Capítulo Veintinueve
— No, no, no — BeomGyu corrió rápidamente al lugar de donde provenía el grito.
La puerta del baño estaba abierta y dejaba ver a su esposo inclinado hacia adelante, mientras una mano cubría su vientre y otra se agarraba del lavamanos.
— BeomGyu... Duele
El Alfa abrió sus brazos, y TaeHyun se sujetó a ellos mientras intentaba sostenerse en pie entre sollozos de dolor que salían de su boca.
TaeHyun había sentido ganas de orinar, se dirigió al baño para eso, pero, antes de que pudiera hacerlo, un dolor atravesó su cuerpo, haciendo que sus piernas tiemblen y se sostuvo para no caerse, pero sentía que en algún momento lo haría.
— ¿Te duele? ¿Qué te duele? Háblame, amor...
Con cuidado tomó en brazos al Omega al estilo nupcial, aún cuando TaeHyun se removía en sus brazos, adolorido. Tratando de ser delicado lo llevó hasta el sofá y lo sentó sobre él.
SooBin bajó corriendo la escalera luego de oír el alboroto, hacía unos pocos minutos había logrado que JinYoung se durmiera.
Se acercó con los nervios de punta a TaeHyun, que estaba sentado en el sofá sin entender qué pasaba.
— Hey, bonito. ¿Te sientes bien? — se arrodilló, tomando ambas manos del otro Omega.
TaeHyun estaba hirviendo y, cuando SooBin miró su rostro, estaba sonrojado y sudoroso.
Las lágrimas obstaculizaban la visión del menor entre todos. TaeHyun sostenía su vientre con una de sus manos temblorosas, pero no entendía nada. Aún tenía cinco meses y le faltaba una semana para la cesárea, sus bebés no estaban listos para nacer.
— Me duele mucho — sollozó, cerrando los ojos.
El Alfa se apresuró a llamar a YeonJun, era la persona más cercana que tenía y necesitaba su ayuda de inmediato. Mientras sostenía el celular entre su hombro y su cabeza inclinada, agarró un par de abrigos, las llaves del auto y corrió hacia la salida para encenderlo.
— YeonJun, estoy camino al hospital central. No sé... No sé qué pasa con TaeHyun, dice que le duele el vientre. Ven, por favor.
No esperó una respuesta y tiró el celular entre los dos asientos delanteros del auto, lo encendió, y volvió a correr para dentro de la casa.
— Ya estoy aquí, cielo, aguanta un poco... — BeomGyu trataba con todas sus fuerzas de que su voz sonara calmada, aún cuando por dentro se moría de miedo.
TaeHyun se mordió los labios fuertemente para no soltar quejidos cuando BeomGyu lo volvió a tomar en sus brazos. El mayor los condujo al asiento del copiloto en el auto, y sintió algo de tranquilidad cuando lo dejó con suavidad en él. Mas eso no duró mucho, pues el Omega volvió a asustarse cuando pudo ver la palma de la mano de BeomGyu manchada de sangre.
— No, no, no... — tiró su cabeza hacía atrás con desesperación, soltando sollozos mientras espesas lágrimas caían por sus mejillas sonrojadas. — ¿Qué pasa, Gyu? Tengo miedo...
BeomGyu besó su frente, cerró su puerta y corrió de vuelta a la casa, encontrándose con el rostro asustado y preocupado del Omega de cabello negro.
— Quédate con mi cachorro, por favor, y no llames a nadie... Si es necesario, lo haré yo — SooBin asintió aún aturdido, podía ver la mano roja del Alfa y había visto también la mancha en el sofá.
— Está sangrando, BeomGyu... — lágrimas empañaron sus ojos debido a la sensibilidad.
— Estará bien, cuídate y cuida a mi hijo. He llamado a YeonJun e irá al hospital.
Se dieron un fugaz abrazo y el Alfa se volvió a poner en marcha. Una vez que se subió al auto, BeomGyu arrancó directo al hospital.
— Ya casi llegamos. Aguanta más, mi amor... Estarán bien.
Luego de quince interminables minutos en donde las feromonas tristes y desoladas de TaeHyun llenaron el auto, llegaron. BeomGyu se bajó del auto, gritando al aire para que pudieran escucharlo.
— ¡Ayuda! ¡Mi Omega está sangrando! ¡Apuren, maldita sea!
Dos enfermeros corrieron al auto y otro venía detrás, arrastrando una camilla. Se acercaron cuando BeomGyu les abrió la puerta del auto y ellos trataron de sacar a TaeHyun, pero el Omega les gruñó, mostrando sus colmillos.
— Le duele. Mierda, despacio... — el Alfa también gruñó, acercándose a TaeHyun para tomar su manita. — Tienen que subirte a la camilla, pon un poco de esfuerzo, cariño.
Al ver los ojos azules de TaeHyun supo que su lobo estaba al control de su cuerpo, y eso significaba que su TaeHyun ya había perdido la capacidad de manejar su conciencia.
