio.
En realidad no había sido conciente de la cantidad desbordante de tensión que había mantenido sobre sí mismo. La secretaria le dio una sonrisa comprensiva y llamó al próximo candidato, lo dejó en la cueva del terror y luego se volvió hacia él.
ㅡEs refrescante ver que alguien salió de la oficina del jefe con el mismo tono de piel con el que entró. Eres valiente ㅡdijo ella y un momento después le tendió su desayuno. KyungSoo lo tomó con una sonrisa agradecida y respondió con honestidadㅡ:
ㅡNo es ser valiente; supongo que soy mucho más orgulloso de lo que pensaba en un inicio... oh, ¿puedo dejarte mi currículum? Se me ha olvidado dárselo a Kim.
ㅡClaro, no hay problema.
KyungSoo se lo extendió y la chica lo guardó cuidadosamente dentro de una carpeta sobre el escritorio. Estaba a punto de darle las gracias y despedirse cuando la puerta de la oficina de Kim se abrió repentinamente y el joven que había entrado hace tan solo un momento salió despavorido de ahí con las mejillas sonrojadas y los ojos sospechosamente brillantes.
¿Qué mierda? Ni siquiera han pasado dos minutos desde que entró.
KyungSoo lo miró con el ceño fruncido y la secretaria suspiró largamente, negando con la cabeza con tristeza.
ㅡUno más al que hace llorar. Dios, si continúa así no habrá nadie que quiera quedarse con el puesto... lamento que tenga que ver eso, señor Do; el señor Kim es... especial.
Sí, especialmente un idiota mayor.
KyungSoo le dio una sonrisa y asintió.
ㅡEstá bien, no te preocupes. Yo me iré ahora, ¿de acuerdo? Espero que tengan suerte en su búsqueda.
ㅡAh, muchas gracias. Ten un buen viaje de regreso, y no dudes que te llamaré si el jefe decide contratarte, ¿bien?
KyungSoo asintió nuevamente y luego de una última sonrisa se dirigió al elevador con paso tranquilo. Una vez dentro, KyungSoo cerró los ojos y suspiró, pensando que debería enviarle un mensaje a BaekHyun para que no pasara su día haciéndose ilusiones respecto al empleo.
KyungSoo alzó la mirada y observó los ventanales de los pisos superiores por un momento cuando se encontró fuera del edificio, luego rió, negó con la cabeza y se puso en marcha. Su trabajo lo esperaba, el real, así que debía dejar de perder el tiempo.
. . .
Dos días después, BaekHyun y él se encontraban cenando juntos en el comedor en completo silencio, justo como le gustaba.
BaekHyun había tenido un buen día, aparentemente su estúpido jefe lo había dejado en paz por una vez y eso se reflejaba en su buen humor y su silencio ininterrumpido mientras comían. Fue un alivio, porque KyungSoo no quería escuchar sus quejas y lamentos en medio de su proceso de alimentación, mucho menos cuando había cocinado él y la comida era realmente buena.
Entonces estaban en medio de uno de esos extraños días de absoluta paz y KyungSoo lo estaba disfrutando mucho.
Hasta que su teléfono sonó.
Frunció el ceño y BaekHyun alzó la mirada con sorpresa. KyungSoo nunca recibía llamadas, y las pocas veces que lo hacía no eran a la hora de la cena. Fue extraño.
Sintiéndose curioso, él se disculpó y se levantó para buscar el aparato que se encontraba en la mesita de la sala de estar, lo tomó y miró la pantalla.
Número desconocido.
Aún más extrañado, contestó la llamada y se llevó el teléfono al oído.
ㅡ¿Hola?
ㅡ¡Oh! ¡Hola! ¿Es Do KyungSoo?
La voz resultó vagamente familiar, pero KyungSoo aún no podía identificarla del todo.
ㅡSí, soy yo. ¿Quién es?
ㅡ¡Soy Im NaYeon! La secretaria del señor Kim de Kai Corporation.
El corazón de KyungSoo saltó en su pecho y sus ojos se ampliaron con sorpresa. No podía ser, ¿acaso...?
ㅡOh, hola, NaYeon, ¿cómo estás?
ㅡMuy bien, muy bien, pero no es por eso que he llamado. ¿Recuerdas que dije que me comunicaría contigo si el señor Kim te aceptaba para el trabajo? Bueno, aquí estoy.
ㅡ¿Kyunggie? ¿Pasa algo? ㅡBaek preguntó con curiosidad y KyungSoo se volvió para verlo con los ojos muy abiertosㅡ.
ㅡÉl quiere que estés en la oficina mañana a las seis y media de la mañana... ¿te parece bien?
KyungSoo parpadeó torpemente, el corazón acelerado golpeando con fuerza contra su pecho y un suspiro abandonando sus labios.
Demonios. Él realmente fue aceptado. ¿Qué mierda?
ㅡHum... ¿señor Do? ㅡlo llamó la chica con un poco de dudas e incertidumbre y KyungSoo se obligó a ser funcional nuevamenteㅡ.
ㅡAh, lo siento mucho, NaYeon. Sí, estaré allí a esa hora.
ㅡ¡Genial! ¡Te veré mañana entonces! ¡Buenas noches!
ㅡBuenas noches.
La llamada finalizó y KyungSoo bajó el teléfono lentamente, aún sintiéndose un poco abrumado. BaekHyun se acercó rápidamente entonces, lo tomó de la mano y su mirada preocupada cayó directamente sobre su rostro.
ㅡ¿Soo? ¿Qué pasa?
ㅡYo... fui aceptado.
ㅡ¿Qué?
ㅡMe aceptaron para el trabajo como el AP de Kim JongIn. Quieren que vaya mañana a la oficina... Dios, realmente me aceptó.
Las cejas de BaekHyun se alzaron y una gran sonrisa se apoderó de sus labios antes de abrazarlo y gritar a todo pulmón en su oído:
ㅡ¡Te aceptaron! ¡Oh, Dios mío, te aceptaron! ¡KyungSoo, felicidades!
KyungSoo rió con incredulidad y un momento después él también abrazó a BaekHyun con fuerza mientras ambos saltaban y tonteaban en la sala de estar como un par de mocosos que habían conseguido un juguete impresionante para jugar.
El maldito Kim realmente lo aceptó... ese imbécil.
KyungSoo rió aún más fuerte y sintió como nuevamente las cosas estaban yendo bien para él.
Finalmente.
Esto es lo que había estado esperando.
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