Capítulo Cuatro
La puerta de la casa fue golpeada un par de veces.
TaeHyun terminó de colocar el gorrito con orejas de oso en la cabeza de su hijo y el pequeño se quedó quieto, esperando a que esta vuelva a ser tocada. El Omega cargó a su cachorro en sus brazos, protegiendo la cabeza del pequeño con su mano, bajó las escaleras y caminó con cierto recelo hasta la puerta.
Al percibir un distintivo olor a Omega, su cuerpo se relajó rápidamente. Abrió la puerta, encontrándose con un joven de cabello negro ligeramente largo, una agradable sonrisa con hoyuelos y ojos brillantes.
Sabía de quién se trataba.
Su madre le propuso la idea de encontrar una o un Omega que cuidara de JinYoung, ya que ella debía viajar a Ansan por un período de tiempo largo. Su abuelo se había enfermado, y su madre debía ir a cuidarlo.
— Hola. Mi nombre es SooBin, pero puedes decirme Binnie — se presentó, haciendo una pequeña inclinación.
TaeHyun sonrió e imitó el gesto, su hijo estaba escondido en la curvatura de su cuello, pero igualmente miraba con grandes ojos a SooBin.
— Hola, Binnie. Me llamo TaeHyun, ¿vienes por el puesto de niñero?
— Sí, SeulGi me dio la dirección.
— Adelante.
Entre charlas y cálidas tazas de té, TaeHyun descubrió que SooBin era un Omega de veinte años, estudiante nocturno de la Universidad. El mayor vivía con su padre en un pequeño departamento en el centro de Seúl, y necesitaba el trabajo porque quería ayudar en los gastos de la casa. También acordaron que SooBin llegaría en las mañanas, antes de que el Omega menor tuviera que ir a la Universidad, y se iría en la tarde, unas horas antes de que él entrara a clases.
Naturalmente, JinYoung se sintió cómodo con la nueva presencia en casa, y es que el mayor tenía un ligero olor a canela y algodón de azúcar. Aquello le beneficiaba, pues así no le pesaría tanto su ausencia.
Con paciencia, TaeHyun le enseñó a SooBin los hábitos de su cachorro. Tuvo que elogiar la manera rápida del niñero en aprender las cosas, a lo que el Omega le respondió que llevaba varios años cuidando de niños por fines de semana, y que ese sería el trabajo más extenso que tendría.
— Mañana debes venir antes de las siete y media de la mañana. Mi madre se ha ido ayer, por lo que estarás completamente solo con mi hijo — SooBin asintió con emoción por empezar su trabajo. — A veces suele venir un Alfa, se llama YeonJun y es mi mejor amigo; no hay problema en que entre a casa, él no te molestará en lo absoluto — dijo, aunque sus ojos revisaban la lista que había creado en una aplicación de su celular. — También, necesitaré que me acompañes al supermercado a hacer las compras de la semana, por favor.
Ambos Omegas y el pequeño Alfa acordaron usar el auto de la señora Kang. Les tomó un total de dos horas realizar todas las compras, TaeHyun estaba algo inquieto debido al lazo, y se estaba cansando del carácter asqueroso que su lobo había adoptado en ese tiempo.
Durante la semana, una vez más había pasado lo de la conexión entre su hijo y su padre. Esa vez fue más intenso y, luego de que se cortara el suceso, más doloroso. TaeHyun se jalaba de los cabellos con frustración, no sabía qué hacer para consolar el frágil corazón de su cachorro.
— Sé que es imprudente de mi parte, pero me gustaría preguntarte algo... — SooBin jugueteó con sus dedos.
— No, está bien. Puedes preguntarme.
— ¿El padre de JinYoung vendrá alguna vez a verlo? Es para estar preparado.
TaeHyun suspiró, acariciando el fino cabello de su bebé, que yacía dormido en su pecho mientras él estaba recostado en el sofá. Besó la pequeña porción de piel de su mejilla que estaba libre, ya que JinYoung tenía su carita enterrada en su cuello.
— Si te soy sincero... no lo sé. Pero supongo que debo enseñarte cómo es — el Omega se levantó con cuidado para no despertar a su retoño, y se encaminó hacia las escaleras, que llevaban a las habitaciones. — Vamos arriba.
Cuando llegó a la habitación, TaeHyun recostó al pequeño cachorro en la cama, arropándolo con las sábanas que tenían impregnado su aroma. SooBin lo aguardaba, estaba parado en una esquina del cuarto.