Y eso era malo, porque TaeHyun siempre tenía control de sí mismo en todo momento.
— Le llevaremos a emergencias. Señor, venga detrás de nosotros.
Una vez en la camilla, los enfermeros se llevaron al Omega hacia dentro del gran hospital. BeomGyu sacó sus pertenencias, cerró el auto y salió corriendo detrás de ellos. En un punto determinado, tres enfermeros tuvieron que retenerlo, ya que pasarían a TaeHyun a una habitación para ser chequeado de urgencia.
— No puede pasar, señor.
— Es mi esposo... Debo ir con él.
— Espere en la sala, por ahí.
BeomGyu manoteó uno de los brazos que retenían su paso. — ¡Que no! Mi Omega está esperando dos cachorros y ti-tiene cinco meses aún... — su voz se quebraba a medida que las palabras salían de su boca, gruñó cuando lo volvieron a agarrar. — ¡Joder! Suéltenme o los mataré uno por uno.
El doctor de cabecera de TaeHyun corría hacia la habitación donde le indicaron que necesitaban su atención, cuando vio a BeomGyu forcejear con los enfermeros. — ¿Qué creen que hacen? — alzó la voz, llamando la atención. — Es su Omega, prepárenlo para que pase, carajo.
Un minuto después, BeomGyu estaba enfundado en un traje quirúrgico mientras entraba a la habitación en donde su pareja estaba.
La imagen que vio le heló el cuerpo.
TaeHyun estaba acostado en un camilla sin nada que le cubriera la parte superior, habían muchos cables conectados a lo largo de su pecho y vientre, un suero estaba prendido a su vena de la mano derecha y tenía un respirador pegado a su nariz.
Estaba inconsciente.
Su lobo aulló de dolor al ver a su compañero en ese estado, un nudo se formó en su garganta al observarlo porque quería tumbarse a su lado, atraerlo a su cuerpo y besar todo su rostro.
Su mirada se desvió a la pantalla en una esquina, el doctor le estaba haciendo una ecografía de última hora al Omega. Pudo ver a sus dos hijos moverse, bueno, pudo ver a sus dos hijos intentando moverse dentro del vientre de su padre.
— Se están quedando sin espacio y tiran fuerte del cuerpo del paciente — el doctor hablaba con los enfermeros ahí adentro. — Prepara un informe, se quedará internado.
— ¿Qué?
El doctor giró la cabeza para mirar al Alfa, que en ese momento se veía destrozado, tanto como su Omega. Bueno, en realidad, menos.
— Ve con él, BeomGyu. En un momento te alcanzaré afuera.
— No quier-
— Está estable, ve, necesitamos hablar.
Cuando el doctor salió unos minutos más tarde, BeomGyu estaba recostado en una pared con el rostro hundido entre sus manos.
— BeomGyu.
El Alfa reaccionó, dando zancadas para estar cerca del doctor. — ¿Qué pasó? ¿Está bien?
— Sí, por ahora está bien — el doctor suspiró. — Necesitamos internar a TaeHyun, lo que le resta del embarazo debe pasarlo aquí.
— ¿Qué tan mal está? — las palabras ardían en su garganta antes de ser dichas.
— No lo está ahora, pero descubrimos que los cachorros se han quedado sin espacio. Pudimos ver a la Alfa muy quieta, pero el Omega es el que ha estado tirando y forzando más el pequeño cuerpo de TaeHyun, y eso es malo — BeomGyu pasó la mano por su cabello, queriendo tirar de él. — Por eso TaeHyun debe quedarse aquí. En cualquier momento será necesario que le hagamos la cesárea.
— No es tiempo todavía...
— No lo es, pero tenemos que hacerlo si queremos salvar las tres vidas.
BeomGyu rio con amargura, mordió su labio, que había empezado a temblar y parpadeó varias veces cuando sus ojos ardieron debido a las lágrimas. — No puede ser cierto. Debe ser una jodida broma — negó varias veces con la cabeza cuando las saladas lágrimas ya corrían por sus mejillas.
— ¡BeomGyu! — YeonJun corrió cuando el pelinegro entró en su campo de visión, pero se sorprendió bastante cuando sus brazos envolvieron su cuerpo.
Vio al doctor asentir antes de darse la vuelta e irse.
— Yeo-YeonJun... — un sollozo tras otro salían de la boca de BeomGyu.
El Alfa mayor se preocupó mucho más, pero estrechó con fuerza el cuerpo tembloroso de su amigo. — Saldrá todo bien, BeomGyu.
Él realmente esperaba que saliera todo bien con su mejor amigo.
¡Muchas gracias por leer! <3
no me aguanté y publiqué dos hoy. ¿les publico el último hoy también o se esperan hasta mañana? 🤨
Ánimo, ánimo, ánimo; el siguiente capítulo es el último. ^^
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