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Capítulo 1: "La flor de lo desconocido"

Crisantemo Blanco

Etapa 8: Ruptura. El quiebre emocional definitivo. Puede ser súbito o el resultado de un largo desgaste, pero marca el final oficial.

"Las heridas me hacen avanzar, nunca retroceder. Por más que se me intente culpar, yo no te conocía"Ángeles de Kidd Voodoo.

La gente dice que el amor lo puede todo. Mentira. Lo único que el amor hace es complicar todo hasta el punto en el que te preguntas si realmente vale la pena.

—Oye, Roro. ¿No querí' irte a vivir conmigo a Chile un tiempo? —me preguntó de la nada, llegando a nuestra pieza y apoyándose en el marco de la puerta.

Como si fuera algo que pudiera responder sin pensarlo.

¿Qué quería? ¿Que le dijera que sí? ¿Que dejara toda mi vida botada por ella? La amaba, pero no iba a arriesgar todo por un capricho.

—No.

La palabra salió sin más. Simple, directa. Pero sentí su mirada clavarse en mí, y soltó una risa genuina.

La tarde parecía demasiado perfecta para ser real. Yo, acostado en la cama, apunto de dormirme una siesta. Pero ahora, me obligaba a distraerme bajando la mirada hacia el celular.

—No es webeo, al fin pude arreglar mis problemas con la disquera y estaba pensando en que podríamos irnos un añito nomás, la pasaríamos bacán —explicó, como si mi "no" no significara nada para ella.

—No —repetí, sin mirarla, con la esperanza de que no insistiera. Pero era obvio que lo haría. Dejé el celular sobre la cama y me preparé para lo que venía.

No sabía si creía que me estaba haciendo de rogar después de año y medio juntos, pero yo no jugaba ese juego. Mis "no" eran no, sin más vueltas, sin más explicaciones.

—¿Por qué? —preguntó, el temblor en su voz era apenas perceptible, pero ahí estaba.

—¿Qué te hacés la boluda, Jazmín? ¿Creés que todo está bien entre nosotros después de lo que pasó ayer? ¿Después de que me enteré lo que hiciste? —lo que dije salió más fuerte de lo que quería, sin poder evitarlo.

—Rodrigo, yapo'. Te dije que fue un error, una vez. No significa nada —sus lágrimas empezaron a asomarse.

Una vez no significa nada, no podía parar de escuchar lo que acababa de decir. Un eco burlándose de mí. Hasta yo me reiría.

—¿Un error? —me mordí la mejilla por dentro para calmarme—. Yo estaba en Madrid, con el proyecto nuevo de la casa con Spreen. Sabías lo mucho que significaba para mí. Y mientras tanto, ¿te chapabas al primer chabón que aparecía porque pensaste que no me importaba?

—No fue así —su mirada evitó la mía, eludiendo cualquier contacto—. Yo estaba sola. Yo también traté de hacer esto bien.

—¿Te estás escuchando? —reí con un cinismo difícil de contener—. ¿Posta, Jazmín? ¿Creés que todo lo que dejaste atrás, todos esos sacrificios, eran por mí? No. Era por lo que vos querías —recalqué—. Por lo que vos deseaste.

"Dije lo que dije
no quise molestarte
pienso lo que pienso
ver mucho más allá que tú"

—Yo sí dejé todo por nosotros —su voz subió, el llanto ya no podía contenerse—. Dejé mi país, mi familia, mi carrera. Todo.

—Lo decís como si no hubieras ganado nada acá —solté, el nudo en mi garganta apretándose más—. Y yo solo te pedí apoyo, tiempo. Me fui menos de un mes. Y mientras yo estaba allá, ¿me estabas ocultando lo que hacías?

No se escuchaba nada en la pieza.

"Mas no me has hecho ningún caso
¿Por qué? No sé
si dije lo que dije
supuestamente lo pensé"

—Lo que pasó entre nosotros no es blanco y negro, Jazmín. Ni vos ni yo podemos ponernos en un pedestal. Ambos fallamos. Me equivoqué, sí. No debí dejarte sola, y te lo compensé, y lo hablamos, una y otra vez cuando sucedió. No estaba bien, tenía mucho peso sobre mis hombros. El viaje a España, las reuniones que hasta el día de hoy no puedo concretar, porque no me da el tiempo —suspiré, y cerré los ojos para no sonar tan duro—. Pero vos también te equivocaste. Y ahora querés que me vaya a Chile como si todo fuera un sueño.

"Y si tú no estás dispuesta a más
desperdíciame"

—Rodrigo... —su voz se quebró aún más, lágrimas resbalaban sin parar.