Fue directamente a aquel cajón pequeño de su cómoda, y sacó uno de los tantos álbumes que tenía, sus dedos se deslizaron entre los folios plásticos, hasta dar con una foto de BeomGyu. La sacó con delicadeza y se la extendió a SooBin.
— Oh — el Omega alzó las cejas, sorprendido. — JinYoung es...
— Sí, es la copia de su padre, ya lo sé — el pecho de TaeHyun hormigueó en gusto. Se sentó en la orilla de la cama, viendo a SooBin revisar la foto. — Se llama BeomGyu. Si... si él llegara a venir, cuando no esté, debes llamarme, por favor.
— ¿Debo dejar que vea a JinYoung?
Se tensó notoriamente. No podía no dejar que BeomGyu vea a su hijo, si es que los encontraba; y, aún si le prohibiera la entrada, sabía que el Alfa vería de cualquier modo a su cachorro.
— Sí, pero debes avisarme, ¿entendido?
— Entendido, capitán.
SooBin se marchó luego de la cena que el Omega menor preparó, dejándolo solo nuevamente.
TaeHyun se acostó en su cama con su pijama ya puesto, y acurrucó a su pequeño en su costado. Tomó su celular y comenzó a leer lo que debía exponer el día siguiente en la Universidad. Ni siquiera tenía ganas de ir allí, pero la nota era importante y terminar su carrera también, por lo que se regañó para ponerle más empeño.
— ¡Ta-Da!
Estuvo así durante un par de minutos, hasta que los balbuceos de JinYoung y sus manitas, que intentaban llegar a su rostro, lo desconcentraron. Esa acción enterneció al Omega, quien dejó de lado el aparato para prestarle toda su atención a su hijo. Besó sus dedos, haciendo que una dulce risa brote de los labios del pequeño.
— ¿Qué desea el cachorro más hermoso? ¿No dejarás que papi estudie? — TaeHyun le hizo cosquillas levemente en su barriguita y los ojos de JinYoung se empequeñecieron, y su naricita se arrugó de la misma forma que él cuando reía. — Mañana serás un buen mini Alfa, y te quedarás con SooBin hasta que papi regrese.
Su madre le había dicho que SooBin era un Omega en quien podía confiar para cuidar de JinYoung, ya que la mayor se aseguró de investigar de fondo al niñero. Así que TaeHyun estaba un poco más tranquilo por saber que su hijo estaría en buenas manos mientras él no estuviera.
A la mañana siguiente, SooBin llegó a las siete de la mañana.
Ese día en especial, a TaeHyun le costó mucho despedirse de su hijo, pues JinYoung había despertado tan sensible a su padre, que se negaba a dejarlo siquiera levantarse de la cama.
En el camino, secó las lágrimas que caían por sus regordetas mejillas y, entre besos, le prometió que no demoraría en volver a casa.
TaeHyun siempre tuvo buenas calificaciones, en la primaria, en la secundaria y ahora en la Universidad, por lo que no le sorprendió haber obtenido una puntuación excelente en la exposición, de la cual no estudió completamente gracias a su inquieto cachorro que quería mimos.
Aunque lo que realmente le hizo preocupar fue la llamada que recibió de SooBin a las once de la mañana, aún faltando una hora para que sus clases terminaran.
— TaeHyun. El... El padre de JinYoung está aquí.
Maldición.
¿SooBin era un jodido adivino o qué?
— Estoy yendo.
explico lo de la conexión, por si no entienden. <3
La conexión entre un Alfa y su cachorro consiste en que sus lobos internos se conectan por decirlo 'espiritualmente'. Es algo que ayuda mucho en el fortalecimiento y crecimiento del cachorro.
Lo que se ve externamente es que los colores de los ojos de ambos cambian, según su lobo. En este caso, BeomGyu y JinYoung comparten el color gris en sus iris, y su olor se intensifica en la conexión. No importa la distancia, un Alfa siempre podrá conectarse con su cría, y su cría con él, a menos que uno de sus lobos no quiera tal acción; si es así, la conexión no se establecerá.
Tanto el Alfa como la cría pueden ver a través de sus ojos. Lo que significa que sí, BeomGyu pudo haber visto a TaeHyun, aún en su estado de coma.
El verdadero problema para ambos es la distancia. Luego de la conexión, Alfa y cachorro adoptan gran sensibilidad en sus lobos, lo que hace que deseen estar juntos y consolarse físicamente, por eso es que a JinYoung le duele tanto cuando la conexión se rompe, y TaeHyun no puede hacer nada para consolarlo y, seguramente, BeomGyu también sufre luego de eso.
¿Entendieron?
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