—Pero yo no puedo —miré hacia otro lado, intentando no verla sufrir—. No puedo sacrificar todo lo que construí aquí. Y menos cuando lo que tenemos no es certero —seguí, el dolor surgiendo entre cada palabra—. No me pidás eso.

De repente, Jazmín sacó la valija. Sin más. Ropa adentro, sin mirar, sin palabras. Yo no dije nada.

"Ojos como flechas
vuelven a mirada
las reglas están hechas
por gente equivocada"

—Si no querés seguir con esto, no te voy a rogar —dijo, tragándose su llanto.

Me quedé sentado en la orilla de la cama, mirándola. Nada de despedidas bonitas entonces.

—Martina... —pronuncié su primer nombre suavemente, porque era lo único que me parecía real en ese momento.

—Voy a tomar el primer vuelo devuelta a Santiago —respondió, sin mirar atrás, recuperando su compostura.

"Y no hace falta demasiado para entender
lo que te dije anoche supuestamente lo soñé
y si tú no estás dispuesta a más
desperdíciame"

La vi cerrar cada cremallera de la valija de un golpe. Y no dije nada más. No importaba. Al final, todo se sentía como un trámite más en un juego que ya había perdido.

Miré a mi alrededor, saliendo del trance que me había dejado el fin.

¿Siquiera había sido real?

Una casa vacía se sentía como perder una partida y comenzar todo de nuevo, pero solo había una cosa por hacer. Continuar.

Agarré la bolsita y el paquete. Armé el porro con movimientos rápidos y automáticos. Cuando terminé, orgulloso de mi trabajo, lamí el borde del papelillo y lo sellé. Admiré la obra de mis manos por unos segundos, para luego salir a encenderlo en el patio.

Las brisas del viento alivianaban el calor que hacía en plena primavera en Buenos Aires, incluso después de que el sol cayera. Inhalé profundamente, sintiendo como el humo llenaba mis pulmones y se esparcía lentamente en el aire. Exhalé, sintiendo el efecto inmediato que causaba en mi sistema.

"Desperdíciame"

Sonreí, para luego repetir el proceso.

No recordaba cuando había comenzado a consumir marihuana, pero si sabía que nunca más paré. En un mundo lleno de estímulo y estrés constante, era necesario desconectarse de vez en cuando de la realidad. Era mi parte favorita del día; inhalar y exhalar, brindándome paz que era difícil de encontrar.

El trabajo no era complicado, pero ser una figura pública te hundía tanto en lo bueno como en lo malo. Era fácil sentarte en frente de una cámara y hablar boludeces, sin embargo, a veces me costaba asumir que el tiempo iba tan rápido porque yo no estaba preparado para tanto.

Y aunque, en los últimos meses con Jazmín no estábamos en nuestros mejores términos. Tampoco sabía que seguía después de ella. Tampoco sabía si quería sentir la casa así de sola.

El futuro incierto me atormentaba, todas las escenas de situaciones que podían ocurrir habidas y por haber no me dejaban descansar. Mi mente me volvía loco, en ocasiones, deseaba salir de mi cuerpo por completo y dormir, pero hasta eso se me complicaba.

Apagué el porro que tenía entre mis dedos, y lo guardé para otra ocasión.

Me levanté sin pensar. Caminé a la cocina, rellené el plato de Barry. Luego caí en el sofá. El techo me miraba.

Hoy no quiero dormir en esa pieza, me dije a mí mismo.

La tranquilidad de la soledad rondaba por mi casa como un gato ronroneando. Desconecté de mis emociones, dedicándole menos tiempo a mi mente y más a mis acciones. Me levanté por un vaso de agua porque tenía la boca seca, sin embargo olvidé porqué estaba en la cocina al momento de llegar. Volví al sofá, cerrando los ojos con mis párpados cansados, y me respiración profunda, pensando que lo había logrado. Me rendí cuando una parálisis me despertó, y seguí mirando al techo... ¿se movía?

Me preguntaba si algún día iba a parar de desconocer lo que realmente era, y empezaría a aceptar que a veces no todo se podía calcular, o planear, o prevenir, por más que yo quisiera tener el futuro en mis manos, por más que yo tratara de evitar lo inevitable: el éxtasis de mis sentimientos.

(Fin)

...

Nota de Autora: No, no es el fin JAJAJAJ. Primer capítulo, creo que se dieron cuenta que comencé con el final del Acto I, porque quiero ir desarrollando todo desde el final hacia el principio, es decir, que iremos avanzando hasta el día que se conocieron así es y luego volveremos a lo que pasa luego de este final en el Acto II.

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